Grecia
En Lesbos, el gobierno deja hambrientos a los refugiados

Desde mayo de 2023, el gobierno ha empezado a excluir de la distribución de alimentos a las personas cuyas solicitudes de asilo han sido aprobadas y a las que han recibido una denegación definitiva. Un cuarto de les habitantes del centro de asilo de Mavrovouni/Kara Tepe ya no tienen acceso a alimentos.
Lesbos, Grecia 2023. Campo de Moria 2 o Mavrovouni - 9
El campo "Kara Tepe - Moria 2" o "Mavrovouni" para solicitantes de asilo visto desde una colina encima. El único activo hoy en día en la isla de Lesbos. Creado como campamento temporal tras el incendio de Moria

El último recipiente lleno de arroz humeante se apila sobre la mesa de trabajo junto a decenas de recipientes más. “Hemos hervido 120 kilos de arroz”, dice Ahmad, de 26 años y originario de Afganistán, mientras se pasa una mano por la frente con satisfacción. “Preparamos comidas para 2.000 personas”.

Estamos en la isla de Lesbos, en la cocina de Zaporeak, una organización vasca que lleva activa aquí desde 2018, cuando empezó a proporcionar 1.200 comidas calientes a los refugiados en la calamitosa situación del infame campo de Moria. En este edificio de la carretera de Kalloni, no muy lejos de Mitilene, se cocina todos los días y un equipo se encarga del reparto con una furgoneta, un compromiso que se ha hecho cada vez más necesario en los últimos meses. Desde el 23 de mayo, en Lesbos, quienes han recibido una denegación definitiva de su solicitud de asilo o, por el contrario, han visto reconocido su estatuto de refugiado con protección internacional, se han visto privados del derecho a recibir comida.

La denegación de comida a quienes tienen resuelta positiva o negativamente su solicitud de asilo, es una política de privación que se aplica desde hace dos años en la Grecia continental

Una política de privación que ya se aplicaba desde hace tiempo en la Grecia continental. De hecho, desde octubre de 2021, el gobierno griego había empezado a excluir a estas personas de la distribución de alimentos, a pesar de que seguían viviendo en los centros y, por tanto, dependían de las autoridades. Una política que ponía en grave riesgo su salud, condenando al hambre a miles de personas, en una situación ya crítica en la que las ONG ya denunciaban la insuficiencia del programa gubernamental que debía proporcionar tres comidas al día y agua potable a todas las personas solicitantes de asilo.

A finales de junio, había más de 500 personas sin acceso a comida en Lesbos, un cuarto de las 2.000 que vivían en el centro de Mavrovouni, el único actualmente activo, abierto como instalación temporal en otoño de 2020 tras el incendio de Moria. Pero teniendo en cuenta que la infraestructura tiene capacidad para 2.500 personas y en este octubre ya son 5.000 quienes residen en el campo, la situación se ha vuelto aún más crítica.

Lesbos, Grecia 2023. Campo de Moria 2 o Mavrovouni - 3
Ahmad, uno de los solicitantes de asilo que viven en el campo "Kara Tepe Moria 2" o "Mavrovouni" en Lesbos, mientras ayudaba a la asociación Zaporeak en la preparación de las comidas que se distribuirán en la isla griega. Lesbos. Grecia. 2023.

“En la distribución intentamos beneficiar en primer lugar a quienes ya no tienen acceso a la comida”, explica Jacob, coordinador de campo de Zaporeak, mientras coloca una gran olla llena de judías con tomate en la larga mesa metálica del centro de la sala, “también hacemos entregas en otras estructuras, como gimnasios o centros comunitarios, para llegar al mayor número de personas posible”.

En la estructura de Zaporeak también se prepara pan todos los días y se distribuye aún caliente con las raciones de comida. El menú varía diariamente: “Ayer había pasta con salsa de carne, hoy arroz con alubias y carne”, explica Ahmad. Llegó a la isla el año pasado de Turquía, cuya costa está tan cerca que desde el puerto de Mitilene se distinguen los contornos de los edificios y minaretes de las ciudades al otro lado del mar. Ahmad lleva nueve meses viviendo en el centro de Mavrovouni y desde enero colabora con Zaporeak junto a un amigo: “Me gusta esta actividad y, sobre todo, es importante en esta situación garantizar alimentos para todos”. Al final, también es una forma de salir de la ‘insegura y terrible’ realidad del centro.

Lesbos, Grecia 2023. Campo de Moria 2 o Mavrovouni - 13
La cubierta del barco 'Nissos Rodos' partiendo de Mitilene, Lesbos hacia El Pireo. En el barco muchos pasajeros son solicitantes de asilo que abandonan la isla. Mitilene, Lesbos. Grecia. 20

Para quitar el arroz pegado al fondo, hay que meter los brazos y la cabeza en la olla grande y raspar, raspar hasta que todo esté limpio. La mañana está llegando a su fin, todas las personas voluntarias se alinean a lo largo de la mesa de embalaje, bromeando mientras trabajan a toda prisa, llenando los recipientes con movimientos rápidos y coordinados.

“¡Mira!” exclama Ahmad “uno de nosotros es diseñador, ha decorado las tapas” muestra un corazón, una figura graciosa, una zanahoria saltarina “estas las entregamos a las familias”.

Lesbos, Grecia 2023. Campo de Moria 2 o Mavrovouni - 7
Dos chicos recogen uno de los paquetes con productos para cocinar, proporcionados por la asociación de Lesbos "Siniparxi", en el centro comunitario "Parea". Kara Tepe, Lesbos, Grecia.


En una calle estrecha y soleada que da al mar, a pocos pasos de la fortaleza de Mitilene, se abre la puerta de Siniparxi. En la amplia y fresca sala hay numerosas mesas y un largo mostrador. “Aquí ofrecemos un desayuno abundante”, explica Villy Tentoma Zervou, presidenta de la asociación, “vienen muchas familias y solicitantes de asilo individuales, pero también es una oportunidad para conocerse”. De hecho, la asociación se fundó en 1997 precisamente para promover el intercambio y el encuentro de culturas diferentes. En su propio nombre - Convivencia y Comunicación en el Egeo - se encierra la historia de quienes durante décadas han intentado abatir las barreras entre las poblaciones greco-parlantes y turco-parlantes, divididas por las amenazas de guerra de los gobiernos de Atenas y Ankara.

Siniparxi, a diferencia de muchas otras asociaciones activas en Lesbos, fue creada por habitantes de la isla y tiene fuertes raíces en esta tierra, mientras mantiene una perspectiva internacionalista

Siniparxi, a diferencia de muchas otras asociaciones activas en Lesbos, fue creada por habitantes de la isla y tiene fuertes raíces en esta tierra, mientras mantiene una perspectiva internacionalista. “A finales de los noventa, trabajamos por la convivencia con las personas llegadas de Albania, había un fuerte problema de racismo y explotación”, cuenta Giuseppina, originaria de Italia, que lleva más de treinta años viviendo en Lesbos y estuvo aquí al principio de la crisis de 2015, con el pico de llegadas a la isla: “fuimos de los primeros en organizar la distribución de ropa y sobre todo de alimentos, y pusimos en marcha un proyecto para menores no acompañados de Moria, implicándoles en diversas actividades culturales. Cursos de informática, excursiones al mar o a la montaña, visitas a lugares de interés de la isla”.

Durante la primera fase de la pandemia, Siniparxi empezó a repartir comida para cocinar, algo que ha tenido un impacto fundamental en la reciente crisis alimentaria. “A finales de mayo, cuando supimos que cientos de personas no tenían acceso a la comida, convocamos una asamblea para hacer frente a la emergencia a la que asistieron la mayoría de las ONG”, explica Villy, “decidimos unir fuerzas para hacer frente a la situación, organizando la entrega de alimentos que luego la gente podía cocinar. Fue un paso importante, porque muchas organizaciones suelen trabajar aisladas, pero en esta situación cada uno aporta lo suyo: unos se encargan de la parte administrativa, otros de encontrar los productos, otros de distribuirlos”.

“Al repartir alimentos también intentamos apoyar la autonomía de la gente, que puede cocinar lo que quiera. Pero nuestra iniciativa es una respuesta a una emergencia, no puede convertirse en la norma”

Desde las mesas a la sombra, más allá de los árboles, se ven las estructuras del centro Mavrovouni, tiendas de campaña, contenedores y módulos, cercados por una valla alta — y en parte por un muro— cerca del mar. “Para nosotros, es una decision política no trabajar dentro de los centros”, explica Silvia Lucibello, field coordinator de Paréa, un centro comunitario que ofrece espacio y apoyo a numerosas pequeñas ONG y proyectos en Lesbos, y uno de los principales puntos de referencia para les refugiades cuando llegan a la isla. La gente viene aquí a relajarse y tomar un café, a tomar clases de inglés, a jugar al baloncesto, a visitar la enfermería. Desde mayo, Paréa se ha convertido también en un punto de entrega para la distribución de alimentos promovida por Siniparxi.

Lesbos, Grecia 2023. Campo de Moria 2 o Mavrovouni - 5
Una de las zonas del centro comunitario de Parea en Kara Tepe, no lejos del único campo de solicitantes de asilo activo en la isla.

Una pequeña cola se ha formada cerca de la entrada, una familia se aleja después de recoger una bolsa llena de comida. Joseph, sursudanés de 27 años, ayuda a orientarse a dos sirios que no saben inglés: “Todo el mundo viene a Paréa cuando llega aquí”, dice extendiendo sus largos brazos, “soy voluntario en Paréa, ayudo con las traducciones e intento ayudar a prevenir conflictos”. Ha estudiado Ciencias Políticas y una vez que le concedan el asilo le gustaría quedarse en Grecia, para continuar la universidad.

“La comida es una necesidad básica”, dice Silvia, “no se puede dejar a cientos de personas sin alimentos. Al repartir alimentos también intentamos apoyar la autonomía de la gente, que puede cocinar lo que quiera. Pero nuestra iniciativa es una respuesta a una emergencia, no puede convertirse en la norma. Las cosas tienen que cambiar”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Fronteras
Fronteras Cientos de personas refugiadas, incluidas menores, duermen al raso en la isla griega de Rodas
Organizaciones humanitarias denuncian que unas 350 personas refugiadas, algunas de ellas procedentes de Líbano, están durmiendo a la intemperie sin comida, sin agua, sin baños y sufriendo la violencia de las fuerzas de seguridad en Rodas.
Fronteras
Fronteras Atrapados en Albania
La apertura de los centros de detención italianos en Albania ha puesto el foco en la pequeña ciudad costera de Shengjin, donde estas cárceles para migrantes encerrarán a cientos de personas mientras sus peticiones de asilo se procesan.
Sáhara Occidental
Sahara Occidental Interior deporta a la mitad de los saharauis retenidos en Barajas y prevé expulsar al resto en próximos días
Después de más de un mes esperando en situación extrema la resolución de su solicitud de asilo, 16 saharauis han sido deportados a última hora del pasado jueves y devueltos a Marruecos. Dos de ellos están detenidos.
Genocidio
Genocidio El Tribunal Penal Internacional emite orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Violencia machista
25 de noviembre Con el lema “Juntas, el miedo cambia de bando”, el movimiento feminista llama a organizarse este 25N
En un año en el que ha vuelto a primer plano el debate público sobre la violencia patriarcal sistémica que siguen padeciendo las mujeres, la marcha del 25 de noviembre vuelve a las calle el próximo lunes.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.

Recomendadas

València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.
Redes sociales
Redes sociales Bluesky, la red social donde se libra la batalla por el futuro de internet
Ni es descentralizada ni está fuera de la influencia de los ‘criptobros’ que han aupado a Trump a la Casa Blanca, pero ofrece funcionalidades útiles para recuperar el interés por participar en redes sociales.