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Ecologismo
¿De quién es el agua y la tierra? Río Grande en lucha
Río Grande es una región muy importante por sus acequias, que dan de beber a la población malagueña y riegan sus plantaciones. Río grande nace en la Sierra de las Nieves, entre Yunquera y Tolox, y atraviesa varios municipios hasta desembocar en el río Guadalhorce, que acaba en el mediterráneo, rodeando y atravesando Málaga. Es el afluente más importante del Guadalhorce y destaca por ser de los pocos ríos malagueños no regulados con caudales permanentes durante todo el año, albergando fauna y flora esencial para la región. El megaproyecto de parque fotovoltaico en torno al valle natural del Río Grande lleva siendo un símbolo de lucha malagueña desde que la oleada de macrorenovables que se vive en distintos territorios aterrizó en la provincia con más de 3.000 horas de luz solar al año.
La Asociación Valle Natural de Río Grande se crea debido al proyecto de instalación del megaproyecto de fotovoltaicas de más de mil hectáreas en la Jara, zona conocida por ser “el granero de Málaga por su cultivo de cereales”, como explica Marisa Casal, parte de la asociación y de la Plataforma Macro Renovables No. A los pies del Parque Natural de Sierra de las Nieves, varias promotoras han intentado instalar siete plantas fotovoltaicas con capacidad para generar 560 MW, además de una subestación eléctrica transformadora común y así como una línea de evacuación para llevar la energía eléctrica hasta Cártama. Esto afectaría de forma directa a Álora, Alozaina, Cártama, Casarabonela, Coín y Pizarra. Solo el vallado ocuparía 80 kilómetros de estos 5 municipios. Los proyectos son promovidos por Natera Solar, S.L. y Orla Solar, S.L., dos empresas vinculadas a Admiralty Management y a Q-Energy, un fondo de inversión en energías renovables. En Coín se cubrirán 1300 hectáreas de secano con fotovoltaicas.
“Vamos a perder la soberanía energética y de camino se van a llevar la soberanía alimentaria”, comenta Marisa Casal, parte de la asociación y de la Plataforma Macro Renovables No
Cuando hace tres años supieron que los paneles se instalarían a los pies del Parque Natural de Sierra de las Nieves, después de investigar sus consecuencias, Casal reconoce que sabían que “la verdadera lucha iba a ser por el agua y la biodiversidad.” Y es que “lo que se iba a producir ahí no era para los pueblos de alrededor, sino para venderlo”, denuncia Casal mediante los estudios de impacto realizados que evidenciaban que “una extensión tan grande de placas iba a subir 5 grados en la zona” además de que “tan cerca de Río Grande iba a modificar la biosfera”. Casal afirma que desde la asociación quieren “otro modelo energético” pero apostando por “autoconsumo o comunidades energéticas”. Se piden comunidades energéticas en cada municipio, ya que actualmente Andalucía solo cuenta con 5. Huiquin Dong Lin o Maggie, como la conocen, afirma que “esa tierra es para cultivar, no para poner fotovoltaicas”. Y es que “si todo está lleno de fotovoltaicas no podremos cultivar y si no cultivamos, ¿qué vamos a comer?”. “Un campo cultivado tiene contrapeso con las emisiones”, aporta Casal, que denuncia que “estos fondos de inversión solo quieren una burbuja para atraer los fondos Next Generation”.
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“Fotovoltaicas sí, pero no así”o “ni en mi pueblo ni en el tuyo” son algunas de las reivindicaciones vecinales. Por ello, desde la Asociación Valle Natural de Río Grande se han unido con otras futuras zonas de sacrificio en una red de apoyo entre comunidades. Una de las cosas que más preocupa a Casal es la posible expropiación forzosa de los terrenos a las trabajadoras y trabajadores de la zona. Bajo una oferta de arrendamiento se esconde una expropiación bajo lo que es conocido como “justiprecio”. “Aumenta el precio de los cereales a la vez que aumentan las importaciones, mientras que levantamos terrenos de cultivo”, se lamenta Casal. “Vamos a perder la soberanía energética y de camino se van a llevar la soberanía alimentaria”, sentencia.
Este territorio lleva años en lucha. Hace más de 15 años se planteó la construcción de una presa, con la respuesta de una fuerte movilización ciudadana bajo los lemas de “Río Grande Vivo, No a los tubos”. No solo se movilizaron las vecinas y vecinos, sino que se consiguió el posicionamiento a favor de la naturaleza de la mayoría de formaciones políticas del momento. Sin embargo, no fue una victoria. A lo largo de esta última década reiteradas veces se ha intentado retomar el proyecto bajo nuevas formas y con nuevos argumentos.
Y la lucha no puede parar, porque la zona se ve continuamente amenazada. Este verano se publicó en el BOJA n.º 137 (19-7-23) de la Orden 12 de julio 2023, por el que se declara inversión de interés estratégico para Andalucía el proyecto denominado Transcendence, que pertenece a Nature Call Initiatives y al Grupo ARD Investment & Development. La inversión es de 267 millones de euros. El lugar donde se quiere llevar a cabo el proyecto, Los Llanos de Matagallar, es “la principal zona de recarga del acuífero de la localidad”, explica María José Romero, que pertenece a la reciente Plataforma Ciudadana Mesa del Agua de Coín. Romero nos cuenta que este proyecto pone “en peligro el suministro de agua de toda la población” por lo que es necesario organizarse “para evitar la contaminación del acuífero de Coín”. Los ríos son esenciales para la depuración de las aguas y la regeneración de los acuíferos, así como para la conexión de los ecosistemas y el mantenimiento de la biodiversidad vegetal y animal. También tienen un papel fundamental en la construcción de las identidades de los pueblos que atraviesan y rodean, con un gran valor emocional.
Trascendence se define como un “proyecto único para la práctica de deportes de aventura y experiencias en la naturaleza”. En otras palabras, un parque multiaventuras para actividades deportivas, entre las que se encuentra el surf mediante una piscina de olas artificiales o el golf en cualquiera de sus dos campos. El agua está en disputa, pero su manera de actuar por la eficiencia hídrica sería generar balsas de agua como depósitos de tormentas, que escasean en el territorio. El propósito del proyecto es “impulsar el turismo interior de calidad” y una narrativa de ecoturismo y deportes en la naturaleza que oculta las consecuencias ecosociales de su construcción, así como el impacto sobre las actividades del territorio. Ofrecen un mercado para las productoras y productores locales, al mismo tiempo que ponen en peligro el agua de la que dependen sus producciones. El plan incluye la instalación de fotovoltaicas y biogas, así como una supuesta apuesta para mejorar la región, con cuya población no se ha contado en ningún momento.
La gestión colectiva de los ríos se materializa en las comunidades de regantes para un aprovechamiento del agua del riego que tenga a todas las agricultoras y agricultores en cuenta, así como garantice la preservación del río, sobre todo en una provincia donde el agua escasea. Por eso, Romero deja claro la importancia de “impulsar la protección del Acuífero de Sierra Blanca situado bajo los Llanos de Matagallar del municipio de Coín” debido a “su especial valor ecológico y medioambiental” para “conseguir la Declaración de Espacio Natural Protegido, prohibiendo cualquier tipo de urbanización en la zona”, sobre todo teniendo en cuenta que la construcción de este proyecto habla de gestión eficiente del agua, pero sin propuestas concretas para evitar filtraciones o protección de los acuíferos. Se ha denunciado la situación ante el Parlamento Europeo y la Comisión Europea, recalca la importancia de preservar el acuífero, pero deja a competencia de las autoridades nacionales la gestión del conflicto. Por eso, estas asociaciones apuestan por la lucha administrativa y judicial, sobre todo ante normativas como la europea aprobada hace dos semanas, que permite la aceleración de este tipo de proyectos, muchas veces sin asegurarse y revisar los informes ambientales previos.
María José Romero, que pertenece a la reciente Plataforma Ciudadana Mesa del Agua de Coín. Romero nos cuenta que este proyecto pone “en peligro el suministro de agua de toda la población”
En un municipio con 25 mil habitantes, “conocido como la despensa de Málaga, ya que hay una gran tradición en el sector agrícola, dada la bondad de su clima y el gran recurso que es el agua” como explica Romero, la agricultura “se ve gravemente amenazada dada las inclemencias de tiempo y la falta de lluvia que llevamos padeciendo en estos últimos años” lo que ha dado pie a “tener falta de agua para las principales huertas del municipio, sin olvidar el Decreto de Sequía establecido a nivel de toda la Comunidad Autónoma”. Instalar este macroproyecto encima de la principal zona de recarga del acuífero pone en riesgo el agua del acuífero. Sin embargo, la Junta de Andalucía “ve inversión y trabajo y lo meten por aceleración, ya que, declarar estratégico es simplificar la tramitación” manifiesta Casal, preocupada ya que “la utilización de agua de Trascendence es menos que la del anterior proyecto, lo que ha implicado aprobación de proyecto”. También es importante mencionar que el proyecto es promocionado por la familia Ardid Martínez-Bordiú, bisnietos de Franco. Mientras Juanma Moreno acude a la Unión Europea en busca de ayudas para la sequía, aprueba este tipo de proyectos hasta el punto de empezar la planificación de 15 plantas de Hidrógeno Verde, que requieren también una gran cantidad de agua.
“Mantener informada a la población y desarrollar un trabajo colaborativo con las distintas Administraciones afectadas y colectivos ciudadanos para sensibilizar sobre la importancia del medioambiente en el territorio y la defensa de nuestro manantial”, son parte de las reivindicaciones de la Mesa del Agua de Coín. La mesa, constituida a principios de septiembre de este año, está formada por la Asociación Cultural Medioambiental Jara, la Fundación García Agüera, la Asociación Coín en Transición, la Asociación Bosque Humano, la Asociación Valle Natural Río Grande, la Asociación Khosmos, la Comunidad de Regantes La Calerita, la Asociación de Montaña Rocadura, la Asociación de Vecinos Paraje de Albuqueria, la Asociación Plataforma en defensa del territorio, Coín por el Clima - Fridays for future, la Asociación Viva Coín, Fotógrafos de Matagallar, Asociación Feminista de Mujeres Rurales Malagueñas y Algarbía en Transición. Esta última es un colectivo de productoras y productores que se juntan en el Mercado de Coín, promoviendo productos de Guaro y Cártama.
Andalucía
“Andalucía es especialmente vulnerable a los megaproyectos”
En su recogida de firmas, la Mesa del Agua deja claro de Llanos de Matagallar es un “pilar vital de nuestro pueblo, alimentando huertas y abasteciendo a toda la comunidad desde tiempos inmemoriales” y pone de manifiesto los tres objetivos principales: impedir el proyecto urbanístico Trascendence situado sobre el acuífero de Sierra Blanca, descatalogar la zona como urbanizable y lograr una figura de protección. Algarbía en Transición, para proteger la Sierra de las Nieves de los megaproyectos fotovoltaicos, apuesta por la compra comunal de terrenos para protegerlos del avance de los mega proyectos que no tienen en cuenta ni la soberanía alimentaria ni la energética.
La Asociación Valle Natural de Río Grande se encuentra realizando la Ruta de la Placa, una iniciativa de mapeo de los entre 600 y 1000 megaproyectos de fotovoltaicas previstos en Andalucía. Se tratan de distintas formas de resistencia de territorios rurales en continua amenaza que se niegan a ser zonas de sacrificio en este conflicto por el agua.