Personas refugiadas
¿A qué huele un refugiado?

Los pabellones que todavía se mantienen en pie en el campo de concentración franquista de Montijo son un monumento (no reconocido) a la memoria de las víctimas de la represión fascista. Estos días, el bloqueo en el puerto de Barcelona del barco de Open Arms devuelve al presente la indignidad del trato degradante a los refugiados.  

Colonia penitenciaria Montijo
Uno de los pabellones todavía en pie del campo de concentración franquista en Montijo.


17 ene 2019 08:50

En un artículo titulado Nosotros los refugiados (We refugees) publicado en 1943 por Hanna Arendt en el periódico judío Menorah Journal, cuando ya vivía en Nueva York, la autora de Los orígenes del totalitarismo escribía:
“Ya somos bastante cuidadosos en cada paso de nuestra vida cotidiana para evitar que nadie adivine quiénes somos, qué tipo de pasaporte tenemos, dónde expidieron nuestras partidas de nacimiento y que Hitler no nos soporta. Hacemos todo lo que podemos para adaptarnos a un mundo en que hasta para comprar comida se necesita una conciencia política”.

A nadie se le escapa que la inmigración, lejos de ser un problema, es más bien una moneda de cambio entre partidos políticos que hacen de la misma el chivo expiatorio con cuyo sacrificio se puede redimir la insatisfacción generalizada de una sociedad que siempre busca una cabeza de turco, haya o no haya crisis, aunque cuando la hay agudiza la persecución y extrema las medidas contra la minoría señalada.

Si ayer fueron los judíos, a quienes nadie quería en Europa, ni tan siquiera los países que no habían sucumbido bajo la férula del fascismo, hoy día son los inmigrantes en su muy variada idiosincrasia: población huida de las guerras, del hambre, de la pobreza extrema, de la esclavitud, de la persecución política, de la represión afectivo-sexual, de la miseria humana en todas sus formas. El presente, como dejó escrito Marc Bloch, modela el pasado, necesitamos comprender el hoy para entender el ayer.
El PSOE votó en marzo de 2018, junto al PP y a Ciudadanos, en contra de admitir a trámite una propuesta de Podemos y de los nacionalistas para anular la Ley de Amnistía de 1977

Bloch, también judío no religioso, como Arendt, pasó a la resistencia francesa en 1943. En 1944 fue detenido por la Gestapo y torturado: le rompieron las muñecas, le partieron las costillas y le sometieron al suplicio del baño helado. No pararon hasta que entró en estado de coma. Cuando se recuperó, a finales de la primavera de 1944, le montaron en un camión junto a otros detenidos (unos de ellos tenía solo 17 años) y le fusilaron en un descampado cerca de Lyon.

Hace unos días el Senado prodigó un sentido homenaje al exilio español que inició su diáspora tras el triunfo de los fascistas en 1939 y que se perpetuó durante los años del franquismo. Sin que esto suponga ningún reparo moral para una conciencia convencida de la restitución a las víctimas, y a pesar de las buenas palabras auspiciadas por el partido en el Gobierno actual, lo cierto es que el PSOE votó en marzo de 2018, junto al PP y a Ciudadanos, en contra de admitir a trámite una propuesta de Podemos y de los nacionalistas para anular la Ley de Amnistía de 1977, argumentando que la Transición se fundamentó en buena parte en esta ley. Los homenajes no cuestan nada; las leyes salen más caras en el mercado de la afinidad electoral.

Al mismo tiempo que el Senado se emociona con estas palabras de homenaje al exilio republicano, mientras la ultraderecha llama a las puertas del parlamento, el Gobierno español impide la salida del barco de Open Arms al Mediterráneo a salvar a esos otros exiliados de hoy día que son los refugiados y que mueren en el mar huyendo de otras guerras. El presente modela el pasado, los huidos y muertos de ahora valen menos que los de antes.

La Asociación Archivo, Guerra y Exilio ha reclamado al Gobierno español que anule la Ley de Amnistía de 1977 y que incluya en los libros de texto la “epopeya” del exilio republicano. Ya va para 80 años del inicio de este exilio y es cierto que nuestros alumnos y alumnas desconocen los avatares y vicisitudes del mismo, como también desconocen tantas otras cosas que suceden y han sucedido. Esos libros de texto siguen hablando de dos bandos enfrentados, de la brutal represión que se dio en ambas partes, sin aclarar las generalizaciones, sin perfilar los detalles acerca de un régimen, el republicano, que supuso la primera experiencia democrática en la historia de este país, aplastada por la bota del totalitarismo, y pasa de puntillas por el exilio del 39 mientras no dice nada del que vino después, durante la larga noche del franquismo. Los alumnos de hoy día son los votantes de mañana, pero difícilmente podrá votar contra el fascismo quien no ha aprendido a reconocerlo en sus múltiples ropajes.

Al mismo tiempo que el Senado se emociona con estas palabras de homenaje al exilio republicano, mientras la ultraderecha llama a las puertas del parlamento, el Gobierno español impide la salida del barco de Open Arms al Mediterráneo

En Montijo (Badajoz) queda uno de los campos de concentración de la dictadura franquista, donde se explotó a los llamados “esclavos de Franco”, conocido con el eufemístico nombre de “colonias penitenciarias”. Su planta y edificación copia las de los campos de concentración nazis. Conozco a paisanos que tienen este campo de concentración (el mejor conservado de los que hubo en España) a menos de un kilómetro y no se han acercado jamás a verlo. Aún así, recorren miles de kilómetros para visitar los campos del universo "concentracionario" de Auschwitz, sin saber que muchos de aquellos campos no son los originales, sino reconstrucciones levantadas para el llamado “turismo del Holocausto”. Regresan emocionados, bastante tocados, sorprendidos por la barbarie que se llevó a cabo en parajes tan lejanos.

La Asamblea de Extremadura aprobó en enero de 2017 una propuesta del PSOE que instaba al Gobierno de España y a la Confederación Hidrográfica del Guadiana a señalizar la situación de este campo de Montijo y colocar, al menos, una placa que recordase que más de 1.500 republicanos fueron esclavizados en ese penal a cielo abierto, una reivindicación hecha desde hace ya mucho tiempo por diversas asociaciones memorialistas. Poco antes de ese enero de 2017, se aprobó una propuesta en la que se daba vía libre para iniciar un expediente administrativo que permitiera declarar el lugar como Bien de Interés Cultural (BIC), con el fin de protegerlo de posibles derribos, puesto que a día de hoy el campo de concentración sigue siendo una explotación agrícola privada a cuyo interior no se puede acceder de modo público.

Dos años después todo sigue igual, con una salvedad: las instalaciones del campo están más deterioradas, prontas a derrumbarse. Ni tan siquiera existe placa alguna, ni de Confederación del Guadiana, ni del Gobierno de España, ni de la Junta de Extremadura, ni del Gobierno municipal. Del BIC no se sabe nada. Tan solo queda el nombre topográfico del Camino de las colonias, un sendero de tierra, sin asfaltar, que enlaza el presidio franquista con el pueblo, a su salida. Era el camino que cogían a pie los familiares de los presos cuando iban a verles. Estos familiares venían de toda España, buscando a sus maridos, sus padres, sus hijos, sus hermanos, sus novios.

En Montijo (Badajoz) queda uno de los campos de concentración de la dictadura franquista, donde se explotó a los llamados esclavos de Franco, conocido con el eufemístico nombre de colonias penitenciarias

Cuando llegaban al campo de concentración, después de un viaje que duraba meses, acompañados de la incertidumbre por saber si sus familiares estarían aún vivos, tenían que quedarse al otro lado del canal que construían los presos, y desde allí buscar a sus allegados o hablar con ellos a voces, sin la posibilidad de darse un abrazo o de acercarse, con las aguas del canal por medio. También era el camino que tomaban estos presos cuando eran llevados a la plaza del pueblo, para hacer escarnio público de ellos. En ese trasiego el sendero se quedó con el nombre de Camino de las colonias, el único recuerdo nombrado de todo aquello.

Todas estas propuestas aprobadas entre grandilocuentes declaraciones y homenajes a las víctimas, como la reciente del Senado sobre el exilio, parecen haber devenido en nada. Están varadas en un puerto muerto, como el barco de Open Arms.

El presente modela el pasado. A veces, cuando entro en el aula donde doy clases, mis alumnos y alumnas se quejan de que huele mal. Aplico el olfato y no logro identificar ningún mal olor. Ni tan siquiera huele a sudor. Les digo que hay que ser más tolerantes con los olores, que unos olemos de una forma y otros de otra, que olores hay muchos y muy diversos, pero que nadie muere de olores. Insisten en que huele mal y porfían en encontrar el origen del mal olor al tiempo que corren a abrir las ventanas, aunque nos muramos de frío o a veces el olor que viene de fuera sea peor que el que hay dentro. Hemos acostumbrado nuestras narices a oler tantos perfumes y fragancias artificiales que apenas podemos aguantar cuando simplemente no huele a nada. Hemos perdido el sentido del olfato y ya no recordamos a qué huele la humanidad. Parafraseando a Hanna Arendt y lo escrito en su artículo Nosotros los refugiados, vivimos en un mundo en el que hasta para oler hay que tener conciencia política.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Iritzia
Migranteak Pobreek molestatu egiten digute
Zer egin orain kalean lotan daudenekin? Nola aurre egin klase begirada politiko eraldatzaile batetik?
Análisis
Análisis Trump no ha inventado nada o ¿qué hacemos frente al mundo-frontera?
Así opera la frontera: deshumaniza a las personas migrantes, abre así las puertas a una deshumanización que acaba despojando de dignidad a cualquiera que se considere problemático o sobrante.
República del Sudán
Externalización de fronteras Refugiados sudaneses en Níger: una tragedia humanitaria en el corazón del desierto
En Agadez, en un campo de refugiados alejado de toda población, cientos de personas refugiadas, en su mayoría provenientes de Sudán, esperan poder avanzar durante meses y años, en condiciones indignas.
Manolo Malinche
18/1/2019 23:10

Y excelente narrativa. Da gusto leer textos tan bien escritos. Emocionante relación entre historia y actualidad, de lugares quizá lejanos pero unidos por la humanidad y el sufrimiento de los olvidados. Gracias Chema

4
0
#29237
17/1/2019 11:40

Excelente reflexión, que poca memoria tenemos

11
1
Salario mínimo
Salario mínimo PSOE y Sumar intentan llegar a un acuerdo para no perjudicar con el IRPF a los trabajadores con el SMI
La ministra de Hacienda ha confirmado que sería “algún tipo de medida que permita compensar a aquellos pocos trabajadores” en la situación de tener que tributar con el salario mínimo.
Guerra en Ucrania
Conflicto bélico Rusia y Ucrania acuerdan un principio de alto el fuego marítimo a instancias de Estados Unidos
La Casa Blanca emite dos comunicados que coinciden en señalar una tregua en el Mar Negro y en prometer trabajo para el final de los ataques energéticos por ambas partes.
Opinión
Opinión Bretón no es un monstruo, ni Martín el nuevo Capote
Frente a la libertad sin peros que defienden unos, la responsabilidad de muchos: la de ciudadanos y librerías que se niegan a comprar o vender, respectivamente, el libro que Anagrama ha tenido a bien materializar.
LGTBIfobia
Manifestación Plataforma Trans planta cara a la transfobia con una manifestación contra el odio
La convocatoria el 29 de marzo denuncia un contexto internacional antiderechos. La organización pide a partidos y sindicatos que se sumen a la marcha porque la transfobia es un problema social, y por lo tanto también político, explican.
Feminismos
Irene García Galán “La memoria feminista hay que construirla desde abajo, desde nuestras casas”
‘Hilaria’ (Errata Nature, 2025) es un libro dedicado a la tatarabuela de Irene García Galán, pero también un ensayo político que navega a través de la memoria feminista, el antipunitivismo y el anarquismo.
Madrid
Madrid La Sareb amenaza con el desahucio a dos jóvenes activistas en Carabanchel
Cadete 7, el bloque en lucha del que el ‘banco malo’ prevé desalojarles de forma inminente este jueves 27, fue el primero recuperado por el movimiento de vivienda de Madrid en 2013 tras haber permanecido deshabitado desde 2008.

Últimas

Gasto militar
Gasto militar “No nos resignamos a la guerra”: 70 organizaciones rechazan la deriva militarista de la UE y el Gobierno
Más de 70 organizaciones y personalidades de la cultura y el activismo firman un manifiesto que rechaza la escalada belicista y el rearme frente a una posible agresión rusa.
Música
Música Pervertidos y puritanos, a los pies de Ethel Cain
Proyectos musicales como ‘Perverts’ de Ethel Cain son capaces de imponer silencio en medio de tanto ruido para pensar en un momento en que las redes sociales son herramientas tendenciosas para la difusión de propaganda de ultraderecha.
Minería
Minería estratégica en Extremadura La Comisión Europea declara “estratégicos” tres proyectos mineros en Extremadura
Las Navas (Cañaveral), Aguablanca (Monesterio) y La Parrilla (Almoharín) obtendrán financiación, verán facilitados sus procesos de tramitación y se beneficiarán de plazos más reducidos. La mina de Valdeflores no es considerada estratégica.
Israel
Genocidio Mercadona vende tampones y patatas procedentes de Israel
En 2024 se produjo una reducción de las importaciones de tampones y patatas israelíes. Mercadona es una de las plataformas que trabajan con estos productos.
Palestina
Cisjordania Hamdan Ballal, codirector de ‘No other land’, agredido por colonos israelíes
Según los testigos que presenciaron el ataque, el cineasta está herido. Poco antes de las 14h el codirector de la cinta ha anunciado que Ballal ha sido puesto en libertad.
Más noticias
Obituario
Obituario Jesús Santos, el basurero que se ganó el corazón de Alcorcón
Alcorconero de toda la vida, teniente alcalde, activista social y sindicalista, Jesús Santos hizo que aquellos que le acompañaron en su camino se ilusionaran por la política.

Recomendadas

Guerra en Ucrania
Guerra en Ucrania Colegios underground en Járkov después de tres años de guerra
La ciudad ucraniana construye escuelas subterráneas, preparadas para aguantar ataques balísticos y nucleares.
Argentina
Estela de Carlotto “Faltan todavía muchos nietos por encontrar”
Al cumplirse 49 años del golpe cívico-militar, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo dialogó con El Salto y apuntó contra el Gobierno de Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que encabeza la represión de la protesta social.
México
Hallazgo en Teuchitlán Crisis de desaparecidos en México: los buscadores, entre el narco y las omisiones del Estado
El hallazgo del cementerio clandestino en Teuchitlán, Jalisco, ha conmocionado a todo México. El país que vive una crisis por la desaparición de más de 120 mil personas, que en 18 años solo han aumentado frente a una pasmosa impunidad.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Un rayo de esperanza tras cinco años de los protocolos de la vergüenza
A punto de prescribir los posibles delitos, un avance judicial abre la puerta a conocer quién decidió no derivar a hospitales a ancianos en residencias en la Comunidad de Madrid.