We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Sanidad
En plena ola de frío, un centro de salud de atención primaria sin calefacción atiende en condiciones límite
Instalaciones deterioradas y con desperfectos hacen difícil el trabajo de sanitarios y la atención adecuada a pacientes —y más en estos días de bajas temperaturas— en el centro de salud de Argüelles, ubicado en la sexta planta del centro de especialidades que gestiona desde 2008 la Fundación Jiménez Díaz.
En la sexta planta de la calle Quintana 11, nada más salir del ascensor, se puede ver un termómetro que marca, a media mañana, apenas 16 grados en el interior. No da para quitarse ni el abrigo ni el gorro. En frente, un pequeño calefactor eléctrico calienta los pies de un administrativo, que recibe a la gente que va a consulta. Unos pasos más allá, una ventana de herrería antigua permanece abierta porque, por defectuosa, es imposible cerrar. Debajo, un viejo radiador deja escapar el poco calor que transmite a una buena parte de la planta.
En estos días en que la borrasca Filomena al chocar con la ola de frío está dejando la mayor de las nevadas de los últimos años en la ciudad de Madrid, el centro de salud Argüelles sigue padeciendo la negligencia de las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid, ante unas infraestructuras antiguas y en mal estado que reiteradamente han sido reportadas para su arreglo.
Ángel Navarro, portavoz del Sindicato Asambleario de Sanidad (SAS) de la Comunidad de Madrid, asegura a El Salto que vienen denunciando la situación lamentable en la que se encuentra el CS de Argüelles desde hace tiempo. “No tienen aire acondicionado en el verano, ni calefacción en el invierno”. En estos días de frío extremo, describe, tampoco tienen agua caliente.
El Salto ha podido constatar durante una visita al centro los diferentes desperfectos que Navarro describe: recepción y consultorios fríos, ventanas antiguas que no cierran, o las que cierran son de hierro y no aíslan adecuadamente, a la vez que suelo defectuoso en diversos puntos. “Tienen levantado el sintasol, que es un foco de todo para un centro sanitario”, apunta Navarro.
Sanidad pública
Ayuso y la técnica privatizadora de siempre
El contrato otorgado a Cruz Roja por la Comunidad de Madrid para el apoyo en el periodo de vacunación muestra que, incluso en un momento tan importante, el Partido Popular seguirá aprovechando cada oportunidad para vaciar la sanidad pública.
Es importante recordar que fue durante el gobierno de Esperanza Aguirre cuando tanto el centro de especialidades de Argüelles como el de Pontones (Puerta de Toledo) fueron cedidos a la gestión privada de la Fundación Jiménez Díaz, es decir, la multinacional Capio. Las primeras cinco plantas pertenecen a la Fundación mientras que en la sexta se ubica el Centro de Salud que pertenece a la Dirección Asistencial Noroeste del Servicio madrileño de Salud, Sermas.
“Los centros de salud de Pontones y Argüelles son patrimonio de la seguridad social y que están cedidos a la empresa privada para su utilización, pero existe una confrontación sobre a quién le toca repararlo”
Entre ires y venires de diversas solicitudes de reparación de los desperfectos sin respuesta, no queda claro quién, de entre las administraciones de Comunidad de Madrid y la multinacional, tiene y debe mantener las infraestructuras en óptimas condiciones. Ambos centros, sostiene el portavoz del SAS, “son patrimonio de la Seguridad Social y están cedidos a la empresa privada para su utilización, pero existe una confrontación sobre a quién le toca repararlo. Las plantas que se dedican a las especialidades, las que maneja Capio, sí que están reparadas y en buen uso, mientras que la sexta, donde se ubica de centro de salud, al menos desde 2018 —probablemente antes— se encuentra en situación lamentable”, alerta Navarro.
“Requerimos al Sermas para que de manera inmediata garantice las condiciones de trabajo y las condiciones de asistencia a pacientes“
Avanzada la mañana hemos constatado que la temperatura en la recepción no sobrepasó los 16 grados mientras fuera, en la calle, comenzaba a nevar. “Esas no son condiciones para trabajar, ni el sedentario, como el que tienen que hacer auxiliares administrativos o personal de consulta —médicos y enfermeras— durante mucho rato. Tampoco son condiciones para atender a pacientes que en ocasiones tienen que desvestirse, al menos parcialmente para ser revisados, o incluso para desvestir a niños y niñas, porque también hay pediatra en ese centro”.
Ángel Navarro insiste en que no saben cómo se va a poder trabajar en el centro de Argüelles en los próximos días que se anuncian todavía temperaturas más bajas. “Requerimos al Sermas para que de manera inmediata garantice las condiciones de trabajo y las condiciones de asistencia a pacientes, y ponga medios de calor, y se ponga a reformar el espacio para que la atención sea digna, y para que sean dignas también las condiciones de trabajo”, concluye.
Sanidad pública
Sanitarias que renuncian: “No se puede ejercer así”