Soberanía alimentaria
El país de las cebollas

Las familias campesinas en Senegal afrontan una lucha sin cuartel contra el cambio climático y las duras condiciones de vida.
El río Senegal en Podor
Un campesino observa la frontera entre Senegal y Mauritania, a lado y lado del río. Miquel Carrillo

@MiquelCarr

19 jun 2024 19:47

El paisaje que rodea Mbidi parece salido de una erupción volcánica. Hasta que uno se fija bien y todas esas piedras negras que salpican la llanura se convierten en lo que son en realidad, millones de excrementos calcinados por el sol del Sahel. Miles de cabezas de ganado han ido sembrando el lugar de boñigas de cualquier tamaño, en un peregrinaje secular al mercado que allí se encuentra. Son los días previos a la Tabaski en Senegal, la Fiesta del Sacrificio, casi como la Navidad para los cristianos, y todo el mundo anda como loco con los preparativos, buscando el cordero con el que llevar a cabo el ritual y continuar con la tradición. Los animalitos esperan tras las cercas trenzadas con ramas milenarias, bruñidas por el mismo sol que liofiliza las cagarrutas en un santiamén. Los elegidos para la gloria viajan en maleteros y bacas, encima de cualquier cosa que consiga moverse sobre las arenas abrasadoras.

«Antes podías llegar al valle con un carro. Pero cada vez llueve menos y necesitas uno de esos, los caminos están impracticables», nos informa un vendedor señalando hacia nuestro cuatro por cuatro. El valle, 50 kilómetros al norte, parece un espejismo imposible. Un truco de magia de la naturaleza. Hace décadas que los canales substituyeron a las avenidas periódicas del río Senegal y las miles de hectáreas de arroz inundadas de agua han convertido esa cicatriz verde en el granero de esta parte del mundo. ¿Arroz, toubab? Este es el país de las cebollas, no se equivoque. No podríamos pasar un día de nuestras vidas sin comerlas. Por todos los caminos se ven montañas de sacos rojos esperando a que los camiones de los bana-bana, la mafia local que controla la distribución de alimentos, se detengan a llevárselos hacia el sur. «Nosotros nos hemos organizado para no depender de ellos», nos dice un joven agricultor mientras descansa tomando el te a la sombra. «Pero aun así, no tenemos ni una sola cámara frigorífica para gestionar el estoc, así que podemos perder fácilmente la mitad de la cosecha». 45 a la sombra, si no se pudren, los precios acaban por desplomarse, porque todo el mundo produce lo mismo y a la vez.

Nada, no se gana nada. Vivir de esta tierra abrumadora es un acto de fe. «Nosotros no nos iremos a ninguna parte porque aquí nacimos y este es nuestro lugar. Pero nuestros hijos se van a estudiar y ya no regresan de la ciudad», nos confiesa el vendedor de Mbidi. Hay quien le apuesta a la agricultura ecológica, porque los agroquímicos y las semillas que se venden en flamantes latas holandesas y francesas están empeorando la situación, más si cabe. ¿Pero quién va a pagar por todas esas hora más de sudor? Al final, las hortalizas biológicas se juntan con las de la revolución verde en las esterillas que pueblan los mercados.

«Aquí transformamos el arroz en harina y en cuscús, pero tras el covid perdimos a muchos de nuestros clientes. Y sin ventas, no hay producción.» Cuando acabamos de pasar revista, las mujeres del círculo se quitan sus batas repletas de logos de financiadores internacionales, como si fueran tenistas acabando su partido, y las doblan cuidadosamente, hasta que haya algo que volver a producir y envasar. Inshallah.

Ese valle en realidad es una trinchera, desde la que se lucha como se puede contra un destino aniquilador. Los campesinos defienden con orgullo su cordón umbilical a los campos de verde cegador, a las acacias de flores amarillas y goma arábiga, y a las vacas que espantan a los pájaros viajeros. Siguen pidiendo más tierras, más agua para ensancharla y producir más alimentos, aunque sea con los dientes. Pero el destino no cesa, y los jóvenes empiezan a mirar hacia otras tierras lejanas. Cuando nadie quede en pie en ese vergel para defenderlo, entonces llegarán las máquinas y el capital para alimentarnos.

Senegal ha empezado en estos días a producir petróleo. «El año que viene, la bombona de gas costará la mitad, es una buena noticia», nos anuncia nuestro guía. O no. El año que viene quizás no hará falta llegar hasta Mbidi, todo el mundo podrá ir con su coche nuevo al supermercado de la esquina a comprar cordero congelado, aunque no tenga sentido. ¿Por qué no va a pasar en ese valle lo mismo que pasó en casi todos los valles de nuestro mundo? ¿Qué estamos haciendo para cambiar el rumbo de las cosas? No es el sistema alimentario, solamente, es cómo poblamos la Tierra y nos hacemos cargo de ella.

«Cuando llega octubre y la lluvia, todo el mundo se olvida de lo mal que lo pasó en junio, y no hacemos nada», se lamenta el comerciante que nos atiende. Que nadie eche en cara nada a esas familias campesinas, a todos nos parece que sobrevivir es suficiente recompensa, hasta que el desierto un día acabe por sepultar el río y los caminos que llevan a él.

Sobre este blog
Un blog desde la convicción de que la cooperación internacional es política con letras mayúsculas, lo otro se llama caridad. El internacionalismo nos hizo así, es la única manera de vincular las luchas en las que creemos, aquí y en todas partes.
Ver todas las entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Crisis climática
Cambio climático Senegal y la tierra que desaparece
Saint Louis se extiende como un conjunto de tierras inconexas divididas por el gran río Senegal. Hoy sus playas desaparecen y las calles se llenan de aguas estancadas, al ritmo impuesto por el consumo energético de Occidente.
Elecciones
Elecciones europeas Serigne Mbaye: “Si llego, voy a estar en el Parlamento y en la calle. Si no llego, sigo a pie de calle”
El exdiputado madrileño se presenta en las elecciones europeas en el puesto número cuatro en la lista de Podemos. En esta entrevista habla de los cambios que están teniendo lugar en Senegal, su país de origen.
Extractivismo
Extractivismo Varela y su arena: una lucha por la supervivencia en Guinea Bissau
En una pequeña localidad de Guinea-Bissau, un grupo chino, apoyado por actores senegaleses y el propio Estado guineano, planea explotar los recursos minerales y la arena de la región.
Sobre este blog
Un blog desde la convicción de que la cooperación internacional es política con letras mayúsculas, lo otro se llama caridad. El internacionalismo nos hizo así, es la única manera de vincular las luchas en las que creemos, aquí y en todas partes.
Ver todas las entradas
Comunidades autónomas
Gobierno de coalición La financiación “singular” catalana, la nueva brasa caliente del PSOE para Sumar y sus aliados
La desesperación de Sánchez por lograr que Illa llegue a la Generalitat le hizo abrir una caja de Pandora que tiene demasiadas aristas y todas conflictivas. El favor a Catalunya puede hacer implosionar a la coalición de Díaz y enfadar a otros socios.
Crisis climática
Cambio climático Senegal y la tierra que desaparece
Saint Louis se extiende como un conjunto de tierras inconexas divididas por el gran río Senegal. Hoy sus playas desaparecen y las calles se llenan de aguas estancadas, al ritmo impuesto por el consumo energético de Occidente.
Contigo empezó todo
Contigo empezó todo Lucy Parsons, el último dinosaurio de Chicago
Opacada por la muerte de su marido, la vida de esta sindicalista revolucionaria abarcó los mejores años de la izquierda en Estados Unidos.
Análisis
Análisis DIGITINE: ciberactivismo en el movimiento pro-Palestina
Desde el 7 de octubre de 2023, hemos sido testigos de un cambio en el activismo tal y como lo conocemos. La gente se ha lanzado a las redes sociales para poner de moda ‘hashtags’ en defensa del pueblo palestino y contra el genocidio.
Videojuegos
Videojuegos Identidades y narrativas trans tras la pantalla: la lucha por la diversidad en los videojuegos
Unes piden más representación, otres se centran en que esta sea de calidad. Mediante narrativa, misiones o personalización de personajes, los videojuegos pueden funcionar como espacio seguro para experimentar con el género y su expresión.
Momus Operandi
Momus Operandi Hablamos de desentendimiento
¿Por quién hacemos o decimos las cosas que vociferamos en redes o en mensajería instantánea? ¿A quién le estamos hablando y para qué es que nos posicionamos de una u otra manera?

Últimas

Servicios públicos
Piscinas de verano El personal de las piscinas del Ayuntamiento de Madrid, en huelga los días 29 de junio y 4 de julio
Según el sindicato Co.Bas, entre plazas no convocadas y puntuaciones en oposiciones-concurso poco transparentes, un 70% del personal está en riesgo de quedarse sin trabajo a finales de la temporada de verano.
Música
Música Anohni, es hora de sentir lo que realmente está ocurriendo
La activista Marsha P. Johnson es una guía fundamental para una de las figuras más relevantes de la música pop de las últimas dos décadas: Anohni. Su último disco es un completo homenaje a la lucha de Johnson, quien protagoniza hasta la portada.
LGTBIAQ+
LGTBI Historias LGTBI en Gaza
A través de la plataforma Queering the Map, conocemos la realidad de la comunidad LGTBI en el genocidio en Gaza. Un archivo vivo de la situación que vive la disidencia en medio de la guerra y la barbarie.
Sanidad
Corrupción sanitaria Defensa alquila a Quirón un antiguo hospital militar tres veces por debajo del valor del mercado
Colectivos ciudadanos llevan el concurso de adjudicación ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para denunciar las irregularidades detectadas en el proceso al que solo concurrió una empresa.
Argentina
Argentina Milei cristaliza su primer triunfo legislativo en medio de un pantano económico y social
El presidente de Argentina logra que la Cámara de Diputados sancione dos leyes estratégicas para desregular la economía en un país sometido a un ajuste fiscal inédito y a una recesión sin final a la vista.
Más noticias
Perfiles con tiempo
Perfiles con tiempo Sandra Alonso, ciclista: “El miedo te da mucha fuerza”
Como ciclista que disputa las principales pruebas del calendario internacional, Sandra Alonso resume con una palabra su vinculación con el ciclismo: “compromiso”.
Análisis
Análisis El acaparamiento de tierras y los pobres rurales
La adquisición exponencial de tierras ha asumido nuevas formas, pero la inmensa mayoría de las operaciones de más envergadura sustraen tierras a la producción de alimentos.
Opinión
Opinión Golpe contra la sociedad en Bolivia
Qué difícil es explicar que nos lo tomamos en serio porque tenemos un entrenamiento al desastre y que, por muy absurdo que pareciera, teníamos derecho a reaccionar con miedo.
Medio ambiente
Contaminación El proyecto de una planta de biogás en Cubas de la Sagra levanta la oposición de ocho pueblos limítrofes
Los vecinos afectados quieren que la Comunidad de Madrid no otorgue la autorización ambiental integral a Acciona para que el proyecto nunca llegue a materializarse en esa zona.

Recomendadas

Yemayá Revista
Yemayá Revista Defender tu identidad cuando tu vida está en juego
Extorsión, abusos, aislamiento, tortura… Un sinfín de violencias acompaña la realidad de las mujeres trans en Centroamérica.
Desobediencias
Desobediencias Itoiz y la cadena de la desobediencia
El 6 de abril de 1996, ocho activistas saboteaban con una acción pacífica, pública y no violenta las obras del embalse de Itoiz, en Navarra, una de las mayores acciones de desobediencia civil en el Estado español de todos los tiempos.
Sidecar
Sidecar El colapso del sionismo
Estamos asistiendo a un proceso histórico o, para ser más exactos, al comienzo de un proceso histórico, que probablemente culminará con la caída del sionismo.
Literatura
Literatura Cruzador de fronteras: Rubén Medina, un infrarrealista en Sevilla
Participante en el infrarrealismo, movimiento literario enfrentado a las mafias culturales del México setentero, Rubén Medina aboga por una poesía del tercer idioma, ni inglés ni español, como espacio de posibilidad para la transformación.