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La semana política
Lo que merecen los españoles
Uno. Alguien me dirá después que qué esperaba, lo cierto es que no lo vi venir. Se conoce que no tengo el olfato suficiente: cuando vi “la foto” de Irene Montero y su equipo en Nueva York imaginé que se cumpliría el ciclo habitual de indignación ante las masas anónimas de trolls, unos cuantos a sueldo, y que a esa polémica le seguiría otra. Eso es Twitter. Pero el asunto fue más allá de lo esperado. Porque saltó a la tele.
Dos. Si salta a la tele —y de la tele vuelve a Twitter— las polémicas duran algo más. De seis horas a dos días. A los dos días es cuando quienes no viven en las redes sociales (bienaventuradas) hacen la pregunta: ¿qué ha pasado que no me he enterado bien? Y una polémica artificial se convierte en una cuestión de interés nacional, mayor que el problema de la vivienda, que la crisis climática y que las cloacas del Estado… solo durante un par de días.
Tres. Si cada tres días hay una polémica que dura dos, y no se habla de otra cosa, no se habla de otras cosas: como la vivienda, la crisis climática o el nulo empeño por depurar las instituciones más corruptas del Estado. Pruébelo, el truco es infalible.
Tres bis. A modo de advertencia: si no posee un canal de televisión es muy probable que no pueda probarlo, pero el truco sigue siendo infalible.
Cuatro. El viaje de Montero no es “lo que merecen los españoles”, dice la portavoz del Partido Popular, Cuca Gamarra. El sintagma “los españoles” se diferencia un poco del sintagma “las españolas”, pero es más importante el verbo “merece”. Todos merecemos algo. La demoscopia dice en estos momentos que nos merecemos al PP.
Cinco. Cuca Gamarra y el PP saben bien lo que merecemos: una buena polémica artificial, con una misoginia poco velada, en las televisiones del grupo Mediaset y Atresmedia. Nos merecemos no salir jamás del mismo bucle por el que Bildu es ETA, Unidas Podemos no debe estar en el Gobierno y el Partido Popular debe volver cuanto antes al poder, a ser posible sin Vox en el Consejo de Ministros (porque los tiempos están cambiando). Nos merecemos la tele que tenemos.
Seis. Alberto Núñez Feijóo, que es un señor de 60 años, le pide a Pedro Sánchez, que es un señor de 50 años, que destituya a Irene Montero, una mujer de 34 años.
Seis bis. Un hecho sin relación con lo anterior. Se viraliza el vídeo de un señor escritor de 79 años que critica a la autora mexicana Cristina Rivera Garza por no escribir el libro sobre el feminicidio de la hermana de la autora que él quería leer. El libro que el señor quería está protagonizado por un hombre.
Siete. El otro día me crucé a Mauricio Casals, un señor de 73 años, y a José Creuheras (65 años de edad) en un aeropuerto. Creuheras es el presidente de la corporación Atresmedia. Si no sabes quién es Mauricio Casals significa que la tele está haciendo bien su trabajo.
Medios de comunicación
El monopolio de la libertad de prensa
Ocho. En un momento dado el problema deja de ser “la foto”, que en cualquier caso se sigue censurando como inapropiada, para pasar a ser que Montero y su equipo viajaran en el avión del Gobierno de España. El uso de la palabra Falcon ha pasado a ser un inefable detector de lerdos. Solo se le puede comparar la demanda de un día de la heterosexualidad. A menudo forman parte del mismo pack.
Nueve. No hay mal, no hay polémica tuitera, que dure más de dos días. Cuando se extinguen, pasan a ser batallas que no puedes encontrar en los mapas, pero durante esas 48 horas las polémicas nos importan más que el cambio climático, las cloacas policiales, los asesinatos machistas y la inflación.
Diez. El miércoles el ataque al Ministerio de Igualdad comienza a declinar. El jueves, tras un programa de Pandemia Digital dedicado al caso, los principales altavoces de la campaña contra Irene Montero reconocen que manipularon unas declaraciones anteriores. No con esas palabras, nadie dice: “Nosotros manipulamos unas imágenes para que ustedes creyeran que pasó esto”. Todo se debe, je, a un error.
Once. De: José Villarejo y María Dolores de Cospedal. Para: “los españoles”. Asunto: Podemos debe ser destruido. Cuerpo del texto: Lo que se publica aquí no alcanzará el mismo ruido que la polémica sobre el viaje del Ministerio de Igualdad.
Doce. De: Las seis mayores constructoras de este país. Para: “los españoles”. Asunto: llevamos 25 años funcionando como un cártel y si nos pillan pagamos una multa equivalente al uno o al dos por ciento de nuestro beneficio anual. Cuerpo del texto: Es la multa más elevada en la historia de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia pero para las empresas es el equivalente a la bolsa de patatas fritas que te has comprado en el bar de la piscina municipal respecto a lo que te queda para pasar el mes. Esta noticia no alcanzará el mismo ruido que la polémica sobre el viaje del Ministerio de Igualdad.
Trece: Han pasado 30 horas y ninguna bienaventurada ajena a las redes sociales me ha preguntado por el cártel de las constructoras. ¿Adónde irán las polémicas que no pasan de Twitter?
Catorce: La semana que viene en el Congreso de los Diputados vuelve el debate sobre el Estado de la nación. Si se menciona más el Falcon que al clan formado por Acciona, Dragados, FCC, Ferrovial, Obrascón Huarte Lain y Sacyr significa que no he perdido tanto olfato como suponía. Si alguien las menciona, ¿saldrá ese corte en televisión?
Quince: Dos preguntas para terminar los puntos trece y catorce, es el momento de ir dejándolo. ¿Para siempre o solo por esta semana? Pase lo que pase se hará lo que los españoles merecen.
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Sencillamente, extraordinario....
Parafraseando el titular, sólo decir que, en españistán, tenemos lo que nos merecemos como sociedad.