Política
Lamernos las heridas (Oda a la militancia)

Pretendo, con este texto cargado del amor personal y político a las que luchan contra la miasma que corroe el mundo, que la gente vea que la militancia no solo es una forma de crear un mundo nuevo a la larga, sino una forma especial de convivir con la realidad aquí y ahora.
Bruno Thevenin LGTBI
Dos manifestantes se abrazan. Fotografía de Bruno Thevenin.

Estudiante de filosofía y militante LGTBI.


6 sep 2022 07:30

Compañeras, pienso en vosotras a menudo.

Cuando me planteé escribir este artículo fue el momento en el que decidí dejar de llamarlo artículo, es un aviso a navegantes para las personas que surfean este texto cargado de sentimientos: esto no es un artículo, es una carta a mis compañeras. Es un sentimiento que quizá solo compartamos los que hemos estado en espacios de militancia política —e incluso habría que ver qué espacios lo aportan y cuáles no—. Creo que poca gente comienza la lucha política para ganar amistades, pero es difícil no encontrar a nadie en el camino.

Al andar hacemos camino, pero también construimos alternativas, comunidades, redes. Quizá ahí está la clave de lo que he vivido en un año de construcción política: la comprensión de la tan manoseada cita “lo personal es político”. Hoy sé que nuestros cuerpos se protegen de su estado de crisis permanente en el deseo de los mundos nuevos que se construyen en estos espacios.

Hoy sé que nuestros cuerpos se protegen de su estado de crisis permanente en el deseo de los mundos nuevos que se construyen en estos espacios

Es difícil demostrar a qué me refiero con esto, pero lo intentaré. Marx descubre en una crítica magistral a los derechos humanos al verdadero sujeto de la sociedad burguesa: el hombre egoísta. La sociedad burguesa o, mejor, el individuo de la sociedad burguesa, no se construye en la sociedad con los otros, sino que se construye en la sociedad sobre todo a pesar de los otros. El principio máximo de la sociedad como la plantea Marx es que la sociedad capitalista garantice el egoísmo.

Cuando se agota la creatividad política que nos permite transformar la historia, solo queda el agotamiento y la angustia individual. Entrar en una organización política, tomarte un café con tus compañeras, ayuda a romper el mito del individuo apolítico que encumbra nuestro sistema: pareciera que en nuestra capacidad política somos simplemente un ser alegórico, moral, que cuando más desclasada está nuestra esencia, más desnuda sentimos nuestra naturalidad. Sin embargo, al hablar con tus compañeras te das cuenta de que, en nuestro pensamiento político, en el momento de tender puentes entre lo personal y lo político, es cuando más tiernos somos, es cuando despertamos esa ternura revolucionaria que decía el Che.

Cuando se agota la creatividad política que nos permite transformar la historia, solo queda el agotamiento y la angustia individual (...) Tomarte un café con tus compañeras, ayuda a romper el mito del individuo apolítico que encumbra nuestro sistema

Así me he apasionado por la vida a través de la lucha de la clase obrera. Pero cuántas veces me he preguntado si era posible ligarse a una masa cuando nunca se había querido a nadie, ni siquiera a la familia, si era posible amar a una colectividad cuando no se había amado profundamente a criaturas humanas individuales. ¿No iba a tener eso un reflejo en mi vida de militante, no iba a esterilizar y reducir a puro hecho intelectual, a puro cálculo matemático, mi cualidad revolucionaria? he pensado en eso, y he vuelto a pensarlo en estos días porque he pensado mucho en ti, que has entrado en mi vida y me has abierto el amor, me has dado lo que me había faltado siempre y me hacía a menudo malo y torvo”.

A mí, como a Gramsci, se me haría hoy imposible construir sin amar a aquellas personas individuales que se juntaron para formar una comunidad y abrigarnos en los chispazos que surgen de la esperanza de crear en compañía. Se me haría imposible construir sin aquellas personas que a través del anticapitalismo más profundamente arraigado en el corazón me enseñaron que los cuidados no son una teoría abstracta, sino una praxis diaria. Fue en espacios de militancia donde comprendí que había un hilo infecto de la clase dominante que nos ahogaba hasta impedirnos cuidar de los demás. Son mis compañeras las que eliminaron todo lo que había de malo y torvo en mí, las que dieron una praxis y un sentido a muchos textos que he escrito y estarían vacíos de significado sin la capacidad de comprender cómo la política se construye día a día en nombre del más profundo presente, tanto, así como el sufrimiento.

Se me haría imposible construir sin aquellas personas que a través del anticapitalismo más profundamente arraigado en el corazón me enseñaron que los cuidados no son una teoría abstracta, sino una praxis diaria

A mí, como una persona relacionada de una manera u otra teóricamente con el sufrimiento psíquico, se me ha acusado constantemente de iluso por las acusaciones de pretender un mundo sin sufrimiento. Responder a estas acusaciones conllevaría no más de un par de líneas, pero creo que no hay nada más iluso que el hombre egoísta: aquel que cree que mientras la guerra, la enfermedad y la muerte no lo alcancen, será feliz, sin darse cuenta de que, hablando con el novelista Rafael Chirbes en una de las más preciosas lecciones que me ha enseñado una compañera, el verdadero problema está en que la miseria no nos deja querernos.

Esto pretende, sí, ser una carta a mis compañeras, quizá la más personal que he escrito nunca, pero tiene también un trasfondo: pretende ser una forma de animaros a construir en espacios políticos, desde la posición de que imaginar mundos nuevos no es solo una forma de teorizar, de despertar los cadáveres de la historia y sacarlos de paseo (aunque resulta necesario), sino también una forma política de relacionarte con las compañeras, contigo mismo y con tu sufrimiento.

Si hoy el hombre egoísta es incapaz de ser feliz es porque está solo, y solo es capaz de enfrentarse al mundo del sí mismo, porque no hay un más allá fuera del mercenarismo y el salvacionismo más absoluto, y porque la mano que me tienden me hunde en las heladas aguas del cálculo egoísta. Imaginar mundos nuevos no solo es esperanzador, también es necesario. Antes dije, en una cita encubierta a Voloshinov, que cuando la creatividad de la historia se agotaba solo quedaba consumirse en la angustia. Hoy la angustia reina en el mundo y parece que también es una prisión gris que impide recuperar esa imaginación política. Invirtiendo la fórmula de Bruno Bauer: esta carta quiere hacer comprender que el militante debe participar en los padecimientos de la sociedad, debe conocer y regodearse en la amistad, el odio y el recelo porque es imposible construir sin las pasiones que te muevan por un mundo nuevo.

Esta carta quiere hacer comprender que el militante debe participar en los padecimientos de la sociedad, debe conocer y regodearse en la amistad, el odio y el recelo porque es imposible construir sin las pasiones que te muevan por un mundo nuevo

Por esto, a veces, los espacios políticos se nos presentan como heterotopías. En una preciosa sesión de radio, Foucault define estos lugares como barcos o islas, en contacto con el mundo, pero aislados en su esencia: son lugares con normas especiales, con tiempos diferentes, con espacios extraños. Para mí en gran parte hay mucho de eso en mi espacio político. Cuando leí esa sesión de radio me llamó la atención que en un momento hablaba sobre la posibilidad de heterotopías con puertas abiertas, heterotopías de las que entrar y salir, un prado en el que el tiempo pasa lento y se respira la tranquilidad y el sosiego extraños para la ciudad neoliberal, que son, en parte, una heterotopía a cielo descubierto. Tengo la certeza de que hay mucho de eso en esos espacios políticos, en muchas organizaciones.

¿Por qué creo que hay mucho de eso en las organizaciones? Aquí viene la respuesta a la desoladora acusación de construir un mundo sin sufrimiento. A mí la militancia me sirvió para romper con ese hombre egoísta del que hablaba Marx, me ayudó a comprender que el sufrimiento jamás se iría, pero que puede ser sanado en común —¿se os ocurre un futuro mejor?—. Me ayudó a comprender que hay que construir un horizonte de interdependencia que es políticamente necesario y humanamente posible porque lo llenaron de significado. Por resumirlo en un par de líneas, ya que aseguré antes que así lo respondería: me ayudó a llegar a la conclusión de que volvería a llorar, pero no volvería a hacerlo solo.

Archivado en: Activismo Política
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Activismo
Activismo Os nove detidos na protesta en apoio a Palestina de Compostela esixen a retirada de tódolos seus cargos
O grupo de activistas, que participou nunha acción de boicot a un Burger King, chama a unha concentración o 19 de febreiro fronte aos xulgados da cidade onde farán a súa primeira declaración nun proceso xudicial que é probable que dure anos.
Galicia
Galicia Los nueve detenidos en la protesta en apoyo a Palestina de Santiago exigen la retirada de todos sus cargos
El grupo de activistas, que participó en una acción de boicot a un Burger King, llama a una concentración el 19 de febrero frente a los juzgados de la ciudad donde harán su primera declaración en un proceso judicial que es probable que dure años.
Activismo
Activismo El activismo animalista ante el acoso de los taurinos: “Hacer sangrar al toro es parte de la tradición”
Voluntarios de todo el país que recogen firmas para derogar la ley que protege la tauromaquia como patrimonio cultural sufren agresiones verbales y físicas por todo el Estado español.
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.
Líbano
Ocupación israelí Israel incumple el acuerdo de paz y mantiene tropas en el sur de Líbano para “vigilar” a Hezbollah
El Ejército sostiene la ocupación de cinco colinas a lo largo de la frontera tras evacuar sus soldados de decenas de municipios. Miles de civiles regresan a sus casas para descubrir que lo han perdido todo.
Galicia
Galicia La Xunta de Feijóo, condenada por negar visitas a una mujer que murió de cáncer por tener covid-19
La jueza dice que la situación exigía “flexibilizar” las medidas de prevención. Falleció a inicios de 2022 en el Hospital Álvaro Cunqueiro durante los últimos meses de la administración del jefe del PP con Julio García Comesaña de conselleiro.
Egipto
Egipto Ashraf Omar continúa en prisión provisional por dibujar
Ashraf Omar, caricaturista político del medio digital AlManassa, sigue en prisión preventiva indefinida tras ser arrestado violentamente en su domicilio el 22 de julio de 2024.

Últimas

Justicia
Justicia Rubiales, condenado por agresión sexual y absuelto del delito de coacciones
18 meses de multa con cuota de 20 euros al día por un delito de agresión sexual. Es la condena al expresidente de la RFEF Luis Rubiales por los hechos ocurrido en la ceremonia de entrega e medallas del pasado mundial celebrado en agosto en Sidney.
Tribuna
Tribuna Verde de ecosocial, verde de educación pública
En nuestras aulas se ha colado una prisa ansiosa, que juzga al alumnado como un gasto, que lo dirige, poco a poco, a un mundo laboral tecnoptimista y completamente atomizador.
Más noticias
El Salto Radio
El Salto Radio Humedales necesarios
Damos un paseo radiofónico por algunos de los humedales de Andalucía, espacios fronterizos entre el mar y la tierra, tan necesarios para nuestra supervivencia. Lo hacemos con Juan Martín Bermúdez, de SALARTE y algunos oyentes.
Fascismo
Memoria antifascista Allí donde hay humo, hay fuego
A unos días de las elecciones alemanas, donde la ultraderecha acude fortalecida, un repaso sobre el proceso de desnazificación posterior a la Segunda Guerra Mundial y sus medias verdades.

Recomendadas

Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.
América Latina
Extrema derecha Los soldados de Donald Trump en América Latina
Mientras algunos presidentes latinoamericanos, con mayor o menor ímpetu, intentan ponerle freno, otros tantos se arrodillan y le rinden pleitesía sin recibir nada a cambio. ¿Quiénes son los súbditos latinoamericanos de Trump?