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Fútbol
La Federación de Fútbol se ensaña con el Rayo
La Federación Española de Fútbol confirma las graves sanciones contra el club Rayo Vallecano por los insultos contra el jugador ucraniano del Albacete Balompie, Roman Zozulia. La condena evidencia la disparidad de criterios de la entidad, que no ha actuado con igual contundencia contra agresiones racistas y homófobas lanzadas en fechas posteriores por grupos de extrema derecha.
El Comité de Apelación de la Real Federación Española de Fútbol ha rechazado el recurso interpuesto por el Rayo Vallecano y confirma la sanción de clausura del fondo de su estadio durante dos partidos, la multa de 18.000 euros y la obligación de continuar a puertas cerradas el encuentro contra el Albacete Balompié, suspendido en el entretiempo, el 15 de diciembre de 2019, en la vigésima jornada del campeonato de Segunda División.
La interrupción del partido se produjo por la negativa del conjunto albaceteño de salir a jugar el segundo tiempo, tras unos primeros 45 minutos donde el grupo Bukaneros desplegó la pancarta con el lema “Evitar que un nazi vista la franja”, y cantó en reiteradas oportunidades (seguidos desde otros sectores del campo) “Roman Zozulia, un puto nazi” y “El que no baila es un fascista”.
“En la reacción –aunque algo tardía- del Club, y la colaboración con el árbitro para que no se suspendiese el partido, no puede apreciarse, a juicio de este Comité de Apelación, una diligencia suficiente del Club para poder considerarle exonerado de responsabilidad”, acusan desde el organismo para justificar la sanción.
Fútbol
El fútbol ante la prueba del algodón
Podrán decirse muchas cosas de lo sucedido el último domingo, incluso del grupo Bukaneros, pero si hay un fondo donde el racismo se queda puertas afuera, es el de Vallecas.
En los dos meses que han precedido a los incidentes de aquel partido, han sido varias las situaciones de insultos racistas, homófobos y xenófobos en diversos campos del fútbol español. Sin embargo, la reacción de la Federación y del colectivo arbitral ni los organismos de seguridad, no ha tenido la contundencia que la medida adoptadas en Vallecas hacía esperar.
En el derbi barcelonés entre Espanyol y el Barcelona, el árbitro ni siquiera registró en su acta los insultos hacia el defensa Gerard Piqué y su familia, pese a que éste se lo hizo saber expresamente en medio del partido. Similar suerte corrió el delantero del Athletic de Bilbao, Iñaki Williams, que se encaró a la grada españolista ante los discursos racistas que estaba recibiendo ante la pasividad de las autoridades.
Una historia de largo recorrido
La polémica con Zozulia no es nueva. En 2017 el Rayo Vallecano tenía arreglado su traspaso desde el Real Betis Balompié, pero las redes sociales del jugador, apareciendo en fotografías con simbología fascista, encendió las alarmas y el fondo rayista se opuso a su fichaje. El jugador apenas si pudo pisar los campos de entrenamiento de Vallecas.
En una foto, Zozulia posa junto a un retrato de Stepán Bandera, símbolo de la ultraderecha ucraniana, condenado por colaboracionismo con el nazismo y el asesinato étnico de judíos y polaco
Una de ellas es la imagen junto a un retrato de Stepán Bandera, símbolo de la ultraderecha ucraniana, condenado por colaboracionismo con el nazismo y el asesinato étnico de judíos y polacos. “Salgo con una bufanda con su cara, pero es que físicamente nos parecemos mucho y me llamó la atención, no hay nada más”, justificó el jugador en una conferencia de prensa que dio hace unas semanas atrás.
“Ucrania estaba en guerra y mucha gente colaboramos en acciones humanitarias pagando ambulancias, comida y ropa, ayudando a hospitales y visitando con mi equipo de fútbol algunas zonas del frente para mostrar nuestro apoyo como patriotas. Nos dedicamos a salvar vidas como parte de un movimiento civil, nunca compramos armas, soy un patriota y eso no es ningún delito“, declaró negando cualquier vinculación con grupos armados de extrema derecha.
No tan convincente fue su explicación sobre una fotografía en un campo de baloncesto, donde viste la camiseta número 18 y señala un tablero que marca el resultado 14-88, los 3 números que utilizan los movimientos de extrema derecha por su correspondencia con las letras del alfabeto.
El 18 la “A” y la “H”, por Adolf Hitler, el 14 por las 14 palabras del fundador del Ku-KluxKlan, David Lane “Debemos asegurar la existencia de nuestra raza y el futuro de nuestros hijos blancos”. Y el 88, por la doble “H” de Heil Hitler.
”Me dieron el dorsal 18, no lo elegí yo, pero es que además yo no sabía hasta ahora que ese número tiene un significado político, como tampoco lo saben el 95 % de las personas de todo el mundo”, se excusó. Demasiada casualidad.
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El falangista este del Tebas usando el fútbol para propagar el fascismo. UP a ver si tomáis nota y lo largáis de ahí!