Crisis climática
Senegal y la tierra que desaparece

Saint Louis se extiende como un conjunto de tierras inconexas divididas por el gran río Senegal. Hoy sus playas desaparecen y las calles se llenan de aguas estancadas, al ritmo impuesto por el consumo energético de Occidente.
Senegal y la tierra que desaparece - 7
Una cabaña, antaño lugar de descanso para turistas, queda sumergida por las aguas del Lago Rosa (oficialmente conocido como Lago Retba), una pequeña joya naturalista situada al noreste de Dakar, Senegal, el 18 de diciembre de 2023. El entorno del lago suele caracterizarse por su alta salinidad y la presencia de algas unicelulares llamadas Dunaliella salina, que producen el pigmento rojizo característico. En los últimos meses, sin embargo, las lluvias torrenciales han empujado una gran cantidad de agua al lago, triplicando su profundidad habitual y disminuyendo su salinidad. Así, las algas dejaron de producir pigmentos coloreados y el lago se volvió verde. Según los hidrólogos, la continua dilución con agua rica en sedimentos podría hacer desaparecer para siempre tanto la sal como los microorganismos que dan color rosa al lago. Alessio Paduano

“Papá, llévame a la playa”. Hace apenas unas horas que Ousmane acaba de aterrizar en su lugar de origen. Es 2019 y vuelve a su tierra con su hijo y con su pareja. Salió de Saint Louis (Senegal) en 2008 y entremedias apenas volvió una vez, en 2011. Con las maletas aún sin deshacer, salen a la calle a buscar un taxi que, tras recorrer el famoso puente Faidherbe, les adentrará en la isla y luego les depositará a orillas del Atlántico.

Conocida como la Venecia africana, Saint Louis se extiende como un conjunto de tierras inconexas divididas por el gran río Senegal. A un lado del río, el continente; en medio un arañazo de tierra conocido como la Isla que se considera el núcleo histórico, vestido de casas coloniales y abrazada por el cauce fluvial. En la otra margen del río se extiende la Langue de Barbarie, una estrecha línea de tierra que separa el continente del mar Atlántico, del que cada mañana parten los cayucos para faenar en sus aguas.

Cuando el taxi finaliza su recorrido, Ousmane camina de la mano con su hijo en dirección a la playa, antaño lugar de encuentro con sus amigos, plaza fundamental durante su niñez y su adolescencia. Mientras se aproximan, las manos de Ousmane van subiendo hasta depositarse encima de su cabeza. “¿Dónde está la playa?”, exclama en alto, mientras observa cómo las olas del Atlántico han invadido el lugar y azotan fuerte contra el malecón. Ni pizca de arena hay ya bajo sus pies. La crisis climática ha borrado de un plumazo los restos de sus tardes de partidos de fútbol, de música y ataya, como se conoce al té senegalés. A su lado, algunos cayucos desafían el paso del tiempo atados a una farola.

“Papá, mira esos niños, ¡hay que salvarles!”. El hijo de Ousmane no se hace las mismas preguntas que su padre, está preocupado por otras cosas. Nervioso, señala a la juventud, que hoy disfruta tirándose al agua desde las paredes del malecón, desafiando a unas olas que les empujan contra los edificios. El “hay que salvarles” del pequeño lanzado al aire es un bumerán que, esparcido en el lugar, cobra otras dimensiones mientras las olas del cambio climático chocan contra la realidad de la tierra.

De vuelta al barrio de Corniche, donde vive la familia de Ousmane, los recién llegados se enfrentan a otra sorpresa: las calles se han cubierto de enormes charcos con agua estancada. Es época de lluvias y este año un fenómeno torrencial ha hecho que el río Senegal, que baña esta zona de la ciudad por uno de sus márgenes, se desborde. Hace ya semanas que el vecindario rumorea que unas máquinas vendrán a esparcir tierra. Pero las máquinas no llegan mientras en el agua proliferan amenazas. La malaria o el dengue son como un ruido de fondo al que no hay que hacer mucho caso, el presente se centra en convivir con los charcos, creando puentes con ladrillos para poder acceder a algunos establecimientos. Tras hacer equilibrios para comprar el pan, Ousmane vuelve a tierra firme. Tampoco recuerda haber visto así su barrio, cosas de los cambios que precipitan el consumo energético de Occidente y que en los países del sur ya moldean desastrosas realidades. “Hijo, tenemos que salvarnos”, le dice al pequeño, mientras la humanidad sigue fabricando grandes charcos.

Senegal y la tierra que desaparece - 1
Ampliar
Vista general de la "Langue de Barbarie" en Saint-Louis, Senegal, el 14 de diciembre de 2023. La "Langue de Barbarie" es una delgada península arenosa situada en el oeste de Senegal, donde viven unas 80.000 personas y se encuentra entre los lugares más amenazados por la subida del nivel del mar generada por el cambio climático. La península separa el océano Atlántico del tramo final del río Senegal.
Vista general de la "Langue de Barbarie" en Saint-Louis, Senegal, el 14 de diciembre de 2023. La "Langue de Barbarie" es una delgada península arenosa situada en el oeste de Senegal, donde viven unas 80.000 personas y se encuentra entre los lugares más amenazados por la subida del nivel del mar generada por el cambio climático. La península separa el océano Atlántico del tramo final del río Senegal.
Senegal y la tierra que desaparece - 2
Ampliar
Mar Diop, de 24 años, conduce una piragua en dirección al pueblo de Doune Baba Dieye en Saint-Louis, Senegal, el 12 de diciembre de 2023. Doune Baba Dieye fue en su día una vibrante comunidad pesquera, pero el cambio de las pautas meteorológicas y las fuertes lluvias de 2003 provocaron inundaciones tierra adentro y una subida del nivel del mar que han sumergido parte del pueblo, al que hoy solo se puede acceder en barco.
Mar Diop, de 24 años, conduce una piragua en dirección al pueblo de Doune Baba Dieye en Saint-Louis, Senegal, el 12 de diciembre de 2023. Doune Baba Dieye fue en su día una vibrante comunidad pesquera, pero el cambio de las pautas meteorológicas y las fuertes lluvias de 2003 provocaron inundaciones tierra adentro y una subida del nivel del mar que han sumergido parte del pueblo, al que hoy solo se puede acceder en barco.
Senegal y la tierra que desaparece - 3
Ampliar
Djibrilwade, de 56 años, en el interior de su casa frente al mar construida por su padre en la década de 1990 en Bargny, Senegal, el 16 de diciembre de 2023. Dos o tres veces al año ocurre que el agua del mar llega al interior de la casa. La erosión costera comenzó en la década de 1980, pero empeoró a principios de la década de 2000. Las mareas tormentosas se han vuelto más frecuentes y feroces, como el paso del huracán Fred en la noche del 30 de agosto de 2015. Bargny pierde actualmente entre tres y cuatro metros de costa cada año.
Djibrilwade, de 56 años, en el interior de su casa frente al mar construida por su padre en la década de 1990 en Bargny, Senegal, el 16 de diciembre de 2023. Dos o tres veces al año ocurre que el agua del mar llega al interior de la casa. La erosión costera comenzó en la década de 1980, pero empeoró a principios de la década de 2000. Las mareas tormentosas se han vuelto más frecuentes y feroces, como el paso del huracán Fred en la noche del 30 de agosto de 2015. Bargny pierde actualmente entre tres y cuatro metros de costa cada año.
Senegal y la tierra que desaparece - 4
Ampliar
Restos de una casa destruida por las olas del mar en Rufisque, Senegal, el 20 de diciembre de 2023. La subida del nivel del mar generada por el cambio climático (calentamiento global y deshielo de los glaciares) amenaza las costas de Senegal, destruyendo una casa tras otra y poniendo en peligro a la población, cuyo 80% vive cerca del mar.
Restos de una casa destruida por las olas del mar en Rufisque, Senegal, el 20 de diciembre de 2023. La subida del nivel del mar generada por el cambio climático (calentamiento global y deshielo de los glaciares) amenaza las costas de Senegal, destruyendo una casa tras otra y poniendo en peligro a la población, cuyo 80% vive cerca del mar.
Senegal y la tierra que desaparece - 5
Ampliar
Dos niños juegan en la playa cerca de casas dañadas por las olas del mar en Bargny, Senegal, el 19 de diciembre de 2023. La erosión costera comenzó en la década de 1980, pero empeoró a principios de la década de 2000. Las mareas tormentosas se han vuelto más frecuentes y feroces, como el paso del huracán Fred en la noche del 30 de agosto de 2015. Bargny pierde actualmente entre tres y cuatro metros de costa cada año.
Dos niños juegan en la playa cerca de casas dañadas por las olas del mar en Bargny, Senegal, el 19 de diciembre de 2023. La erosión costera comenzó en la década de 1980, pero empeoró a principios de la década de 2000. Las mareas tormentosas se han vuelto más frecuentes y feroces, como el paso del huracán Fred en la noche del 30 de agosto de 2015. Bargny pierde actualmente entre tres y cuatro metros de costa cada año.
Senegal y la tierra que desaparece - 6
Ampliar
Un purificador de agua cubierto de arena y agua en el pueblo de Doune Baba Dieye en Saint-Louis, Senegal, el 12 de diciembre de 2023. Doune Baba Dieye fue una vez una vibrante comunidad pesquera, pero los cambios en los patrones climáticos y las fuertes lluvias de 2003 provocaron inundaciones tierra adentro y un aumento del nivel del mar que ahora ha sumergido parte de la aldea.
Un purificador de agua cubierto de arena y agua en el pueblo de Doune Baba Dieye en Saint-Louis, Senegal, el 12 de diciembre de 2023. Doune Baba Dieye fue una vez una vibrante comunidad pesquera, pero los cambios en los patrones climáticos y las fuertes lluvias de 2003 provocaron inundaciones tierra adentro y un aumento del nivel del mar que ahora ha sumergido parte de la aldea.
Senegal y la tierra que desaparece - 7
Ampliar
Una cabaña, antaño lugar de descanso para turistas, queda sumergida por las aguas del Lago Rosa (oficialmente conocido como Lago Retba), una pequeña joya naturalista situada al noreste de Dakar, Senegal, el 18 de diciembre de 2023. El entorno del lago suele caracterizarse por su alta salinidad y la presencia de algas unicelulares llamadas Dunaliella salina, que producen el pigmento rojizo característico. En los últimos meses, sin embargo, las lluvias torrenciales han empujado una gran cantidad de agua al lago, triplicando su profundidad habitual y disminuyendo su salinidad. Así, las algas dejaron de producir pigmentos coloreados y el lago se volvió verde. Según los hidrólogos, la continua dilución con agua rica en sedimentos podría hacer desaparecer para siempre tanto la sal como los microorganismos que dan color rosa al lago.
Una cabaña, antaño lugar de descanso para turistas, queda sumergida por las aguas del Lago Rosa (oficialmente conocido como Lago Retba), una pequeña joya naturalista situada al noreste de Dakar, Senegal, el 18 de diciembre de 2023. El entorno del lago suele caracterizarse por su alta salinidad y la presencia de algas unicelulares llamadas Dunaliella salina, que producen el pigmento rojizo característico. En los últimos meses, sin embargo, las lluvias torrenciales han empujado una gran cantidad de agua al lago, triplicando su profundidad habitual y disminuyendo su salinidad. Así, las algas dejaron de producir pigmentos coloreados y el lago se volvió verde. Según los hidrólogos, la continua dilución con agua rica en sedimentos podría hacer desaparecer para siempre tanto la sal como los microorganismos que dan color rosa al lago.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Senegal
Fronteras Desde la orilla de Mbour: historia de un naufragio
A principios de septiembre, el naufragio de un cayuco pasaba inadvertido ante el caudal de noticias sobre embarcaciones de personas migrantes
Temporeros
Temporeros Pagar miles de euros para ser explotados: una promesa de futuro que se desvanece en los campos de Albacete
A principios del mes de julio la Guardia Civil detuvo a 13 personas relacionadas con una estafa y explotación laboral de migrantes senegaleses y marroquíes en Hellín, Albacete.
Soberanía alimentaria
Alimentar el mundo El país de las cebollas
Las familias campesinas en Senegal afrontan una lucha sin cuartel contra el cambio climático y las duras condiciones de vida.
Genocidio
Genocidio El TPI emite la orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
COP29
Cumbre del clima La COP29 encara su última jornada con un final agónico sin acuerdo en los temas clave
Los borradores de los textos de negociación sobre la mesa quedan muy lejos de un acuerdo sobre financiación climática en línea con las necesidades para que el planeta no rebase los 1,5ºC de calentamiento medio.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Turismo
Opinión Abolir el turismo
VV.AA.
Lleguemos a donde lleguemos, no puede ser que sea más fácil imaginar el fin del capitalismo que el fin del turismo.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Violencia machista
25 de noviembre Con el lema “Juntas, el miedo cambia de bando”, el movimiento feminista llama a organizarse este 25N
En un año en el que ha vuelto al primer plano el debate público sobre la violencia patriarcal sistémica que siguen padeciendo las mujeres, la marcha del 25 de noviembre vuelve a las calles el próximo lunes.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Paro del profesorado Nueva jornada de huelga en la educación pública madrileña
Este jueves 21 de noviembre el profesorado se vuelve a levantar contra las políticas del gobierno de Díaz Ayuso, que mantiene paralizadas las negociaciones para mejorar sus condiciones laborales.
València
dana A las 20:11, era tarde
Todavía conservamos el horror de cientos de coches amontonados y arrastrados por la riada. Es por esos millones de turismos y sus emisiones ─aunque no solo─ que vivimos en un planeta que se está calentando demasiado rápido.

Recomendadas

Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
València
Dana y vivienda “La crisis de vivienda multiplicada por mil”: la dana evidencia el fracaso de las políticas del PP en València
La dana ha dejado a miles de familias sin hogar. Ante la inacción de las instituciones, han sido las redes familiares las que han asumido el peso de la ayuda. La Generalitat, tras décadas de mala gestión, solo ha podido ofrecer 314 pisos públicos.