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Culturas
Tino Villanueva: “La comunidad chicana va a tener que responder a las políticas de Trump en las urnas”
Tino Villanueva, poeta y escritor chicano, es uno de los autores de referencia de la cultura chicana o mexicoamericana. En su obra otorga especial importancia a la memoria, pues lo considera un elemento fundamental para “no olvidar la historia que no aparece en los libros de texto”.
Tino Villanueva nació en Texas (Estados Unidos) en 1941, en el seno de una familia migrante. Sus orígenes y su infancia condicionaron no solo su forma de contemplar el mundo, sino también de reflejarlo en versos. Versos en los que, utilizando de manera fluida tanto el español como el inglés —a veces incluso entremezclándolos—, sumerge a quien le lee en las raíces del pueblo chicano y muestran con orgullo su identidad como mexicoamericano.
Su capacidad de esfuerzo y superación le han hecho alcanzar importantes reconocimientos. Villanueva es catedrático emérito de la Universidad de Boston y durante su trayectoria profesional ha impartido clase en prestigiosas instituciones norteamericanas. Sus méritos académicos, pero sobre todo su producción poética y el compromiso que encierran sus versos, han llevado a que recientemente haya sido investido Doctor Honoris Causa por la Universidad Miguel Hernández de Elche.
En su obra aparecen varios elementos que hacen referencia a su infancia. ¿Cómo fueron sus primeros años de vida?
Nací en 1941 en el seno de una familia campesina de obreros migrantes, en un pequeño pueblo que carecía de industria. Dependíamos de los cultivos, principalmente de la recolección de algodón, a la que desde muy pequeño me tuve que dedicar. Y lo odiaba; como niño quería jugar a los trompos, a las canicas o al béisbol, deporte del que era fanático. Un verano que yo estaba jugando a este deporte mi madre tuvo que sacarme del equipo porque se acercaba la temporada de la pizca de algodón. Mi entrenador vino a casa para decir que me necesitaban, pero ella, con su escaso inglés, contestó “not posible, he has to work”. Lo recuerdo perfectamente porque quería seguir jugando.
¿Los siguientes años fueron mejores?
Hasta la edad de 16 o 17 años yo invertía unos siete meses de cada año a ese trabajo. Estaba fuera de San Marcos, llevaba una vida nómada siguiendo las cosechas. Me perdí muchas cosas de la escuela. Pero cuando tenía unos 19 años le dije a mi madre que no quería ir a pizcar algodón y conseguí trabajo limpiando y ayudando en la cocina de un restaurante que había abierto una familia chicana a la que conocía. ¡Quién iba a imaginar que un día esas experiencias aparecerían en mis poemas! Mis primeros versos no tenía nada que ver con mi vida.
¿Sobre qué escribía?
Temas eternos: la vida, la muerte, la belleza... Yo era una tabula rasa. Cuando por fin llegué a la universidad, para mí la poesía era lo que leíamos en clase; a los poetas románticos ingleses. Yo imitaba lo que conocía porque quería sonar así. Solo después empiezo a escribir versos tan confesionales sobre mí, sobre mi familia y sobre la comunidad mexicoamericana.
Al principio imitaba a los poetas románticos ingleses que estudiábamos en clase. Solo después empecé a escribir poemas sobre mí, mi familia y la comunidad mexicoamericanaEn su obra utiliza tanto el inglés como el español, a veces intercalándolos en el mismo poema.
Creo que escribir textos híbridos —existen muchos términos para definirlos— fue una moda. Recuerdo que cuando empecé a leer a Alurista, que para mí es el padre de este tipo de composiciones, no entendía por qué mezclaba idiomas, pero poco a poco me convencí de que era bueno poner en valor que sabíamos emplear ambas lenguas. Lo hago en mi primer y segundo libro, pero dejé de hacerlo. Mi tercer libro, Crónicas de mis años peores, está íntegramente en español. Y So spoke Penelope lo escribí en inglés. Penelope me parece un personaje fascinante del que Homero apenas cuenta nada, por lo que intento rellenar ese vacío con 32 poemas en los que ella está en el centro de su propio drama.
Música
Piñata Protest, punk rock como el que hacía la abuela
Reflejar en arrebatos punk de dos minutos la multitud de culturas que conviven en Texas es una de las premisas que guían a Piñata Protest. Honrar el legado de quienes construyen Estados Unidos llegando desde fuera, otra. Y montar una buena fiesta, la tercera.
En 1848, tras una guerra entre Estados Unidos y México, se firma el Tratado de Guadalupe Hidalgo, que dice que todo mexicano que reside al norte del río grande pasa a ser, automática e inmediatamente, ciudadano norteamericano. Pueden conservar sus propiedades, pero tienen un año para decidir si quieren “quedarse en Estados Unidos” —que antes era México— o volver a México. La mayoría decide quedarse en lo que hoy es EE UU: son lo que luego se conocería como mexicoamericanos. Aunque no aparezcamos en los libros de texto, las personas que se dedican a editarlos deben considerar que hay también una historia femenina, afroamericana y mexicoamericana.
Hablando de historia mexicoamericana, ¿qué paso el 29 de agosto de 1970?
En los años 60, cuando EE UU estaba involucrada en la Guerra de Vietnam, nos dimos cuenta de que el porcentaje de bajas de soldados chicanos o mexicoamericanos era tremendo en proporción al porcentaje demográfico. Eso tenía que terminar. En la manifestación del 29 de agosto de 1970, la Moratoria Chicana, 30.000 personas salieron a las calles de Los Ángeles para protestar contra la guerra en general, pero específicamente sobre el exceso de muertes chicanas. Hubo tres o cuatro muertos porque la policía actuó de forma un poco agresiva.
Estados Unidos
“Fuck la Migra!”
La administración Trump ha decidido procesar con delito criminal a toda persona que cruce la frontera, lo que provoca que los hijos sean separados de sus progenitores. Inmigración ha abierto procesos de deportación a reconocidos activistas que llevan años luchando por la regularización de los inmigrantes sin documentos.
Dedica uno de sus poemas, “Chicano is an act of defiance”, al periodista Rubén Salazar.
Rubén Salazar fue un reportero chicano que ya tenía cierta fama. En esta protesta, cuando los policías empezaron a tirar bombas lacrimógenas, él encontró refugio en una cafetería. Desde fuera del establecimiento un agente disparó una de ellas al interior y el proyectil pegó en la cabeza del periodista y le mató. El hecho tuvo gran repercusión y la ciudad se volcó en pagar a la familia del cronista el pleito legal.
La Moratoria Chicana fue una respuesta al elevado porcentaje de bajas de soldados chicanos, tremendo en proporción al porcentaje demográfico¿Cómo responde ahora la comunidad chicana, si lo hace, a las políticas o comentarios racistas del gobierno de Trump?
Va a tener que hacerlo yendo a las urnas. Deberán ser más inteligentes y cuestionar qué representa este señor y echarle, votar por otro candidato o candidata. Cuestiones como tachar a toda una comunidad, en este caso la mexicana, de violadores o ladrones es algo político y responde a la voluntad de ganar votos de los sectores más conservadores. No sé si Trump de verdad se cree eso, creo que es una táctica política. Y también pienso que faltó una reflexión cuando se criticaron todos estos comentarios del presidente: ¿qué hubiera pasado si fuera 1918 y hubiera arremetido contra los italianos? No oí ese tipo de críticas, y creo que habría sido un análisis eficaz.
Música
Una nueva ola musical latina en la América de Trump
¿Puede que esto se deba a que la comunidad hispana no siente tanto su identidad?
No creo que sea eso, creo que es una cuestión de que los blancos anglosajones se sienten amenazados. Ya no son la mayoría absoluta, y es posible que pronto sean la minoría demográficamente hablando. Ya hemos tenido un presidente afroamericano, casi tenemos una mujer y quizás algún día tengamos un presidente o presidenta hispana.
Hace poco supe que Alexandra Ocasio-Cortez, candidata hispana, había vencido en las primarias demócratas de Nueva York. Me parece buena señal que haya una respuesta firme desde la comunidad latina o hispana. Igual que me parece buena señal ver firmas de poetas chicanos y sentir que no las reconozco, porque eso quiere decir que hay un relevo generacional.