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Infancia
Profesionales ajenos a la presunta “trama” detectaron posibles abusos a los hijos de las detenidas de Infancia Libre
Los primeros informes que acreditan la existencia de posibles abusos sexuales a los hijos de Ana Bayo, Patricia González y María Sevilla son previos a la constitución de la asociación, proceden de diversas fuentes y se elaboraron en diferentes fechas.
Diversos partes e informes firmados por profesionales ajenos a la presunta “trama” organizada para interponer denuncias falsas por abusos sexuales a través de la asociación Infancia Libre acreditan que existían indicadores para sospechar que se habían producido estos a los hijos de Ana Bayo, Patricia González y María Sevilla, las tres mujeres detenidas en las últimas semanas por su relación con una supuesta “red criminal”, pese a que la asociación no existía cuando las mujeres a las que se ha relacionado con la trama interpusieron las primeras denuncias.
Los primeros informes que acreditan la existencia de posibles abusos sexuales a los de estas tres mujeres son previos a la constitución de la asociación, proceden de diversas fuentes y se elaboraron en diferentes fechas. De este modo, los menores ya contaban con informes que acreditaban una posible situación de abuso o habían expresado en diferentes momentos el haber sufrido abusos cuando llegaron a las consultas de Narcisa Palomino o Antonio Escudero Nafs, la pediatra y el psiquiatra que supuestamente formaban parte de esta “trama” y a quienes varios medios acusan de realizar informes a la carta, y que han sido respaldados por organizaciones profesionales.
INFORMES, PARTES Y UNA GRABADORA
La hija de Ana Bayo verbalizó en junio de 2014 que su padre le había tocado los genitales en alguna ocasión, pese a que cuatro años antes, en 2010, otro informe médico recoge cómo la niña “no se deja mirar la zona de los genitales” y que “refiere que el padre le ha hecho daño ahí alguna vez”. Un parte de Urgencias de octubre de 2014 recoge de nuevo quejas de la niña porque su padre le ha dado una bofetada y le ha tocado en la zona genital. En el diagnóstico, el médico A. R. escribe: “sospecha de abuso sexual” y redacta que el caso se pondrá en conocimiento de los servicios sociales.
En las dependencias de la Brigada Provincial de la Policía Judicial, la niña manifiesta en marzo de 2015 que su padre “le mete la mano por debajo de las braguitas” y que a veces “le hace daño”. La niña vuelve a contar esta situación en una declaración ante el juzgado en junio de 2015. En la transcripción a la que ha tenido acceso El Salto puede comprobarse cómo la niña recuerda varias situaciones en las que han ocurrido estos tocamientos.
En junio de 2016, la menor logró registrar con una grabadora escondida en un calcetín una conversación con su padre y sus abuelos paternos. En ella, ante el enfado de la niña cuando le recrimina a su padre esta actitud, el padre asegura que “cuando tú me decías que no te tocara, yo paraba”. Ante las quejas de los abuelos, que insisten en que la toca para limpiarla, él asegura: “ella no se refiere a eso, yo sé a lo que ella se refiere”.
El psiquiatra y psicoterapeuta de infancia y adolescencia J. L. P. firma un detallado informe en noviembre de 2016. El doctor hace referencia a los informes tanto de los servicios de Pediatría como de atención primaria y de Urgencias que en diferentes ocasiones desde marzo de 2015 señalaron factores de riesgo que podrían apuntar a la existencia de abusos sexuales. La conclusión del informe es que existe una “probabilidad bastante relevante de que los ASI [abusos sexuales en la infancia] puedan haberse dado de forma real”. Algunos de esos factores de riesgo soninfecciones urinarias, dolor en la zona genital y dificultad para realizar la exploración.
En diciembre de 2016, el psiquiatra infantil Antonio Escudero emite un informe sobre la hija de Ana Bayo para el juzgado que, sin embargo, no está orientado a la acreditación o no de abusos
En diciembre de 2016, el psiquiatra infantil Antonio Escudero emite un informe para el juzgado que, sin embargo, no está orientado a la acreditación o no de abusos, sino que argumenta que forzar a la niña a mantener visitas con el padre constituye un riesgo para la salud de la niña.
Cabe señalar que en hasta dos de los partes médicos se recoge cómo los facultativos transmiten a Bayo la importancia de interponer denuncia en caso de sospechar que su hija sufre abusos. En la diligencia de inicio de la denuncia por abusos que finalmente interpuso esta mujer, Bayo declaró que una trabajadora social también le había aconsejado interponer denuncia, pero no se atrevió por temor a represalias de su expareja.
CUATRO INFORMES DE ASI Y UNO DENUNCIADO
El caso de la hija de Patricia González fue valorado en al menos cinco ocasiones por profesionales especializados en el transcurso de varios años. Cuatro de estas valoraciones concluyen que existen indicadores de abusos sexuales. En las dos últimas, los informes llevan la firma de Antonio Escudero Nafs y de Narcisa Palomino.
Sin embargo, existen al menos otros tres informes previos firmados por otros médicos. En una evaluación elaborada por el Centro de Psicoterapia Anankhé que se basa en la evaluación realizada en dos sesiones en diciembre de 2014 y enero de 2015, la psicóloga que firma el informe establece que “se puede concluir que la menor parece no estar mintiendo sobre los acontecimientos vivenciados”. La psicóloga M. T., redacta estas conclusiones tras la realización de un total de cuatro técnicas y pruebas diagnósticas, entre ellas la entrevista a la menor. La niña explicó cómo su padre “apaga la tele” y “le pega” en sus genitales. Asegura que le provoca dolor en los genitales, porque “le muerde”.
En diciembre de 2015 uno de los Centros de Atención a la Infancia (CAI) de Madrid emite un segundo informe en el que concluye que hay indicadores que “apuntan a la existencia de una situación de abuso infantil” en base a las diferentes entrevistas y evaluaciones.
La hija de Patricia González explicó cómo su padre “apaga la tele” y le provoca dolor en los genitales, porque “le muerde”, como recoge una evaluación psicológica de comienzos de 2015
En un informe firmado por la psicóloga del CAI B. M., en septiembre de 2015, la conclusión es similar. Tras la intervención realizada por el equipo técnico del CAI, “se valora la existencia de indicios compatibles con la existencia de un abuso sexual intrafamiliar”.
En un informe posterior, en marzo de 2017, la psicóloga S. G. firma otro informe. En este caso, la valoración es de no compatibilidad de abuso sexual, pese a que la menor refirió y así consta en el informe cómo su padre “le hacía daño en la vulva” y cómo le tocaba los genitales. La madre de la menor interpuso una denuncia por emisión de informe falso, alegando que la psicóloga reconoció en una entrevista personal que albergaba dudas sobre las conclusiones. La Asamblea de Madrid tuvo conocimiento de este caso.
Los últimos dos informes sí acreditan indicadores de abusos sexuales, los firman la pediatra Narcisa Palomino y Antonio Escudero Escudero, ambos ya en 2017. El informe firmado por este último indica tras entrevistar a la menor que “a nivel pericial” sus declaraciones “tienen el máximo nivel de credibilidad”.
VARIOS INFORMES DESDE 2013
El hijo de María Sevilla también cuenta con varios informes que acreditan la existencia de indicadores de posibles abusos antes de llegar a las consultas de Palomino y de Escudero. Así, en julio de 2013, el psicólogo J. L. F. expresa en las conclusiones de su informe que el testimonio del menor resulta “probablemente creíble”.
En octubre de 2014, un informe firmado por el doctor J. L. P., escribe que “hay datos que confirman los abusos sexuales” al menor. Además, especifica que el menor “se encuentra querido”, “expresa con claridad que se encuentra mejor en el domicilio de la figura materna” mientras que identifica al padre con “características de violencia y agresividad”.En diferentes partes médicos a los que ha tenido acceso El Salto, el menor refiere temor a su padre. La doctora del centro de salud del municipio en el que residía el menor entonces deja por escrito que el niño “refiere que tiene miedo” y no quiere que le lleven a casa del padre biológico. Un parte de Urgencias de octubre de 2013 también refiere el relato del niño, que cuenta a los médicos que su padre “le pega en el culo” y refiere escozor en el ano.
El hijo de María Sevilla pasó por las consultas de Narcisa Palomino y Antonio Escudero cuando las sospechas de abusos sexuales ya habían sido detectadas en informes previos
El menor pasó también por las consultas de Narcisa Palomino y Antonio Escudero. Lo hizo, como en los otros dos casos, cuando las sospechas de abusos sexuales ya habían sido detectadas en informes previos de otros profesionales. A la consulta de Escudero, el menor llega remitido por su pediatra. Un informe de este médico explicita que la finalidad de las sesiones es terapéutica y no está dirigida a determinar la veracidad del testimonio. En cuanto a la consulta con Narcisa Palomino en Granada, la pediatra explica en uno de sus informes que se basa en su propia exploración y en documentos anteriores para concluir la presencia de “indicadores altamente sospechosos de abusos sexual”.
Una cuarta madre de la asociación, Rocío de la Osa, acudió voluntariamente a declarar este martes a un juzgado de Granada donde había sido citada. Como en los casos anteriores, la mujer había interpuesto denuncia por abusos sexuales contra el padre de la hija de ambos en una fecha anterior a la creación de la asociación, en concreto, en marzo de 2014. En el escrito al juzgado de instrucción, la denunciante expresa sus sospechas de que los abusos se han podido producir entre agosto de 2013 y abril de 2014, y explica que la niña ha verbalizado el haber sufrido estos abusos.
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Parece de pelicula, pero es todo cierto. Hasta que no pasas por ello no puedes saberlo. Ojalá un día esto se sepa y la sociedad y la justicia reaccione por el bien de nuestros menores.
Los padres ya han contado su versión en otros medios. Da la impresión que existen unos padres "buenísimos" y unas madres "malísimas", que protegen a sus hijos, aún sabiendo a lo que se exponen (juicios, cárcel) con los incumplimientos. Lea, analice y saque sus conclusiones. En este debate, seguimos olvidando a los menores maltratados o abusados. No creemos en su palabra. Los expertos en maltrato infantil han querido dar voz a estas niñas y niños. La justicia, sin embargo, sigue exculpando a esos progenitores, por "insuficiencia de pruebas" o "indicios insuficientes". Como era de esperar, quien tiene que proteger a la infancia (nuestra sociedad, sus representantes) no lo hace del todo bien.
Ok. Buen trabajo. Como primer episodio. Ya tenéis la información que os han pasado las madres. Ahora lo mínimo que un periodista hace es contrastarla con la otra parte, o al menos intentarlo. Dos preguntas
1)¿Habéis contactado con los padres para tener su versión?.
2) Si se pusieron las oportunas denuncias, existirán resoluciones al respecto ¿Eso no os lo han pasado las madres o es que no os interesa publicar lo que decían?
Los padres ya han contactado con numerosos medios y han contado su versión. Da la impresión que existen unos padres "buenísimos" y unas madres "malísimas", que protegen a sus hijos, aún sabiendo a lo que se exponen (juicios, cárcel) con los incumplimientos. Lea, analice y saque sus conclusiones. En este debate, seguimos olvidando a los menores maltratados o abusados. No creemos en su palabra. Los expertos en maltrato infantil han querido dar voz a estas niñas y niños. La justicia, sin embargo, sigue exculpando a esos progenitores, por "insuficiencia de pruebas" o "indicios insuficientes". Como era de esperar, quien tiene que proteger a la infancia (nuestra sociedad, sus representantes) no lo hace del todo bien
Sería interesante que este artículo abordase el tema en profundidad. La aproximación a tema es totalmente parcial, una defensa a ultranza, más que proporcionar información. No resulta fidedigna ni fiable por falta de neutralidad.
Chica, tratar de encontrar objetividad en El Salto es pedirle peras al olmo. Yo cada vez me paso menos por aquí, tras darme cuenta de que este medio de "contrainformación" desinforma tanto como los mass media.
El artículo consiste en una enumeración exhaustiva de los informes profesionales que acreditan las sospechas de abuso. ¿Qué más datos necesitas?