We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Groenlandia
Groenlandia, la isla que pierde 30 millones de toneladas de hielo por hora
Mientras el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, hace alarde de su plan expansionista de adquirir Groenlandia para convertirla en territorio estadounidense, los científicos que desde hace décadas vienen observando la transformación de esta enorme isla cubierta en un 80% por capas de hielo y ubicada entre el Atlántico y el Ártico —casi 2,2 millones de kilómetros cuadrados, equiparable a cuatro veces el tamaño de España— advierten que su derretimiento es tan acelerado que se está a las puertas de cruzar “un punto de inflexión” con impactos “desastrosos” para el planeta.
La alerta aparece en el informe Estado de la criosfera 2024: pérdida de hielo, daños globales, publicado recientemente por más de 50 científicos destacados en este campo, quienes estudian las regiones de nieve y hielo de la Tierra: las capas de hielo, los glaciares, la nieve, el permafrost y los océanos polares.
Groenlandia sufre hoy una merma de hielo cinco veces mayor que hace 20 años por el calentamiento global
En lo que respecta a Groenlandia, la investigación revela dos datos muy contundentes sobre la magnitud de su deshielo por el calentamiento global: pierde 30 millones de toneladas de hielo por hora y sufre hoy una merma de hielo cinco veces mayor que hace 20 años por el calentamiento global.
Las plataformas de hielo en el norte de Groenlandia han perdido el 35% de su volumen total desde 1978, según se describe en este documento. Tres de ellas ya se han derrumbado por completo. También han aumentado las precipitaciones, un 33% desde 1991, otro factor que acelera la fusión del hielo.
Además, por primera vez, este grupo de expertos concluye que el derretimiento de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida, entre otros factores, puede estar desacelerando importantes corrientes oceánicas en ambos polos, “con consecuencias potencialmente nefastas para Europa” —norte mucho más frío y sur más cálido y seco— y un mayor aumento del nivel del mar a lo largo de la costa este de Estados Unidos.
El informe señala que estas dos capas de hielo, que juntas contienen suficiente agua congelada para elevar el nivel del mar en 65 metros, atraviesan “riesgos de fusión irreversible” a medida que aumentan la temperatura y las tasas de calentamiento. “Cada décima de grado aumenta más el riesgo”, aclaran los investigadores.
Los mayores expertos en las capas de hielo de la Tierra creen que superar incluso los 1,5°C será suficiente para derretir grandes partes de Groenlandia y la Antártida occidental
“Cualquier superación del límite inferior de temperatura de París de 1,5 °C es extremadamente riesgoso debido a la respuesta de la criosfera: cuanto más se sobrepase este umbral y cuanto más alta sea la temperatura máxima, mayor será el riesgo de cruzar puntos de inflexión para las capas de hielo polares”, explica el informe.
La dinámica del hielo, los registros paleoclimáticos del pasado de la Tierra y las observaciones recientes del comportamiento de estas capas indican que los umbrales para Groenlandia “están muy por debajo” de los 2°C respecto a la era preindustrial.
Los mayores expertos en las capas de hielo de la Tierra creen que superar incluso los 1,5°C será suficiente para derretir grandes partes de Groenlandia y la Antártida occidental, “lo que generará un aumento inexorable del nivel del mar que superará los 10 metros en los próximos siglos, incluso si las temperaturas del aire disminuyen más tarde”.
“El ritmo de este aumento imparable y a largo plazo del nivel del mar planteará importantes desafíos persistentes para todas las regiones costeras —señala el estudio— y provocará pérdidas y daños generalizados en infraestructuras críticas en alrededor del 75% de todas las ciudades con más de 5 millones de habitantes”. Si el aumento de la temperatura global sigue al ritmo actual (más de 3°C para final de siglo), sin detenerse pese a las promesas y acuerdos internacionales de mitigación, “las pérdidas y los daños causados por el derretimiento de las capas de hielo a este nivel serán extremos”, muy por encima de los límites de adaptación.
Esto se debe a que, una vez que se superen los 3°C, la pérdida de hielo de Groenlandia y de la Antártida occidental se vuelve “extremadamente rápida”, provocando tres metros de aumento del nivel del mar para 2100, cinco metros para 2200 y hasta 15 metros en 2300. “Aunque aparentemente en un futuro lejano, esta escala masiva de destrucción costera se habrá hecho inevitable por las decisiones tomadas en estas décadas”, apuntan el equipo responsable del informe.
El impacto en el sur de Europa provocará un clima más cálido y seco
Los nuevos modelos, explica el informe, muestran que el aumento del derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia provocará que el sur de Europa se vuelva más cálido y seco en las próximas décadas. Esto se debe a que el agua de deshielo que se vierte desde Groenlandia hacia el Atlántico Norte afecta la corriente en chorro polar, con períodos de derretimiento rápido que desencadenan veranos inusualmente cálidos y secos que duran varios años. Según esta proyección, las próximas olas de calor en países como España, Italia, Grecia o Portugal estarán potenciadas por la rápida pérdida de hielo de Groenlandia en los últimos años.
El informe revela que, por el calentamiento global, hay un “equilibrio” que se está rompiendo. La capa de hielo de Groenlandia está compuesta de nieve comprimida que cayó hace más de un millón de años. La salida de agua de deshielo al océano se equilibra con la ganancia de masa a través de las nevadas, que cada vez son menos prolongadas e intensas.
Al menos el 90% del hielo de Groenlandia se derritió cuando las concentraciones de CO2 estaban incluso muy por debajo de los niveles actuales
Esta región “responde de forma más lineal (más predecible) al aumento de las temperaturas atmosféricas”, señala la investigación. La capa de hielo de Groenlandia tiene más de 3.000 metros de espesor en algunos lugares y más de 3.000 metros de altitud en su interior. “Si la altura de esta capa de hielo se reduce debido al derretimiento de la superficie y al flujo de hielo hacia los océanos, acaba quedando expuesta a temperaturas superiores al punto de congelación durante períodos más prolongados a lo largo del año, lo que conduce a la pérdida imparable de la mayor parte de la capa de hielo”, se explica.
La evidencia científica confirma que la cumbre central de Groenlandia estuvo libre de hielo durante el último millón de años. Esto quiere decir que al menos el 90% del hielo de Groenlandia se derritió cuando las concentraciones de CO2 estaban incluso muy por debajo de los niveles actuales.
El informe concluye con una serie de advertencias y recomendaciones a los tomadores de decisiones: la aceleración del derretimiento, ya en marcha, no se va a poder “detener ni revertir durante muchos miles de años”, incluso una vez que las temperaturas se estabilicen o disminuyan. “No existe un plan B. Las decisiones que tomen hoy los responsables de las políticas sobre las futuras emisiones de gases de efecto invernadero determinarán la tasa de aumento futuro del nivel del mar a escala global y los riesgos asociados para la seguridad y el desarrollo durante siglos y milenios por venir”, subrayan los 50 científicos que firman el estudio. En esta senda, agregan, nos enfrentamos a “impactos rápidos, irreversibles y desastrosos en todo el mundo”.
Relacionadas
Estados Unidos
Imperialismo Groenlandia, una obsesión estadounidense
Minería
Mineras contra el territorio La minera que provocó un conflicto en Groenlandia irrumpe con proyectos en Castilla y León y Extremadura
Crisis climática
Crisis climática El agua del gran deshielo de Groenlandia podría llenar 7,2 millones de piscinas olímpicas
Y evidentemente es imposible paralizar el aumento de la temperatura que provoca este terrible deshielo de Groenlandia, si seguimos con un sistema que únicamente busca sobreproducir y sobreconsumir sin límites para beneficiar a cuatro multimillonarios.