We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Estados Unidos
Bernie Sanders en Las Vegas
¿Está justificado el pánico de las elites estadounidenses en vista de una posible candidatura de Sanders? Un resumen del programa del candidato socialista de Vermont.
El “Temor Rojo” está reviviendo en EEUU. Este miedo a una victoria electoral del candidato presidencial demócrata de izquierdas Bernie Sanders, que muchos importantes políticos y representantes de los medios de comunicación en Estados Unidos han articulado abiertamente desde hace mucho tiempo, esta adoptando ahora extrañas características. Hace pocos días, Chris Matthews, uno de los más famosos presentadores de TV y comentaristas políticos en Estados Unidos, dio rienda suelta a su pánico frente a las cámaras del canal de televisión MSNBC.
Ejecuciones en Central Park
En respuesta a un debate presidencial entre candidatos demócratas, el comentarista de repente habló de Fidel Castro, la Guerra Fría y ejecuciones de elementos contrarrevolucionarios en el Central Park de Nueva York, que conectó con la candidatura de Bernie Sanders. En este contexto, el veterano presentador de televisión expresó su miedo a encontrarse él también en Central Park frente a un pelotón de ejecución.
Pocos días después, el documentalista Michael Moore, un conocido defensor de Sanders, tuvo que asegurar al temeroso comentarista que, si Sanders ganaba las elecciones, no se le llevaría a Central Park. Este extravagante episodio, en el cual un prominente comentarista político en la televisión nacional “casi pierde la cabeza”, muestra claramente “lo aterradas que están las empresas mediáticas por una victoria de Sanders”, comentó Rolling Stone.
Surge la pregunta de si este pánico, que está moviéndose hacia el absurdo, está de alguna manera justificado. ¿Qué quiere Sanders, cuáles son los principales rasgos de su programa electoral? ¿Está el socialista de Vermont realmente tramando planes para hacer desaparecer en Central Park a veteranos presentadores televisivos, o peor, amenazar los beneficios de influyentes industrias y los bienes de poderosos oligarcas?
Nacionalización del sector sanitario
Al menos el debate sobre la reforma del disfuncional sistema de salud estadounidense, que está actualmente en el centro de la campaña electoral, habla a favor de lo último. El en gran parte privatizado sistema sanitario en Estados Unidos, que está dirigido en gran medida por corporaciones capitalistas, es increíblemente caro y simplemente criminal. La enfermedad o los accidentes están entre los factores más importantes que pueden dar lugar a la ruina de incluso pudientes asalariados. Los diabéticos, por ejemplo, mueren una y otra vez por el hecho de que no se pueden permitir el absurdamente alto precio de la insulina, que garantiza tasas de beneficio de varios miles por ciento –y como resultado tienen que racionarla.
La mala gestión capitalista, calibrada para maximizar beneficios, está alcanzando dimensiones absurdas: los costes administrativos en el sistema de atención sanitaria de EEUU son cuatro veces más altos que en Canadá con el sistema de seguro sanitario estatutario en vigor allí, como informó Newsweek. El criminal sistema de salud de EEUU, trastornado por intereses de lucro capitalistas, es de lejos el más caro e ineficiente del mundo, de modo que la esperanza de vida en los Estados Unidos ahora ha empezado a caer.
Sanders quiere drenar esta ciénaga capitalista de pesadilla e introducir un sistema de seguro sanitario estatutario. Todos los ciudadanos estadounidenses serán cubiertos por un seguro de salud pública, de modo que ya no aumenten esos costes en caso de enfermedad o accidente, que en el presente pueden llevar rápidamente a la ruina. Este proyecto, que supone una salida radical del actual “mercado sanitario”, será financiado por, entre otras cosas, aumentos tributarios para los ricos. Estudios recientemente publicados estiman que un programa de seguro sanitario estatutario podría salvar alrededor de 68.000 vidas cada año y ahorrar alrededor de 450.000 millones de dólares.
Con este plan, Sanders ha contraído el odio de la poderosa industria de la salud estadounidense, que está beneficiándose del desperdicio y sobrecostes de medicamentos y servicios. La industria sanitaria tiene un lobby muy fuerte en Washington, que ya ha torpedeado con éxito los intentos del presidente Barack Obama para reformar el sector. Así, el lobby de la industria sanitaria está intentando impedir que el presidente Sanders tome el poder, ya que un programa de pensión estatutaria literalmente secaría el mercado de la industria.
Libertad en vez de una industria carcelaria capitalista
La situación es parecida con las corporaciones que gestionan cárceles privadas en los Estados Unidos –y dependen de los correspondientes suministros de internos. EEUU tiene de lejos la tasa más alta de presos del mundo, que Sanders quiere reducir a la mitad en un breve tiempo, acabando con la legislación draconiana que prescribe largas penas de cárcel por delitos pequeños y de drogas. Un proyecto central de esta reforma judicial es prohibir la industria carcelaria capitalista, cuyas instalaciones son particularmente proclives a los abusos y violaciones de derechos humanos. Ya que los drogadictos han sido la principal fuente de suministro para la industria carcelaria en las décadas recientes, el socialista está a favor de acabar con la criminalización de la adicción a las drogas y de la abolición de todas las leyes que supongan “penas de cárcel excesivas”, como las famosas leyes de los three strikes [tres golpes], que suponen la máxima pena por el tercer delito menor cometido, como hurto. La legalización del cannabis juega un papel central en la reforma judicial planeada, que se implementará a nivel nacional en un plazo muy corto.
Crisis educativa
La campaña de Sanders va a enfrentarse a la industria financiera directamente en su intento para superar la crisis en el sistema educativo estadounidense, en el que las instituciones privadas juegan un papel importante –y que también es increíblemente caro. La educación superior apenas es asequible incluso para los miembros de la ya menguante clase media estadounidense, con el resultado de que 45 millones de ciudadanos estadounidenses tienen que obtener créditos estudiantiles para estudiar. Esto ha creado un mercado lucrativo para el sector financiero con un volumen de cerca de 1,6 billones de dólares, ya que estos créditos para estudiantes tienen que pagarse por parte de asalariados durante muchos años después de haber completado su educación.
Sanders quiere utilizar una cancelación de deuda única para eliminar estas obligaciones, que pesan como una montaña sobre la clase media, haciendo que el Estado se haga cargo. Al mismo tiempo, se limitará la tasa de interés para estos créditos estudiantiles al 1,88%, mientras que el sector financiero cobra actualmente entre el 4,5 y el 7%. Además, se abolirán las draconianas tasas de matrícula en las universidades públicas, lo que reduciría la demanda de créditos.
Finalmente, se hará que el sector financiero pague por esta reforma del sistema educativo: introduciendo un impuesto sobre las tasas financieras, del cual se espera que aporte 2,4 billones de dólares a los cofres del Estado en la próxima década. “Pudimos financiar el rescate de Wall Street, claro que podemos reducir la deuda estudiantil en este país”, dijo Sanders durante un discurso de campaña a estudiantes.
Estados Unidos
Estados Unidos de Ocasio-Cortez
La joven congresista está poniendo sobre la mesa temas que hasta ahora no eran prioritarios para los demócratas como el aumento de impuestos y el Green New Deal.
La política fiscal, la lucha contra la oligarquía
Además de la industria de la salud y el sector financiero, los super-ricos de los Estados Unidos en particular ven en Sanders su némesis –y correctamente. Para los billonarios de Estados Unidos, la presidencia del socialista de Vermont sería “muy malas noticias”, advirtió la revista económica Forbes. El candidato presidencial demócrata ha hecho de la lucha contra la riqueza excesiva una prioridad de su campaña electoral.
Bajo el reinado del populista de derechas Donald Trump –al que le gusta presentarse como un “rebelde” contra la elite- la tasa impositiva máxima en EEUU ha caído a un magro 23,1%. Sanders quiere incrementar masivamente la tasa impositiva para la casta de los influyentes oligarcas: hasta el 97,5%. Billonarios como Jeff Bezos o Bill Gates tendrían que pagar entre nueve y 8,5 mil millones de dólares estadounidenses en impuestos al año si la ley ya estuviera en vigor, dice Forbes.
Sanders, sin embargo, quiere introducir impuestos sobre riqueza adicionales para activos de 32 o más millones de dólares. Este porcentaje de elite de la pirámide de la riqueza estadounidense pagará una tasa impositiva del 53% en el extremo inferior, que después aumentará progresivamente hasta el ya mencionado 97,5% para la casta billonaria. Se espera que esto recaude alrededor de 4,3 billones de dólares en una década. Además, la riqueza de la oligarquía estadounidense sería reducida a la mitad en 15 años. Sanders está interesado en la eliminación a largo plazo de esta clase de los super-ricos, advirtió la CNN, por ejemplo, en reacción al impuesto sobre la riqueza difundido por el socialista.
De hecho, desde el punto de vista de la candidatura del billonario Bloomberg, la campaña de Sanders está abordando agresivamente la excesiva influencia política de la oligarquía estadounidense. Bloomberg quiere “comprar” las elecciones, dijo el socialista literalmente. Esta argumentación ve la formación de una oligarquía en la edad neoliberal como un peligro para la democracia.
La candidatura de Bloomberg tiene un sentido económico perfecto: incluso si el billonario invirtiera mil millones de su fortuna de 65.000 millones en la campaña electoral, se podría beneficiar enormemente de evitar la presidencia de Bernie Sanders, en comparación con una amenazadora tasa impositiva del 97,5%.
Salarios, sindicatos
Probablemente las alarmas no suenen sólo en el sector financiero, sino también en muchas importantes asociaciones de negocios de la industria y del sector de la construcción, en vista de los buenos resultados de las encuestas para Sanders. El socialista de Vermont quiere aumentar el salario mínimo en EEUU desde 7,25 dólares a 15, lo que amenaza la base empresarial del sector generalizado de salarios bajos y miserables establecido en las décadas neoliberales, que paga salarios apenas suficientes para reproducir la ‘mercancía mano de obra’, especialmente en los servicios. A veces, asalariados con empleo regular se ven obligados a vivir en sus coches porque no pueden permitirse alquilar sus hogares.
Además de elevar el salario mínimo, Sanders quiere reforzar el poder de negociación de los débiles sindicatos estadounidenses, que en muchos sectores de la economía están ahora viviendo una oscura existencia. La afiliación del movimiento sindical debería “al menos doblarse”, declaro el candidato presidencial de izquierdas. Esto se conseguiría mediante una reforma del derecho laboral, introduciendo un sistema europeo de negociación colectiva que lograría acuerdos colectivos a nivel de industria, mientras que en el presente las luchas sindicales sólo tienen lugar a nivel de empresa. Además, se diseñan varias disposiciones para facilitar la admisión de nuevos miembros a los sindicatos, por ejemplo eliminando el proceso de unirse desde la supervisión o control de la dirección de las empresas. La nueva legislación también tiene la intención de hacer más difícil la práctica neoliberal de deslocalizar las áreas particularmente intensivas en mano de obra. El Gobierno de Trump, por otro lado, está trabajando actualmente en pautas que en general eximirán a los subcontratistas autoempleados fraudulentos de las obligaciones de derecho laboral de sus clientes.
Green New Deal y nacionalización de la producción energética
Un rasgo central de la candidatura de Sanders, que le supone la oposición de toda la economía de combustibles fósiles de los Estados Unidos, es el Green New Deal, es decir, la prevista transformación de la base energética de EEUU al completo hacia formas de energía respetuosas con el clima y renovables. El alcance y calendario de esta transformación económica dirigida son de lejos los más ambiciosos de Sanders, según explicó Politico. En el contexto de la crisis climática en aumento, alrededor de 16 billones de dólares se invertirán durante los próximos años para liberar a Estados Unidos de la dependencia de los combustibles fósiles en un acto de transformación radical y gigantesco para 2030.
El mercado capitalista se va a reducir enormemente debido a su incapacidad para reaccionar de forma adecuada a la crisis climática. No sólo los seguros médicos, sino también la producción de electricidad debería nacionalizarse, según Sanders, explicó Politico, quien defendió que el Estado “se haga cargo de un segmento fundamental de la economía”. Las empresas públicas deberían por lo tanto invertir enormemente en el sector y construir instalaciones de energía eólica y solar tan rápido como sea posible, mientras se reducirían el carbón y el petróleo. El plan –de igual manera que la reforma del sistema sanitario- dejaría a muchas grandes empresas en la quiebra.
Tras décadas de mala gestión capitalista, la infraestructura energética de los Estados Unidos está en un estado ruinoso y no está actualmente a la altura de los inminentes retos del cambio climático. Estas tendencias tardocapitalistas hacia la desintegración se mostraron, por ejemplo, en el escándalo respecto a las empresas de electricidad privadas en California durante el desastre de los incendios del año pasado, cuando las averías en la maltrecha infraestructura energética, arruinada por años de maximización de beneficios, contribuyeron a la intensificación del desastre.
Sanders también espera que este programa de inversiones históricamente excepcional genere empleo en masa y de esta forma iniciar un nuevo ciclo económico a largo plazo –un nuevo régimen de acumulación ecológico. Este gigantesco proyecto de transformación, que eclipsa incluso el New Deal de Roosevelt en los ’30, ha sido descrito como irreal por las asociaciones empresariales, los medios de comunicación de masas y rivales como Joe Biden. Del lado de la ciencia, sin embargo, hay apoyo al socialista. En una carta abierta, científicos describieron el proyecto no sólo como “posible, sino necesario si queremos salvar nuestro planeta para nosotros mismos, nuestros hijos, nietos y las futuras generaciones”.
El rumbo de la confrontación
La campaña de Sanders también parece ser consciente de que estos planes, que se enfrentan a una gran parte de la elite funcional de los Estados Unidos, encontrarán una resistencia feroz en Washington. Por este motivo, ya se están explorando las posibilidades de implementar cuantas medidas sea posible por medio de decretos presidenciales inmediatamente después de una posible victoria electoral.
La proclamación de una emergencia climática nacional, la prohibición de las exportaciones de petróleo y gas, la importación de medicinas baratas desde Canadá, la legalización a nivel nacional de la marihuana o la detención inmediata de todo trabajo de construcción en el muro de la frontera de Trump se implementarán por medio de la así llamada “Orden Ejecutiva” para presionar por la realización de mayores reformas.
Relacionadas
Movimiento obrero
Movimiento sindical La huelga de Kellogg's en Estados Unidos se salda con una “enorme victoria” de la plantilla
Estados Unidos
Carrera de fondo e idus de marzo en las primarias demócratas
Las claves de las primarias demócratas que acaban de comenzar. Para ser el candidato en noviembre, Sanders debe resistir, mientras que el aparato del partido demócrata duda entre Biden, Buttigieg y tiene el comodín del millonario Bloomberg.
Pensamiento
Noam Chomsky y la división del Partido Demócrata
Filósofo, politólogo, historiador y activista, Chomsky es una referencia de la izquierda estadounidense.
Este más de 8 años no estará. No como el gran kajuna que el sillón lo quiere ya a perpetuidad. Empezó con 3 salarios mínimos, a ver con cuántos acaba...
Un proyecto reformista del sistema capitalista, si, podríamos llamarlo, pero que en el caso del gigante capitalista de EEUU, ataca y pone en riesgo todo el poder económico y las raíces explotadoras que las elites empresariales y oligarcas han acumulado durante décadas. Que Sanders ganará las primarias, sería un paso de gigante hacia los trabajadores, los olvidados en un país donde la mercantilización del todo ha sido la prioridad. Sus medidas, especialmente las nacionalizaciones, la justicia fiscal y la transformación ecogologica, son algo muy necesario para acabar con la burguesía parásita y rentista que se ha apropiado de gobiernos, espacios públicos y recursos a más no poder. A su vez, la política exterior se alteraría y visto el poder de los EEUU sería muy importante para evitar políticas imperialistas.
Sanders es la última esperanza del pueblo estadounidense! Que tiemblen las élites corporativas
Es realmente increíble el gigantesco poder de las narrativas, especialmente las dirigidas desde las élites dominante. El Senador Sanders es un político muy experimentado con una dilatada trayectoria de 4 decadas legislando. No es ningún radical y en ciertos aspectos, es incluso relativamente conservador.
Lo más interesante y destacable de su estrategia *populista, aparte del discurso, trayectoria y coherencia del Senador Sanders es su interesantísima y potente organización de base con el foco puesto en la incorporación/agragación de nuevos votantes (la voz de los nadies de Galeano).
*(el populismo no es ni bueno ni malo, es una herramienta/recurso que todos usamos para 'vender/nos' en cualquer área/sector de un mundo totalmente mercantilizado)
El populismo es el uso de la mentira como medio para conseguir un fin, ya me dirás tú lo que vendrá detrás...
Lo que más me entusiasma es que jóvenes, inmigrantes y todos los trabajadores en si, estén apoyándolo sin tapujos, a pesar de que todo, todo, los medios de comunicación, burocracia partidista y oligarquía están intentando engañarlos y manipularlos a más no poder.
Pero el pueblo estadounidense ya ha dicho basta a siglos de acumulación por usurpación, explotación y estafa
Estados Unidos y su modelo turbocapitalista de élites se ha convertido en un problema en sí mismo, una grave enfermedad para su sociedad y para el resto del mundo...
Lo realmente absurdo en estos tiempos salvajes es la completa normalización de un psicópata demente y sin escrúpulos como presidente... Pero eso es un síntoma, la enfermedad está en el propio sistiema capitalista.