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Extrema derecha
Los líderes de la derecha europea ven una oportunidad en la crisis del coronavirus
El 30 de marzo, el primer ministro húngaro Viktor Orbán ganó una votación parlamentaria que le otorgó la facultad de gobernar por decreto sin un límite de tiempo establecido bajo el pretexto de luchar contra el coronavirus. En un contexto nacional de “fascismo sigiloso” y de restricción de la libertad de prensa, esta medida alarmante llegó a los titulares internacionales e hizo que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, amenazara con iniciar acciones legales. Las recientes medidas adoptadas por el Gobierno polaco son igualmente preocupantes, pero han suscitado poca atención fuera de Polonia.
Con todos los ojos puestos en las noticias de la pandemia mundial, el Partido Ley y Justicia (PiS) en el poder se ha movido silenciosamente hacia la restricción del acceso a los abortos y la prohibición de la educación sexual. Con opciones limitadas para las protestas masivas, los activistas buscan formas creativas de amplificar las voces de la oposición.
Resistencia en medio del toque de queda
El 6 de abril, el sitio web del gobierno polaco publicó una lista de propuestas para ser debatidas en el parlamento poco más de una semana después, durante su sesión del 15 y 16 de abril. La lista incluía una “iniciativa ciudadana” presentada por la conocida activista antiaborto y anti-LGBTQ Kaja Godek que, de ser aprobada como ley, criminalizaría el 98% de los abortos actualmente legales. Otras propuestas programadas para el debate parlamentario tienen por objeto impedir que los médicos prescriban anticonceptivos a los menores de 18 años y penalizar a los profesores de educación sexual.
Polonia ya cuenta con algunas de las reglamentaciones más estrictas de Europa en materia de salud reproductiva y sexual. El 11 de febrero, pocas semanas antes de que el covid-19 monopolizara nuestros pensamientos, el Consejo de Europa exigió a las autoridades polacas que hicieran más accesible el aborto legal. Apenas dos meses después, la propuesta de Godek amenaza con lograr lo contrario, eliminando la anormalidad fetal como una de las principales condiciones en las que puede tener lugar el aborto y limitando el derecho de las mujeres embarazadas a una información fiable sobre la salud de su propio feto.
Las activistas feministas de la Huelga de las Mujeres Polacas, han estado movilizando la oposición online y offline bajo las pancartas de #OdrzucProjektGodek
Los toques de queda y las prohibiciones de reuniones públicas están ayudando sin duda a detener la propagación del covid-19. Sin embargo, también proporcionan al PiS la rara oportunidad de apaciguar a los aliados de la Iglesia Católica, evitando las inevitables protestas masivas. La emblemática Protesta Negra (Protesta Czarny) que respondió a intentos legislativos similares de prohibir el aborto en 2016, instigó una huelga nacional y provocó la condena internacional de las propuestas, congelándolas en la práctica en la comisión parlamentaria. Ahora, con el país bloqueado, vuelven a estar en la agenda.
En respuesta, las activistas feministas de la Huelga de las Mujeres Polacas, la Federación de Mujeres y Planificación Familiar (FEDERA) y otros grupos han estado movilizando la oposición online y offline bajo las pancartas de #OdrzucProjektGodek (tirar el proyecto de Godek) y #PiekloKobiet (el infierno de las mujeres). Armadas con máscaras y desinfectante de manos, las activistas han estado pegando carteles por las ciudades, bloqueando el tráfico, colgando pancartas en los balcones y protestando en colas en los supermercados, todo ello mientras observan las reglas de distanciamiento social. En el Reino Unido, el grupo Dziewuchy London cubrió la Embajada de Polonia con carteles durante el fin de semana de Semana Santa.
Lo internacional se mueve a la derecha
La crisis del coronavirus está proporcionando un velo bajo el cual las fuerzas patriarcales de derecha de todo el mundo están intentando extender su poder e influencia, incluyendo la limitación de los derechos reproductivos de las mujeres. Ya se ha informado de esfuerzos por restringir el acceso a los abortos seguros y legales en Italia y los Estados Unidos, así como en Polonia. En respuesta, la Organización Mundial de la Salud, Amnistía Internacional y más de un centenar de otras organizaciones de derechos humanos han pedido que se amplíen los servicios de aborto a distancia, como el envío de píldoras por correo y la eliminación de los períodos de espera administrativos.
En Hungría, el gobierno de Orbán está redoblando sus esfuerzos para poner fin al reconocimiento legal de género de las personas transgénero
Mientras tanto, en Hungría, el gobierno de Orbán está redoblando sus esfuerzos para poner fin al reconocimiento legal de género de las personas transgénero, una de las políticas dudosas que está tratando de pasar bajo el velo del covid-19. En toda Europa, las órdenes unilaterales de cerrar las fronteras nacionales ─entre una serie de decisiones políticas tomadas por los líderes nacionales que desafiaron los llamamientos de la UE para la toma de decisiones en colaboración─ pueden significar la perdición de la zona Schengen, y la solidaridad de la UE, a largo plazo, ambos objetivos fundamentales de la derecha.
Mientras los comentaristas debaten cómo será Europa, y el mundo, después de la cuarentena, al menos sabemos que el covid-19 tendrá un impacto profundo y duradero en nuestra forma de vida. Sin embargo, debemos asegurarnos de que nuestra nueva realidad no se vea moldeada por leyes aprobadas mientras estábamos atrapados en el encierro, distraídos por la crisis.