We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
La semana política
Nadie está a salvo
Nadie puede estar tranquilo en estos tiempos. Debió intuirlo José Luis Ábalos en algún momento de la primera semana de julio y lo constató a media mañana del sábado pasado. En un par de horas, zas, ni ministro ni secretario de organización del PSOE. Diputado raso y fuera de la pomada. Según donde acudiese uno a informarse, Ábalos o Iván Redondo eran los hombres de la lluvia. Ahora están los dos fuera. También Carmen Calvo, la encargada del control de daños una vez no hubo más remedio que meter a Unidas Podemos en el Gobierno. A la calle.
Nadie espera que se le despida cuando las cosas van bien, francamente bien. Es lo que le ha pasado a Jesús Cintora, periodista y presentador de “Las cosas claras”. El programa ha sido cancelado cuando era líder de su franja horaria. Para RTVE, que acumula quince años en una crisis profunda, el programa —producido, eso sí, por una privada— suponía meter la cabeza en “la conversación” ese concepto resbaladizo que sirve para definir el marco de lo que se habla o no se habla. Pero a Cintora le cortaron las alas. ¿Los motivos reales? Se conocerán cuando no importe.
Vicente del Bosque no sabía absolutamente nada de fútbol en 2008. Dos años después, ganó como seleccionador la Copa del Mundo. Uno por uno, los audios publicados a lo largo de la semana por El Confidencial, han ido mostrando la versión sin cortes de aquello que el presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, piensa de sus asalariados, de los medios de comunicación y de la manera de controlarlos. Ni ganando la Liga, o dos Champions, Del Bosque podía sentirse seguro en un Real Madrid plagado, además de veteranos y noveles, de gente mala, tonta, subnormal, monigotes y zoquetes.
La inestabilidad es la tónica general, hay un gazpacho de todos contra todos y mensajes confusos
Ahora Florentino Pérez, el hombre de la lluvia, está señalado. Sus abogados estudian cómo resguardarlo de la tormenta de mierda que ha caído sobre su reputación. Cuesta pensar en Pérez como una víctima pero también es difícil no verlo como el último señalado por la cloaca generada en torno a José Villarejo. Hay hombres de la trama cerca de los enemigos de Pérez y de su Superliga. Las explicaciones de Pérez parecen débiles, sus colaboradores en prensa quedan otra vez señalados.
Una serie de casos progresan sin conexión aparente. El denominador común es que nadie puede sentirse seguro en una guerra entre oligarcas que no parece tener fin. El jueves 8 de julio, la Audiencia Nacional imputaba a Repsol y a CaixaBank, el viernes 9 de julio era imputada Iberdrola Renovables. Afrontan posibles delitos de cohecho por la contratación de la empresa de Villarejo.
La Justicia —"último dique de contención” contra el Gobierno de Sánchez, según la vulgata del PP— abre ahora un agujero de interpretaciones nivel película de Christopher Nolan
Están las piezas pero nadie puede montar el rompecabezas. ¿Dónde acaba el mito y comienza la realidad de lo que tiene y lo que filtra el excomisario? ¿Dónde empieza el periodismo y termina la cloaca? ¿Tiene todo esto alguna relación con el despido de Cintora? ¿Estamos viviendo dentro de un sueño de Antonio Resines? Sabremos toda la verdad cuando nos resbale completamente. O quizá nunca.
Demandas por doquier
No puede estar tranquilo el Gobierno, que ha visto cómo el Tribunal Constitucional le endiñaba un soplamocos por las decisiones del Ejecutivo durante la primera norma del estado de alarma, el Decreto Ley del 14 marzo de 2020. La Justicia —"último dique de contención” contra el Gobierno de Sánchez, según la vulgata del PP— abre ahora un agujero de interpretaciones nivel película de Christopher Nolan.
La decisión del Constitucional permite imaginar eso que en ciencia ficción se llama una ucronía. ¿Qué hubiera pasado sin estado de alarma en la primavera de 2020? ¿Más (muchas más) muertes? ¿Menos quiebras económicas? ¿El pueblo unido autorganizándose para protegerse del virus? ¿Nada?
El contenedor de noticias que ha sido la segunda semana de julio concluye con un mensaje de incertidumbre y una nueva hornada de municipios confinados
Las respuestas no son material de tertulia sino que deben tener una serie de consecuencias jurídicas en forma de demandas por responsabilidad patrimonial. Las sanciones impuestas durante el estado de alarma, en concreto las referidas a la circulación, podrán ser recurridas administrativamente, pero la sentencia del Constitucional no conlleva la anulación automática de las multas. Media España puede ir a los tribunales después de haber sorteado los respiradores.
Pese al trauma, y la limitación de libertades que ha supuesto el confinamiento duro, ese no es el problema ya. Lo que señala la decisión del Constitucional, por cierto filtrada a dos medios de comunicación antes de hacerse pública, es que hubiera sido preferible un decreto de estado de excepción, que permite mayor discrecionalidad y militarización que el estado de alarma. El Constitucional no aboga por fórmulas de tomas de decisión más participativas o suaves sino que insta al Gobierno, a posteriori pero también a futuros, a desplegarse con más resolución y usar medios de restricción de libertades unívocos. Como en las dictaduras.
La “resolución solo puede traer consecuencias perturbadoras”, en palabras del jurista José Antonio Martín Pallín. En una nueva oleada de contagios, la sentencia filtrada emite un mensaje inquietante.
Consecuencias perturbadoras
Otro análisis del anuncio del Constitucional —aun no de la sentencia— interpreta el mensaje que lanza el Tribunal al Gobierno: “Perded toda esperanza”. El último dique de contención sostiene la guerra de todos contra todos. Queda pendiente la revisión por parte del mismo Tribunal del segundo estado de alarma. Será otro pasito más hacia el borde del abismo para un Pedro Sánchez que aspiraba al relanzamiento con la crisis de Gobierno planteada el pasado sábado.
El jueves, la encuesta anual de condiciones de vida del Instituto Nacional de Estadística aporta la última carga de esta semana. La pobreza se duplicó en 2020. Quince de cada cien personas en Canarias y Andalucía, doce en Extremadura, dan positivo en el test de privación material severa.
Todos los frentes permanecen abiertos. El contenedor de noticias que ha sido la segunda semana de julio concluye con un mensaje de incertidumbre y una nueva hornada de municipios confinados. La inestabilidad es la tónica general, hay un gazpacho de todos contra todos y mensajes confusos. Solo hay una certeza: todo está tomando tintes aun más graves y nadie está a salvo.
Relacionadas
Solo para socias
Solo para socias Nueva carta mensual: “Redactor en crisis”, por Pablo Elorduy
La semana política
La semana política Lo que pasó, pasó
La semana política
La Semana Política La nave del misterio electoral
Otro análisis más libre:
-Echar a ministrxs para nombrar a otrxs, todo en clave interna socialista.
-Caso Cintora: traicion socialista y concesión al PP.
-Florentino Pérez, el padrino.
-Caso Villarejo y grandes empresas: ¿la oligarquía económica se descompone?
-La Justicia (TC) partidista y con tendencias autoritarias.
Y mientras tanto, la pobreza se desboca.