Laboral
Eliminar el 1 de mayo en Berlín a través del techno y la fiesta

El 1 de mayo en Berlín siempre ha sido una fiesta para la reivindicación social, que las instituciones han ido eliminando al programar un festival musical callejero.

1 de Mayo en Berlín
MyFest Kreuzberg, Berlín, 2015. Montecruz foto
1 may 2019 06:00

Son tiempos de escasa reivindicación por los derechos laborales en toda Europa. En Berlín el 1 de mayo es una festividad muy orientada a la movilización sindical y anticapitalista desde hace décadas en el barrio de Kreuzberg, tanto es así que en 1987 la policía tuvo que retirarse del área de la sala SO36, histórico club musical de los años 70 donde quemaron parte de su juventud estrellas musicales como Iggy Pop o David Bowie. El SO36, que aún pervive, era el foco del movimiento punk y squatter del Berlín de los años previos a la caída del muro.

Erich Dunkel vive desde hace 36 años en Kreuzberg y cuenta que lo que antes era un barrio desfavorecido, ahora es una de las zonas más amenazadas de la ciudad por la especulación inmobiliaria. “La calle Reichenberger era una de las más pobres de la ciudad y ahora echan cada semana a la gente de sus casas por la subida de los precios del alquiler. Esta zona está ahora rodeada de verde, pero los que plantaron y cuidaron esos jardines van teniendo que marcharse por esta especulación”.

En la actualidad, Berlín recoge firmas para un referéndum que quiere expropiar viviendas a grandes tenedores como Deutsche Wohnen. “Fue el gobierno de los socialistas con la antigua izquierda —el PDS, partido anterior a la actual Die Linke— quienes vendieron miles de pisos de propiedad comunal que se ofertaban a precios asequibles a los grandes especuladores inmobiliarios, como Deutsche Wohnen. Se ha sustituido a los Gastarbeiter —trabajadores procedentes en su mayoría de Turquía— por trabajadores de la tecnología, pero mientras las empresas que antiguamente contrataban a trabajadores manuales tenían que construirles vivienda, a los empresarios de los trabajos digitales les importa un pimiento”.

Hace poco más de un año el movimiento vecinal consiguió que no se instalase en el barrio un campus de Google, lo que hubiese encarecido aún más el precio de la vivienda. Pero la fiesta del 1 de mayo ha sido canalizada hacia el MaiFest, un gran festival callejero, donde en decenas de escenarios hay conciertos gratis rodeados de puestos de bebida y comida. Hasta el año pasado la manifestación anticapitalista cruzaba por este festival, pero este año se traslada al distrito de Friedrichshain, donde aún resisten casas antes ocupadas y ahora legalizadas, en las que se siguen llevando a cabo proyectos sociales y políticos.

Gentrificación
Los berlineses se enfrentan al desembarco de Google

Los vecinos del barrio de Kreuzberg, en Berlín, muy afectado por la gentrificación, empiezan a organizarse para que Google no establezca allí su 'Google Campus'.

“El MaiFest ha sido una manera de convertir una fiesta colectiva y autoorganizada en un gran negocio. Antes había asociaciones que conseguían dinero el 1 de mayo para alquilar su ateneo o reparar cosas colectivas y se hacía la manifestación para reclamar derechos, que llegó a tener más participantes que la manifestación oficial de los sindicatos. Pero la gente se cansó de gritar tras los megáfonos y aceptaron peores condiciones laborales para mantener un statu quo”, cuenta Dunkel.

Kreuzberg 2
1 de Mayo en Kreuzberg, Berlín, en 2012. Montecruz foto

Juan Francisco Donoso lleva unos cinco años en Berlín y procede de Chile. Vive en el vecindario que hace frontera con Kreuzberg, el famoso Neukölln. En tan poco tiempo ha podido ver cómo se degradaba el barrio. “Se están construyendo muchos hoteles y abren nuevos negocios orientados solo al turismo. Yo este año iré a un picnic anticolonial en el parque Hasenheide que organizan diversos colectivos de migrantes, como el Bloque latino, ya que muchos no pueden ir a la manifestación anticapitalista porque todavía no tienen su permiso de residencia en regla”, señala.

Sobre si el MaiFest es una forma de eliminar la reivindicación el 1 de mayo, Donoso cuenta que “el techno realmente no creo que sea el problema, sino más bien el alcohol. Crear ese festival ha sido una gran estrategia política para despolitizar a la gente. Hay una zona en la que sobreviven los puestos políticos, en la plaza de Mariannen. Dan allí algún discurso, pero nadie les toma en cuenta. Espero que la manifestación anticapitalista este año convoque a muchas personas, aunque lo veo difícil, es más atractivo para mucha gente quedarse escuchando el techno y los conciertos mientras bebe alcohol que pensar en la reivindicación social. Por eso la manifestación se ha ido del barrio”.

Elena Montoya llegó a Berlín poco después de la caída del muro. “Mi primer 1 de mayo fue en el 95. Entonces Berlín era una ciudad muy politizada, había muchos movimientos sociales con políticas comunales o anarquistas que estaban por todas partes. En esa época a mi me preguntaban por el franquismo y no sabía qué responder, ahí es donde me di cuenta de lo pobre de nuestra memoria histórica en comparación con Alemania”. Era la época en la que Alemania mandaba a policías de todo el país para reprimir las protestas de los movimientos de extrema izquierda. Aún hoy Kreuzberg amanece cada 1 de mayo cercado de policías, incluso francotiradores que vigilan desde las azoteas y otras fuerzas de seguridad que graban en vídeo a los manifestantes o parten la manifestación en dos para empezar a detener a personas cuidadosamente seleccionadas, como ocurrió el año pasado. “El primer año que fui pasé miedo, pero el segundo mi perspectiva política cambió. Aterricé en una escena de feministas autónomas de izquierda que me enseñaron muchas cosas. Aquel feminismo rojo berlinés me dejó mucha impronta. Participaba en el bloque de las mujeres en la manifestación. Unas eran del Este y otras del Oeste, todas caminando juntas”, relata Montoya recordando un Berlín que ahora se torna casi idílico.

1 de Mayo Berlín
Myfest en Berlín en 2014. Montecruz foto

Fue en Hamburgo y en Berlín donde nació el llamado “black block” o bloque negro, táctica en la que un nutrido grupo de gente, ataviada con ropa negra, forma un bloque de resistencia frente a la autoridad. “Entonces el black block no era vandalismo porque sí, sino que eran acciones expresamente dirigidas a los causantes de las diversas explotaciones y a sus símbolos. El black block es necesario, está ahí para recordarnos la rabia e impotencia que genera la destrucción de nuestros derechos”, dice Elena.

En los años 70 Alemania hizo un llamamiento en Turquía porque necesitaba trabajadores para sus fábricas, los Gastarbeiter. Günter Wallraff se hizo pasar por uno de ellos y escribió el libro Cabeza de turco, donde relata lo mal que se les trataba y que incluso no les permitían la entrada a los bares o no les servían. “El libro de Wallraff es bastante pobre, los presenta como víctimas, pero no cuenta en las diferentes luchas en las que participaron. Sobre todo, las mujeres en el sector electrónico de empresas como Siemens, AEG o Pierburg”, recuerda Dunkel sobre sus vecinos. Hay un eslogan muy conocido en la ciudad que dice: “Alemania fue a Turquía a buscar trabajadores, pero llegaron personas”.

La noche previa al 1 de mayo se celebra Walpurgisnacht, o la noche de las brujas, en el barrio norteño de Wedding, justo al otro lado de la ciudad. Desde hace unos años la manifestación está también dirigida contra la especulación inmobiliaria y recorre las calles del barrio, tradicionalmente obrero pero donde los alquileres ya se tornan inasumibles. El colectivo Saca Tus Manos de Wedding pide que la ciudad no se oriente a que solo puedan habitarla los más pudientes.

Además de esto, en Grünewald, uno de los barrios más acomodados de Berlín, se organiza el festival anticapitalista My Gruni, que rodea el barrio en una caravana de techno, gritos de consignas y lectura de manifiestos. Es justo lo contrario a lo que sucedió en Kreuzberg, un barrio pobre en el que se empezó a capitalizar la reivindicación social. Grunewald, un barrio rico al que los pobres llevan ahora su reivindicación también.

Amanece otro 1 de mayo en Kreuzberg con los cajeros de los bancos forrados de chapa para evitar ataques y también con la incertidumbre de si se podrá poner freno a la especulación inmobiliaria que ha cambiado totalmente el sentido del barrio.

Archivado en: 1 de mayo Laboral
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Laboral
Laboral La vigencia de ‘No hay atajos: organizar el poder sindical’
La relevancia de la obra ‘No hay atajos’, de Jane McAlevey, se ha consolidado aún más dado que ha sido una pieza clave para el resurgir del sindicalismo en los Estados Unidos.
Opinión
Precariedad Lanbide ejerce violencia institucional sobre las personas pobres
No creo que aventar la imagen de unas prestaciones sociales amenazadas por el fraude, algo que todas las estadísticas desmienten, sea la mejor forma de legitimarlas.
Laboral
Según el Tribunal Supremo Las empresas no pueden aplicar el despido disciplinario sin escuchar antes la versión del trabajador
La empresa debe ofrecer al empleado la posibilidad de defenderse de los cargos que se le imputan antes de aplicar el despido disciplinario, según una resolución del Tribunal Supremo.
Peerserker
2/5/2019 11:16

Vale, a ver: Es Reichenberger, no "Reigenberger" y Hasenheide, no "Hesenheide"...Y GRUNEWALD, no "Grünewald", por favor...

1
1
#33737
2/5/2019 9:38

se llama dia del trabajo y no del trabajador ...o d sus drchos,
vale que haya servicios minimos de transporte por urgencias
pero qe haya barrenderos o futerias abiertas es exagerado
Para ello hace falta empòbrecer a la ciudadania y qe aceote trabajar asi

0
1
Desde el Baix
1/5/2019 22:09

Aquí, en Catalunya tenemos "huelgas de pais" o cierre patronal como la del 3 de octubre, nacionalsindicatos como la Intersindical que han barrido en las últimas elecciones dentro de las instituciones de autogobierno (enseñanza, bomberos, agentes rurales..) y que convocan huelgas en defensa de la patronal sentada en el banquillo. Aquí, no en Berlín, y no veo ni un sólo artículo al respecto.
¿Será porque en Berlín no tenéis colaboradores de La Directa?

1
0
#33718
1/5/2019 17:48

El primero de mayo en Berlín se ha convertido en una fiesta popular para que la clase obrera no reivinque sus derechos. Está hecho hecho a propósito para que la gente no se manifieste.

5
0
Punk
1/5/2019 10:05

El viejo truco de pan y circo, o cerveza y techno...

12
0
Genocidio
Genocidio El TPI emite la orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
COP29
Cumbre del clima La COP29 encara su última jornada con un final agónico sin acuerdo en los temas clave
Los borradores de los textos de negociación sobre la mesa quedan muy lejos de un acuerdo sobre financiación climática en línea con las necesidades para que el planeta no rebase los 1,5ºC de calentamiento medio.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Violencia machista
25 de noviembre Con el lema “Juntas, el miedo cambia de bando”, el movimiento feminista llama a organizarse este 25N
En un año en el que ha vuelto al primer plano el debate público sobre la violencia patriarcal sistémica que siguen padeciendo las mujeres, la marcha del 25 de noviembre vuelve a las calles el próximo lunes.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.

Recomendadas

Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.