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Pueblos originarios
La muerte del indigenista Rieli Franciscato es resultado de la negligencia en la protección a indígenas aislados
El indigenista brasileño Rieli Franciscato, reconocido por su dedicación y compromiso con la defensa intransigente de la vida y del futuro de los pueblos originarios, murió el pasado 11 de septiembre víctima de una flecha. Su muerte da muestra de las agresiones que sufren los pueblos no conectados en Brasil con el objetivo de despojarles de su territorio.
Rieli, de 56 años, era un indigenista experimentado, con más de treinta años de actuación en la FUNAI (Fundación Nacional del Indio), reconocido por su dedicación y compromiso con la defensa intransigente de la vida y del futuro de los pueblos aislados. Era jefe del Frente de Protección Etnoambiental próximo al territorio del pueblo Uru-Eu-Wau-Wau, en la región de Seringueiras, estado de Rondonia. Al ser informado de la presencia de un grupo de indígenas aislados del Cautário en Seringueiras, Rieli se dirigió al local para evitar el conflicto entre indígenas y no indígenas, recibiendo fatalmente el impacto de una flecha cuando se aproximó.
Conocidos como “Aislados del Cautário” en referencia al nombre de un río local, estos indígenas viven de la caza y la pesca dentro de la Tierra Indígena (TI) Uru-Eu-Wau-Wau. El grupo indígena ya había aparecido en la zona rural de Seringueiras en el mes de junio. La flecha que alcanzó mortalmente al reconocido indigenista pone en evidencia, de forma traumática, la violencia practicada contra estos pueblos, la invasión de sus territorios y la criminal omisión del Estado.
El territorio Uru-Eu-Wau-Wau, desde la construcción de la carretera BR-364, viene siendo constantemente invadido para la explotación de la caza, pesca y madera y, más recientemente, también por usurpadores de tierra
El territorio Uru-Eu-Wau-Wau, desde la construcción de la BR-364, viene siendo constantemente invadido para la explotación de la caza, pesca y madera y, más recientemente, también por usurpadores de tierra que han establecido parcelas dentro de la tierra demarcada —situación que ya es conocida por las autoridades. Esos grupos aislados son supervivientes de la política genocida de contacto, y del desarrollismo del Estado brasileño desde la década de 1970. El Programa Integrado de Desarrollo del Noroeste del Brasil (Polonoroeste), financiado por el Banco Mundial, construyó carreteras y abrió los territorios indígenas para un brutal proceso de colonización y de implantación de proyectos económicos, llevando al exterminio de diversos pueblos. A pesar de la demarcación, en 1991, de la TI Uru-Eu-Wau-Wau, donde viven los pueblos recién contactados Amondawa, Jupaú e Uru-Eu-Wau-Wau, el proceso de invasión, explotación y exterminio de los indígenas no cesó.
Brasil
“América Latina está luchando y resistiendo para tener un futuro y una vida justa”
Nara Baré es la primera mujer al frente de la Coordinación de las Organizaciones Indígenas del Amazonas Brasileño. Como integrante de una delegación de líderes indígenas, cruzó el océano para denunciar cómo las politicas de Bolsonaro, a punto de cumplir un año al frente del gobierno, afectan a las vidas de los pueblos originarios y sus territorios.
La acción que resultó en la lamentable muerte de Rieli Franciscato revela una actitud desesperada de los indígenas aislados en defensa de su territorio, su agresividad se produce en respuesta a las violencias de las que vienen siendo víctimas a lo largo de los años y, muy probablemente, también es motivada por hechos ocurridos recientemente.
El instituto Socioambiental (ISA), utilizando datos del Instituto Nacional de Investigaciones Especiales (INPE), constata que la deforestación creció un 113% en 2019 en las tierras indígenas con presencia de pueblos aislados en relación a 2018. EN abril de 2020, fue asesinado el indígena Uru-Eu-Wau-Wau, que actuaba en la vigilancia de la TI Uru-Eu-Wau-Wau y era amenazado por invasores. No hubo condena para los asesinos.
El instituto Socioambiental, utilizando datos del Instituto Nacional de Investigaciones Especiales, constata que la deforestación creció un 113% en 2019 en las tierras indígenas con presencia de pueblos aislados en relación a 2018
El gobierno Bolsonaro va en la dirección contraria de la política de protección a los pueblos aislados en discurso y práctica, precarizando las Frentes de Protección e incitando a la población no indígena contra estos pueblos.
El actual gobierno federal, por medio del Presidente de la República, ha diseminado una política de prejuicios, odio y violencia contra los pueblos indígenas en Brasil, al afirmar, entre otras cosas, que no demarcará “ni un milímetro de tierra indígena”; que se deben abrir los territorios para la explotación; que los indígenas deben ser integrados y “vivir como seres humanos”. Siguiendo la práctica genocida, la FUNAI fue entregada a los terratenientes, conocidos enemigos de los indígenas; los funcionarios pasaron a ser perseguidos, las bases de protección y fiscalización del órgano fueron desarticuladas y vienen siendo blancos de ataques, en cuanto el departamento de aislados fue entregado a sacerdotes fundamentalistas.
La propuesta de ley 191, que prevé la explotación de los territorios indígenas, y la Instrucción Normativa 09, que permite la legalización de fincas dentro de los territorios indígenas, vienen con el objetivo de legalizar la invasión territorial y confrontar la Constitución Federal, que prevé el usufructo exclusivo de estos territorios por los pueblos indígenas. Tales acciones avivan todavía más los conflictos ya existentes.
Hoy, en Brasil, existen más de 100 pueblos indígenas en situación de aislamiento voluntario, principalmente en la región amazónica. Por tanto, es de extrema importancia la protección de estos territorios
Hoy, en Brasil, existen más de 100 pueblos indígenas en situación de aislamiento voluntario, principalmente en la región amazónica. Por tanto, es de extrema importancia la protección de estos territorios, no permitiendo el contacto y la explotación, principalmente en este periodo de pandemia del coronavirus.
El CIMI reconoce la importancia de la existencia y resistencia de estos pueblos y su opción de vivir de forma autónoma en la selva; por otro lado, sus apariciones en varias localidades nos preocupa, pues puede significar que están sufriendo presión debido a la invasión de sus territorios y a la disminución de los alimentos que garantizan su supervivencia.
Exigimos al gobierno federal el debido respeto y protección a los pueblos indígenas en Brasil, en especial a aquellos que optaron por no tener contacto con la sociedad no indígena. Es inaceptable que el papel de protección de los territorios indígenas quede al cuidado de unos pocos indigenistas, exponiendo sus vidas y actuando en precarísimas condiciones.
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La historia de los quilombos es la lucha contra el racismo que estructuró la sociedad brasileña desde la época colonial y que continúa en nuestros días. También es la historia por el derecho al territorio en el que vivían sus ancestros, antiguos esclavos.
El CIMI reitera su pesar por la muerte de Riele Franciscato y la solidaridad a sus familiares. El mejor homenaje es dar continuidad a su lucha en defensa de los derechos indígenas, del ambiente saludable y de la vida.
En este momento de dolor, es importante el refuerzo en la estructura material y humana de la Frente de Protección Uru-Eu-Wau-Wau y la adopción de medidas especiales de protección inmediatamente, como la presencia ostensiva de la Policía Federal en la región. Ese procedimiento se torna necesario también para cumplir la determinación del Supremo Tribunal Federal (STF) en el juicio de la ADPF 709, en el inicio de agosto, en cuanto a la contención de las invasiones en los territorios tradicionales.
Alertamos, también, de la amenaza de genocidio de los aislados del Cautário, motivado por los intereses económicos en la tierra indígena y por los prejuicios, utilizando como pretexto la muerte del indigenista de la FUNAI.
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Los indígenas amazónicos no entienden la tierra como "propiedad privada", mucho menos los indígenas aislados o de reciente contacto que directamente no entienden el concepto de propiedad privada.
Este caso no es un ejemplo de violencia por parte de los indígenas, como explica la nota: los indígenas de han visto obligados a salir de su territorio tradicional debido a la escasez producida por las invasiones y, como cualquier ser vivo, se defienden ante los ataques. Lo trágico es que en este caso el funcionario no estaba atacándoles sino intentando defenderles de los atacantes.
Espero que el comentario haya ayudado a entender por encima la situación de estos pueblos.
Hombre...la violencia en este caso es desde los indigenas no tiene excusa. No se puede defender abolir la propiedad privada pero defender las tierras indigenas como propiedad privada de los mismos.