We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Deuda
El marquesado de Larios y su chantaje de deuda para construir un campo de golf en tierras de cultivo
La historia tiene lugar en Nerja, un pueblo de la provincia de Málaga de poco más de 20.000 habitantes, situado en la costa mediterránea de Andalucía.
En Maro, pedanía de Nerja de 600 habitantes, la familia de la casa Larios es dueña del cien por cien de las tierras. Quiere transformar 200 hectáreas de tierra cultivada por unas 150 familias en un complejo turístico reservado a los ricos: un campo de golf exclusivo de 18 hoyos, un hotel de 5 estrellas y 680 viviendas de lujo.
Contra sus planes se ha organizado un colectivo, con el nombre ‘Otro Maro y Nerja es posible’, que se opone a este proyecto inmobiliario de lujo, lindante con el Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo.
La deuda juega un papel importante en este asunto. De hecho, el Ayuntamiento de Nerja ha contraído una deuda bastante elevada con la empresa de la familia Larios, que la está utilizando para conseguir sus objetivos. Pretende firmar un convenio con el Ayuntamiento de Nerja por el que la deuda se canjearía por el cambio de estatus (“recalificación”) del suelo agrícola por el de suelo urbanizable más los costes municipales para urbanizarlo. El Ayuntamiento ha estado tradicionalmente controlado por el Partido Popular, una formación política que en la región tiene excelentes relaciones con la familia Larios.
Especulación urbanística
La excusa perfecta para arrasar el litoral andaluz
Al igual que otras administraciones autonómicas, el Gobierno andaluz ha tomado medidas de desregulación ambiental y urbanística amparándose en la necesidad de reconstrucción económica. Las organizaciones ecologistas y sociales temen una vuelta a la economía del ladrillo.
El colectivo en defensa de la zona agrícola y sus ocupantes, rechaza en cualquier caso la construcción del campo de golf y otras instalaciones de lujo, y denuncia el carácter ilegítimo de las deudas reclamadas por la familia Larios por unos terrenos ocupados y cedidos al Ayuntamiento de Nerja. Consideran que están sobredimensionadas, según denuncian en su estudio económico, donde terrenos de Protección Especial Agrícola (PEA) se tasan a precio de Suelo Urbanizable Programado (SUP) sin serlo, beneficiando de esta forma a la familia Larios y repercutiendo casi la mitad de la deuda entre la ciudadanía nerjeña.
Entre 2015 y 2019, el PP fue sustituido por un Gobierno municipal formado por la alianza entre el PSOE, Izquierda Unida y Podemos. Cabía esperar que esta mayoría hubiera tenido en cuenta activamente las medidas propuestas por el colectivo ciudadano para la defensa de la zona agrícola, pero no fue así.
En 2019, el PP ha vuelto al poder en la ciudad y quiere concretar los acuerdos con la familia Larios para construir el campo de golf mediante un convenio que aún está pendiente de aprobación en Pleno municipal. Por supuesto, esto supone el desalojo de las familias arrendatarias con Larios que no son propietarias de las tierras que cultivan.
La empresa de la familia Larios ha emprendido una campaña de comunicación para convencer a la opinión pública del carácter beneficioso de su proyecto en términos de ecología, paisaje y creación de empleo. En un vídeo publicitario de siete minutos, la empresa Larios alaba su proyecto. Merece la pena verlo.
En los terrenos donde la familia Larios proyecta su plan urbanístico hay un Lugar de Memoria Histórica de Andalucía
Se trata de pura propaganda, que no oculta que el proyecto se dirigirá a un sector ultra minoritario y muy privilegiado de la población del país y turistas extranjeros, y que destruirá un paisaje natural privilegiado y protegido con una rica historia dedicada a la agricultura, expulsará a las familias arrendatarias y arrasará el abundante patrimonio arqueológico preindustrial, industrial y del agua vinculado a la producción agrícola durante más de cuatrocientos años. Además, en los terrenos donde la familia Larios proyecta su plan urbanístico, aún se conserva un tramo de 930 metros de la antigua carretera a Almería, escenario de La Desbandá durante la Guerra Civil y declarado Lugar de Memoria Histórica por la Junta de Andalucía.
Es posible en firmar el manifiesto en contra del ‘Plan Larios’ en la web de la plataforma ‘Otro Maro y Nerja es posible’.
La familia del marquesado de Larios
La familia del marqués de Larios es famosa. El marquesado de Larios fue creado por la reina Isabel II en 1865.
Una impresionante estatua del “Marqués” se alza en medio de una plaza de la capital malagueña y su calle principal lleva su nombre. El monumento es un conjunto escultórico realizado por el autor predilecto de la época, Mariano Benlliure, en 1899 y está situado en la Alameda Principal, frente a la calle dedicada al marqués. La foto de la estatua y su historia hablan por sí mismas.
A los pies de la estatua, de varios metros de altura, una mujer tiende un niño al marqués, que está encaramado en lo alto. A los pies de la estatua hay también un “trabajador” representado alegóricamente. En 1931 con motivo de la proclamación de la II República española, los trabajadores en lucha arrojaron la estatua del marqués al mar y colocaron en su lugar la estatua del trabajador en el pedestal.
Tras la toma de Málaga por las fuerzas fascistas y una vez terminada la guerra se ordenó el rescate del marqués del fondo del mar, devolviéndolo a su lugar original en 1951, y el “Trabajo” volvió a los pies del señor Marqués...
La familia Larios es una de las grandes familias capitalistas de esta región. Sus activos se estiman en 700 millones de euros, principalmente en bienes inmuebles.
Cuando visité la zona agrícola que la familia Larios quiere convertir en un campo de golf, en la conversación con mis interlocutores, el marqués aparece constantemente. El marqués y sus representantes están siempre presentes en la mente de las familias campesinas.
La empresa capitalista de la familia Larios se llama Sociedad Azucarera Larios S.A. (SALSA), recientemente rebautizada como SALSL.
La familia es influyente en la región, y la clase política tradicional procura mantener buenas relaciones con ella.