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Sanidad pública
Marea Blanca denuncia la situación de las listas de espera en La Rioja
El pasado miércoles Marea Blanca La Rioja inició una campaña en la que se reparten en centros de salud una simulación de las tarjetas sanitarias riojanas con el objetivo de denunciar el repunte de las listas de espera en algunas especialidades.
Desde el pasado miércoles, el colectivo en defensa de la sanidad pública, Marea Blanca, está repartiendo una simulación de las tarjetas sanitarias riojanas. Con esta campaña pretenden denunciar el repunte de las listas de espera en las consultas de los centros de salud, citas en especialistas, intervenciones quirúrgicas y unidad del dolor.
La campaña también pretende animar a los usuarios a presentar reclamaciones por la demora en las mismas. Desde Marea Blanca afirman tener constancia de que estas reclamaciones se traducen en “una misteriosa” agilización de la atención. Para la médica de familia Edith Pérez “existe un problema añadido a la hora de presentar reclamaciones porque existe una percepción en el paciente de que poner una reclamación por las demoras, es poner una reclamación sobre el médico”. Pérez también “anima a sus pacientes a poner reclamaciones” porque considera que es la única forma de provocar un cambio en la administración para que se reduzcan las listas y opina que “no se está mirando por el bienestar del paciente”.
Desde el colectivo en defensa de la sanidad pública denuncian también la “falta de transparencia en las estadísticas oficiales de las listas de espera” --cuya última actualización es de junio de 2016-- ya que no han sido contrastadas por ningún organismo externo. Michel Baños --portavoz de la plataforma-- explica que estos datos son elaborados por una comisión formada por “unas personas nombradas a dedo por ellos” --y añade “esos datos los cocinan ellos y los publican ellos”. Para dar mayor veracidad y transparencia a estas estadísticas demandan que se implique en esta comisión a organizaciones sindicales u organizaciones de pacientes.
Debido a esta falta de transparencia, desde la plataforma han realizado sus propias estadísticas entre los usuarios de distintas especialidades. Baños pone especial acento en la unidad del dolor para la cual, según los datos que ellos han obtenido, son de entre cuatro y ocho meses. Esta unidad se dedica al tratamiento de dolores crónicos que ya no pueden ser tratados quirúrgicamente. Para Baños esta unidad es fundamental, ya que en muchas ocasiones la dolencia mejora o se elimina gracias a este servicio “al eliminarse el dolor puedes hacer algo más de lo que haces. Por ejemplo, un paciente con una hernia discal si no tiene dolor y puede hacer ejercicio mejorará porque facilita la recuperación”.
Según la doctora Pérez, estos retrasos en las listas de espera, especialmente en las pruebas diagnósticas, suponen no sólo una incertidumbre difícil de gestionar en el paciente sino que puede llegar a acarrear problemas sanitarios por el retraso del diagnóstico y del tratamiento.
Otro de los problemas, que comenta la doctora, son los laborales “en traumatología hay una lista de espera brutal, en Rioja Baja es de seis o siete meses, a la que hay que ir sumando el paso de listas de espera diagnósticas a las quirúrgicas y a las de rehabilitación. Todo ello de baja esperando para poder reincorporarse a su vida laboral”. Según plantea, ya que no hay datos oficiales, en Rioja Baja las listas de espera más largas son en los servicios de traumatología, urología y oftalmología.
Ante las habituales derivaciones al sector privado para la reducción de las listas de espera Baños se plantea “porqué se busca como solución de las listas la reducción de las mismas desde la sanidad privada en lugar de invertir esos recursos en mejoras estructurales y de personal para la sanidad pública”. Además recuerda que se van a entregar 1.500 millones de euros a la Fundación Idis para que reduzcan las listas de espera a nivel estatal. Para la doctora Pérez la respuesta es clara “es un negocio muy lucrativo y las puertas giratorias son flagrantes”. Desde la plataforma opinan que si esos recursos se invirtieran en la sanidad pública, no sólo se podría reducir la lista de espera, sino que dejaría de ser un problema recurrente. En relación a esto, denuncian las derivaciones al hospital privado de Los Manzanos que busca beneficiar a Viamed --que gestiona la mayoría de los servicios sanitarios privatizados de La Rioja--; a quien Mariela Rubio ya relacionó en su libro “Tu salud, nuestro negocio” con la extrema derecha y familiares del franquista Blas Piñar. En la plataforma en defensa de la sanidad pública afirman que la Consejera de Salud María Martín sigue aplicando el criterio de su antecesor castigando a los enfermos que deciden no operarse en los Manzanos y que tienen como preferencia el Hospital Público San Pedro.
El aumento en la demora de las listas de espera no se reduce las consultas en las especialidades, también ha llegado a la Atención Primaria como denuncian Baños y Pérez. Para Baños, esta demora en la Atención Primaria hace que muchos pacientes en lugar de asistir al médico de cabecera vayan a las urgencias agravando el problema de saturación de las mismas. Pérez confirma que estas demoras en la Atención Primaria son consecuencia de la falta de personal y por no cubrir las bajas o las reducciones de jornada. Pérez afirma que ha llegado a tener una lista de espera de una semana.