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Opinión
La periferia sigue siendo periferia
¿Cabe afirmar que la tradicional división Norte/Sur está siendo superada, que emerge una nueva y más equilibrada división internacional del trabajo?
Supongamos por un momento, como lo hace la economía convencional, que la entidad en una economía de las exportaciones que utilizan trabajo cualificado y alta tecnología es un indicador de éxito, que revelan su potencial competitivo y su capacidad para entrar y mantenerse en los segmentos de mercado más dinámicos.
Según la información estadística proporcionada por la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (UNCTAD, según el acrónimo en inglés), entre 2005 y 2018 las ventas globales de estos productos han aumentado más de tres veces, suponiendo casi la mitad de las exportaciones totales de manufacturas. ¿Cómo se ha repartido ese crecimiento? ¿Cabe afirmar que la tradicional división Norte/Sur está siendo superada, que emerge una nueva y más equilibrada división internacional del trabajo?
Es cierto que en estos años se ha asistido a un cambio sustancial en el reparto geográfico de las exportaciones de este tipo de productos (ver figura). Partiendo de la clasificación estándar (claramente discutible, pero no entraré aquí en este asunto) que maneja la UNCTAD, diferenciando entre economías desarrolladas y en desarrollo, encontramos que las primeras representaban en 1985 las tres cuartas partes de las exportaciones totales, mientras que las segundas tan sólo aportaban una cuarta.
Siguiendo con la tipología propuesta por la UNCTAD, que distingue, dentro de los países en desarrollo, los que se localizan en África, América, Oceanía y Asia, vemos que sólo este último grupo ha mejorado radicalmente su posición; en 2018 representaba el 46% de las exportaciones mundiales, 28 puntos porcentuales más que en 1985. El país que, dentro de la región, destaca con mucho es China. A pesar de que en los últimos años ha reducido su cuota de mercado, aportaba en 2018 el 16% de las ventas globales; un porcentaje muy superior al de las dos grandes potencias industriales del mundo en este segmento de mercado, Estados Unidos y Alemania. El peso de las economías latinoamericanas se ha mantenido estabilizado, en torno a un modesto 3% y el de África no llega al 1%, lo mismo que en Oceanía. El grupo de países menos desarrollados (84) apenas cuenta en las exportaciones de estos productos, con un irrelevante 0,1%.
La exportación de manufacturas modernas (y también su producción) está concentrada en un pequeño número de países, especialmente en ChinaEl (supuesto) cambio estructural en beneficio de las periferias y su (supuesta) irrupción en los mercados más dinámicos, en los de mayor contenido tecnológico y sofisticación deben ser cuestionados. La exportación de manufacturas modernas (y también su producción) está concentrada en un pequeño número de países, especialmente en China; la presencia de la mayor parte de las economías en desarrollo es escasa o está en retroceso. Toda la propaganda sobre los beneficios de la globalización de los mercados, sobre la convergencia entre las economías más avanzadas y las rezagadas, sobre la industrialización de la periferia y sobre los cambios en la división internacional del trabajo, no cuentan con evidencia empírica.