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Dependencia
Piden a la Cruz Roja que no cierre un centro de día para personas con alzhéimer
“El centro de día lo tenían pensado cerrar hace año y medio , pero hasta hace unos meses no lo supimos”. Con esta sorpresa e indignación cuenta Miguel Ángel, hijo de unas de las beneficiarias del centro de día para personas con alzhéimer Muguet en Carabanchel, la noticia de que el centro cerraba. Su madre, que lleva acudiendo a este lugar 20 meses, necesita una rutina, conocer a las cuidadoras y sentirse segura debido a la enfermedad degenerativa que hace que los enfermos no tengan muy mermado su estado cognitivo. “Estamos preocupados porque todo lo que pierdan ahora con el cambio no lo recuperarán”, explica Miguel Ángel, que junto con otras familias y con el respaldo de la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto están tratando de parar el cierre.
El próximo 28 de febrero, el centro, que atiende a 30 mayores y que cuenta con una plantilla de 23 personas, cerrará sus puertas. “Queremos que busquen una solución -explica-, que se sienten con el ayuntamiento, más que sentarse con nosotros. Ya nos da igual que nos hayan ocultado el cierre, que nos hayan mentido, solo queremos que los últimos años los pasen sin incertidumbre y sin miedo”. Los familiares, que organizaron una protesta en la puerta del centro el pasado miércoles, se pusieron en contacto por carta tanto con el Ayuntamiento como con la Cruz Roja al enterarse del cierre con desigual resultado. El ayuntamiento les remitió una carta explicando lo sucedido, con hechos que desconocían los familiares.
En esa carta se explica que la nueva licitación quedó desierta, “es decir”, puntualiza Lucrecia Adeva Pérez, Directora General de Mayores del Ayuntamiento en su carta a la asociación de vecinos Carabanchel Alto, “Cruz Roja, actual prestataria del servicio, no se ha presentado a la licitación convocada para ese lote concreto”. “Compartimos con ustedes el desconcierto de las razones que hayan podido impulsar a la entidad a no presentarse a dicha licitación, dado que no se ha producido ningún inconveniente reseñable en el transcurso del presente contrato”, explica el Ayuntamiento que incluso califica de “muy favorable” el trabajo del equipo de profesionales y de los responsables de Cruz Roja.
Residencias de mayores
Residencias Goteras e inundaciones en una residencia para personas con alzheimer
En esa misma carta, el Ayuntamiento se compromete a dotar de una alternativa a los beneficiarios del centro de día “en la medida de nuestras posibilidades, y lo más cercano a su domicilio, siempre que sea posible”. “Imagínate llevarla a un centro nuevo, con gente nueva, entra en pánico”, explica Miguel Ángel, que tiene mucho miedo de que un cambio así, que ni siquiera saben si será temporal o fijo, pueda empeorar el estado cognitivo y de salud de su madre.
“Lo que planteamos es que si se cierra, que sea una situación transitoria, pero que pronto haya nuevas plazas municipales. Estamos porque haya una gestión directa pública, no privada como es ahora con la Cruz Roja”
Esa consecuencia es la que ha hecho que desde la Asociación de Vecinos de Carabanchel Alto se involucren y apoyen a los familiares contra el cierre. “Apoyamos por la situación humana que se produce, el prejuicio que va a ver si les cambian de centro y personal”, explica Pedro Casas, portavoz de la asociación vecinal. “Lo que planteamos es que si se cierra, que sea una situación transitoria, pero que pronto haya nuevas plazas municipales. Estamos porque haya una gestión directa pública, no privada como es ahora con la Cruz Roja”, comenta. Referente a si ve posible que les desplacen a centros de día en la zona, Casas entiende que es lo de menos, que lo importante es “el cambio de personal, que se encuentren desubicados y con miedo los mayores”.
El futuro del personas, en el aire
Sobre el personal también se pronuncian los familiares, sobre los que solo tienen alabanzas y también se preguntan por su futuro. “A nosotros nos han dicho que hasta los últimos días no les dirán qué van a hacer con ellos”, comenta Miguel Ángel, que enfatiza el buen trato y la excelente relación del personal con los enfermos de alzhéimer. “Nos sentimos indignados, pero eso es lo de menos, lo que queremos es que mantengan el personal. Son personas con vocación, que les quieren”. “Con la vida que han pasado nuestros mayores -continúa Miguel Ángel-, con guerra, hambre, luchar por sacarnos adelante, la pandemia, no se merecen esto”.
Desde Cruz Roja explican a El Salto que su objetivo es “ofrecer respuestas complementarias a la administración pública”. “En el caso de los centros de día está cubierta y garantizada, por la competencia del ayuntamiento”, explica a la vez que añaden que los costes han sido una parte de la decisión y que en cuanto a las personas mayores han detectado otras necesidades, como programas contra la soledad no deseada o por la brecha tecnológica. Respecto a los trabajadores, aún no está el proceso cerrado de qué pasará con ellos, confirman. “Estamos todavía con el proceso y apostamos porque el impacto sea el mínimo posible. Se está haciendo un seguimiento, viendo si hay opciones de traslado aunque imagino que no está cerrado”, asegura la entidad.
La dificultad radica en que ninguna otra empresa puede gestionar el centro de día ya que las instalaciones se encuentran dentro de un edificio propiedad de Cruz Roja
Referente a las soluciones, lo que plantean desde los familiares es que Cruz Roja replantee su postura de no volver a licitar el centro. La dificultad radica en que ninguna otra empresa puede gestionar el centro de día ya que las instalaciones se encuentran dentro de un edificio propiedad de Cruz Roja. “Nos dijeron que no podían hacer nada porque son una empresa privada, pero no es una empresa privada, está recibiendo fondos multitudinarios de todas las administraciones. Parecen franquicias, que abren para otra cosa porque les dan más dinero”.
Una indignación que comparten desde la asociación vecinal que les apoya y que considera que “la entidad que se da de ser una ONG importante ni ha respondido a nuestras cartas, se está comportando muy mal. Se supone que los sorteos y el dinero que saca de la venta de sangre es para estas cosas, pero no”. “Los directivos de Cruz Roja -explica el familiar-, que son quienes han tomado esta decisión, deben saber que es inhumano. Tengo un panfleto de 2021 en el que dice ‘apoyemos a nuestros mayores’ cuando la decisión ya estaba tomada”.