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Industria
La industria vasca: del ERTE al ERE
El 30 de septiembre termina el plazo de los ERTE asociados a fuerza mayor por la pandemia. La mayoría sindical vasca teme “un otoño caliente” en la industria, tras los anuncios de estas dos últimas semanas de ERE en las principales empresas de la industria vasca.
La crisis económica de 2008 llegó más tarde en Euskal Herria, y fue más leve. Por una parte, no hubo un boom inmobiliario previo como en el cinturón de Madrid o en la costa valenciana. Por otra, históricamente la industria —sobre todo, automovilística y aeroespacial— tiene mayor peso en el PIB (24,6% en 2019) que en otros territorios donde los sectores del turismo y la construcción alimentan demasiadas bocas. Pero esta crisis puede suponer un punto de inflexión para una industria que debía renovarse o morir y, de momento, sigue languideciendo.
Entre el 29 de febrero y el 30 de junio se han perdido en la Comunidad Autónoma Vasca y Nafarroa 6.511 empleos en la industria, según el número de afiliados a la Seguridad Social. Solo un 3% de un sector que al terminar el segundo trimestre contaba con 207.282. Esta suma no casa con las noticias de las últimas dos semanas, justo después de las elecciones vascas. Las grandes compañías que cotizan en bolsa han anunciado sendos ERE —previo ERTE— para frenar la caída de sus acciones: Tubacex, Aernnova, Siemens Gamesa e ITP. Los robles de acero de Euskal Herria, cerrada ya La Naval.
Los robles de acero de Euskal Herria, Tubacex, Aernnova, Siempens Gamesa e ITP, han anunciado sendos ERE en julio, tras los ERTE de primavera
El sindicato mayoritario vasco, ELA, alerta de que estas empresas, que nacieron en Euskal Herria y llegaron a la mayoría de edad fagocitadas por multinacionales, no cuentan con una participación del Gobierno autonómico, excepto el simbólico 3,21% de Tubacex a través de la EPSV Izarri.
Por ello ELA solicita al Gobierno de Iñigo Urkullu la creación urgente de un fondo de 2.300 millones para participar en las compañías estratégicas y así, cuando vengan mal dadas, anteponer las necesidades de los trabajadores a los beneficios del capital. “En los últimos diez años, Tubacex, ITP y Aernnova han obtenido un beneficio de 1.027 millones”, recuerda Peio Igeregi, responsable de negociación colectiva.
Pero el sentir desde el Gobierno vasco poco tiene que ver con poner a disposición del bien público accionariado privado. “Los despidos en Aernnova son otra mala noticia en una semana terrible”, declaraba el lunes la consejera de Industria del Gobierno vasco, Arantxa Tapia, a la par que proponía como medida que los trabajadores se rebajen el sueldo para mantener los empleos, aunque con otras palabras: “flexibilidad”, “Euskadi no es un país de bajo coste”, “acuerdo y búsqueda de colaboración entre todos los agentes”.
El sindicato ELA propone crear un fondo de 2.300 millones para participar en compañías estratégicas y fomentar la creación de nuevas empresas acordes a la transición ecológica
Industria
Industria vasca, el naufragio permanente
La industria vasca ha pasado de 423.000 empleos en 1975 a 194.000 en la actualidad. Una pérdida del 54% que continúa ahogando al sector con políticas neoliberales. Fagor, Xey, CEL y La Naval son ejemplos recientes de mala gestión del Gobierno y las diputaciones vascas.
crisis, o una Oportunidad para despedir
Para las empresas grandes la pandemia ha sido un momento de toma de decisiones y una oportunidad de cortar por lo sano. No solo en las multinacionales, donde coger la tijera duele menos si la propiedad de las plantas de ITP en Zamudio, Derio, Sestao y Barakaldo es ahora la carismática y lejana Rolls-Royce. Esta empresa fabricante de motores aeronáuticos y turbinas cuenta con una plantilla de 4.000 trabajadores en el Estado, de los cuales 2.000 trabajan en las fábricas vizcaínas. Planea despedir a un total de 600.
La deslocalización de la titularidad de las empresas, que dificulta la defensa del empleo, se añade a un contexto en el que compañías y administración han evitado afrontar la transición ecológica. “Tenemos un tejido productivo muy dependiente del automóvil y necesitamos liderar mediante política industrial una transición ecológica hacia una industria que responda a las necesidades de la sociedad respetando los límites de la naturaleza”, expone Igeregi. Para ello también es necesario, recuerda, ese fondo público para generar nuevas empresas.
Las grandes empresas que han anunciado sus ERE pertenecen al sector del petróleo (Tubacex), del automóvil y el aeronáutico.
“La Naval es otro ejemplo de empresa estratégica que se dejó morir. Si hubiera habido voluntad política, estaríamos aún a tiempo de darle una salida si el Gobierno vasco, junto con el español, fueran capaces de darle un servicio a esta sociedad con una nueva Naval”, insiste Igeregi.
A estas empresas se añaden los despidos colectivos de la compañía de ingeniería punta como Sener, que a pesar de tener beneficios, ha despedido a 90 personas, relacionadas sobre todo con su departamento de energía, que había presentado una reducción de carga de trabajo del 18% respecto al año anterior.
“A partir del 30 de septiembre, cuando terminen los ERTE asociados a fuerza mayor por la pandemia, y sobre todo a final de año, habrá vía libre al despido individual y al colectivos”, advierte Zorion Ortigosa (LAB)
Novela histórica
Para el sindicato LAB, el paso del ERTE al ERE “puede ser una novela histórica que ya se contó hace doce años, aunque no hemos llegado aún a ese punto”. Estos anuncios solo son la punta de un iceberg. “Muchas empresas están en ERTE y todavía no ha llegado el momento en que se convierten en ERE por dos cuestiones: porque el ERTE a día de hoy es un chollo y porque, teóricamente, tienen garantía de empleo”, recuerda Zorion Ortigosa, responsable de la federación de industria de este sindicato.
“A partir del 30 de septiembre, cuando terminen los ERTE asociados a fuerza mayor por la pandemia, y sobre todo a final de año, habrá vía libre al despido individual y al colectivos, aunque serán jurídicamente muy difíciles de contrarrestar”, advierte Ortigosa. “Nos espera un otoño caliente”, considera Igeregi.
Quizá por ello, para evitar la justificación jurídica de una empresa en beneficios, Sener no entró en ERTE. Los empleados pasaron el confinamiento trabajando escrupulosamente en modo remoto. Por ello sorprendió cuando la dirección anunció en mayo un ERE, que ante la ausencia de comité de empresa, gestionó el abogado Iñaki Varas. Sener desarrolla grandes proyectos de infraestructuras, como el túnel subterráneo de la ría de Bilbao que conectará las dos márgenes.
El Departamento de Hacienda y Trabajo del Gobierno vasco elabora los informes “Coyuntura en un clic”. El publicado en julio ofrece una reveladora estadística de la variación interanual de la afiliación a la Seguridad Social en el sector de la industria. La crisis de 2008 hundió el empleo industrial un 6%, que se recuperó en 2015 y creció hasta un 2%. Hasta que en 2018 volvió a registrar un paulatino y constante descenso de ese 2% ganado. En lo que va de año, este ejercicio pandémico ha hundido la afiliación interanual un -5% (con una pérdida de 8.295 empleos), a solo un punto del peor dato registrado desde 2008. Y aún queda el otoño caliente.
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Va a hacer falta activar mucha solidaridad de clase, trazar buenas estrategias de confrontación, aplicar bastantes dósis de pedagogía y descargar grandes paladas de generosidad para encarar la que se avecina en un curso otoño/invierno previsiblemente calentito... Cojamos fuerzas !
Hay que prepararse para atar en corto al €AJ/PNV-P$0€.
Mejor atar en corto a ccoo y ugt, que sus mandos firman lo que se les ponga por delante.