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Catalunya
El confinamiento dispara las denuncias por identificaciones policiales por perfil racial en Catalunya
Tres meses en casa, sin gente en la calle, sin testimonios de situaciones racistas han traído aparejados dos porcentajes que suponen una novedad respecto al año anterior en el informe anual de SOS Racisme Catalunya: se ha disparado la infradenuncia un 14%, así como el número de denuncias incoadas por identificaciones policiales en la calle por perfil racial, que se ha elevado de un 39% en 2019 a un 74% en 2020.
“La excepcionalidad del confinamiento ha dificultado, aún más, nuestra capacidad de actuación, generando una mayor impunidad”, han recalcado sobre el descenso de casos que en 2020 pudieron llevar ante tribunales la coordinadora del servicio de atención y denuncia de SOS Racisme Catalunya, Alicia Rodríguez, y la coordinadora de incidencia, Gemma Ferreón, durante su presentación del informe Invisibles, estat del racisme a Catalunya.
Las responsables de la entidad catalana asocian la bajada de un 14% de las denuncias con la vulnerabilidad aparejada al confinamiento. En el 27% de los casos se debió sencillamente a que no pudieron volver a localizar a los denunciantes. “Es un porcentaje mucho más elevado que años anteriores, consecuencia directa del contexto provocado por la crisis sanitaria, que ha agravado la vulnerabilidad y las desigualdades de las personas que sufren racismo, debido a la precariedad laboral, problemas de vivienda y de salud”, sostiene Rodríguez.
“La excepcionalidad del confinamiento ha dificultado, aún más, nuestra capacidad de actuación, generando una mayor impunidad”, han recalcado desde SOS Racisme Catalunya
Denuncia por tipología
En total, en 2020 SOS Racisme Catalunya ha atendido a 590 personas, entre los que se han identificado 182 casos constitutivos de racismo, de los cuales 83 no se han podido denunciar y 99 se han denunciado, en contraposición con los 128 del año anterior. De los 28 casos asumidos de agresiones y discriminaciones entre particulares, más de la mitad (el 54%) se debe a conflictos entre vecinos, un porcentaje que ha descendido un punto respecto al año anterior, y que se origina desde conflictos con ruidos y olores hasta casos de acoso, que el confinamiento sí ha agravado.
Le siguen los 19 casos nuevos que implican a los cuerpos de seguridad pública, uno más que en 2019. El cambio ostensible se encuentra este años en que tres de cada cuatro denuncias (74%) están motivadas por identificaciones policiales de perfil racial en la calle, una práctica ilegal. Este año no se han incoado denuncias penales por agresiones de cuerpos policiales a personas particulares, dato que no significa que no las haya habido, recuerdan desde SOS Racisme.
El acceso a la vivienda, a la educación y a la salud protagonizan la discriminación en el acceso a los derechos sociales (10 denuncias), mientras que en el ámbito privado (12 denuncias) destaca negar el derecho a la admisión (42%) y la no prestación de servicios (50%).
Hay ocho denuncias por un presunto delito de discurso de odio, desde dos casos de grupos racistas en redes sociales a una denuncia contra el Ayuntamiento de Premià, que no borró con suficiente celeridad pintadas racistas.
Asimismo, la tipología más frecuente de situaciones identificadas como racistas que no se han traducido en denuncias son los abusos y discriminaciones por miembros de la seguridad privada (60%), la discriminación en derechos sociales (55%), las agresiones y abusos por parte de cuerpos de seguridad pública (54% ) y agresiones y discriminaciones entre particulares (44%).
Las responsables de atención e incidencias de SOS Racisme Catalunya destacan que en el 39% de los casos que no llegado a los juzgados tienen que ver con la desconfianza de la persona a iniciar cualquier procedimiento administrativo.