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Movimientos sociales
La especulación inmobiliaria pone en peligro la continuidad del Solar de Matilde
Desde que el pasado 27 de enero el Ayuntamiento de Madrid anunciara la puesta en venta de 17 parcelas municipales, las alarmas están encendidas en Carabanchel. En uno de los terrenos que se ofrecen, el ubicado en la calle Matilde Hernández 42, funciona un proyecto comunitario de autogestión en el que confluyen un huerto urbano, patio de juegos y, sobre todo, un espacio de encuentro vecinal.
Detrás de la operación de venta “de vivienda libre en régimen de cooperativa”, las familias que participan del Huerto denuncian que “se esconden intereses especulativos de operadores inmobiliarios que ya están anunciando una futura construcción, incluso antes de que se resuelva el concurso público”.
“Estamos sensibilizando sobre cuál es el problema que hay detrás de la venta del Solar, la especulación para vivienda privada”, denuncian los vecinos
“Estamos sensibilizando sobre cuál es el problema que está detrás de esto, de la especulación para vivienda privada. Y en último caso entenderíamos si fuera para vivienda pública. Hay otros solares como el de Antonio Grilo que lo han desalojado para supuestamente un Centro de Salud, pero lo que solemos encontrar es que eso se queda ahí por los años, no se ve cuándo se va a hacer”, explica Javier Gómez Calzada, uno de los vecinos que forma parte del proyecto desde el principio.
Por diferentes medios y redes sociales, les ha llegado que CooperOpen, una “plataforma canalizadora sobre el interés de las personas en formar parte de una cooperativa de viviendas en una zona determinada”, está ofreciendo a las personas interesadas en hacerse con una vivienda de la futura construcción, tener Derecho Preferente de Información (DPI) a cambio de adelantar 201€.
El ingreso debe hacerse en una cuenta del BBVA cuyo titular es Inmuebles y Energía S.L., empresa que en su web promociona la venta de viviendas de lujo. “Lujo al alcance de todos, en inmuebles y energía trabajamos para ofrecerle el mejor catálogo de promociones y fincas con calidades óptimas de adquisición. Nuestro compromiso es con la calidad y con la exclusividad”, defiende la empresa con sede social en Alcorcón.
La empresa forma parte de la Confederación de Cooperativas de Viviendas y Rehabilitación en España (Concovi), organización que en 2020 firmó con la Comunidad de Madrid el Pacto Regional por la Vivienda y que según su Web “participará en la Comisión de Seguimiento del programa de Gobierno” en torno a la nueva Ley Estatal de Vivienda.
Entre las parcelas para la Construcción de Viviendas en Cooperativa, CooperOne incluye en su cartera de oferta a más de la mitad de las locaciones donde se ubican los terrenos cuya venta ha anunciado el Ayuntamiento. Además de la citada de Matilde Hernández 42, también aparecen la situada en la calle Diego Torres Villarroel 11, la de Ramón Serrano 1, calle Salaberry 30, todas en el barrio de Carabanchel. También en calle Nestares 1 (Arganzuela), la Sierra Carbonera 61 y Manuel Vélez 21 (ambas en Vallecas) y Pedro Salinas 22, en Ciudad Lineal.
Un nuevo espacio común a defender
El Ayuntamiento de Madrid ha decidido sacar al mercado inmobiliario el terreno de la calle Matilde Hernández 42 por 577.660.77 euros. Sin embargo, para las familias que han dado vida al huerto comunitario que allí funciona el valor es “incalculable, por todo lo que representa para el barrio”.
Movimiento vecinal
Barrios La Casa de Cultura de Chamberí lucha por su continuidad
“Para las personas que participamos más activamente sería un drama, cuando se lo dije a mi peque se puso a llorar, significa mucho para nosotros, él se ha criado allí. Hemos ido para aprender, para cultivar, para disfrutar, para jugar y para encontrarnos con amigos. Es un poco el sentir de todos quienes hemos estado participando a lo largo de estos siete años, que somos cientos de personas”, explica Javier Gómez Calzada.
Hasta noviembre de 2013 el solar llevaba más de tres décadas con los escombros de una vieja construcción derrumbada. La primera tarea de las vecinas fue limpiarlo para darle una utilidad comunitaria. “Ahora mismo es un espacio precioso, que recuerda un poco a cualquier pueblo de la península, pero encerrado entre edificios, bastante curioso porque los dos edificios de al lado tienen 5 plantas”, describe.
Desde entonces han preparado un huerto, con espacio para menores con un arenero y juegos al aire libre. Y pese a las limitaciones de la pandemia se mantienen las actividades agrícolas, y de actividades culturales y de ocio. En un relevamiento reciente han inventariado más de cincuenta plantas y una cantidad similar de especies animales que llenan de vida el huerto, entre aves e insectos.
La noticia de que la parcela se ponía a la venta ha golpeado al colectivo, no entienden que el Ayuntamiento la saque a la venta como si se tratara de un solar vacío. De allí que se hayan puesto en movimiento para denunciar en dos sentidos, informa Javier: “la pérdida de patrimonio municipal destinado a la especulación inmobiliaria en los barrios. Y en nuestro caso particular también la pérdida de un espacio que es público”.
“Es inexplicable que este tipo de lugares no sean más habituales, no se fomenten activamente desde las administraciones públicas”, dice Javier Gómez
No es un caso aislado
“Se pierde un espacio donde aprender, un espacio de posibilidades que puede ser modelo para otros lugares. Es inexplicable que este tipo de lugares no sean más habituales, no se fomenten activamente desde las administraciones públicas, porque entendemos que tienen un efecto muy positivo en las personas, en el ambiente y en la cultura”, cuestiona.
El posible fin del Huerto de Matilde no es un hecho aislado. Por el contrario, se suma a otras muchas iniciativas de autogestión que se han ido cerrando o cuanto menos han sido desalojadas de los lugares donde funcionaban, tanto en casos de espacios ocupados, como en cesiones realizadas desde el Ayuntamiento.
En lo que va de 2021 fue desalojado el Spa Maravillas de la calle Antonio Grilo y hace apenas dos semanas el Espacio Vecinal de Arganzuela (EVA). El 24 de marzo, en tanto, es la fecha en que la Casa de Cultura y Participación de Chamberí debe entregar sus llaves al consistorio. También allí continúa la movilización vecinal que evite el cierre y el consecuente perjuicio para el barrio.
“Son espacios que escapan al control de la política, pero en el sentido positivo, de que es la propia gente la que se autorganiza. Muchas veces lo que pedimos es que nos dejen en paz"
“Son espacios que escapan al control de la política, pero en el sentido positivo, de que es la propia gente la que se autorganiza para generar lugares de y para la propia gente. Muchas veces lo que pedimos es que nos dejen paz, no pedimos nada, solo que nos dejen construir cosas que son positivas para el barrio”, sentencia Javier.
Este sábado, 27 de febrero desde las 12 horas está prevista una jornada a puertas abiertas para dar a conocer el proyecto entre aquellas personas que aún no hayan tenido oportunidad de acercarse. Habrá actividades infantiles (pintar un mural), comida comunitaria y exposición de fotos.
En el huerto tienen claro que quienes quieren su cierre es porque les resulta un espacio extraño. “Aquí no circula el dinero y nosotros lo que hacemos es valorar justo lo contrario, un valor que escapa de lo monetario y ellos no entienden. Las que quieren cerrarnos son las mismas personas que cierran los parques y abren los bares”, concluye Javier Gómez Calzada. El sábado continuarán con su lucha para no desaparecer.