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Música
De la Puríssima, excitando mentes con el cuplé del siglo XXI
El proyecto musical De la Puríssima continúa indagando en el placer femenino. Lo hace con una nueva canción, adelanto de su segundo disco, y una actuación en territorio por conquistar, el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
En 1893 se estrenó el primer cuplé, “La pulga”, una adaptación que Aurora Bergés, Pilar Cohen y La Chelito popularizaron en los escenarios donde se disfrutaba el teatro de género ínfimo y tono acalorado a principios del siglo pasado. Pastora Imperio y Raquel Meller serían las grandes estrellas de un espectáculo destinado principalmente a los hombres y que sufrió los rigores de la represión franquista.
Transcurridos más de cien años desde la edad dorada del cuplé, la actriz Julia de Castro encabeza De la Puríssima, un proyecto musical inspirado en esas viejas tonadillas que pretende hacer gozar a las mujeres. “No creo que las letras del cuplé antiguo sigan vigentes, pero sí la necesidad de expresar qué ocurre ahora con el placer femenino”, explica a El Salto esta cupletista moderna.
Hacer accesible algo carnal, femenino, de una manera menos patriarcal me parece que tiene mucho sentido“Es verdad que ahora es habitual consumir porno por internet pero un strip club sigue siendo muy masculino. Hacer accesible algo carnal, femenino, de una manera menos patriarcal me parece que tiene mucho sentido”, abunda la artista, quien considera que lo suyo sigue siendo cuplé pero actualizado a nuestros días. Música española contemporánea es la definición con la que De Castro se encuentra más cómoda.
De la Puríssima comenzó cantando sobre dormir con un bar entero y no despertar nunca junto al mismo cuerpo. Virgen, su primer disco, presentaba hace un par de años una mezcla de cuplé y jazz que demandaba asistir a una de sus actuaciones para disfrutar de una panorámica más completa de la propuesta. Ahí, sobre las tablas, se mostraban la carne y el placer. Lo que habitualmente queda fuera del proscenio. “Cantaba sobre encuentros sexuales, algo que entonces estaba muy latente en mí y que yo transmitía así”, recuerda.
En esos conciertos, De Castro mezclaba en el micrófono su repertorio con clásicos como “La violetera”; en el escenario, la narración y el cabaret, la sensualidad y la provocación. Su espectáculo llegó a oídos de Luis María Anson, quien le dedicó elogiosas palabras como ya hiciera con las obras de Angélica Lidell, fue entrevistada por Risto Mejide y también portada de la revista Interviú. Eduardo Chapero-Jackson dirigió el videoclip de “José Alfredo”, protagonizado por Bárbara Lennie.
Ella afirma que una de las mayores sorpresas que ha recibido es la cantidad de mujeres que asisten a sus conciertos. Muchas se le acercan a conversar tras la actuación y le hablan, por ejemplo, de sus problemas para tener orgasmos. Uno de los momentos más importantes para De la Puríssima fue un concierto en el centro cultural de La Elipa (Madrid), con un público compuesto por gente mayor, de más de 80 años. “Allí encontré un sentido a esto, fue uno de los más emocionantes que hemos hecho. Nadie se fue, hubo mucha conexión”, asegura.
¿Has tenido reacciones que no esperabas?
Sí. Siempre estoy preparada para lo peor, soy muy castellana así que siempre estoy alerta y cautelosa. Ha pasado de todo. En el festival de jazz de Manchester una señora salió gritando, enfadadísima, porque había ido con sus hijos. Cuando le dijeron que se tranquilizara, ya que al fin y al cabo no estaba entendiendo las letras, respondió que no le hacía falta hablar español para saber lo que estaba diciendo, lo que fue un piropazo para mí.
Es un halago cuando alguien me comenta que se ha excitado durante el concierto, que le ha subido la libido¿Qué te gusta generar en el público?
Para mí es un halago cuando alguien me comenta que se ha excitado durante el concierto, que le ha subido la libido. Es verdad que yo hablo mucho de lo placentero, del tacto,… No siempre ocurre pero sí me gusta esa reacción de excitación con lo que está pasando.
También cuando me dicen que se han identificado con alguna de las cosas que canto en las letras, esa emoción.
¿Has sentido miedo, por la atmósfera censora de los últimos tiempos?
No, nunca me he censurado aunque quizá sí he tenido cuidado. He tocado en Argel y en Túnez, y no pretendo, ni se me ocurre, aleccionar en un lugar desconocido. Soy muy respetuosa con lo que me voy a encontrar. En la embajada sí había algo de nervios por lo que iba a hacer, pensaban que iba a enseñar las tetas.
Aquí nunca he tenido problemas. Cuando canté “Madre, cómprame un negro” en Las Vistillas hubo gente que me escribió quejándose por el racismo de la letra, pero era un rescate que me parecía interesante para demostrar que el jazz entró en este país a través del cuplé.
Con la parte sexual sí me preocupa. Me sienta mal que se queden únicamente con esa capa de lo que hago, pero nunca me he planteado que esto pudiera sufrir una censura.
El 9 de mayo De la Puríssima aterrizará en territorio ignoto, el Teatro de la Zarzuela en Madrid. “Va a ser pornografía visual, una locura con muchos matices”, anticipa De Castro. Allí presentará “Santa Frívola”, canción adelanto del segundo disco, Sonora, que llegará a las tiendas en otoño. “No se parece en nada al anterior”, avanza la cantante, que califica este nuevo trabajo como “muy femenino: me siento en la barrera y empiezo a mirar a las mujeres”.
Grabado con músicos de Arizona y producido por Camilo Lara, del Instituto Mexicano del Sonido, ella reconoce una influencia insospechada para este nuevo disco, la del músico chileno Nicolas Jaar: “Ha estado pululando en mi cabeza durante la grabación. Escarba en el folclore suyo para hacer esa música tan increíble”.