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Crisis climática
De rociar Caixabank con pintura a cortar la M40: Futuro Vegetal intensifica sus acciones
Coordinador de Clima y Medio Ambiente en El Salto. @PabloRCebo pablo.rivas@elsaltodiario.com
Cuatro contundentes acciones en apenas una semana. Futuro Vegetal, el colectivo adscrito a Extinction Rebellion y enfocado en el uso de la desobediencia civil no violenta para conseguir un mayor esfuerzo de empresas, gobiernos e instituciones ante la crisis climática —especialmente en lo referente a la alimentación—, está intensificando sus acciones de protesta.
Lo venía avisando en pasadas acciones. Lo hicieron el 14 de febrero, cuando derramaron pintura en el restaurante donde se rueda el programa de RTVE Masterchef, o cuando tres integrantes del colectivo pegaron sus manos al atril del Congreso, aprovechando una visita guiada al edificio. Entonces advertían: si para finales de febrero el Ejecutivo no había eliminado las subvenciones a la ganadería intensiva, sus acciones escalarían “en constante disrupción”, poniendo en el punto de mira de sus protestas a “la mafiosa industria cárnica”.
En concreto, hablaron de “una campaña de disrupción diaria en Madrid”, con “un centenar de activistas dispuestas a ser detenidas” y con un objetivo claro: impulsar un modelo agroecológico que ayude a mitigar las inmensas emisiones de gases de efecto invernadero del sector alimentario. Eso incluye una reducción del consumo de carne, especialmente la industrial salida de las macrogranjas intensivas, pues las emisiones que esta industria produce a nivel global podrían llegar al 21% del total, según señalaban la fundación Heinrich Böll y Amigos de la Tierra en El atlas de la carne.
Pasividad corporativa e institucional
“Estamos aquí porque estamos aterrorizadas; la pasividad de los gobiernos y corporaciones frente a la crisis climática nos aboca a la inseguridad alimentaria por la pérdida de cultivos y agua potable”, ha señalado una portavoz de Futuro Vegetal esta misma mañana, martes 18 de abril. “La ganadería es una de los principales industrias emisoras de gases de efecto invernadero, especialmente metano. Según la FAO y el Panel de Expertos en Cambio Climático de la ONU (IPCC), frenar el impacto de la ganadería es clave para frenar y mitigar la emergencia climática”, continuaba, haciendo un llamamiento a la población “para que se levante contra las dinámicas que nos arrastran al precipicio del colapso ecosocial”.
Si bien la campaña no está siendo diaria en acciones, poco le falta. A primera hora de hoy, un grupo de activistas ha cortado el acceso a MercaMadrid, la plataforma de distribución de alimentos frescos más importante del país, bloqueando el tráfico y provocando retenciones en la M40, el segundo anillo de circunvalación de la capital. Se trata de la tercera acción de este tipo que el colectivo realiza en la ciudad, pues el 23 de diciembre ya cortaron la M30, pegándose al cielo, mientras que el 10 de abril otros dos activistas pararon el tráfico en la misma vía para escalar a una de las pasarelas que contienen señales luminosas en la circunvalación madrileña.
Esta última acción fue la primera que tuvo lugar en una nutrida semana larga de protestas en esta primavera caliente para enfriar el planeta que está protagonizando el joven grupo de activistas. La segunda sucedió el 13 de abril a las puertas del Ministerio de Justicia. Futuro Vegetal rociaba con tintes rojo y negro —los colores del colectivo— la fachada del edificio usando extintores y pintura biodegradable.
Criminalización del movimiento
Además de seguir haciendo énfasis en las subvenciones a la ganadería, en esta ocasión los activistas vincularon su acción con la realizada por la Rebelión Científica en el Congreso hace un año. En aquella protesta, un grupo de activistas y científicos roció de pintura roja inocua la puerta principal de la Cámara baja española para llamar la atención por lo que consideran una “inacción por parte del Gobierno” en lo referente a medidas para frenar la emergencia climática.
La protesta del pasado jueves denunciaba la “criminalización” del movimiento por el clima, pues la acción coincidía con el comienzo de las declaraciones en el juicio contra las activistas que protestaron en el Congreso y que llegaron a ser arrestadas por la brigada antiterrorista de la Policía Nacional. De fondo se encontraba, además, la infiltración, destapada por El Salto, de una agente de policía en los movimientos sociales ecologistas madrileños, entre ellos Extinction Rebellion.
La pintura roja y negra biodegradable era de nuevo el elemento usado por Futuro Vegetal el lunes 17 de abril en su acción contra Caixabank. Los jóvenes rociaron una sucursal del banco en Madrid para denunciar que la entidad destina importantes fondos al sector ganadero a través de préstamos. “No podemos permitir que se sigan financiando industrias que comprometen la seguridad alimentaria de la población”, proclamaba una de las manifestantes al finalizar la acción, pues, según denunciaban “las grandes corporaciones, los bancos y los gobiernos están colaborando activamente en un genocidio inminente”.
Desde Futuro Vegetal esperan que su ciclo de acciones “sirva para que el Ejecutivo por fin implante medidas contundentes que sirvan para frenar la gravedad de la crisis, tendiendo medidas encaminadas a una transición del sistema alimentario que proteja el mundo rural, el medio ambiente y a los animales”. En concreto, el colectivo propone destinar las subvenciones a la ganadería a la redistribución de la producción hacia lo local, generando puestos de trabajo en el campo y fomentando la soberanía alimentaria.