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Ayuntamiento de Madrid
Vecinos de Barajas exigen a Almeida que actúe contra las inundaciones antes de ampliar El Corte Inglés
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En 2019, el Tribunal Supremo ilegalizó y ordenó la demolición de más de 11.000 metros cuadrados de una obra de ampliación de El Corte Inglés en el Campo de las Naciones, en el distrito de Hortaleza de Madrid capital, junto al Distrito Aeropuerto, que como su propio nombre indica limita con Barajas. El pasado diciembre, el alcalde José Luis Martínez Almeida anunció un acuerdo con la compañía para regularizar dicha ampliación a cambio de parcelas para dotaciones para el barrio. Ahora los vecinos han recurrido dicha decisión acusando al Ayuntamiento de Madrid de “doble rasero” por permitir la operación mientras siguen pendientes obras que prevengan las inundaciones en el barrio.
“Exigimos que no se ponga en uso la nueva edificabilidad del centro comercial hasta que no se resuelvan los problemas de capacidad del colector de Rejas, de forma similar a lo que se ha impuesto a los vecinos”, explica Jesús González, presidente de la asociación Aeropuerto Participa. “Esa nueva edificabilidad lleva aparejada una generación de vertidos de aguas residuales y pluviales que actualmente el colector no es capaz de asumir, según indican los informes del Canal de Isabel II”.
Madrid
Madrid Las inundaciones del eterno retorno en Barrio Aeropuerto
Los vecinos consideran, aclara su portavoz a El Salto, que existe un “doble rasero” en la legalización de las obras de El Corte Inglés. El Barrio Aeropuerto viene sufriendo inundaciones periódicas desde finales de los 90 que han empeorado en los últimos, con hasta cinco episodios en los últimos dos años, el más grave en la DANA que afectó a la Comunidad de Madrid el 29 de mayo de 2023. Desde 2012 existe un informe del Canal de Isabel II que señala a la falta de capacidad del colector de Rejas, aunque ya en 1999 lo llegó a señalar la propia AENA.
La solución, en realidad, es compartida por las partes desde hace al menos una década años: una obra que implicaría la construcción de un nuevo colector por la Avenida Sur del Aeropuerto de Barajas, la llamada Vía Colectora A-2, que es propiedad de la Demarcación de Carreteras del Estado. Sin embargo, la responsabilidad de la obra es del Ayuntamiento, y aparentemente ambas administraciones se pasan la pelota. El coste de la obra se calcula en más de 100 millones y además implica problemas técnicos, pues la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) ha llegado a informar desfavorablemente sobre el proyecto por implicar desaguar en el propio Arroyo de Rejas.
El “doble rasero” respecto a El Corte Inglés que denuncian desde Aeropuerto Participa es que desde hace años el Ayuntamiento de Madrid ha paralizado cualquier tipo de actuación urbanística en el barrio precisamente por los retrasos en la obra del colector para impedir sobrecargarlo. “Seguimos esperando que nos doten de las zonas verdes prometidas, de mejores conexiones con los barrios vecinos y de dotaciones públicas”, lamenta Jesús González a El Salto Madrid.
“Casi ocho 8 años después seguimos conviviendo entre polvo, barro y coches mal aparcados de los trabajadores del polígono de oficinas cercano”, señalan desde la asociación vecinal Aeropuerto Participa
Desde Aeropuerto Participa califican de “bloqueo” la situación actual del barrio, donde el peligro de inundaciones. En concreto, señalan al proceso de regeneración urbana del Distrito Aeropuerto iniciado en el año 2017 con la aprobación de un Plan Parcial, condicionado a la solución de los problemas de capacidad de este colector. “Casi ocho 8 años después seguimos conviviendo entre polvo, barro y coches mal aparcados de los trabajadores del polígono de oficinas cercano”, señala el representante vecinal. La parcela proyectada como primera y única zona verde del barrio, añade, es conocida como “el barrizal, porque está llena barro, escombros semienterrados y basura”.
El “bloqueo” incluso mantiene paralizadas la construcción de nuevas viviendas protegidas ya aprobadas en dos parcelas, una de la EMVS situada en la calle Trespaderne y otra en régimen de alquiler asequible que fue presentada por el Ayuntamiento de Madrid a la segunda edición del concurso Reinventing Cities. “Ninguno de estos edificios podrá levantarse hasta que se lleven a cabo las obras de urbanización, porque lo impide la Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid”, lamenta González.
De ahí el agravio comparativo con El Corte Inglés. “No haber realizado, al menos, un estudio que cuantifique los vertidos de aguas residuales y pluviales al colector, más cuando el Ayuntamiento tiene constancia de los graves problemas de capacidad que sufre la red de saneamiento, es una omisión que no podemos permitir”, alegan.
Este medio ha contactado con el Ayuntamiento de Madrid para consultar tanto si ha existido alguna valoración del riesgo para el colector de la puesta en marcha de dicha ampliación o la justificación para que pueda ponerse en marcha mientras el plan de regeneración continúa en pausa. No hemos recibido respuesta.
El caso ya parte de una cesión considerada irregular. La denuncia original que acabó con la ilegalización de la obra era contra tres ampliaciones en otros tantos centros, incluido el del Campo de las Naciones, a cambio de la cesión de dos parcelas en los distritos de Vicálvaro y de Salamanca a la Comunidad de Madrid (CAM) por parte de la empresa. Ya en 2013 el Tribunal Superior de Justicia e Madrid (TJSM) declaró nulo el acuerdo y los recursos fueron escalando hasta llegar al Supremo. El actual acuerdo con el Ayuntamiento vadearía dichas decisiones judiciales.
“En la calle Garganchón hay portales situados en vaguadas donde el agua llega a alcanzar casi dos metros de altura y donde se inundan viviendas”, explica Jesús González
Desde Aeropuerto Participa lamentan que entre una proceso y otro, las inundaciones no han parado de producirse. “En la calle Garganchón hay portales situados en vaguadas donde el agua llega a alcanzar casi dos metros de altura y donde se inundan viviendas”, explica González. “Cuando ocurre los bomberos se ven obligados a rescatar a los vecinos por la ventana. En otras zonas, como la calle Pradoluengo, el agua anega centros de transformación, por lo que podría producirse alguna descarga eléctrica”.
Recuerda el representante vecinal que otro informe que elaboró el Canal de Isabel II en el año 2015 “concluyó que el colector no tenía capacidad suficiente para desaguar un aguacero con un periodo de retorno de dos años”, cuando este tipo de infraestructuras hidráulicas se diseñan para tormentas con un periodo de retorno de 10 años. “Es decir, entonces existía un 50% de probabilidad de que cada año sucediera alguna inundación”, concluye.