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Filosofía
La Filoteca: una experiencia inclusiva a través de la lectura y la filosofía
A partir de la lectura de Dr. Jekyll y Mr. Hyde o de Frankestein, la EPL organizó una jornada filosófica en la que sus integrantes, con y sin discapacidad intelectual, reflexionaron sobre cuestiones como la identidad individual y su relación con lo social y la moralidad. Esta es una crónica de dicha jornada elaborada por sus protagonistas.
[Integrantes de la Escuela de Pensamiento Libre (EPL) que han participado en la elaboración del artículo: Ana María García, Amparo Batllés, Amparo Burriel, Helena García, Lorena Juan, Màxim Martí, Mauricio Palomar, Violeta Plaza, Alejandro Soria y Alejandro Andújar]
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¿Os gustan las historias de miedo? ¿Os dan miedo? ¿Os resultan divertidas?
Durante siglos los seres humanos hemos contado historias de miedo que nos han colocado delante de lo desconocido, de lo misterioso, de lo que no entendemos.
Esta mañana os contaré una historia universal reflejada en este libro y a partir de ella pensaremos todos juntos
Estas palabras las leían los coordinadores de seis grupos de diálogo formados por personas muy diversas y daban con ellas inicio a una jornada muy especial que celebró la 5ª promoción de nuestra Escuela en los jardines de la Biblioteca Pública Pilar Faus en València: LA FILOTECA. Pero antes de hablaros de esta jornada inclusiva, vamos a contaros quiénes somos.
Somos la Escuela de Pensamiento Libre (EPL), una escuela donde no existen profesores ni alumnos porque todos somos aprendices y maestros al mismo tiempo, una escuela donde la sabiduría no debe demostrarse sino mostrarse ante los otros, en comunidad de diálogo. En el carácter de nuestra Escuela está armonizar un modelo pedagógico flexible, inclusivo, participativo y dialógico con una mirada a la discapacidad intelectual centrada en las potencialidades y no en las limitaciones. Esto lo hacemos durante un curso un grupo de personas con y sin discapacidad, sin etiquetas estigmatizadoras. Por eso dedicamos una jornada de nuestro curso escolar fuera del aula a dar visibilidad de esta realidad diversa a las personas que no son conscientes de ello.
Como acompañantes de personas con discapacidad y también alumna y alumno de esta promoción, Violeta Plaza y Alejandro Andújar, nos cuentan cómo perciben este estilo propio de la Escuela de Pensamiento Libre en las jornadas que realizamos cada mes:
“Las jornadas de la Escuela de Pensamiento Libre están siendo un aprendizaje tanto a nivel personal como profesional brutal. En los años que llevo trabajando con personas con discapacidad intelectual he vivido experiencias que me han marcado mucho, pero el contexto que se crea en las sesiones donde imperan el diálogo, el respeto, la empatía, el compañerismo, el libre pensamiento sin juicios, la igualdad, la sinceridad…me fascina, ya que me ha dado la oportunidad de mirar la vida a través de sus ojos, hecho que ha conseguido emocionarme y seguir alimentando la pasión con la que vivo mi trabajo”, nos dice Violeta Plaza. Y Alejandro Andújar añade: “Está siendo muy enriquecedora para todas las personas que asistimos a las sesiones. El hecho de que tanto el claustro como el alumnado sean inclusivos es muy positivo. Con estas sesiones estamos demostrando que todas las personas tenemos mucho que aportar, solo necesitamos las herramientas necesarias y alguien que sepa 'tirar de hilo'. Además, tengo la sensación de que se ha creado un clima muy agradable en el grupo".
¿Cómo se preparó la FILOTECA?
Los alumnos y alumnas y el claustro de nuestra Escuela participamos activamente en su preparación y desarrollo. En junio, en la última la jornada de antes del verano, salimos del aula con un libro en la mano. No era precisamente de amor, de aventuras ni de risa. Era… ¡¡de miedo!!
Los alumnos se llevaron ejemplares de Dr. Jekyll y Mr. Hyde o de Frankestein en lectura fácil. El compromiso era leerlos, extraer textos-pensamientos y elaborar preguntas para pensar en la siguiente jornada. Se dio una consigna: después del verano, pensaríamos juntos y nos haríamos preguntas a partir de esas historias... Y, juntos, prepararíamos la FILOTECA.
Así lo hicimos. En septiembre dedicamos la jornada, como siempre, a pensar. En esta ocasión:
Con la cabeza: compartiendo el argumento de los libros escogidos, conociendo las aportaciones y preguntas e iniciando un diálogo filosófico por grupos, como parte de la preparación.
Con las imágenes: haciendo dibujos y pintando los pensamientos en cartulinas, que tendrían su reflejo en el trabajo con los artistas urbanos NSC el día de la FILOTECA.
Con el cuerpo: elaborando e interpretando coreografías que expresasen mensajes referidos a valores o situaciones donde las personas con discapacidad intelectual no son tenidas en cuenta. Así nos podríamos familiarizar con la actuación del Grupo de Danza Inclusiva “Entrelazados” que actuaría el día de la FILOTECA.
En resumen, fuimos preparando la jornada especial con el estilo de la EPL...
...A lo largo de la lectura de este artículo se podrá descubrir el por qué de este nombre. De momento, dejamos aquí una pista: la FILOTECA es una actividad de la Escuela de Pensamiento Libre, organizada esta vez con y en la Biblioteca Pública Pilar Faus de València.
¿Cómo transcurrió la FILOTECA?
Con los deberes hechos y preparada la Jornada especial, llegó el día. En la Biblioteca Pública Pilar Faus de València, fuimos recibidos por su director, Romà Seguí, y acompañados por personas interesadas en nuestra Escuela: estudiantes y personal de distintas bibliotecas.
En los jardines, lugar de paso para viandantes curiosos, y rodeados de naturaleza, comenzó nuestra esperada FILOTECA. Era una oportunidad para dar visibilidad a las personas con discapacidad intelectual y su potencial.
En el primer tramo, el protagonismo lo tuvo la EPL: invitamos a pensar en grupo a otros. Más tarde fuimos coprotagonistas: colaboramos plasmando los pensamientos en dibujos. Y al final asistimos a una actuación de Danza Inclusiva.
Al invitar a pensar a su grupo, las personas moderadoras se enfrentaban a un doble reto: la dificultad de coordinar por primera vez un grupo de diálogo y el hacerlo en unas condiciones tan especiales, como es con nuevos integrantes y en el espacio abierto de unos jardines. La dinámica nos era muy familiar: un grupo inclusivo de personas (con y sin discapacidad intelectual) conducido por una persona con discapacidad, dialogando y planteándose preguntas sobre un tema.
Los coordinadores leyeron una breve reseña del libro trabajado, presentaron objetos relacionados con los protagonistas de las obras, evocaron detalles de Dr. Jekyll y Mr. Hyde, o de Frankestein y su creación, propusieron las preguntas preparadas en la jornada anterior, invitaron a participar a todos los asistentes y crearon un clima de diálogo en comunidad. No olvidemos que todos los coordinadores de grupo eran alumnos con discapacidad intelectual.
¿Qué preguntas se plantearon?
Los dinamizadores de los grupos nos recuerdan algunas de las preguntas que propusieron o recogieron y nos hacen partícipes de sus pensamientos. Podemos imaginarlos sentados en círculo compartiendo sus ideas, como lo hacemos habitualmente en la Escuela.
Una de las preguntas que formularon, sobre Frankenstein, era esta:
“Si tuvieses que diseñar tú una persona ¿qué cualidades (físicas y psicológicas) elegiríais?
Ahora les pedimos que sean ellos mismos los que contesten a las preguntas. “Como cualidades físicas, pues que fuera morena, con el pelo largo, y que tuviera estatura media”, nos dice Amparo Batllés. Por una parte, Lorena lleva la propuesta al terreno personal y nos dice: “A mí me gustaría ser un poco más bajita. Me gusta la originalidad, ser un poco delgada. La cara me gusta como la mía y el pelo lo quiero largo y suave”. Por otra parte, Amparo Burriel nos comenta: “Para mí el físico no importa y sería buena persona, porque ayudaría a sus compañeros/as porque sabría ponerse en el lugar de otra persona y seria responsable, trabajador/a y sensible”. “Y que fuera simpática, alegre, risueña, y que valore lo que tiene a su alrededor. Porque la verdad es que es maravilloso tener gente a tu alrededor que no te juzgue y que puedas ser natural”, precisa Amparo Batllés.
“Pues también me gustaría ser una persona capaz de esto: cantar muy bien todo tipo de música. Bailar, no conformarse solo con teatro. Poder acabar con muchos casos de injusticia formando un nuevo partido político… progresista, de unión, antifascista, justo y sincero. Apoyar a los animales. Ser una persona muy inteligente y saber siempre de quién fiarme y de quién de no. Tener siempre a mis padres, amigos de verdad, y a mi novio. Tener siempre una estabilidad económica, sin ser una egoísta. Ser una persona que piensa bien las cosas antes de hacerlas y siempre acierta, o al menos casi siempre”, se extiende Lorena.
Filosofía
Personas con y sin discapacidad intelectual filosofando sin complejos
“Si pudieras tomarte la pócima para sacar de ti tu parte mala ¿lo harías? ¿Por qué o por qué no?”
“No. Porque a mí me gusta como soy, todo el mundo tenemos una parte buena y otra mala que simboliza el bien y el mal de nuestro carácter. Es la forma en la cual actuamos y no por eso me tomaría la pócima para ser otra persona. Me gusta mi forma de ser", nos dice Mauricio Palomar. “Yo no me la tomaría porque no sería yo. Creo que es mejor ser como soy y aprender de mis errores porque, si fuera perfecto y fuese todo bueno dentro de mí, no sería yo; sería como un robo”, añade Alejandro Soria.
Y, siguiendo con Dr. Jekyll y Mr. Hyde, nos proponían esta otra cuestión:
“¿Las personas nacen malas o es la sociedad la que nos hace buenos o malos? ¿Qué piensas?”
“Yo creo que la persona no nace con una actitud mala o buena al 100%. Se hace mala: bien por el entorno de personas o bien porque tenemos una actitud bastante débil o frágil y cómoda. Si actuamos con la misma maldad que existe en nuestro entorno es por nuestra fragilidad a la hora de tomar nuestras propias decisiones y eso quiere decir que es más cómodo robar que hacer el esfuerzo por trabajar", dice Màxim Martí. “Nadie nace bueno ni malo. La sociedad, con sus normas, determina nuestras acciones, para bien o para mal. Yo creo que todo tiene que ver o depende del ambiente en el que se cría y crece una persona, sea el país que sea, porque en todos los países del mundo hoy en día, la sociedad es igual; una sociedad egoísta, consumista, individualista, y eso, quieras o no, hace que la persona crezca de una manera y a la larga puede hacer el bien o hacer el mal”, opina la alumna Helena García.
Con preguntas que los participantes formulaban, respondían, escuchaban, los jardines de la Biblioteca se llenaron por unas horas de diálogos filosóficos.
Realmente la FILOTECA resultó una jornada muy positiva para nuestra Escuela: pudimos disfrutar de lo que ya sabíamos y también de lo que íbamos aprendiendo allí. Bajo la guía de los artistas urbanos NSC que asistieron a la jornada, experimentamos otro camino para expresar pensamientos. Pasamos de los diálogos a plasmar pensamientos en dibujos, de una forma creativa, a través del arte urbano. Los distintos grupos llevaron a los paneles los dibujos preparados en la jornada preparatoria, llenando los jardines de la Biblioteca de bullicio y color, que causaban curiosidad entre los paseantes ocasionales. También disfrutamos del grupo de danza inclusiva Compañía Entrelazados, que nos ofrecieron esas dinámicas coreografías corporales con las que se expresan.
¿Qué representó la FILOTECA para las personas que participaron en la Jornada?
Después de preparar esta actividad con tanto interés y esfuerzo, quisimos saber cómo se sintieron las personas que participaron en ella, tanto los integrantes de la Escuela como las personas que no conocían la EPL. Los coordinadores nos cuentan su experiencia, cómo se sintieron dinamizando su grupo en esta jornada, abierta a un público que desconocía nuestra escuela, y cómo creen que se sintió el grupo que coordinaron.
“Me he sentido muy a gusto y muy capaz. También la gente con la que he estado en este grupo me ha transmitido que estaba haciendo bien la coordinación, y eso ayuda muchísimo”, nos comenta Lorena Juan.
“Me he visto algo tímido y con miedo, por ser un acto bastante distinto al que realizo de modo más habitual. Por cómo respondería a mis preguntas o planteamientos la gente que venía a conocerlo y era un público que podía participar junto a nosotros y era también miedo a distraerme puesto que el acto de la FILOTECA se hizo al aire libre en los jardines de una Biblioteca. Yo sabía que he de admitir la opinión de todos y cada uno de los que está en mi grupo pues lo que ya conozco es que todos tenemos libertad para dar nuestra opinión o expresión de las ideas”, nos relata Màxim Martí.
“Pues la verdad es que al principio me sentí un poco nerviosa, pero luego, poco a poco, esos nervios que tenía fueron desapareciendo porque ya me sentía muy cómoda con el grupo, la verdad. Y porque coordinar el grupo fue una experiencia maravillosa que, repetiría encantadísima si tuviera otra oportunidad porque, la verdad, fue maravillosa. Fue una gran ilusión para mí”, nos cuenta Amparo Batllés.
“Yo creo que bien. Yo estaba un poco nervioso, pero sabía que iba a salir gracias a mí y a mis compañeros. La ayuda, por ejemplo, de Alejandro Andújar ha sido muy buena. Después los grafiteros estuvieron muy bien. Como soy rapero conecté muy bien con ellos. Intenté hacerlo lo mejor posible. El grupo fue maravilloso. Les doy las gracias de todo corazón”, nos relata Alejandro Soria. Y Màxim Martí añade: “Vi que todos participaban y que daban la respuesta a mi pregunta con sus propias palabras y además yo tuve la suerte de que en mi grupo estaba como partícipe un niño de 9 o 10 años y este decía lo que pensaba, dando respuesta a cualquier pregunta que se le planteara, pues era participante de Lectura de Filosofía en una Biblioteca. Las respuestas de ese niño eran del todo correctas”.
Todos los coordinadores nos relatan su impresión : “Me he sentido súper tranquilo y súper valorado por mi grupo. Además, me he sentido como en casa y he aprendido a ponerme en la piel del compañero, mientras valoramos y dialogamos la historia. Además, ha sido un buen grupo y reflexivo”, añade el alumno Mauricio Palomar. “Me he sentido cómoda. Han sabido escuchar, respetaban el turno de palabra y eran muy participativos”, precisa Amparo Burriel. “A mí me ha parecido que tenían curiosidad por aprender cosas nuevas. Me dio la impresión de que, al ser un grupo muy mezclado, en el que había profesores, maestros, psicólogos y personas con discapacidad, me pareció que estaban muy interesados en lo que decía y se sintieron muy cómodos en el taller. Yo creo que mereció la pena, porque me parecieron gente muy atenta y muy educada”, concluye Helena García.
Y ya finaliza la Jornada de la FILOTECA…
Violeta Plaza y Alejandro Andújar, profesionales, como ya hemos comentado, del ámbito de la discapacidad y a la vez alumnos de este grupo inclusivo que es nuestra Escuela, nos explican cómo han percibido esta jornada de la FILOTECA y comentan la aportación extra que proporciona una actividad como esta, en la calle. Es algo que resume la opinión de todas las personas de la EPL que hemos intervenido en esta actividad.
“La FILOTECA me pareció una actividad muy gratificante para todos los participantes que pudimos disfrutar de ella, la combinación de pensamiento libre, arte urbano y danza inclusiva fue excelente. La posibilidad de dialogar con personas que no conocíamos sobre los temas que planteaban los coordinadores de cada grupo y después plasmarlo junto a los grafiteros me pareció muy interesante. El broche final a cargo de Entrelazados fue muy emocionante, tomando la biblioteca con esa danza que derrochaba tantísima sensibilidad. Una jornada INMEJORABLE!!!”, nos comenta Violeta Plaza. “Me pareció muy interesante. Nos fuimos con muy buen sabor de boca. Fueron tres actividades diferentes, pero con hilo conductor. También dio la sensación de un gran trabajo de coordinación por parte de la organización, para contactar con todos los participantes, formar los grupos, organizar las actividades, etcétera. Todos y todas fuimos lectores, pensadores y artistas. En los grupos había personas con perfiles muy diferentes (personas con y discapacidad, personas de apoyo, artistas urbanos, bibliotecarias…). Esa diversidad hizo que la experiencia fuera más completa. Aporta sobre todo visibilidad y una oportunidad para demostrar todo de lo que somos capaces cuando se cree en nosotros y confiamos en nuestras propias capacidades”, considera Alejandro Andújar. Y Violeta Plaza añade: “Realizar este tipo de actividades en la calle, además de dar visibilidad a las personas con discapacidad intelectual, ofrece la posibilidad de acercar de primera mano el colectivo a personas que quizá de no realizarse estas no lo conocerían de manera tan cercana. Esto hace que las personas de la calle conozcan la realidad social, problemas y desigualdades a las que se enfrentan en su día a día al igual que las oportunidades que podemos encontrar en las mismas.”
En cada jornada de la Escuela de Pensamiento Libre, con sesiones de mañana y tarde, los asistentes tenemos la sensación de que el tiempo se nos ha pasado volando y que podríamos continuar alguna hora más con el grupo. En la jornada de la FILOTECA la sensación fue similar. Nos fuimos a casa con muy buen recuerdo de los grupos, de los artistas urbanos, de la danza, de las personas que interactuaron con nosotros sin conocernos, y de la amable acogida de la Biblioteca Pública Pilar Faus de València.
Ah. ¿Ya sabéis por qué hemos llamado a esta actividad la FILOTECA?
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