Opinión
El subsidio que no llega: una promesa incumplida

Aunque se ha aprobado el pago de subsidios a trabajadoras de hogar, estos todavía no han llegado. Tras la salida del estado de alarma ha emergido otro problema aun más grave: estamos viendo desplomarse los salarios que se ofertan.

Trabajo domestico
El trabajo interno lo realizan principalmente mujeres, muchas de ellas migradas. Álvaro Minguito


24 jul 2020 10:27

Lo que está ocurriendo con el subsidio extraordinario para las trabajadoras de hogar es la repetición, punto por punto, de un guión histórico: se crea (tarde) una prestación pública para amparar una situación (en este caso, la pérdida del empleo) que el resto de la gente trabajadora tiene ya cubierta (de mejor manera), y al alborozo inicial sigue la decepción, porque la prestación no llega.

No voy a hacer más historia que la inmediata. Muchas se quedaron sin empleo a partir del estado de alarma del 14 de marzo o, al menos, esto es lo que necesitan decir que pasó para tener derecho al subsidio extraordinario. Al resto de gente, si las empresas presentaron un ERTE alegando que su actividad quedó interrumpida antes por causa del covid, se le está abonando la prestación de desempleo desde fechas anteriores. En el caso del trabajo de hogar no es así, a pesar de que los días 11 y 12 de marzo la mayoría de las Autonomías dispusieron el cierre de sus centros escolares, y el clima social de temor al contagio era ya generalizado. El viernes día 13 Pedro Sánchez anunció en televisión que el día siguiente se dictaría el estado de alarma, porque la pandemia exigía adoptar medidas extraordinarias. Insistió mucho en el peligro de contagio vía proximidad física, por lo que en aquellas fechas, día arriba o día abajo, muchas trabajadoras en régimen externo quedaron temporalmente sin empleo. A otras, se les redujeron las horas o los días de trabajo para minimizar riesgos, con la consiguiente pérdida de salarios.

Las que no habían sido suspendidas tuvieron que continuar prestando servicios. Sin información ni medidas de seguridad laboral, algunas se mostraron remisas a seguir trabajando en aquellas condiciones. Otras, necesitaron quedarse en casa para cuidar de sus propias familias. Muchas de estas aparecen ahora en la Seguridad Social como baja voluntaria, por lo que no tendrán derecho al subsidio. Una puntualización necesaria: esas bajas voluntarias se realizaron de común acuerdo con la parte empleadora, que en bastantes casos ha vuelto a contratar a la trabajadora una vez pasado el estado de alarma.

Algunas comparaciones no son odiosas, sino muy ilustrativas. El día 18 de marzo, el BOE publicaba el RD 8/2020, en el que se establecían medidas muy especiales para casi toda la gente trabajadora. Se reconocía la prestación de desempleo en el Régimen General a los afectados por ERTE, aun a quienes no tuviesen cotizado el periodo que se exige en tiempos normales. La misma medida se aplicó a las personas del RETA (Régimen de Autónomos), incluso a las que, pudiendo hacerlo, no se encontraban cotizando para la contingencia de desempleo. Esta prestación extraordinaria del RETA podía extenderse desde el 14 de marzo al 30 de junio y se ha cobrado ya.

La ceguera no es inocente ni piadosa: la contratación de cada trabajadora interna ahorra cantidades ingentes de gasto familiar y de servicios sociales

Lo que ha sido de la gente afectada por ERTES, lo sabemos por televisión: las solicitudes se simplificaron al máximo, toda la gente está ya cobrando su prestación y tras muchas horas de conversaciones entre gobierno y agentes sociales, el BOE del 27 de junio publica el RD 24/2020, que extiende hasta el 30 de septiembre la protección de desempleo en condiciones excepcionales para los ERTES ya iniciados.

En todos los sectores hay economía sumergida. Tanto por la gente sin alta en la Seguridad Social como por las altas que no reflejan más que una pequeña parte de la jornada. En el empleo de hogar este capítulo tiene entidad especial. En marzo hay un salto entre las cifras de ocupación en el sector que da el INE para el primer trimestre de 2020 (576.000) y las del alta en la Seguridad Social (marzo, 393.000 trabajadoras). Debe haber muchas más, que no se declaran en las encuestas porque no están aseguradas o porque no tienen permiso de trabajo.

Durante el confinamiento ha habido trabajadoras internas cuyos empleadores no les permitían salir a la calle para nada, y no tenía que ver solo con el deseo de preservar la salud de las personas cuidadas sino con el temor a controles policiales que dejaran en evidencia su situación irregular.

Desconozco la situación en otros territorios, en Euskadi la política del gobierno del PNV-PSE es mirar para otro lado a todos los efectos, por lo que durante la pandemia hemos insistido en lo infundado del temor a sanciones en caso de que la Ertzaintza detectase trabajadoras sin papeles en los controles callejeros. La ceguera no es inocente ni piadosa: la contratación de cada trabajadora interna ahorra cantidades ingentes de gasto familiar y de servicios sociales, máxime si no tiene derecho al alta en la Seguridad Social. Mejor dejar el cálculo monetario exacto para otra ocasión, pero es algo que deberemos hacer.

Volvemos al subsidio de hogar. Tras semanas de angustia (sí, angustia) por el abandono institucional, el RD 11/2020, BOE 1 de abril, crea un subsidio extraordinario para las trabajadoras de hogar que estaban de alta en la Seguridad Social. No escribo trabajadoras de hogar y cuidados porque las que estaban cuidando generalmente no perdieron su empleo, salvo por muerte de la persona empleadora. En la estadística de muertes de personas mayores durante el confinamiento, estaría muy bien saber qué porcentaje de entre las que estaban a cargo de una trabajadora de hogar en su propio domicilio, murieron o necesitaron ingreso hospitalario por el covid-19. Vuelvo al ahorro en gasto público y, en este caso, también disminución de sufrimiento familiar y social.

Se le dieron al SEPE tres meses para establecer las formalidades de solicitud del subsidio y otros tres meses para resolver las solicitudes, lo que colocaba el cobro en septiembre como pronto. El 5 de mayo empezó la posibilidad de pedirlo, después de haber rellenado unos impresos difíciles con las oficinas del SEPE cerradas, sus teléfonos colapsados, y la necesidad de conseguir la colaboración de la parte empleadora en los casos de suspensión. Ante las protestas por la lentitud del proceso, la campaña de las organizaciones por el cobro del subsidio para julio tuvo una respuesta el día dos a través de la prensa: se iba a empezar a pagar.

Se explicó el atraso por la falta de un programa informático para procesar las solicitudes. Puestas ya de acuerdo en que las comparaciones no son odiosas, recuerdo que los programas informáticos no caen del cielo, los hacen las personas, y se han modificado con la rapidez necesaria para atender a los demás sectores aplicando unas reglas de juego extraordinarias.

Sobran evidencias de que el descontrol del sector no se explica por dificultades técnicas sino por falta de voluntad política

Me voy a adelantar a los argumentos de la institución, son previsibles. El SEPE se ha encontrado con una población solicitante que no aparecía en sus registros; claro que no aparecía, porque nunca se exigió a la parte empleadora cumplir con su obligación vigente desde 2012 de registrar los contratos de trabajo en la Tesorería, simultáneamente a dar el alta en la Seguridad Social. El caos viene de la historia previa de abandono. También es probable que las solicitudes tengan errores y omisiones; seguro que las tendrán, era lo esperable con un SEPE inaccesible presencial ni telefónicamente para apoyar a las trabajadoras y con una parte empleadora a la que nunca se le ha sancionado por incumplir sus deberes patronales.

A día de hoy, entre trabajadoras que pusieron todo su esfuerzo y diligencia en presentar la solicitud en la primera quincena de mayo, la pregunta que se repite es: ¿conocéis a alguien que haya cobrado el subsidio?. En todo caso, el subsidio solo se cobrará hasta el 20 de julio, lo que suscita otra cuestión a más largo plazo, y creo que más importante. Estamos viendo desplomarse los salarios que se ofertan a la salida del estado de alarma. Trabajadoras que han estado meses sin cobrar salario ni prestaciones sufren ahora una enorme presión para admitir condiciones laborales a la baja, en jornada y sueldo, condiciones ilegales que ya se daban antes pero ahora son peores. Atajar esta pendiente de cada vez mayor explotación exige la regularización de todas las trabajadoras migrantes, desvinculando el permiso de trabajo de los actuales requisitos (normalmente tres años de residencia y una oferta de trabajo), y sigue por el control de las condiciones en las que trabajan todas, internas y externas, migrantes y autóctonas.

Sobran evidencias de que el descontrol del sector no se explica por dificultades técnicas sino por falta de voluntad política. Que a su vez viene explicada porque el empleo de hogar en las actuales condiciones es una pieza esencial a un modelo que para hacer justicia a las mujeres en general y a las trabajadoras de hogar en particular exigiría grandes cambios en la organización social de los cuidados.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Opinión
Discriminación Se sigue negando el subdidio de desempleo a empleadas del hogar de más de 52 años
Aunque el derecho a la prestación se reconociera en 2022, su no aplicación retroactiva hace que ninguna empleada del hogar podrá cobrarlo hasta 2028.
Trabajo doméstico
Cuidados Dos de cada tres empleadas del hogar internas trabajan más del máximo de 60 horas semanales
Aunque las condiciones han mejorado respecto a años anteriores, un gran número de trabajadoras domésticas sufren jornadas ilegales y pagos en B sin estar dadas de alta en la Seguridad Social.
Trabajo doméstico
Opinión Registrar la jornada laboral en el empleo de hogar
La cuestión de la jornada en el sector está deliberadamente desregulada en las leyes y descontrolada por la Inspección de Trabajo, que no examina la legalidad de los contratos.
Salud
El precio justo La nueva ley del medicamento o estrategias para bajar el precio de los genéricos (que es caro)
En España pagamos de media un 10% más por los medicamentos genéricos que consumimos que en el resto de la UE. Al mismo tiempo, nuestro gasto farmacéutico ha aumentado un 33% en la última década.
Israel
España El Gobierno español vuelve a romper su compromiso de no comprar armas a Israel
El Ejecutivo de Pedro Sánchez adquiere armamento israelí por valor de 6,6 millones de euros a pesar de haberse comprometido a un “embargo total”.
Laboral
Laboral Tres nuevos días de huelga para parar el ERE en Bridgestone
Los sindicatos de forma unánime convocan paros los días 24, 25 y 26 de abril y no descartan ampliar las acciones de lucha para evitar el despido de 546 trabajadores.
There Is Alternative
There Is Alternative De redes, software, cacharritos y todo lo que no sea Elon Musk | TINA #1
Primer programa del podcast There Is Alternative de El Salto Radio sobre el lado oscuro de la tecnología y sus alternativas éticas y responsables.
Gobierno de coalición
Carrera armamentística Izquierda Unida denuncia incumplimiento del PSOE y habla de “crisis de Gobierno”
El aumento del gasto en defensa y la compra de armas a Israel, a pesar del compromiso de no hacerlo, ha enfadado a tres pesos pesados de la coalición.
El Salvador
El Salvador El caso Ábrego García destapa el turbio pacto de Trump con Bukele
El joven salvadoreño no ha sido condenado ni en Estados Unidos ni en su país de origen, pero es uno de los cientos de personas con la vida pendiente de un hilo por las políticas de Trump y Bukele.

Últimas

Eventos
Taller de podcast El Salto invita a estudiantes a explorar las posibilidades del formato audiovisual
Proponemos un taller de guion y producción de programas para estudiantes de comunicación y periodismo los días 24 de abril y 8 de mayo.
Más noticias
Opinión
Opinión Contextos de la guerra en Ucrania
El historiador Antonio Fernández Ortiz repasa la relación entre Occidente, la Revolución Rusa y distintos proyectos de construcción nacional.
Gasto militar
Rearme Pedro Sánchez anuncia un aumento del gasto militar de más de 10.000 millones de euros
El presidente del Gobierno ha anunciado la intención de cumplir este año con el objetivo de invertir el 2% del PIB en Defensa, para lo que se van a gastar 10.471 millones de euros.

Recomendadas

Siria
Siria Fragmentos de un retorno
Regresar no siempre es fácil. En estas misivas, los sirios Naoura A., residente en Francia, y Basem Al Bacha, residente en Alemania intercambian opiniones con motivo de la vuelta de Naoura a la ciudad donde se conocieron: Damasco.
Historia
Historia Miguel Martínez: “En Villalar, la izquierda arrancó los comuneros al franquismo”
Miguel Martínez, profesor de historia y literatura españolas en la Universidad de Chicago, analiza desde una óptica progresista la Edad Moderna, el momento histórico fetiche de las derechas españolistas.
Sáhara
Culturas El idioma de Cervantes sigue resonando en las arenas del Sáhara
El español se ha convertido en una forma de resistencia de la identidad cultural saharaui frente al borrado del ocupante, pese a muchas dificultades.
Culturas
Culturas En la industria editorial el libro ya es lo de menos… pero leemos más y mejor que nunca
Expertos, editores y libreros analizan cómo el libro-evento y los denostados como “libros-basura” sostienen un sector en el que, por otra parte, los números dicen que leemos más y con más variedad que nunca.