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EH Bildu
“En Bilbao somos más de izquierdas, más feministas y más ecologistas de lo que es el Ayuntamiento del PNV”
María del Río (1982, Bilbao) es la candidata de EH Bildu para la alcaldía de Bilbao. Doctora en Derecho y profesora en la Universidad del País Vasco, cuando acabe el curso no volverá a las aulas, se centrará en cambiar todo lo posible su ciudad desde el pleno municipal. Desdeña el pesimismo y abraza la gobernanza participativa.
Nos conocimos cuando estudiábamos en la universidad, donde teníamos amigos comunes. ¿Hasta qué punto importa el programa en las elecciones municipales, los comicios donde más se vota a las personas y menos a los partidos?
En el ámbito municipal, el entorno es más pequeño y es más posible conocer de primera mano a los candidatos y candidatas. En ciudades más grandes, como Bilbao, diría que el proyecto político pesa algo más. Pero aunque las candidatas parezcamos importantes, siempre digo que soy cabeza de lista de un equipo. Eso me tranquiliza.
Sustituyes a Jone Goirizelaia, una de las abogadas más asociadas a la defensa de miembros de ETA. Hace muchos años la entrevisté y me pareció muy dogmática, en el sentido que esa palabra tiene aquí. ¿Crees que un cambio tan grande en el perfil de las candidatas puede contribuir a aumentar los votos de EH Bildu?
Jone se jubila y también cierra el despacho, aunque seguro que continuará apoyándonos y aconsejándonos. Recientemente hemos celebrado los doce años de la constitución de EH Bildu en aquella noche tan simbólica en El Arenal, cuando las cosas se decidían por cuotas. Pero desde hace dos congresos, en EH Bildu ya no hay cuotas, sino perfiles. Incluso ya hay gente que no es de uno de los partidos que conformaron la coalición, sino de EH Bildu. Participé prácticamente desde el principio, siendo directora de Políticas Sociales de la Diputación de Gipuzkoa entre 2011 y 2015, así que, como dice un compañero, en EH Bildu ya tenemos cantera.
Vienes del derecho y aún no has participado en un pleno municipal. Diría que son como un juicio contencioso-administrativo de los largos. ¿Preparada?
Sí, desde luego. Tengo mucho que aprender del Ayuntamiento, aunque suene a frase hecha. Pero tengo la experiencia de las Juntas Generales de Bizkaia y de la Diputación de Gipuzkoa, donde aprendí que, si no encuentras voluntad política, te escudas en la normativa que aporte mayores ventajas. En la Diputación mis funciones eran los contratos y así lo hicimos con las trabajadoras de las residencias. Hubo gente a quien no le gustó, por eso la patronal nos interpuso denuncias, que no prosperaron, y nos intentaron enfrentar con las familias. Pero los familiares lo vieron claro: mejores condiciones salariales y laborales para las trabajadoras significan mejor calidad en la atención para los usuarios de las residencias.
La gestión de Aburto en el Ayuntamiento de Bilbao me resulta incomprensible
Hablemos de nuestra ciudad. Antes tenía identidad propia, ahora casi cada bar es una franquicia y me choco con grupos de turistas cuando bajo al mercado. A veces fantaseo con mudarme. ¿Cuál va ser tu principal pelea para hacernos felices a las vecinas?
El proceso de turistificación tiene un impacto muy grande en algunos barrios, sobre todo en el Casco Viejo y el Ensanche. Pero impacta a toda la ciudad de forma secundaria y no solo tiene que ver con las molestias del día a día, sino con el aumento del precio de los alquileres y la precarización del empleo. Vengo del derecho y para mí es muy importante que una institución pública adapte las cláusulas de los pliegos de contratación, los decretos y cualquier normativa para que todo ello no suceda. Hemos empezado tarde a gestionarlo. Donosti empezó mucho antes y sabíamos que esto es un modelo que hay que gestionar. Y cuando el turismo se gestiona, debe encajar en nuestro día a día y cotidianidad.
¿Podemos volver a ser vecinas y barrios?
Entiendo que es algo que se va imponer, por los retos que implican el cambio climático y la crisis energética. Si vemos los modelos del resto de Europa, es lo que está viniendo. Necesitamos una descentralización en los medios de transporte que nos permita hacer vida en nuestros barrios, sin tener que recurrir a transportes contaminantes y con unos barrios bien intercomunicados. Pero se hacen las cosas sin tener en cuenta a sus vecinas: en la Ribera de Deusto construyen un sistema caduco de movilidad. Hace veinte años, construyeron Miribilla sin un centro de salud, y sigue sin centro municipal. O mira el frontón del Casco Viejo: ¿cuándo abrirá y quién jugará?
Mantuve una entrevista con el actual alcalde de Bilbao, Jose Mari Aburto (PNV), cuando era responsable de Políticas Sociales de la Diputación de Bizkaia y planificaba la creación de residencias de ancianos, la mayoría privadas. Desde entonces, me genera mucho rechazo porque le asocio a un neoliberalismo defendido con una sonrisa. ¿Qué opinión tienes de él?
Bilbao está estancado. No estoy contenta con la política que se está haciendo, ese es uno de los principales motivos por el que he dado el paso de presentarme. Personalmente, nos conocemos desde que él estaba en Políticas Sociales y estábamos en pleno desarrollo del decreto de Servicios Sociales. Teníamos un trato muy frecuente. La gestión de Aburto de un Ayuntamiento carente de ideas y carente de iniciativas, junto con los elementos que está tratando de incorporar en la campaña teniendo en cuenta los tiempos que vienen, me resultan incomprensibles.
No obstante, ganará. A diferencia del PP y de CIU, el PNV todavía gana siempre. La vigilancia de su gestión es una tarea imprescindible para los grupos de la oposición. ¿Te sientes con fuerza?
Sí, en estos cuatro años EH Bildu ha sido líder en la oposición. Ha tenido actitud crítica pero, a la vez, propositiva. Y, si se cumple el principal cambio que apuntan todas las encuestas, seremos un equipo más grande con más manos para incidir.
Estamos en porcentajes de arbolado similares a Madrid, aunque nos resulte increíble de creer
Creo que la noche del 28 de mayo algunas periodistas nos fijaremos en si Jabotxa, exjefe de prensa del Athletic durante más de veinte años, entra como concejal de EH Bildu. Va en quinta posición.
Nosotros contamos con ello. Las encuestas así lo auguran y Jabotxa está participando plenamente en la campaña. ¡Estamos contando con él hasta para el reparto de las vacaciones de verano!
Si hablamos con honestidad, creo que ambas sabemos que el margen de maniobra de la oposición en el Ayuntamiento de Bilbao es casi cero. Y muy difícilmente tiene repercusión en medios de comunicación locales o vascos.
Lo que planteas es verdad, pero la gente percibe cuando pones el foco en asuntos de los que no se quiere hablar y que, a veces, incluso sucede que se aprueban como proyectos como si fueran una propuesta del Gobierno municipal. En la oposición nos toca un trabajo de hormiguita que puede ser ingrato, estudiando cada acuerdo y cada contrato, observando que se cumplan en los términos pactados y aportando a los barrios un altavoz para sus reivindicaciones históricas. Creo que es fácil ser pesimista, pero son muchas las cosas que se consiguen y es muy gratificante cuando te encuentras con asociaciones que agradecen el efecto de las mociones realizadas. Aunque todo ello no tenga la visibilidad que nos gustaría, implica proyectar que es posible un cambio en Bilbao y en el modelo de ciudad del PNV. Y para ello es fundamental fomentar espacios de participación. Quiero que Bilbao se parezca más a los bilbaínos y bilbaínas: somos más de izquierda, más feministas y más ecologistas de lo que es este Ayuntamiento.
La crisis climática es un problema serio que no se solucionará entrando en El Corte Inglés ni instalando fuentes por todo Bilbao
¿Qué te parece El Corte Inglés como refugio climático?
No sé ni por dónde empezar, la verdad. La crisis climática es un problema serio. Lo estamos viendo ahora, el pasado verano y lo volveremos a vivir en los próximos veranos y no se va a solucionar entrando a El Corte Inglés e instalando fuentes por Bilbao. Hay que tomar decisiones valientes y, aunque vamos tarde, estamos a tiempo de tomar medidas. Las islas de calor urbano generan efectos muy nocivos para la salud, incluso fallecimientos. Estamos en porcentajes de arbolado similares a Madrid, aunque nos resulte increíble de creer. Más allá de resultar ecológico y agradable, el arbolado contribuye a decrecer el calor. Y no es nueva esta medida, así se construyeron Jardines de Albia y el parque de “los patos”. En cambio la nueva plaza de Deusto… A estas alturas, ¿a nadie se le ha ocurrido que tenemos que construir una plaza con parámetros útiles?
Azkuna impuso un modelo de gobernanza de espaldas a la oposición y legó una ciudad muy construida en vertical
El curso pasado, un representante de la clase de mi hija acudió al Umei kontseilua que organiza el Ayuntamiento. No sé si les han hecho mucho caso... ¿Cuándo volverán las letras de escalada de El Arenal?
Buenísima pregunta. Tengo un niño de dos años y, si antes estaba sensibilizada con esto, ahora aún más. Una ciudad amable para los niños es amable para todo el mundo, se dice. Es más próxima, más cercana. Las cosas han mejorado algo, pero Bilbao sigue estando hecho para los adultos. No hay más que ver la reivindicación de la escuela de Atxuri, que pide un entorno seguro y libre de humos y ruidos, o fijarse en la escuela de Mujika, que durante la pandemia, después de pelearlo, el Ayuntamiento permitió a los niños jugar en la calle. Hemos olvidado pronto todo aquello, sin ser conscientes de que tenemos una ciudad cada vez más envejecida que debemos pensarla para todas las personas.
¿Algún día Bilbao tendrá un carril bici apto para todas, incluso para la infancia? Sería genial unos carriles en los que no te puedas morir, como en la rotonda del Ayuntamiento.
Hay algunos carriles impresionantes. Tramos que empiezan y acaban y no sabes a dónde llegan. O paradas de bici, como la de Rekalde, que no están al lado del tren. Aparte del uso lúdico y deportivo, la bici debe ser un medio de transporte seguro para todos.
¿Escuela pública?
Ya hemos hecho la matrícula para la escuela “de mayores”, como dice mi hijo. Ha sido un proceso interesante darse una vuelta por las escuelas de la zona, las cuales presentan un mantenimiento bastante mejorable y es competencia municipal.
La reordenación de las líneas de autobuses, cuyos convenios con las empresas han concluido, será conflictiva en el inicio de la próxima legislatura
¿Qué temas conflictivos prevés en la próxima legislatura?
Al inicio de la legislatura será conflictivo la reordenación de las líneas de autobuses. Se han terminado los convenios con las empresas y hay un estudio que nadie ha podido ver. Si tuviéramos una ciudad con una gobernanza participativa, se podría abrir un proceso participativo con los vecinos. Aportando un enfoque con perspectiva de género a la hora de trazar las líneas e incluyendo a la infancia como usuarios.
¿Qué pasará con la estación de Abando?
En teoría, en el último proyecto la cúpula tiene protección y no debe tocarse. Ese espacio es una oportunidad y un riesgo. Presenta la oportunidad de generar vivienda pública y unir dos barrios, algo que también debiera hacerse de forma participativa. Sobre el soterramiento, nada tiene que ver con la llegada del tren de alta velocidad. Se pueden soterrar vías sin proyectos faraónicas.
¿Se va a regular el precio del alquiler?
La ley da herramientas para ello y, en caso que dependa de nosotros, así será.
Desbancar al PNV es un camino en ascenso, pero Bilbao se va acercando, ahí están Galdakao y Durango
¿Adelantaréis al PSE?
Creo que sí. Las encuestas indican que vamos a liderar la oposición y que claramente seremos segunda fuerza municipal. EH Bildu somos la primera fuerza municipalista, se confía en nosotros. Y esa experiencia es la que podemos aportar al Ayuntamiento de Bilbao, porque lo que es bueno para los municipios también es bueno para la ciudad de Bilbao.
Sigo sin vislumbrar un cambio para Bilbao, donde las encuestas otorgan una mayoría muy holgada al PNV.
Quizá es impensable para esta legislatura, y no tengo ningún miedo en asumir el reto de hacer oposición. Pero es relevante el lema de Eragin: esto no es lo que hay, las cosas se pueden cambiar. En el Gran Bilbao se van dando cambios, ahí tenemos Galdakao. Y unos kilómetros más allá, Durango. Cuando analizas las circunstancias de la población y sus preocupaciones, no estamos tan lejos. Es un camino en ascenso, pero Bilbao se va acercando. Lo importante es centrarse en que los bilbaínos, las bilbaínas y las asociaciones se sientan representadas y eso aún no lo hemos conseguido. Avancemos hacia ello.
Iñaki Azkuna.
Una de las características de Azkuna era la cercanía: comunicaba bien, conseguía estar en contacto con la ciudadanía y era muy conocido. Cumplía con uno de los elementos que tiene que tener un alcalde. Pero impuso un modelo de gobernanza de espaldas a la oposición y legó una ciudad construida muy en vertical, pensada en el continente y no en el contenido. Tenemos que pensar más en horizontal y en lo común. En cómo mejorar la vida de todas nosotras, porque a todas nos gusta que nos digan que Bilbao está muy bonito, pero no nos gusta tanto liderar el desempleo juvenil de Europa y el ranking vasco de desigualdades sociales.