Ecologismo
Fridays For Future Sevilla: “No sabemos si nos harán caso, pero quedarnos calladas no es una opción”

Y no es una opción porque se trata del futuro... El movimiento de emergencia climática está revolucionando las redes y se extiende por las urbes del Norte Global.

Fridays for Future
Concentración en Madrid contra el cambio climático el viernes 1 de marzo de 2019. David F. Sabadell

Activista e investigador de la Universidad Pablo de Olavide

12 mar 2019 09:00

Todo parece comenzar con Greta Thunberg y sus impactantes discursos en la conferencia en la Cumbre Climática de la ONU, la conferencia de Davos o el en Parlamento Europeo, invitada por su fuerte motivación a realizar huelga estudiantil todos los viernes en su ciudad, Estocolmo. Este movimiento estudiantil viene reclamando una acción inmediata y efectiva que permita frenar el cambio climático, orientando sus proclamas hacia las instituciones y hacia la gente, buscando movilizarse y tomar medidas drásticas que aseguren la viabilidad de nuestro futuro como seres humanos. El movimiento, que ya tiene presencia en grandes ciudades del Estado español como Madrid o Barcelona, se ha extendido a más de 30 provincias, donde este 15 de marzo se convocan marchas reclamando un futuro para todas de la mano de grupos de estudiantes universitarios.

Me reúno con siete integrantes del Grupo Local de Sevilla de Fridays For Future —convocante de la huelga— en el espacio social Lanónima, donde me reciben con miradas avergonzadas e ilusionadas mientras pintan sus pancartas y carteles para el viernes 15M.

¿De dónde procede el movimiento?
Todo esto surge por el discurso viral que Greta hizo, llamando la atención a los líderes políticos y diciéndoles que sabía que su discurso volvería a ser ignorado nuevamente, pero que no podía perder la oportunidad de volver a denunciarles y decirles a la cara su decepción generalizada. Eso es algo que nos mueve profundamente a todas las estudiantes que nos congregamos en los distintos lugares donde hay manifestaciones, y lo que creemos que ha impulsado este movimiento. No sabemos si nos harán caso, pero quedarnos calladas no es una opción porque estamos hablando de nuestro futuro. Nuestra “bonita Europa” está empezando a ver desastres, pero estos desastres recorren el globo, vemos refugiados climáticos, 50 ºC en Australia, nevadas en Hawaii, etc… Esto es algo que está sucediendo aquí mismo y tenemos que frenarlo.

¿Cuál es el objetivo de vuestra marcha este viernes 15 de marzo?
Queremos llegar a más gente, que se conciencien que tenemos que estar todas en esto, no solo a los políticos, que también, sino a la gente de a pie, que esto nos afecta a todas y ahora. Nos orientamos a la gente joven que no se ha movilizado aún, como nosotras, para que se den cuenta de que esto también les afecta y que juntas tenemos un poder grande. Las movilizaciones de todos los viernes, las cientos de miles de estudiantes que salen a la calle, eso tiene un impacto y tenemos que saberlo: frente al poder del estado y los empresarios, nuestra capacidad de movilizarnos y salirnos de nuestro rol de estudiantes para protestar, esa es la idea.

No me sirve de nada reciclar en mi casa si luego tenemos una estructura de poder, el Estado, que no deja de financiar energías sucias, fomentar el consumo masivo, el desperdicio...

Hay que tomarse en serio estos once años que tenemos hasta cuando está previsto el colapso y no es algo que podamos hacer individualmente: no me sirve de nada reciclar en mi casa si luego tenemos una estructura de poder, el estado, que no deja de financiar energías sucias, de fomentar el consumo masivo, el desperdicio, etcétera. Si las medidas fueran reales, si las políticas fueran justas, estas cosas no ocurrirían, por eso estamos aquí.

¿Cómo imagináis los siguientes pasos tras las movilizaciones?
Además de las manifestaciones para impactar en la gente, también tenemos planeado hacer talleres, actividades y jornadas para enseñar que hay otras formas de consumir y de vivir, para modificar nuestras conductas y reducir el impacto que nuestros modos de vida tienen. No nos queremos quedar en el impacto sobre los políticos de profesión, sino en que nuestra forma de vivir y de consumir es errónea y afecta a escala global. Los datos de la crisis climática están ahí, no es algo inventado, hace falta tomarlos en serio y aliarnos con espacios como éste, donde ya hemos organizado unas jornadas de emergencia climática para comenzar a concienciar.

¿Por qué creéis que este movimiento surge particularmente en el Norte Global?
Somos conscientes de que en los países del Norte Global es donde sobre todo se desarrollan estas manifestaciones, pero es que tenemos una responsabilidad que acarrear. Hemos llevado un tren de vida que los países del Sur Global han pagado, tenemos una deuda con ellos. Es difícil decir a China y a otros países que no extraigan sus recursos cuando nosotros, en el Norte Global, lo hemos hecho sistemáticamente, ¿cómo les decimos no te desarrolles como lo hemos hecho nosotros? Parece de guasa, por eso es importante concienciar y cambiar desde este contexto, desde los países del Norte Global y para el Norte Global. Somos los causantes y ha llegado el momento de decir “cambiemos nuestra conducta”.

La verdad es que somos sociedades egoístas las del Norte y hasta que no nos toca no nos damos cuenta…

Ahora nos estamos dando cuenta que los efectos están llegando a nosotros, cosas que antes no pasaba, y eso está haciendo de disparador del movimiento, porque la verdad es que somos sociedades egoístas las del Norte, y hasta que no nos toca no nos damos cuenta… Aunque también hay que decir que los que son egoístas de verdad son los de arriba, los gobernantes y élites económicas que no están pensando en nosotras, por eso nosotras, las de ahora y las que vengan, pensamos en nosotras pero también en otras personas que vengan después, no podemos dejarles un escenario como el que con toda previsión se nos viene encima.

¿Es la primera vez que os movilizáis? ¿Habéis participado en otros movimientos?
De esta manera nunca antes me había movilizado, el año pasado varias de nosotras participamos en el 8M, fue cuando vimos que tomar la calle tiene un impacto en las conciencias, pero creo que de manera colectiva así, nunca antes…Varias de nosotras hemos participado en asociaciones ecologistas previamente, nos hemos formado con material en internet y en charlas y jornadas, pero no habíamos participado en ningún movimiento como tal.

Cada día nueva gente se pone en contacto con nosotras y se juntan en el grupo

Tenemos el apoyo de muchas asociaciones ecologistas, eso es verdad, pero nos dejan llevar el liderazgo, hacer lo que queremos y ser protagonistas de las movilizaciones, y eso nos encanta. Cada día nueva gente se pone en contacto con nosotras y se juntan en el grupo, hoy mismo he conocido en persona a 3 nuevos miembros que han llegado aquí a pintar la pancarta y eso es ilusionante. Nos contactan incluso desde institutos, AMPAS y asociaciones del alumnado que son conscientes de la problemática, y quieren hacer algo colectivo. Quizás las redes sociales e internet han contribuido a ello y empiezan a surgir otras voces, niñas de otras generaciones que son como pequeñas “Gretas”, que tienen un discurso que denuncian la situación de manera contundente, hay un ejemplo en Galicia que es genial...

¿Creéis que Greta es una nueva lideresa mundial? ¿Qué opinión os merece aquellos que la critican?
A mí me parece que Greta es de admirar, pero me da miedo que se centre toda la atención sobre ella y tan pequeña, porque si comete un error todo el movimiento se compromete. Por eso tenemos que tener respeto hacia ella, pero quizás concentrar tanto la voz en una sola persona puede ser problemático. Creo que puede haber fagocitación de la voz de Greta por parte de entidades ajenas como hay intentos de hacerlo con el feminismo y aprovecharse del tirón, pero en este momento no está pasando con el movimiento de emergencia climática, veremos después del 15M. Todo dependerá de la magnitud de la marcha, a lo mejor después la clase política se da cuenta, y ahí tendremos que debatir qué hacer, que peligros tenemos, etc.

¿Compartís alianzas y reivindicaciones compartidas con otros movimientos?
Compartimos mucho con el 8M, de hecho uno de los carteles dice que no puede haber justicia climática si no hay justicia hacia las mujeres. Marcharemos el 8M pero no agrupados detrás de una misma pancarta, eso lo haremos el 15M. El ecologismo debería ser como el feminismo, interseccional, no podría ser de otra manera. No puede haber contenedores de reciclaje por toda la calle o calles super limpias, con paneles solares y verdes, y que luego se vaya a una mina fuera de tus fronteras a explotar a trabajadoras y a robar todos los recursos. Esperamos que el movimiento siga por ahí, que sigamos siendo pacifistas, que seamos feministas, etc. Cuando hablamos de un futuro mejor no podemos quedarnos en las reivindicaciones ecologistas, ahí entra el feminismo por ejemplo, nos vemos influidos, apoyando y entrelazados con otras reivindicaciones, sí. El problema básico es que si queremos un futuro mejor hay que cambiar el sistema, ese es el gran problema…

¿Creéis que el movimiento tiene una base anticapitalista?
Al final el capitalismo lo abarca todo, hacer algo fuera del capitalismo es muy difícil. Si nadie tuviéramos móvil no podríamos haber divulgado este movimiento como lo hemos hecho. A mí me encantaría un anticapitalismo total, pero a día de hoy hacer algo fuera del sistema aún es imposible... No obstante, creo que nuestro movimiento, en definición, como se enfrenta a la emergencia climática y ésta es indisoluble con el crecimiento económico y el beneficio de las multinacionales, sí debe ser anticapitalista en sus principios, y creo que en un futuro sostenible no podría existir semejante acumulación, crecimiento económico sin freno y producción masiva.

El capitalismo no cuadra con un futuro ecológico, si queremos restaurar los ecosistemas, si queremos frenar la emergencia, debemos mirar atrás, a cómo estaba antes, y el capitalismo hace lo contrario, necesita siempre avanzar y crecer sin parar. Hay que precisamente deshacer lo que el capitalismo ha producido. De hecho ese es mi miedo, que se consiga frenar las emergencias climáticas pero beneficiando solo a algunos lugares, los más ricos, y que se aprovechen los países considerados como “desarrollados” en detrimento del resto de países.

¿Pensáis que la ciudad es el lugar desde donde ejercer el cambio, o el cambio debe ser hecho desmontando las ciudades?
Efectivamente pero esto creo que empieza con todo, las grandes manifestaciones suceden en la ciudad porque ahí es donde confluyen muchas formas de pensar, hay más diálogo, mientras que en los pueblos cuesta más entrar. De todas formas, varias de las que estamos aquí somos de pueblos cercanos a Sevilla, hemos confluido en la universidad porque la universidad está aquí, pero creo que depende de los entornos en los que te muevas. El hecho de que tengamos capacidad de conectarnos por telecomunicaciones rompe esa barrera de movilización, lo que no quita que tengamos que repensar profundamente las ciudades y su rol. A mí, por ejemplo, me entusiasman las ecoaldeas, me parece que son unas de las grandes ideas: gente viviendo en comunidad, más horizontal, respetando el ecosistema...

Estamos perdiendo la capacidad de interaccionar con la gente, de respirar el aire y eso no puede ser.

Pero eso es una mínima parte porque la gente vive en la ciudad, y es ahí donde se tiene que trabajar, conectando a la gente, dando y generando información, proponiendo debates, compartiendo saberes y conocimientos. Creo que una parte de nuestro movimiento va por ahí, queriendo que se vuelvan a tejer relaciones entre la gente y que en esos intercambios la cuestión climática tenga presencia. No existe un futuro tecno-optimista donde todo sean robots que hagan todo y no tengamos que interaccionar con nada, estamos perdiendo la capacidad de interaccionar con la gente, de respirar el aire y eso no puede ser.

¿Cómo os imaginaríais una transición hacia un horizonte que os guste u os inspire? ¿Hacia dónde querríais avanzar?
Habría que poner leyes más restrictivas, eso es algo que lo sabemos, tendremos que pasar por racionalizar algunas cosas. Se tendrían que regular los coches, los centros comerciales, el desperdicio y los residuos. Eso les corresponde a día de hoy a los políticos. Se tendría que regular la producción y consumir en base a necesidades reales, no como ahora que se fomenta el consumo sin parar y es un círculo vicioso. Pero también varias de nosotras nos lo imaginamos con la autogestión, tener círculos sociales más pequeños desde donde tener un consumo y una producción acorde con los límites ecológicos, hacer huertos propios con asociaciones de vecinos que permitan tener un autoconsumo razonable, etc… Yo me lo imagino como círculos de gente concéntricos y que se ayuden mutuamente, siempre desde el autosustento, y lo que no tengan lo van a buscar a otro círculo. Sé que es un poco inocente pero es mi idea. Pero para todo ello, es necesario volver al principio, a concienciarnos de que el cambio climático está aquí, y romper la barrera del rechazo con “es que es complicado, es que no se puede hacer”. Hay que intentarlo porque estamos hablando de nuestro planeta, no podemos ignorarlo.

Manifestación en sevilla...
El grupo de #FridaysForFuture parte el 15 de marzo a las 12.00h desde Plaza Nueva bajo el lema “No Hay Futuro Sin Planeta” y convocan por la tarde junto con otras organizaciones unas jornadas de debate sobre emergencia climática. Por la tarde y junto a otros colectivos, se realizará la jornada "emergencia climática: ¿Pasamos a la acción?" A las 17.00 en Lanónima, pasaje Mallol, 16
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Green European Journal
Green European Journal ¿Es posible una Inteligencia Artificial verde y justa?
Los líderes mundiales y los inversores privados se pelean por hacerse un hueco en la fiebre del oro de la inteligencia artificial, cuyo planteamiento de base debe cambiar si queremos impulsar una revolución ecológica y socialmente justa.
Sphera
Soberanía alimentaria Sembrar zanahorias, recolectar comunidad
Una comunidad que sostiene la agricultura es un grupo de personas que alquila tierra y contrata a agricultores para cultivar. Es la forma de obtener frutas y verduras de kilómetro cero.
Ecologismo
Ecotopías Los mundos que sucedemos
“Los mundos que sucedemos” ha sido uno de los relatos finalistas del II Certamen de Relatos Ecotópicos de Ecologistas en Acción
#31594
13/3/2019 21:43

Sánchez, Casado, Abascal...pensad en vuestros hijos!!

0
0
#31593
13/3/2019 21:42

Los mayores ya habeis vivido vuestra vida. ¿Qué hay de la nuestra?

0
0
#31592
13/3/2019 21:41

La Tierra es demasiado bonita para mancharla con petroleo.

1
0
#31591
13/3/2019 21:40

Todos los viernes a reunirse y sacar los colores de vergüenza a estos políticos inútiles.

1
0
#31590
13/3/2019 21:39

Si los adultos no podeis. Es nuestro turno!!

1
0
#31589
13/3/2019 21:38

La VOZ de las personas jovenes podrá con la VOX negacionista.

1
0
#31587
13/3/2019 21:36

Orgulloso de estas nuevas generaciones.
Con estas chicas todavía tenemos esperanza.

0
0
#31586
13/3/2019 21:34

GRETA SEÑALO LA GRIETA Y SUS AMIGAS LA SIGUEN

0
0
#31575
13/3/2019 17:17

Pobres niñas engañadas y alineadas. Solo son borregos siguiendo las modas que dictan las multinacionales.

0
7
#31585
13/3/2019 21:33

Y tu uno de esos adultos que les está robando el futuro. ¿Qué mundo de mierda les vas a dejar? Pregúntatelo y piensa si tienen que quedarse resignadas de brazos cruzados.

3
0
#31588
13/3/2019 21:37

Pobres todos nosotros si no actuamos.

2
0
8 de marzo
Mapa del 8M Mapa | Todas las convocatorias de este 8 de marzo
El Salto publica en adelanto exclusivo el mapa de convocatorias del 8M de IK Press, que se actualizará de forma permanente hasta la víspera del 8 de marzo.
Opinión
Opinión La ultraderecha racista avanza en España gracias al PSOE
El deseo recién cumplido de Junts se basa en dos vertientes: ganar terreno a Alianza Catalana y a Vox, que no olvidemos también acumula votantes en el territorio, y manejar los fondos vinculados a la migración.
Burorrepresión
Guadalajara Los “8 de Caixabank” mantendrán su insumisión judicial tras la condena
El Juzgado de lo Penal de Guadalajara les ha condenado en primera instancia por un delito de resistencia a la autoridad y les impone una multa de 7.200 euros.
Fronteras
Fronteras Huyendo de la violencia para quedar atrapados en las calles de Melilla
Al menos 14 personas se encuentran en la calle desde el 27 de febrero porque el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) en Melilla les niega el acceso a pesar de haber obtenido una cita previa de asilo.

Últimas

Argentina
Argentina Las demandas contra Milei por el criptogate se extienden por EEUU, China y España
El presidente argentino intenta desviar la atención de un escándalo de dimensiones internacionales que lo tiene como protagonista.
Green European Journal
Green European Journal ¿Es posible una Inteligencia Artificial verde y justa?
Los líderes mundiales y los inversores privados se pelean por hacerse un hueco en la fiebre del oro de la inteligencia artificial, cuyo planteamiento de base debe cambiar si queremos impulsar una revolución ecológica y socialmente justa.
Almería
Andalucía Almería premia por el 8M a la directora de un colegio privado y cristiano que segrega por sexos
El Ayuntamiento de Almería, gobernado por el PP, ha otorgado el premio 8M a la directora del colegio Altaduna-Saladares, Gabriela Roldán. Un centro educativo vinculado al Opus Dei y con una enseñanza segregada por sexos.
Chile
América Latina El posible regreso de Bachelet sobrevuela el inicio del año electoral en Chile
La expresidenta socialista se dibuja como la única figura política capaz de contener el avance de las derechas. Sin embargo, todavía está lejos de estar claro si se presentará o si su popularidad será suficiente para vencer a la conservadora Matthei.
Formación El Salto
Formación El Salto La Escuela de Periodismo Crítico vuelve con dos nuevas propuestas que van más allá de lo periodístico
Presentamos dos cursos centrados en el posicionamiento cultural crítico, tanto a la hora de escribir como de interpretar los mensajes que llenan cada vez más cabeceras y redes sociales.
Más noticias
China
Pulsos bajo el cielo Xiaowang, un conjuro para repartir el poder
Xiaowang, entre el hardcore y el kawaii, nos invitan desde Beijing a realizar un conjuro con su último album, Kachacha. Con ellas hablamos sobre la cultura del esfuerzo y ser feministas en la escena DIY de la capital
Estados Unidos
Análisis Trump, la naranja mecánica
La rueda de prensa entre el presidente de los Estados Unidos y su homólogo ucraniano fue una muestra de una humillación pública al más alto nivel.
Economía social y solidaria
Economía Social Empresas cooperativas, una forma de economía democrática
FAECTA y la Universidad Pablo de Olavide presentan a los estudiantes universitarios unas jornadas en las que ponen el foco en la economía social y las empresas cooperativas en Andalucía.

Recomendadas

Música
Jaume Sisa “Llegar a ser tú la obra de arte es el ideal más bello que pueda existir”
Asegura que hace mucho tiempo que decidió no celebrar nada, pero el cantautor galáctico Jaume Sisa está de cumpleaños: su disco ‘Qualsevol nit por sortir el sol’ ha alcanzado el medio siglo.
Madrid
Madrid Inquilinas despliegan decenas de piquetes para ampliar la lucha antirrentista e impulsar huelgas de alquileres
Estos grupos agitativos territoriales, que se mantendrán a lo largo de los próximos meses, se han distribuido por distritos y barrios de Madrid como Villaverde, Lucero, Vallecas o Leganés.
Mozambique
Neocolonialismo La expansión del eucalipto en Mozambique para la papelera europea
VV.AA.
La creciente demanda de celulosa en Europa está dando lugar a nuevos mercados y a la expansión de las plantaciones de eucalipto en Mozambique. Pero algunas comunidades rurales ahora quieren recuperar la tierra que han perdido.
Feminismos
June Fernández “Estoy abierta a reconocer modelos en los que haya personas cuyo rol sea gestar”
La periodista June Fernández publica ‘Sueños y vasijas’, un volumen sobre la gestación subrogada que no quiere sacar a nadie de su posición, pero sí sumar elementos para analizarla con perspectiva feminista.