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Migración
655 personas pierden la vida en su intento de llegar a España en 2019
El colectivo Caminando Fronteras contabiliza 655 víctimas fatales, de las cuales solo se han recuperado 137 cadáveres, el 80 por ciento de los cuerpos están desaparecidos. En comparación con 2018, el monitoreo demuestra que las rutas migratorias son más peligrosas y mortíferas pese a registrarse una disminución casi a la mitad en las llegadas hacia España.
El colectivo Caminando Fronteras ha denunciado este martes 10 de diciembre, Día Mundial de los Derechos Humanos, que “las cifras reales de muertes y desapariciones de personas migrantes que intentaron acceder a España en 2019 son bastante superiores a las recogidas por organismos oficiales”.
Del total de 655 víctimas documentadas hasta el momento, constan como desaparecidas en el mar 518, es decir que sus cuerpos ni siquiera han podido ser recuperados. Según Caminando Fronteras, gran parte de ellas, “pertenecen a doce embarcaciones que a lo largo del año desaparecieron en el mar sin dejar rastro de todas las personas que iban a bordo”.
Estas cifras implican que ocho de cada diez personas que pierden la vida en su intento de llegar a España por vía marítima sean desaparecidas. “Resulta una situación extremadamente dura para sus familiares que, al perder los cuerpos de sus seres queridos y ante la falta de reconocimiento por parte de los estados, eternizan su dolor y nunca acaban por realizar el duelo”, declaró la portavoz de la organización, Helena Maleno.
Maleno: “Al perder los cuerpos de sus seres queridos y ante la falta de reconocimiento por parte de los estados, (las familias) eternizan su dolor y nunca acaban por realizar el duelo”
Ya en el informe “Vida en la Necrofrontera” presentado en junio de este año, el colectivo denunciaba que la diferencia entre la recuperación de un cuerpo y la ausencia del mismo es fundamental por las consecuencias que tiene desde lo político y desde lo humano. “La ausencia invisibiliza el relato de violencia que llevó a su desaparición y crea profundas brechas en las vidas de sus familias y en las comunidades de origen”, referían en el informe.
Los datos de la organización son producto del monitoreo permanente que realiza en la frontera occidental europea, comprendida en las rutas del Estrecho, Mar de Alborán, Islas Camarias y la ruta argelina. Lo hacen “mediante la línea telefónica de emergencia, habilitada para personas migrantes en peligro y las denuncias de familiares y supervivientes que recibimos”.
Esta metodología implica que no puedan ser considerados absolutos, ya que posiblemente muchas de las personas que inician la ruta, ni sus familias, den la alerta, lo que hace suponer que la cifra de víctimas podría ser mucho mayor de la registrada.
Las víctimas identificadas pertenecen a treinta y siete naufragios sucedidos durante 2019: diez en el mar de Alborán, dieciséis en el Estrecho de Gibraltar, ocho en la ruta canaria y tres en la argelina. “La ruta del mar del Alborán se demuestra como la más mortífera con 246 muertas y desaparecidas, seguida por la de Canarias con 228, el Estrecho con 146 y la ruta argelina con al menos 35 personas fallecidas”, detallan.
Esto demostraría también, que las políticas de disuasión de la Unión Europea y el Estado español han producido un desplazamiento de rutas: el gasto de casi 9 millones de euros en la Operación Indalo, la agencia Frontex y toda la industria de control fronterizo con fuerte presencia en el Mar de Alborán, no evita muertes, sino que desplaza los intentos de llegada hacia la reapertura, por ejemplo, de la “ruta Canaria”. En el informe de junio que recuperaba los datos de todo 2018 y el primer trimestre de 2019, eran solo 6 muertes producto de un naufragio en esa zona y ahora se dispara a 228 personas en 8 episodios documentados.
El reporte de Caminando Fronteras destaca que “las mujeres suponen el 15,87% de todas las víctimas del año (104 fallecidas) mientras que 54 niños y niñas perdieron la vida”
Por otra parte, el reporte de Caminando Fronteras destaca que “las mujeres suponen el 15,87% de todas las víctimas del año (104 fallecidas) mientras que 54 niños y niñas perdieron la vida”. Y agregan que las víctimas eran personas provenientes de 19 países diferentes: desde India a Angola o Marruecos, pasando por Yemen, Birmania, Bangladesh, Pakistán, Etiopía, Eritrea, Chad, Camerún, República Democrática del Congo, Argelia, Mauritania, Senegal, Gambia, Guinea Conakry, Guinea Bissau y Costa de Marfil.
Pese a que desde el Ministerio del Interior español dicen haber reducido las muertes, las cifras de Caminando Fronteras confirman, por el contrario, que en proporción la mortalidad ha aumentado con respecto a 2018, cuando se registraron 843 víctimas. “Las políticas migratorias de la militarización fronteriza y el desmantelamiento de Salvamento Marítimo han reducido en un 50,07% las llegadas de personas migrantes, pero la mortalidad en la zona es incluso mayor" concluye Maleno.
En tal sentido, desde la organización lamentan que se cierre otro año “con centenares de víctimas en nuestras costas que son responsabilidad de la necropolítica estatal en las fronteras" y reclaman que "es urgente aplicar a las supervivientes el Protocolo de Asistencia a Víctimas Múltiples antes que la Ley de Extranjería y habilitar un número de teléfono oficial para que las familias puedan obtener información tras un naufragio".