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Memoria histórica
La UJA, uno de los primeros grupos en combatir el franquismo
Saludos, compañeras y compañeros de caminos y olvidos. Aquí estamos de nuevo, para tratar de acercar hacia la luz y la memoria, a un nutrido conjunto de combatientes antifranquistas bastante desconocidos.
Hoy vamos a seguir los pasos al grupo posiblemente pionero de las acciones en Cataluña, además de ser, también posiblemente, el de la media de edad más baja, al oscilar sus miembros entre los 15 y los 23 años. No son estas sus únicas cualidades especiales, así que vamos por partes, como dijo Jack. Cuentan entre sus filas con al menos tres mujeres, lo cual es ya una rareza digna de reseñar. No solo eso, si buscas por la red, solo encontramos la foto de dos de sus miembros, y lo normal entonces, es pensar que sean de un par de tíos. Error, y posteriormente alegría. La primera y más conocida imagen con la que contamos, es la de Julia Romera, una de las mujeres participantes. Si tenemos en cuenta que generalmente no nos llega la más mínima información sobre la participación de las mismas en estos temas, pues es para estar más que contentos. Otra de las diferencias notables, es que este grupo nunca se trasladó a Francia, aunque ciertamente tampoco tuvieron tiempo de hacerlo, si tenemos en cuenta su escueta existencia. Finalmente, no son militantes de los famosos barrios libertarios del Poble Nou, de Sants o del Rabal, si no de Santa Coloma de Gramanet y de Sant Adrià del Besòs, localidades colindantes a la capital catalana.
Con todas estas pistas, me imagino que algunas y algunos ya habréis descubierto que hoy, seguiremos los pasos de la UJA.
Pero para quienes no hayan oído hablar del asunto... ¿que es esto de la UJA?, pues ni más ni menos que la Unión de Juventudes Antifascistas.
Un grupo de gente extremadamente joven, pues como hemos comentado anteriormente, el mayor de sus miembros contaba con 23 años. Un grupo creado alrededor de las Juventudes Libertarias colomenses, a las que pertenecían en su casi totalidad. Como fecha de inicio para la creación del mismo, hay que retroceder en el tiempo hasta mediados o finales de enero de 1939. La guerra estaba casi terminada y Barcelona a punto de caer, cosa que hizo el 26 de dicho mes; además, para sorpresa general, lo hizo sin luchar. Combatientes de unidades disueltas o en retirada volvían a sus casas. Entre ellos, Epifanio García Murcia, antiguo miliciano de la Columna Ortiz.
Junto a Epifanio, en el nucleo fundador de la UJA, encontramos a Joaquín Miguel Montes, Salvador Alarcón, Miguel Colás Tamborero, Vicente Abad Lara, Fernando Villanueva y Antonio Asensio Forza.
A sus incipientes reuniones, celebradas generalmente en casa de los hermanos Campeny Pueyo, o de los también hermanos Abad Lara, poco a poco se fueron sumando nuevas caras. Cuando el número creció, las reuniones empezaron a celebrarse en el campo o montes cercanos a Santa Coloma. Para febrero ya estaba constituida la organización. No solo eso, se habían extendido hasta la vecina Sant Adrià del Besos y estaban empezando a hacerlo por Barcelona. Además de los miembros citados anteriormente, otros nombres se sumaron a la lista, de los que conocemos los siguientes: Pedro Gómez Segado, Julia Romera Yáñez, Juan Ballesteros Román, Julio Meroño Martínez, los hermanos Joaquín y Manuel Campeny Pueyo, Manuel Abad Lara, José González Catalán, Bernabé García Valero, Jesús Cárceles Tomás, Antonio Beltrán Gómez, Enrique Vilella Trepat, Ernesto Sánchez Montes, Amadeo Prats Mallarín, Antonio Fernández Vallet, Miguel Planas Mateo, Concepción Vázquez Agullò “Conxita” y Ángela Boada.
Durante dichas reuniones estructuraron el grupo, los objetivos, y los lugares elegidos, tanto para actuar, como para extender sus ramificaciones. Entre las diferentes comisiones, destacar la de espionaje, a cargo de Fernando Villanueva y Miguel Colás; la de armamento, con Antonio Asensio y Pedro Gómez al frente, o la de propaganda, dirigida por Antonio Fernández.
La UJA contaba con una máquina de escribir, con la que podían redactar su propaganda, y con diverso armamento, proveniente de las unidades republicanas en retirada. Que sepamos, su modesto arsenal contaba con 5 fusiles, 3 rifles “Winchester”, una bomba de mano y diversa munición. Este material estaba escondido en una antigua mina en los alrededores de Sant Adrià. Aunque no lo especifica, es más que probable que contaran con algunas armas cortas, pues en el posterior proceso se alude a ciertas armas que les fueron incautadas en sus propias casas.
Entre sus objetivos, destacaban el tratar de debilitar el nuevo régimen dictatorial que se estaba instaurando, de acuerdo a sus posibilidades, claro; mantener activa la resistencia y la disidencia, ya fuera por medio de acciones, propaganda o sabotajes a infraestructuras; la ayuda económica a familias con miembros en prisión o en el exilio, para lo cual crearon y desarrollaron un fichero de elementos reaccionarios a los que atracar o exigirles impuesto revolucionario.
Entre sus acciones, caben destacar los diversos atracos y escarmientos a personas significadas con la extrema derecha, el asalto a un cuartelillo situado en las Casas Baratas, utilizado por militares italianos, del cual sustrajeron sobre todo documentos. También se hicieron con los planos de un cuartel militar, el cual pensaban atacar, pero que no pudieron llevar a cabo por su pronta detención, o la realización y distribución de propaganda antifranquista de temática social, como la conocida “Menos Franco y más pan blanco”. Otros textos de la UJA decían: “Ciudadano: Está ya formado el frente antifascista para volver a luchar contra el fascio y sus hechos criminales. Súmate a esta organización en cuanto te lo comuniquen” o también “Están equivocados aquellos que creen ayudar a los pobres con socorros de fácil enajenación, ya que suponen ignorar que la mayor ayuda que se les puede prestar, es proporcionarles trabajo y no acostumbrarles a la mendicidad y holgazanería, que es el génesis de todos los vicios y todos los crímenes. Esto es la obra de auxilio social”
Con respecto a los sabotajes, comentar que no llegaron a llevar ninguno a cabo, debido una vez más a la rapidez con la que fueron desarticulados.
Como varios de ellos habían combatido y tenían experiencia con armas de fuego, empezaron a enseñar al resto de personas del grupo la utilización de las mismas, y fue debido a un disparo, que se precipitó la caída colectiva.
Fue un vecino de Fernando Villanueva, el que escuchó dicho disparo. Le faltó tiempo para dirigirse al cuartelillo de la guardia civil y denunciarlo. Y aquí empezó el principio del fin. El 30 de mayo empezaron las detenciones, que prosiguieron hasta principios de junio, y rápidamente todo el grupo estaba en comisaria. Bueno, todo el grupo no. Por un lado, Angela Boada había fallecido, así que esquivó los siniestros calabozos policiales. Otros dos que consiguieron esquivarlos fueron Epifanio García y Salvador Alarcón. Ambos habían sido llamados a filas por el ejército franquista y realizaban su servicio militar en Barcelona.
Mientras tanto, el resto del grupo sufría las temibles torturas policiales y trataban de salir del paso lo más dignamente posible. Fueron juzgados ese mismo año, empezando las diligencias a partir de julio, y la sentencia salió el 2 de enero de 1940.
En junio de 1939, Epifanio García y Salvador Alarcón fueron detenidos en sus cuarteles y juzgados en una causa aparte. Por suerte para ellos, no consiguieron encontrar pruebas incriminatorias. Aún así, permanecieron en prisión hasta abril de 1943, cuando fueron reincorporados a sus respectivas unidades. Epifanio se fugó del cuartel poco tiempo después, permaneciendo activa una orden de búsqueda y captura hasta el año 1960.
La sentencia dictada fue extremadamente dura. Cinco de los integrantes de la UJA fueron condenados a muerte. Manuel Campeny Pueyo, Jesús Cárceles Tomás, Bernabé García Valero, Joaquín Miguel Montes y Enrique Vilella Trepat. Poco después, cuatro de dichas sentencias fueron conmutadas, decretándose reclusión perpetua para los agraciados. Manuel Campeny Pueyo no tuvo tanta suerte y fue fusilado en el Campo de la Bota el 29 de julio de 1940. Tenía 22 años.
Joaquín Miguel Montes consiguió evadirse a finales de 1943. Bernabé García Valero consiguió la libertad en mayo de 1945. Jesús Cárceles no consiguió pisar la calle hasta agosto de 1959.
Fueron condenados a perpetuidad Antonio Beltrán Gómez, Joaquín Campeny Pueyo, quien salió en libertad en enero de 1944, Miguel Tomás Tamborero, Julio Meroño Martínez, Ernesto Sánchez Montes, que consiguió la libertad en julio de 1944, Juan Ballesteros Román, Miguel Planas Mateo y Julia Romera Yañez, quien murió en la cárcel de mujeres de Barcelona el 8 de setiembre de 1941, debido a los malos tratos recibidos durante su estancia en los calabozos de la guardia civil de Santa Coloma.
A 20 años de prisión fueron condenados Vicente Abad Lara, que consiguió la ansiada libertad en septiembre de 1946, y Antonio Asensio Forza, que consiguió la provisional a finales del 43. Detenido de nuevo en 1946 por asociación ilícita y propaganda ilegal, estuvo entre rejas hasta finales de 1958.
A 15 años de prisión fueron condenados Amadeo Prats Mallarín, que salió con la provisional en julio de 1945, Pedro Gómez Segado abandonó la cárcel en abril de 1944, Justo Álvarez Álvarez y Antonio Fernández Vallet.
Se repartieron también 3 absoluciones, para los tres militantes que tenían menos de 16 años. José Catalán, Fernando Villanueva y Manuel Abad fueron puestos a disposición del Tribunal Tutelar de Menores. También fue absuelta Concepción Vázquez Agullò “Conxita”, pero en una entrevista concedida por la misma en 2015, reconoce haber cumplido dos años y medio de prisión, que supuestamente no figuran en el sumario.
Los padres de los hermanos Abad y Campeny, fueron condenados por complicidad a 6 años de prisión. Vicente Abad salió en libertad en octubre de 1942, mientras que Felipe Campeny lo hizo en mayo de 1943.
Fuentes: Archivo Trinxera de la Memoria, Una ciutat dormitori sota el franquisme: Santa Coloma de Gramanet 1939/1975 (Grupo de Historia José Berruezo), Julia Romera Yáñez 1916-1941. Vida y muerte de una luchadora por la libertad (Ángel Sody de Rivas), Kyklos Alpha (Kostas Floros), Forum Grama nº 10 (nov 1997) y http://www.losdelasierra.info/