Israel
Historia de Pierre Stambul, un judío antisionista

Hijo de resistentes que lucharon contra los nazis, Pierre Stambul representa la reacción al movimiento sionista impulsor del Estado de Israel: el antisionismo judío.

Pierre Stambul
El activista antisionista Pierre Stambul en su casa de París Isabel Pérez
París
15 sep 2017 08:00

Pierre Stambul canta con su guitarra una reivindicativa canción de Atahualpa. No le importa forzar las cuerdas vocales, lo ha hecho infinitas veces, desde mayo de 1968 con las protestas estudiantiles hasta mayo de 2017, recordando 69 años de la Nakba palestina. Hijo de resistentes que lucharon contra los nazis, Stambul representa la reacción al movimiento sionista impulsor del Estado de Israel: el antisionismo judío.

La concretización del sionismo

Su lengua materna es el francés pero Pierre Stambul habla un buen castellano. Sus padres, judíos del este de Europa, le enseñaron también yiddish y ruso; sin embargo, prefirieron ocultarle sus antepasados judíos. Tras el Holocausto, los ataques judeófobos aún persistían.

“Nací tras la segunda guerra mundial. Después del campo de concentración, la destrucción de la familia de mi madre, mis padres nos buscaron una educación laica en Francia”, explica Stambul posando su guitarra a un lado.

Un día, un infante Pierre llegó a casa del colegio tarareando lemas antisemitas.

“Mis padres me miraron estupefactos, me metieron en una habitación, cerraron las cortinas y me explicaron todo. Los pogroms, la expulsión de los judíos… –recuerda– Así supe que yo era judío”.

Con 16 años Stambul ya era un sionista. Israel era la Tierra Prometida al pueblo judío, un Estado que se había consolidado como ejemplo de fuerza y constancia frente el injusto trato recibido durante siglos. La Palestina histórica donde había sido establecido el nuevo país era una tierra sin pueblo para un pueblo sin tierra y allí acudió en varias ocasiones a trabajar en los kibbutzim, los asentamientos israelíes comunales.

En 1967 oyó que Israel estaba “bajo amenaza árabe”.

El sionismo no es solo una forma de colonialismo, es también una completa mentira sobre la historia, la memoria, las tradiciones e identidades judías

“Mi padre tenía un primo general en el Ejército israelí, agregado Militar en la Embajada israelí de Francia, y me fui a su casa a Tel Aviv  –cuenta Stambul–. Él me explicó que no existía tal amenaza contra la seguridad de Israel. Que el ataque contra los árabes estaba preparado y que la colonización iba a empezar”.

Rompiendo con el sionismo

La guerra de 1967 duró seis días e Israel invadió el resto de Palestina, la península egipcia del Sinaí y los Altos del Golán sirios. La ONU apeló al mantenimiento de la paz y la seguridad y, a través de la resolución 242, exhortó a Israel a retirar sus tropas de los territorios ocupados.

Stambul emprendía por entonces sus estudios de Matemáticas en una universidad de París. Hasta que estallaron las protestas de mayo de 1968.

“Dejé de estudiar. Me involucré en el activismo sindical y participé en las barricadas, en las marchas que exigían derecho al aborto libre y gratuito, entre otras reivindicaciones”, afirma Stambul.

De repente, su semblante cambia y se vuelve tenso. Su mirada refleja repugnancia. “Durante mayo del 1968 vi que Israel estaba en el lado de los racistas, del Apartheid sudafricano. ¡Estaba con las dictaduras latinoamericanas o con los EE UU en la guerra en Vietnam!”.

El joven activista entendió así que su lucha y sus ideales por un mundo justo eran contradictorios con el sionismo. Y renunció a él. Stambul rompió tanto con el sionismo como con sus familiares israelíes. 

“Israel es una sociedad tóxica. Transforma personas normales en militares, fascistas y racistas –asegura– El sionismo no es solo una forma de colonialismo o la fabricación de un trozo de occidente en medio oriente, es también una completa mentira sobre la historia, la memoria, las tradiciones e identidades judías”. 

Judaísmo VS sionismo

“Mientras el sionismo tiene fe en un ejército, el judaísmo tiene fe en Dios”.

Esta es la máxima de las personas judías que recalcan la instrumentalización de la religión judía por parte del Estado de Israel para justificar su creación. No solo advierten que el uso de la fuerza militar es contrario a la Torah, sino que el judaísmo es la religión del pueblo errante que volverá a la Tierra Prometida cuando el Mesías aparezca, no antes.

El historiador judío Thomas Kolsky habló de otra característica más política y estratégica de la creación de Israel: “Irónicamente, creado a fin de liberar a los judíos del antisemitismo y de la ghettización y de ofrecerles refugio, Israel se ha convertido en un Estado-guarnición”. Una guarnición con intereses capitalistas. El antisionismo se opone a este papel de Israel y revela el concepto de “muralla de hierro”, “una muralla entre la civilización y la barbarie” de la que habló Jabotinsky, uno de los teóricos sionistas más racistas cuyos escritos irrigan la filosofía del Estado de Israel.

Copresidiendo la Unión Judía Francesa por la Paz (UJFP) Stambul comenzó un trabajo de pedagogía y defensa por los derechos humanos impartiendo conferencias, escribiendo libros y apoyando el BDS, la campaña global de Boicot, Desinversiones y Sanciones a Israel. Las amenazas no tardaron en aparecer en escena.

“El año pasado un francoisraelí llamó a la policía haciéndose pasar por mí y dijo: Soy Pierre Stambul y voy a matar a mi mujer. Yo estaba durmiendo con mi compañera en mi casa de Marsella cuando la policía irrumpió en la habitación. Habían echado abajo todas puertas de acceso. Nos atacaron salvajemente”, relata Stambul quien pasó ocho horas en la cárcel hasta que fue puesto en libertad con una indemnización por semejante error policial. Tras la reparación material, el dinero sobrante lo donó a organizaciones de derechos humanos de Gaza.

Nuevas políticas contra la solidaridad

En Khuza’a, sur de la franja de Gaza, a trescientos metros de la Línea Verde se alza un depósito de agua para uso agrícola. Las siglas de la Unión Judía Francesa por la Paz están escritas de manera que los soldados israelíes puedan leerlas fácilmente. 

“En 2014 los israelíes destruyeron las torres de agua de los campesinos. Si un día destruyen esta torre, solo esta, lo consideraremos un acto antisemita”, advierte Stambul, quien todavía no ha podido ver el proyecto in situ debido a que una ley israelí anti-BDS prohíbe la entrada a sus activistas.

En Francia igualmente la solidaridad por Palestina atisba malos tiempos. Netanyahu, primer ministro israelí, ha encontrado un gran aliado: el presidente francés Emmanuel Macron.

“No nos rendiremos al antisionismo porque es una reinvención del antisemitismo” fueron las palabras de Macron en la visita oficial de Netanyahu en julio de 2017. Un guiño político a contener el activismo antisionista en el país galo.

“El sionismo es antisemítico. –Argüe Stambul negando la afirmación de Macron– Netanyahu llegó a Francia y nos dijo que este no es nuestro país, que nuestro país es Israel. En Francia ningún antisemita puede decir esto a los judíos franceses, ¡y llega Netanyahu y lo dice!”.

En sus visitas a familias o políticos en Palestina, Stambul menciona siempre su ascendencia judía.

“Nunca hemos tenido problemas. Ni siquiera con Hamas o la Yihad Islámica en Palestina”. Y añade convencido : “Solo hay una solución para esto. Vivir juntos en completa igualdad”.

Archivado en: Israel
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Palestina
Genocidio “Felicidad mezclada con mucha tristeza”, gazatíes en Egipto reciben las noticias del alto al fuego
Las personas palestinas refugiadas en Egipto celebran el alto el fuego aunque reconocen muchas dudas sobre el posible retorno a su tierra, toda vez que la campaña de Israel ha terminado con las infraestructuras y diezmado a las familias gazatíes.
Música
Música y política Apoyar a Palestina “es complicado” en la música antifascista de Alemania
La cancelación de conciertos en la escena antifascista de grupos que han mostrado su rechazo al genocidio evidencia la división del país respecto a Palestina.
Ocupación israelí
Alto el fuego Cauta esperanza ante la tregua entre los gazatíes tras quince meses de pesadilla
Para los gazatíes, el mero hecho de haber sobrevivido tras más de un año en que la Franja se convirtió en una ratonera bajo constante fuego israelí es ya todo un hito.
Chabi Anancor
17/9/2017 12:16

Es muy valioso un testimonio de alguien que lo vivió. En frases contundentes me gusta cómo ha explicado las cosas.

7
0
Palestina
Genocidio No hay tregua para Israel, que multiplica sus ataques sobre la población de Cisjordania
Las Fuerzas Armadas de Israel han lanzado la operación “muro de hierro” sobre Jenin, donde se han producido más de diez asesinatos y docenas de detenciones en las últimas horas.
Palestina
Genocidio “Felicidad mezclada con mucha tristeza”, gazatíes en Egipto reciben las noticias del alto al fuego
Las personas palestinas refugiadas en Egipto celebran el alto el fuego aunque reconocen muchas dudas sobre el posible retorno a su tierra, toda vez que la campaña de Israel ha terminado con las infraestructuras y diezmado a las familias gazatíes.
Estados Unidos
Ola antigénero Trump, pasado y futuro del infierno que viven las personas trans en Estados Unidos
Aunque los atentados más graves contra los derechos trans en EE UU en los últimos años han venido de parte de los Estados, Trump empieza su mandato cargando contra el derecho a la no discriminación o los tratamientos médicos para el colectivo.
Estados Unidos
El regreso de Trump Trump saca a Estados Unidos del Acuerdo de París y cierra la frontera con México
Con una batería de órdenes ejecutivas, Donald Trump declara la “emergencia nacional” en la frontera sur, indulta a 1.600 condenados por el asalto al Capitolio y saca a Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud.
La madeja
La madeja Jano, el fantasma y el umbral
La mística del Año Nuevo (el tiempo de lo recién hecho, de lo intocado aún) tiene que ver, sobre todo, con aquello que necesitamos dejar atrás. Funciona como exorcismo y no como conjuro.
Yemayá Revista
Yemayá Revista El feminismo saharaui, una lucha debilitada por el abandono de un pueblo
Pese a lo esencial de la lucha de las mujeres saharauis por reivindicar sus derechos y los de su tierra, 50 años de exilio y colonización han tenido impactos en los ejes patriarcales de los campamentos de personas refugiadas en Tinduf.

Últimas

Comunidad de Madrid
Sanidad a la madrileña Partos sin epidural y bebés en riesgo, la situación de la maternidad de La Paz llega a los juzgados
La plantilla del gran hospital madrileño denuncia la situación de la atención materno infantil por la escasez de personal, que ha llevado a situaciones límites como pausas respiratorias de recién nacidos que no fueron detectadas.
Análisis
Análisis Políticas de la muerte: la herida abierta del Mediterráneo
No toda muerte vale lo mismo.La desigualdad de los vivos se convierte en una jerarquía de los muertos, al punto que algunos ni siquiera cuentan.
Barcelona
Derecho a la vivienda Barcelona se vuelca en la defensa de la Casa Orsola ante su primer desahucio
El mundo de la cultura y el movimiento de la vivienda se organizan para frenar el desahucio programado para el 31 de enero. Un fondo buitre pretende expulsar a los vecinos, convertir todos los pisos en alquileres temporales y triplicar el precio.
Más noticias
Opinión
Opinión “¿Cómo se va usted con Errejón a su casa?”
El duro interrogatorio del juez Adolfo Carretero hacia Elisa Mouliaá, quien denuncia haber sido agredida sexualmente por Íñigo Errejón, demuestra que los avances del feminismo se siguen estrellando contra el bloqueo de las togas.
Estados Unidos
Tecnologías y poder Trump y la Internacional del Odio, o cómo las tecnologías juegan al servicio del poder
Las nuevas tecnologías se habían convertido en el brazo armado del capitalismo, lo que no nos imaginábamos era el rol tan decisivo que terminarían jugando en el escenario político mundial.

Recomendadas

Migración
Derechos Humanos 2.465 personas han muerto o desaparecido intentando llegar a territorio español en 2024
El informe ‘Derechos humanos en la Frontera Sur’ de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía pone el foco este año en la situación de los asentamientos en Huelva y Almería donde viven más de 12.000 personas.
Laboral
Prácticas antisindicales Organizando el sindicalismo en El Corte Inglés: “Nos dicen que hablemos en la calle por miedo”
Sindicatos de base tratan de organizar el sindicalismo en El Corte Inglés, conocido por favorecer a los sindicatos oficialistas y reprimir a los demás.
Palestina
Asmaa Alghoul “Cuando cese el genocidio, todo el mundo debería recorrer las calles arrasadas de Gaza”
Nacida en Rafah en 1982, la periodista y escritora Asmaa Alghoul es una de las voces palestinas más independientes. Muy crítica con Fatah y Hamás asegura que no va a permitir que sus libros sean traducidos al hebreo.
Crisis climática
Un 50% entre 2070 y 2090 Decrecer de forma planificada o a la fuerza: el PIB mundial se hundirá por la crisis climática
Economistas y científicos británicos dan por hecho que el crecimiento se desplomará en las próximas décadas por los “shocks climáticos”.