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Opinión
Dos patitos mejor que cincuenta aviones
Domingo 19 de septiembre, Barcelona, carrer de Tarragona. A las 12h del mediodía se desarrolla la manifestación/concentración #MenysAvionsMésVides de oposición a la ampliación del aeropuerto d’El Prat-Barcelona (y de otros como Reus, Girona, Palma de Mallorca y… Barajas) por el impacto en el medio natural actual y por la emisión futura de un 30% más de gases de efecto invernadero. Una manifestación/concentración, también, a favor de otro modelo, local y global, de economía y sociedad basado en las sostenibilidades de las vidas, la humana y todas las otras. Podéis leer la intervención de Marina Garcés que lo sintetiza todo muy bien y la noticia de El Salto Diario La jornada contra la ampliación de El Prat llena Barcelona de manifestantes.
Pocos minutos después, el Telenoticies Migdia de TV3 (el “telediario” de las 14h30 de la televisión pública catalana) informa, de forma muy correcta (sin sentar mucha cátedra ni precedentes), durante 15 minutos —una cuarta parte de su duración— de la manifestación y lo hace con profundidad. En una de las piezas, se entrevista a diferentes personas participantes, y en la intervención final (minuto 2 y dos segundos del video enlazado) una mujer sintetiza que “debemos buscar otra manera de hacer economía, aunque sean cuatro patos, me da igual, prefiero dos patos que cincuenta aviones más”. Esta poética sentencia, de total justicia climática, que sintetiza para la ocasión la lucha entre “el capital y las vidas”, la formula Marta Molas, comunicadora y cooperativista de La Clara comunicació . Cabe decir que, junto a su ya bien cargado portafolio de proyectos en los que han trabajado y trabajan, son de las más activas en la participación en la línea de trabajo sobre comunicación y economía social y solidaria, de REAS red y la XES.
Pues sí, la justicia poética climática o la poética de la justicia climática, los patitos o los aviones, no van solo de salvar —que también— la laguna de La Ricarda (donde viven, entre otras especies animales y vegetales, los patos). Esto va de presente y de futuro, como muy bien explican Juan Bordera y Alfons Pérez, en Aeropuerto hacia el infierno también en El Salto: “España es uno de esos países donde las élites más habituadas están a hacer lo que les da la real gana […]. Según el último informe filtrado del IPCC (el organismo más importante del mundo en análisis de la ineludible cuestión climática) hay que tocar techo en las emisiones en 4 años. […] Pretender ampliar infraestructuras de transporte a estas alturas es estar ciego. De poder y dinero. Es ver solo que como otras élites en otros lugares del mundo sí tienen su hub, las de aquí no pueden ser menos. Y esa es la carrera que ha despegado de la autopista hacia el aeropuerto que ahora nos lleva en volandas hacia el infierno. […] No tenemos dudas. Es el momento de trazar un relato que una todas las luchas posibles otra vez. Hay ganas de reencontrarnos en el espacio público. Volver a sentir las calles para intentar evitar el rumbo de colisión al que las élites ciegas y la mano invisible nos van a llevar si no hacemos algo para impedirlo”.
En el artículo, Bordera y Pérez hacen un llamamiento alegre y lúcido a movilizarse contra los grandes proyectos de infraestructuras, porque hay ganas de reencontrarnos en el espacio público. Volver a sentir las calles para intentar evitar el rumbo de colisión al que las élites ciegas y la mano invisible nos van a llevar si no hacemos algo para impedirlo.
Sábado 18 de septiembre. Precisamente eso (un llamamiento alegre y lúcido a movilizarse), fue lo que ya ocurrió en Sabadell, durante los dos días anteriores a la manifestación de Barcelona: en el barrio de la Creu Alta, en especial entorno a L’Estruch, se celebró la Regadora, el encuentro de alternativas para “cambiar el sistema, no el clima”. Fue un encuentro para per reconocer y celebrar todas las alternativas que ya existen en la ciudad, para reivindicar y apostar per la lucha contra el cambio climático, la sostenibilidad y la justicia social. En su manifiesto lo dicen todo bien clarito: la Ciudad debe ser sinónimo de vida! Pasa a la acción ante la emergencia climática! La tarde del sábado, la lluvia pre-otoñal de septiembre (aún las clásicas tormentas convectivas de masa marítima aun calientes y masas de aire frio) apareció, y motivo la suspensión, entre otras actividades alegres, lucidas y lúdicas, mi intervención con Pol·len Musical, para explicar, mediante vinilos con hits del pop-rock, los principios y prácticas del consumo responsable y la economía social y solidario. Sí, porque también la ESS ya tiene hits y hitos, y hubiese sonado el último disco de Extraño Weis (Rodrigo Laviña y su combo) . Como el mismo Rodrigo explica “hay maneras de hacer cultura más allá de los railes del capitalismo” y su disco lo demuestra, producido todo desde la intercooperación y, en la edición limitada, todo confeccionado dentro del mercado social de la ESS. En otro artículo de este blog lo contaremos con mayor profundidad.
Viernes 17 de septiembre. Can Batlló, barrio de la Bordeta, distrito de Sants Montjuïc en Barcelona. En el muro del bloque IV del antiguo recinto fabril, en la encrucijada de la Gran Via con la calle Mossèn Amadeu Oller, el artista grafitero Roc Black Block pinta el mural #MenysAvionsMésVida, uno más de su proyecto “Art is a mission, not a competition”. Como el mismo escribió en su cuenta: “En lluita pel clima, la salut i la vida #MenysAvionsMesVida . Amb aquest mural em sumo a les reivindicacions per aturar l'ampliació de l'aeroport, que els interessos d'uns pocs no siguin aixecats en la devastació del planeta, del patrimoni natural i la vida digna. Decreixement ja! Volem un canvi de paradigma, decreixement, inversions en el precari transport públic, en lloc d'incentivar la turistització dels nostres barris i ciutats, la gentrificació i el neoliberalisme depredador. Qui vol busca els mitjans qui no vol busca excuses”.
Las palabras, y sobre todo el mural, conectan con las palabras que, dos días después, formulará Marta Molas en el prime time dominical de la televisión pública catalana —“debemos buscar otra manera de hacer economía”—. El mural de Roc Black Block está pintado en el muro exterior sur del bloc IV de Can Batlló, en este momento en obras de rehabilitación, para acoger en el primer trimestre de 2023 el espacio mayor del sur de Europa dedicado al cooperativismo y la ESS. Espacio autogestionado por el propio tejido cooperativo y de la ESS, donde se ubicará de forma ampliada y definitiva Coòpolis y parte de la política pública local de impulso de la ESS, que es quien financia la obra y cede el espacio. Lo podemos considerar ¿justicia poética o la poética que la justicia climática? Dos patitos mejor que cincuenta aviones. Otra manera de hacer economía ya es posible.