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Memoria histórica
Sahagún de Campos: el PP impone el crucifijo y esconde la memoria democrática
El crucifijo, vulnerando la Constitución, preside el Salón de Plenos, y el retrato de Benito Pamparacuatro, alcalde republicano asesinado, ha pasado a una dependencia menos visible en la Casa de Cultura.
Tanto el Partido Socialista como Izquierda Unida han exigido estos días que el equipo de gobierno del Partido Popular en el Ayuntamiento de Sahagún de Campos retire del Salón de Plenos un crucifijo y devuelva al mismo lugar que ocupaba en la Casa de Cultura el retrato del alcalde republicano Benito Pamparacuatro, asesinado por los militares sublevados en 1936. En el primer caso, en atención y respeto al artículo seis de la Constitución vigente. En el segundo, en aplicación de la Ley de Memoria Histórica.
Parece, según leemos en la noticia que ha dado a conocer esta información, que cuando gobierna el PP en aquella localidad leonesa, sus representantes trasladan el retrato del alcalde republicano desde el hall del Consistorio al último piso, con manifiestas intenciones de ocultar su memoria. Se da la circunstancia, además, de que Benito Pamparacuatro, primer alcalde republicano de Sahagún, fue declarado hijo predilecto de la localidad leonesa hace bastantes años.
Había nacido en 1897 y regentaba con su hermana Celina una tienda ubicada en los soportales de la Plaza Mayor, según escribe Secundino Serrano. Al comercio, en el que se vendían zapatillas y cordeles y géneros de punto, la llamabana los lugareños La tienda de los niños y sirvió para que los dos hermanos alcanzaran una desahogada situación económica. Benito, republicano y socialista sin militancia de partido, hizo del local un espacio para el debate y libre expresión de ideas, desde el que alentaba las reclamaciones de los braceros y reclutaba adeptos para la causa.
Bien se puede decir, por tanto, que alguna incidencia debió de tener ese modesto comercio en la temprana proclamación de la segunda República en la localidad leonesa.Tuvo lugar, según acredita Serrano, a las 7,30 del 14 de abril de 1931, una hora después de que fuera izada la bandera tricolor de Éibar, la primera localidad en hacerlo, por delante de Barcelona (Lluís Companys, a las 13,30), y Madrid (Niceto Alcalá Zamora, a las 20,15).
Si en la villa guipuzcoana lo hizo el socialista Alejandro Tellería, en Sahagún de Campos fue Benito Pamparacuatro quien protagonizó el hecho desde el balcón de Casa Consistorial. Este episodio no es muy conocido, pues como dice Serrano esa "temprana proclamación de la República en una villa extraviada de Tierra de Campos se inscribe en el capítulo de lo sorprendente. Pero ayuda a quebrar la imagen de un medio rural monárquico y retrógrado o de una Submeseta Norte convertida en vanguardia de la reacción".
En octubre de 1934, la revuelta contra la presencia de varios ministros de la CEDA de Gil-Robles en el Gobierno de Alejandro Lerroux comportó la persecución de la izquierda por todo el país, como ocurrió también en Sahagún de Campos, donde los centros obreros de la comarca fueron cerrados y los sindicatos de clase fueron perseguidos, con la destitución también de Benito Pamparacuatro y todos los concejales, fechada el 9 de octubre de 1934. Algo menos de dos años después, en las elecciones de febrero de 1936, el Frente Popular logró el 66 por ciento de los sufragios en la villa leonesa, con su exlcalde -otra vez- como auténtico artífice de esa victoria.
Cuenta Secundino Serrano que tras el golpe militar del 18 de julio de 1936, y teniendo en cuenta el currículum socialista del alcalde republicano y su protagonismo histórico en la localidad, sus amigos aconsejaron a Pamparacuatro que buscara refugio en San Andrés de Rabonado, ante las noticias que daban cuenta de las muertes arbitrarias que estaban perpetrando las tropas sublevadas. "Pero fue una huida pespunteada de pistas, y hasta allí fue a buscarle un grupo de falangistas y vecinos. Era el 4 de agosto de 1936, y los recaderos de la muerte le hicieron firmar un documento por el que renunciaba a sus propiedades. Una vez conseguida la requisa económica fue torturado, maniatado a un camión y arrastrado por el pueblo; un disparo acabó con su vida. El dueño de la finca donde fueron arrojados sus despojos prometió a la hermana que respetaría la improvisada tumba, pero el incontenible avance urbanístico sepultó definitivamente ese trozo de tierra".
Ahora, los representantes del Partido Popular que gobiernan el Ayuntamiento de Sahagún pretenden también arrinconar/ocultar la dignidad de la memoria y la lucha por la democracia que simboliza el retrato del alcalde Benito Pamparacuatro en la Casa de Cultura, el mejor lugar para hacer perdurable su recuerdo y el del régimen al que defendió contra el fascismo. Y de paso imponen el nacionalcatolicismo en el Salón de Plenos.