Masculinidades
La culpa del hombre: el moralismo y la inmovilización masculina en el 8M

Seguimos igual que el año pasado. Y todo ha cambiado. ¿Estamos siendo eficaces en los entornos masculinos a la hora pensar, actuar y organizarnos? Nos estamos moviendo, sí, pero ¿a qué ritmos? ¿Qué nos lastra?

Masculinidades feminismo 2
Concentración feminista en la puerta del Parlamento Andaluz. Álvaro Minguito

En el contexto del anterior 8 de marzo, recuerdo cómo pasamos horas y horas discutiendo sobre el papel de los hombres en la huelga. Discutíamos sobre si estábamos llamados a hacer huelga o si más bien teníamos que trabajar, si teníamos que pronunciarnos o guardar silencio, si teníamos, en definitiva, que hacer algo, o no. Al final, el papel del hombre estuvo relativamente claro: renunciar al protagonismo pero colaborar ayudando con la logística y cubriendo a nuestras compañeras. Además, había que empezar a actuar en nuestros contextos personales, concienciando a los hombres de nuestro entorno. Y pensar, reflexionar, hablar.

La huelga fue un éxito rotundo. Marchas en 120 ciudades, cientos de miles de personas en la calle. Entre ellas, miles y miles de hombres que simpatizan, empatizan y se solidarizan con la lucha feminista. Pero…

Tres meses después se convocaba en Madrid una concentración de Hombres contra el machismo propio y ajeno. Aún con el sabor de boca del 8 de marzo, esta concentración apenas congregaba a cincuenta personas.

Pareciera que los hombres tenemos claro que el feminismo tiene legitimidad como lucha, pero tenemos muchos problemas para ponernos a trabajar activamente en el ámbito de las masculinidades

Pareciera que los hombres tenemos claro que el feminismo tiene legitimidad como lucha, pero tenemos muchos problemas para ponernos a trabajar activamente en el ámbito de las masculinidades. Por el contrario, el tema de la masculinidad pareciera que está en boga: el rebrote de una derecha política muy ligadas a códigos y prácticas masculinas, sumado a un proceso de “reacción” de un machismo militante en entornos virtuales comienza a llamar la atención sobre la importancia de luchar contra el resentimiento y el malestar masculino que viene por una crisis de identidad y de los valores ligados a los modelos tradicionales de género.

En un año para aquí la derecha y el machismo han hecho muchos movimientos ofensivos. Y sin embargo, en los entornos de masculinidades críticas seguimos a la defensiva. ¿Estamos siendo eficaces en los entornos masculinos a la hora pensar, actuar y organizarnos? Nos estamos moviendo, sí, pero ¿a qué ritmos? ¿Qué nos lastra?

La culpa y el individuo

Creo que, si bien la visibilización de las violencias que ejercemos cotidianamente a través del #MeToo ha sido fundamental para poner el tema del machismo sobre la mesa (y echarnos un cubo de agua fría a los que pensábamos que eso de ser machista no iba con nosotros), estamos cayendo en posiciones inmovilizadoras centradas en lo individual.

He vivido ya muchas escenas (y presenciado muchas más) de debates interminables entre hombres donde comenzamos cuestionándonos comportamientos, pero terminamos con una autoflagelación interminable. ¿Es útil estar todo el tiempo culpándonos? ¿Cuánta energía dedicamos a la visibilización de contradicciones personales y cuánta al trabajo para acabar con las condiciones que reproducen esas contradicciones?

La teórica Raewyn Connell, cuya obra es la Meca de cualquiera que se interese por las masculinidades, define el género como un sistema social que es necesario pensar sin caer en el categorialismo estructural (somos resultado de estructuras sociales) o biologicista (hay esencias ligadas al cuerpo), pero sin caer tampoco en el puro voluntarismo (podemos cambiar a base de voluntad) o culturalismo pluralista (todo es discurso). El género es, a la vez, una agencia de dentro hacia fuera (exteriorizamos lo interior) y una estructura de fuera hacia adentro (interiorizamos lo exterior): estructuras sociales y materiales que se encarnan en cuerpos y, al mismo tiempo, cuerpos que viven y actúan reproduciendo/modificando/rompiendo estructuras. No sólo voluntad. No sólo estructura.

Sin embargo, los debates sobre el papel de los hombres suelen terminar encallando en posiciones voluntaristas que, además, se mezclan con un moralismo muy marcado: o somos Inocentes o somos Culpables, o No Machistas o Machistas (una versión concreta del eterno debate del Bien y del Mal). Dos categorías estancas, dos cajones sin distinciones de grados: si somos machistas no hay matices. Lo somos o no lo somos. Un binarismo del que no se libra ni un movimiento como el feminista, en el que supuestamente nos cuestionamos los binarismos por ser opresivos y simplistas.

Un binarismo del que no se libra ni un movimiento como el feminista, en el que supuestamente nos cuestionamos los binarismos por ser opresivos y simplistas
Y por si fuera poco, este debate está trampeado: si vivimos en una sociedad machista, todos somos machistas, así que estar libre de esta etiqueta es imposible. Así, el hombre tiene que lidiar con la idea de que es machista de serie y tendrá, por lo tanto, que buscar (neuróticamente) pasar a la consideración de “No machista” demostrando su inocencia. Pero tampoco mucho, para no parecer que pretendemos algo con nuestro compromiso.

El trabajo personal y el compromiso individual son importantes, desde luego, pero si caemos en moralismos simplistas (culpables/inocentes), este tipo de discursos se puede convertir en algo muy inmovilizador. En el mejor de los casos el hombre que viva esto tendrá curiosidad y voluntad de hierro para seguir el sendero de la deconstrucción, un sendero tortuoso que no sabemos muy bien a dónde lleva. En el peor, terminará desarrollando un resentimiento y alimentando la “reacción” neomachista que se victimiza y escupe contra el feminismo. En la mayoría, serán hombres que se alejarán de un discurso que les duele y desarrollarán ese nihilismo de “el feminismo está bien pero no así”.

No hay suma-cero

¿Qué nos queda hacer? Por lo pronto, hablar. Hablar entre nosotros y con ellas. Pensar. Leer y reflexionar. Desarrollar herramientas críticas para evitar caer en las voces de sirena del machismo: por supuesto que los hombres sufrimos y vivimos desventajas que el feminismo no contempla. Pero es que, por un lado, no es el trabajo del feminismo pensar por nosotros. Y por otro, no se trata de un juego de suma-cero: que los hombres tengamos problemas (morimos más en accidentes laborales, en peleas callejeras, en asesinatos; vivimos en la calle, nos suicidamos, padecemos en silencio…) no invalida la lucha feminista, sino al contrario, le da una nueva perspectiva.

Creo que la visibilización de las posturas masculinas comprometidas con el feminismo no hace sino enriquecer debates. Pero sólo si abordamos dichos debates desde la sinceridad y la seriedad.

“Se va a caer”, dicen las feministas en Argentina. Pero la desigualdad se cae porque se tira abajo, no cae por arte de magia. Los hombres tenemos que colaborar en ese derribo. Y nuestra labor está, creo, en tres elementos clave:

Primero, disputar el malestar masculino: dejar de negar que existe un malestar en los hombres y comenzar a aceptarlo para poder cambiarlo. Aprender qué problemas nos afectan y entender cómo estos problemas son causados por el régimen de género es algo fundamental en cualquier cambio. Difundir contenidos, criticar visiones sesgadas, recopilar datos son buenas formas de empezar.

Segundo, visibilizar prácticas alternativas: fragmentar las hegemonías de las formas de ser hombre violentas y posesivas. La normalización de otras maneras de relacionarnos, de gestionar nuestra vida emocional, sexual, y social permitirá diversificar y ensanchar la inclusión. ¿Cómo? Reuniéndonos, formando grupos de hombres donde cuidarnos y mimarnos desde la autocrítica y el apoyo constructivo, contar nuestras experiencias y reflexionar en colectivo las maneras de contribuir hacia el cambio social.

La normalización de otras maneras de relacionarnos, de gestionar nuestra vida emocional, sexual, y social permitirá diversificar y ensanchar la inclusión

Por último, tener claro el enemigo: como dice la increíble Rita Segato, el problema de la violencia contra las mujeres es político, no moral. Es importante el trabajo personal y el compromiso ético, pero caer en moralizaciones simplistas (inocente/culpable) no soluciona nada. Mucho más fructífero es entender cómo operan las estructuras sociales para producir y reproducir estas violencias y cómo se incorporan los regímenes de género en los diversos cuerpos.

Todos entendemos las complicaciones que trae la experiencia masculina. No hay Buenos ni Malos. Lejos de estereotipos de que los hombres somos simples, la realidad es que somos prismas complejos, como cualquier otra persona. Las contradicciones, los dobles raseros, los autoengaños, la inseguridad y el miedo forman una parte íntima de nosotros. Tenemos que poner sobre la mesa esta forma compleja y contradictoria de vivir para entender los mecanismos y poder actuar con eficacia. No sabemos nada sobre nosotros. Y es hora de acabar con ese vacío.

No podemos pasar otro año más atascados. El rebrote del neoconservadurismo, la situación de radicalización política, la difusión de ideas que cuestionan los pilares más básicos de la igualdad de género y la organización del resentimiento masculino nos obligan a mover ficha. Y si no disponemos de las herramientas adecuadas, esta parece ser una lucha que no podremos ganar.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Formación El Salto
Formación Masculinidades neoliberales: afectos de odio, cultura bro y extrema derecha
Abiertas las inscripciones para esta nueva propuesta de formación online, que abordará la relación entre el fortalecimiento de las derechas, el avance de un neoliberalismo desbocado y la aparición de culturas de género cada vez más conservadoras.
Feminismos
nuevas masculinidades Hombres y violencia sexual: hablar desde el lado de la culpa y la vergüenza
Poco después del caso de la mujer francesa que se ha convertido en icono de la lucha contra la violencia sexual, las acusaciones contra Errejón servían otra jarra de vergüenza a los hombres que se sienten en el lado de los aliados.
#33449
25/4/2019 14:27

Perdón por mi inmovilidad, me estaba deconstruyendo xD

4
2
penyguais
15/7/2021 22:22

entonces ya estas listo para un besito oscuro XD

0
0
Anónima 34
4/3/2019 23:20

Todo este lío de artículo (anda que no hay aire) para decir que los hombres tenemos problemas existenciales y que es nuestra prioridad para acabar con el patriarcado. Guay. Gracias y besos, corazón!

5
6
#31246
4/3/2019 23:08

Y yo después de leer el artículo pienso.... Como blanca occidental que soy, no se me ocurriría escribir un artículo donde expresar que no existen actitudes buenas o malas con respecto a la xenofobia. Asumo que como blanca occidental, hago y digo cosas mal antes mis compañeras racializadas. Y es jodido pero así es. Asumo que tengo comportamientos racistas aunque no quiera y que tengo que trabajar conmigo y con las blancas occidentales que me rodean, para que desaparezcan, o al menos intentarlo. No se me ocurre que el camino para que desaparezcan sea trabajar sobre lo dificil que lo tenemos las blancas, o como el racismo también me perjudica porque me coloca en una sitiuacion de opresora con la que no me identifico y eso me hace sufrir. Cuando leo este artículo no encuentro esta equivalencia. Encuentro dificultades y sufrimientos en cuanto a vuestra existencia como hombres dentro de este patriarcado que nos ha tocado vivir pero no en cuanto a la estructura de poder que eso genera, ni en cuanto a cómo revertir esa situación. Querido Salto, este artículo difumina el problema de fondo y lo convierte mas, en malestares y sufrimientos psicológicos, algo que se critica en este periódico en otros temas, que en una estructura de poder, que es lo que es. Y esto se toca los dedos con los discursos de ciudadanos. Ahí lo dejo.

2
8
#31072
28/2/2019 9:09

¿Y realmente no entendeis porque la gente está hasta las pelotas y las "nuevas masculinidades"?
Tiene pinta de que sólo masoquistas que se odian a sí mismos quieren seguir el triste y amargo camibo de la devonstrucción, para no llegar a otro sitio que no sea el modelo de persona que el neoliberalismo necesita para continuar.
Los más bobos seguireis autodestruyéndoos, pero sabeis qué? Vais a seguir haciéndolo solos, pringaos!

20
16
#31071
28/2/2019 8:33

Antes de profundizar en el feminismo ya me había dado cuenta de la inutilidad y el perjuicio de dividir las acciones y personas en bueno/malo.
Cuando etiquetamos, estamos juzgando, y eso es susceptible de generar violencia. De ahí toda la reacción derechista, que se siente enviolentada cuando les llamamos machistas, es natural.

He intentado explicar esto a muchas personas con poco éxito, pues el camino de la comunicación no violenta hay que caminarlo para poder comprobar sus efectos.

Es mucho más efectivo hablar de necesidades humanas. Todos tenemos las mismas, y detrás de cada acción hay una necesidad que cubrir.

Ahora queda por descubrir si somos capaces de cubrir nuestras necesidades a un bajo coste, que no implique violencia, ni siquiera la verbal generada por las etiquetas.

Para quien tenga curiosidad, aquí mi colección de Comunicación No Violenta

https://cloud.robots4life.es/s/eRdF4yEWvnJVQPR

5
1
#31040
27/2/2019 15:52

La violencia no tiene genero. Ya esta bien de culpabilizar al hombre de todo lo malo que ocurre en la sociedad. Hombres y mujeres son complementarios y ambos, repito, ambos, son responsables de la sociedad. Basta ya de marxismo de genero. De buscar enemigos donde no los hay. El verdadero enemigo es la maldad y el poder, que no hace distinción. Basta ya

19
24
Anónimo
27/2/2019 21:00

menuda falsedad acabo de leer.

4
2
#31044
27/2/2019 17:47

El enemigo el el poder y la maldad, que lo ejercen en un 95% los hombres porque la sociedad patriarcal se los ha dado

6
9
#31064
28/2/2019 0:12

El poder lo ejerce quien lo tenga y sobre quien lo tenga. Mujeres y hombres han participado y participan en la violencia sobre personas trans u hombres gays. El patriarcado no es la unica institucion de poder, e incluso en instituciones de poder con sesgonpatrialcal como es la familia, tambien las mujeres gozan de poder sobre hijos y ancianos, y sobre aquellos maridos que no cumplen con su funcion.
Este arriculo va precidamente de dejar el binarismo... Yo voy mas lejos, dejemos el simplismo.
PD. No pongo en duda los sesgos machistas que en mi sociedad discriminan a las mujeres y nos encierran a todos y todas en roles predeterminados que nos impiden ser desareollarnos en libertad e igualdad.

5
3
#44848
17/12/2019 21:41

Entonces expliqueme como es que Cleopatra, Catalina de Rusia, la Reina Victoria y otras mujeres que gobernaron paises e imperios poderosos se comportaron de la forma que lo hicieron, porque ninguna de ellas fue precisamente ejemplo de buscar la igualdad, la justicia o las iniciativas "politicamente correctas", creo que fue la Reina Victoria quien dijo que habia que "pensar de forma imperial", eso a pesar de ser mujer.

5
0
#31047
27/2/2019 18:36

La violencia, como cualquier realidad social, atiende a dinámicas sociales. ¿Piensas que la violencia está al margen de dinámicas de Racismo, machismo o clasismo? No. Se articula con ellas. Claro que existe violencia de género. Solo hay que atender a las estadísticas para ver cuantas mujeres mueren por hombres, cuantos hombres mueren a manos de otros hombres. Tenemos un problema con nuestra masculinidad y está claro.

15
12
#31061
28/2/2019 0:06

Si pero depende de las dinamicas que queramos ver, y el concepto de violencia que manejemos.
Claro que existe violencia de genero, racista y de clase... Pero no solo estas.

6
2
#31037
27/2/2019 15:46

Hola

5
3
Panamá
Centroamérica Los hombres de Trump vuelven a Panamá para presionar con la toma de control del Canal
La retórica antiChina y el interés por una infraestructura que supone el 6% del tráfico marítimo internacional ha llevado al Gobierno de Estados Unidos a tensar la relación con Panamá y sugerir una posible operación militar.
Ocupación israelí
Ocupación Israelí Nuevos ataques elevan a 1.391 palestinos asesinados por Israel desde el fin del alto el fuego
Un nuevo periodista palestino es asesinado en Gaza en un conflicto que acumula más muertes de reporteros que la II Guerra Mundial, la Guerra de Vietnam y la Guerra de Corea juntos.
Libertades civiles
Represión La cifra de ejecuciones por pena de muerte en el mundo superó las 1.500 en 2024
Amnistía Internacional denuncia que es la cifra más alta desde 2015 y que hay Estados que están utilizando la pena de muerte como arma contra manifestantes y grupos étnicos.
Israel
Industria Armamentística La naviera Maersk vuelve a marcar el puerto de Algeciras como clave del transporte de armamento a Israel
El pasado 5 de abril inició su recorrido desde EEUU el buque Maersk Detroit cargado con armamento que llegará en mayo a Israel. Entre las paradas se encuentra Tánger donde la mercancía pasará al buque Nexoe Maersk, que parte desde Algeciras.
Francia
Francia Tras su inhabilitación, Le Pen no logra movilizar con su estrategia victimista
La mayoría de los franceses se dicen satisfechos de la condena de la líder ultraderechista y la manifestación en su apoyo solo reúne a unas 7.000 personas en París.
Huelga
Huelga Huelga contra los despidos en Bridgestone: “Dejan en un futuro muy incierto las plantas españolas”
La empresa quiere despedir a 546 trabajadores, entre la planta de Basauri (Bizkaia) y la de Puente San Miguel (Cantabria). Desde los sindicatos denuncian que la compañía de neumáticos apuesta por su producción en Polonia.
Derechos reproductivos
Derechos reproductivos Una mujer muere cada dos minutos por complicaciones durante el embarazo o el parto
Un informe calcula una disminución de las muertes maternas en un 40% entre 2000 y 2023, pero alerta de que el ritmo de mejora se ha ralentizado significativamente desde 2016 a consecuencia de los recortes en cooperación.
Catalunya
Violencia policial Tres Mossos de Esquadra son investigados por la muerte bajo custodia policial del joven colombiano Brian Rios
Casi tres años después de su muerte, la investigación del caso apunta hacia negligencia médica y responsabilidad tanto de policía local como de Mossos de Esquadra
Música
Música Dut, una furia exquisita
El disco ‘Askatu korapiloa’ de Dut cumple 25 años. Exploramos un álbum que sigue impresionando.

Últimas

Fotografía
Fotografía ‘Sin Identificar’: poniendo nombre a los rostros de la Guerra Civil
‘Sin Identificar’ es un proyecto impulsado por la Biblioteca Nacional de España que aprovecha la inteligencia colectiva para identificar y contextualizar las fotografías de su archivo sobre la Guerra Civil Española, en concreto ocho cajas.
Análisis
Análisis Elon Musk y el gobierno del 0,0001%
La trayectoria empresarial y personal de Elon Musk –además de, por supuesto, su fortuna– lo inclinaban a ocupar el papel que ha acabado ejerciendo en la administración de Donald Trump.
Pensamiento
Fabian Scheidler “El progreso tecnológico se utiliza para aumentar la riqueza de unos pocos. No sirve a nadie más”
El autor de ‘El fin de la megamáquina. Historia de una civilización en vías de colapso’ ha desarrollado la metáfora del capitalismo como una máquina destructora y reivindica que hay oportunidades para el cambio.
Fútbol
Fútbol y política Las gradas de todo el mundo enseñan la tarjeta roja a Israel
La campaña ‘Show Israel the red card’ suma más de 170 acciones desde que, en febrero, el grupo ultra del Celtic de Glasgow hizo un llamamiento al mundo del fútbol para exigir que la FIFA cumpla sus estatutos y suspenda a Israel de sus competiciones.
Energía nuclear
Armamento nuclear Los arsenales en perpetuo crecimiento
Debemos reajustar rápidamente las prioridades antes de que se utilicen armas nucleares.
Madrid
Cañada Real Habitantes de Cañada Real se manifiestan para señalar, por primera vez, al Ayuntamiento de Rivas Vaciamadrid
Los y las vecinas se han manifestado este domingo contra las políticas fallidas de todas las administraciones local, regional y estatal. que han actuado, o dejado de actuar, en este poblado de la periferia madrileña.
Sindicatos
Organizing Organización sindical en el Hospital Ramón y Cajal
La historia del sindicato Red de Trabajadores (RT) en el Hospital Ramón y Cajal es un ejemplo de organización de base

Recomendadas

Infancia
Marta Martínez Muñoz y Santi Morales “Problematizar el adultocentrismo no es igual a desatendernos de los cuidados”
La creencia de que las personas adultas son superiores solo por ser más grandes. La creencia. Eso es el adultocentrismo. Chicos, chicas y chiques lo definen en el estudio de Marta Martínez Muñoz y Santi Morales, sociólogos niñistas.
Salud
Enfermedades raras La enfermedad de Huntington: los rostros de una dolencia invisible
Hace 32 años se descubrió el gen responsable de la enfermedad de Huntington. Desconocida entre ciudadanos y sanitarios, se hereda en un 50% de los casos cuando uno de los progenitores la tiene.
Fronteras
Fronteras 24 horas en un albergue de Tijuana: “Que no se olviden de nosotros”
Unos 80 migrantes siguen con preocupación la política de cerrojazo y militarización de la frontera de Donald Trump desde sus casas de nylon.
Literatura
Iban Zaldua “El mercado no llega a todos los rincones. Entonces, bueno, hay que introducir la fantasía”
En el cómic ‘Botere handi batek’ trata lo cotidiano mediante elementos irónicos, como los superhéroes y los seres superpoderosos, que nos conectan con la realidad histórica del conflicto vasco.