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El pasado 18 de mayo los trabajadores de Galletas Arluy anunciaron dos nuevas jornadas de huelga, el 29 y 31 de mayo, tras recibir por parte de la empresa una contraoferta a sus reivindicaciones que consideraron insultante. No obstante, y debido al temor de la empresa a las dos nuevas jornadas de huelga, que pudieran lograr el apoyo del 100% que tuvo la anterior, la empresa ha cedido y ha aceptado las principales demandas de los trabajadores.
Tras varias asambleas, a menos de 12 horas de la primera de estas jornadas, los trabajadores han votado firmar un nuevo convenio laboral y desconvocar la huelga. Las principales conquistas que estos trabajadores han logrado son el incremento del 1,5% del salario de forma retroactiva desde 2017 con un interés el 1,1% con revisión anual al alza respecto al IPC y un bono de transporte de 2,31€ diario con carácter retroactivo desde inicios de 2018.
Queda así sin solucionar una de las reivindicaciones que el colectivo mantenía, la reducción de una jornada laboral que desde el comité de empresa manifiestan que es “abusiva y excesiva”. No obstante, desde el comité de empresa anuncian que seguirán luchando por ella.
El secretario del comité de empresa, Rubén Santamaría, aclara que esta victoria solo ha sido posible, tras más de 14 meses de lucha, mediante una respuesta “contundente” de los trabajadores en una huelga que fue secundada “masivamente” y anima a otras empresas a llevar a cabo sus reivindicaciones en estos términos porque “se puede vencer estando unidos y lo hemos demostrado”.