Series
Zerocalcare: “El orgullo masculino lleva a perdernos momentos importantes”

La serie de televisión ‘Cortar por la línea de puntos’ ha terminado de consagrar al autor italiano Zerocalcare, que ya era superventas con sus cómics. “Los sentimientos que se describen en la serie los he experimentado en mi propia vida”, asegura en esta entrevista.
Zerocalcare, autor de cómics y de la serie de televisión ‘Cortar por la línea de puntos’
Zerocalcare, autor de cómics y de la serie de televisión ‘Cortar por la línea de puntos’. Foto cortesía de Reservoir Books.

Ni las novedades de Ken Follett, J.K. Rowling o John Grisham, ni la cocina de Benedetta Rossi y sus cuatro millones de seguidores en Instagram, ni el best seller alpino Paolo Cognetti. Quien más libros vende en Italia ahora mismo es Michele Rech, conocido como Zerocalcare. Su nuevo álbum de historias, Niente di nuovo sul fronte di Rebibbia, rinde homenaje a su barrio de Roma y especialmente a las vicisitudes de este en el plano sanitario durante la pandemia.

Las firmas de ejemplares en librerías son para el autor maratones de diseños personalizados que dedica a fans que hacen cola desde las seis de la mañana. Algunos, como Francesca de 13 años y su madre, le llevan berenjenas a la parmesana y pasteles en un táper para que aguante el tirón. Todo acaba hacia las dos de la madrugada. Ese éxito, que ha hecho ser traducidas al castellano y editadas por Reservoir Books tres de sus obras (La profecía del armadillo, Olvida mi nombre y Kobane Calling), se entrelaza con el clamor con que ha sido acogida su serie de animación para Netflix, Cortar por la línea de puntos en su título español. Nada más estrenarse, superó a El juego del calamar. Zerocalcare insiste en que se trata de un trabajo que han hecho posible más de 200 personas. Una de ellas es el músico Giancane, que pone banda sonora a la serie y ya sabe lo que es esta generosa acogida: un acto compartido entre ambos con charla y concierto en una librería milanesa agotó sus 600 entradas en dos minutos.

Cómic
El cómic para entender la revolución de Rojava
El autor de cómic italiano Zerocalcare retrata sus dos viajes a Kurdistán, con especial hincapié en la situación que vive Rojava, en Siria.

Los seis capítulos de Cortar por la línea de puntos suman un par de horas. Se ve de un tirón y se resume fácil también: el protagonista debe realizar junto a dos amigos un viaje que le sacude y que necesita a partes iguales. Se tarda, eso sí, bastante más en olvidar. “Hay muchísimo de mi vida ahí. Casi todo lo contado es autobiográfico, y cuando hay situaciones inventadas estas parten siempre desde una emoción verídica. A veces hay hechos distorsionados para que la narracion sea más fluida o modificados para proteger la privacidad de las personas, pero los sentimientos que se describen en la serie los he experimentado en mi propia vida”, indica Zerocalcare a El Salto.

El autor sintió las ganas de hacer historias en su primer verano adulto, el de 2001. El de Carlo Giuliani y la Escuela Díaz en Génova. Zerocalcare estuvo allí. Así pasó de hacer carteles de conciertos para centros sociales a sus primeras páginas narradas. Para alguien crecido en el estrecho círculo de la autogestión romana, y dentro de este en el nicho straight edge, el éxito masivo fue algo extraño hace ya unos años. El mensaje que aprendió en positivo es que quizá no era tan diferente de los demás. “Estoy muy impresionado y contento. Esto es algo que sinceramente no me esperaba. Quizá es por que lo que se cuenta en la serie, esas inseguridades, esa fragilidad, ese sentirse fuera de sitio son asuntos muy íntimos que van más allá de la nacionalidad o de la edad. Si alguien las siente, probablemente reconozca en mi modo de contarlas algo familiar, aunque vivamos en países y contextos diferentes”, señala el historietista, algunas de cuyas obras están disponibles en serbocroata, euskera o japonés.

“¡Demasiado dialecto romanesco, no se entiende bien!”. Si obviamos la de algunos medios turcos por la presencia de banderas kurdas, la del acento de sus personajes ha sido la única, testimonial y absurda crítica negativa que ha recibido Cortar por la línea de puntos. Esa sonoridad popular llena de autenticidad una de las frases estrella de la serie, el “annamo a pià’ er gelato” de Secco, que además podría ser un guiño a un momento de la película sobre la epidemia ochentera de heroína Amore tossico.

Roma es aquí una protagonista más. En la capital durante los años 90 había una veintena de centros sociales. Uno de ellos era —y es, porque sigue activo— La Strada en Garbatella. El lugar tiene nombre de peli de Fellini pero el barrio es el que recorre Nanni Moretti en vespa al principio de Caro diario. Allí es donde, en la serie, Zerocalcare conoce a Alice. Donde empieza a hacerse el indiferente para ocultar que ella le gusta cosa mala. El momento en que se despliega, como un mapa de lo desconocido y como uno de los grandes temas de la obra, la masculinidad tradicional y el tiempo que esta nos hace perder. “Sí, hay siempre esta cosa de burlarse de ese orgullo masculino que debe borrar cada forma de afectividad, vulnerabilidad o manifestación de emotividad, todo eso que se percibe como una debilidad. En la serie vemos cómo eso lleva a perderte momentos importantes y compartidos, y en la vida real esas consecuencias son incluso más graves”, afirma el autor.

Puede que en Cortar por la línea de puntos haya una lectura liberadora del peso de la culpa. Conviene, como dijo Yayo Herrero, separar a esta de la responsabilidad. La primera es triste, paraliza, genera ansiedad, mientras que la segunda es potencia transformadora, sana y generosa en un ánimo colectivo que nos mantiene a salvo del ombliguismo.

“Nunca me he puesto en el papel de alguien que enseña nada a nadie. Si acaso, he puesto en escena lo que otros me han enseñado a mí”, precisa Zerocalcare

No es aventurado pensar que la serie de Zerocalcare ayude a algunos de sus espectadores a identificar y aliviar ciertos bloqueos. “Nunca me he puesto en el papel de alguien que enseña nada a nadie. Si acaso, he puesto en escena lo que otros me han enseñado a mí —precisa—. He recibido mensajes conmovedores, de personas que han pasado por las mismas experiencias y emociones que el protagonista, y que me han dicho haberse sentido reconfortadas por las palabras que se dicen en la serie, eso me ha encantado. Yo, a mis 38 años, todavía lucho por aceptarlo, pero me hubiera gustado que alguien me hubiera arrancado estos sentimientos de culpabilidad desde joven. Es verdad que también hay quien lee el mundo de manera que todo refuerza sus propias opiniones. Por ejemplo aquel que no quiera asumir nunca ninguna responsabilidad verá una confirmación de sus teorías, pero eso entonces vale para todo, desde la terapia psicológica hasta cómo leemos los libros”.

“Hay otras esferas más íntimas que hacen que hasta en una sociedad plenamente feminista y anticapitalista habría personas que estarían mal y se sentirían fuera de lugar”, diagnostica el autor de cómic italiano

Sentirse útil más que una carga sin que eso necesariamente signifique que el mundo gire a tu alrededor. Relativizar sin evaporarte. Saber estar y volver más saber que irse. Sobre todo eso va también la serie, sobre encontrar un lugar en un mundo cuyas estructuras no lo ponen fácil. “Para mí, la salud mental es en parte un misterio que intento respetar dando un paso atrás tratando de no banalizarlo con lecturas forzadas o ideológicas. Trato de basarme en la experiencia personal, la mía y la de quien está cerca. Hay condiciones externas que seguramente agudizan el malestar de las personas. Las presiones sociales, particularmente las que tienen que ver con las relaciones humanas, y por tanto de género, y las laborales, como la precariedad perenne o la exigencia de ser eficientes cueste lo que cueste, juegan un papel importante. Son sobre las que todos debemos intervenir, aunque no tengamos un conocimiento específico de la psique humana. Pero también creo que hay otras esferas más íntimas que hacen que hasta en una sociedad plenamente feminista y anticapitalista habría personas que estarían mal y se sentirían fuera de lugar. Tener estructuras competentes a las que acudir que asuman estas situaciones sin que estas personas y sus seres queridos se sientan abandonadas me parece algo por lo que luchar y que sería útil incluso cuando hayamos superado el capitalismo y el patriarcado”, concluye Zerocalcare.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Opinión ‘Severance’ o la decadencia audiovisual de Estados Unidos
La segunda temporada de la serie estrella de Apple TV abandona el conflicto laboral y se centra en el amor como principal eje argumental.
Religión
Religión ‘El minuto heroico’ rompe el silencio sobre el Opus Dei: “Es un documental sobre la vulneración sistemática de derechos”
Dirigido por la prestigiosa periodista Mònica Terribas, el documental visibiliza los testimonios de 13 mujeres que relatan abusos y coerciones sufridas dentro de la organización. Conversamos con Terribas y con Marina Pereda, exagregada de la Obra.
XAM
XAM
12/7/2022 22:12

Muy recomendable todo lo de Calcare.

0
0
Represión
Represión Una marcha reclama la liberación de los seis de Zaragoza tras un año en prisión
Organizaciones como Amnistía Internacional han expresado su preocupación por este caso, apuntando a posibles vulneraciones de derechos y al aumento de la represión de la protesta social.
Globalización
Crisis del multilateralismo El terremoto Trump sacude las instituciones del orden mundial y la “globalización feliz”
Muchas de las instituciones que marcaron la vida internacional desde la caída del Muro han entrado en crisis. ¿Todas? No, especialmente aquellas que intentan regular los derechos humanos, de los pueblos y de la naturaleza.
La vida y ya
La vida y ya Una espiga entre los dientes
La idea de que las armas sirven para mantener la paz se coloca con la confianza con la que el polvo se deposita encima de los libros apilados en un desván sabiendo que nadie vendrá a limpiarlo.
Literatura
50 aniversario Aresti vive en la memoria de un pueblo vasco en disputa
Hoy comienzan en Bilbao los actos del 50 aniversario de la muerte de Gabriel Aresti, referencia ineludible e incómoda de la literatura vasca moderna.
Que no te lo cuenten
El Salto Radio De violencia institucional y protestas
VV.AA.
Mientras Granada se revela contra el acoso de seis policía local a una víctima de violencia machista, en Catalunya se presenta un informe que concluye que el 65% de los casos de violencia institucional se archivan sin que se completen las pesquisas

Últimas

Podemos
Izquierda Podemos mantiene el ‘modo revancha’ y en Sumar se dividen entre el hartazgo y la resignación
En su V Asamblea Estatal, la formación morada pisa el acelerador en su confrontación pública con el grupo de Yolanda Díaz. Con Montero ya precandidata, la confluencia electoral parece una quimera aunque algunos yolanders no ven otra opción.
Sanidad
Sanidad La Atención Primaria, uno de los escalones de la Sanidad más abandonados
Este 12 de abril se celebra el Día Internacional del primer peldaño de acceso a los servicios sanitarios. Falta de inversión, largas listas de espera y falta de tiempo para atender son algunas de las denuncias más repetidas.
Eventos
Taller de podcast El Salto invita a estudiantes a explorar las posibilidades del formato audiovisual
Proponemos un taller de guion y producción de programas para estudiantes de comunicación y periodismo los días 24 de abril y 8 de mayo.
Memoria histórica
Memoria histórica Sin fondos para identificar los restos de la primera exhumación en la Comunidad de Madrid
La asociación impulsora de los trabajos de recuperación en el cementerio de Colmenar Viejo denuncia que no tienen contestación sobre la financiación prometida por el Gobierno.
Palestina
Palestina Israel avanza en su plan con la anexión de Rafah y el sur de la franja de Gaza
Con este movimiento, Israel ha declarado “zona de seguridad israelí” el 20% del territorio del sur mientras que mantiene bajo su custodia el 66% de la franja.
Más noticias
Opinión
Opinión Sindicalismo que gana: la clave no es la unidad, sino organizar a las mayorías
Mientras el anarcosindicalismo debate estructuras, las plantillas siguen desmovilizadas. La verdadera batalla es organizar a las mayorías. Sin victorias concretas, incluso el modelo más puro es papel mojado.

Recomendadas

Salud mental
Cambio de paradigma De la deprescripción de psicofármacos al refuerzo de plantillas: claves del Plan Nacional de Salud Mental
El Ministerio de Sanidad ha logrado un consenso para aprobar una nueva estrategia en salud mental, poniendo de acuerdo de un lado a todas las comunidades autónomas y del otro a todas las asociaciones.
Lobo
Especies protegidas Organizaciones tratan de evitar la caza del lobo: “Volver a la receta de la gestión letal no funciona”
El lobo está desprotegido desde la entrada en vigor de la ley de desperdicio alimentario el pasado 2 de abril. Organizaciones ecologistas y Podemos están llevando a cabo denuncias, recursos y otras acciones para revertir la desprotección del cánido.