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Educación pública
La seguridad en las aulas andaluzas durante la segunda ola del coronavirus
La Junta de Andalucía afirma que las aulas son seguras. Sin embargo, el profesorado con enfermedades crónicas se siente discriminado y la comunidad educativa no comprende los cambios de criterio en los protocolos oficiales anti-covid.
La grave incidencia del coronavirus en todo el mundo en la segunda ola, que ha comenzado antes de lo previsto, ha generado nuevas actuaciones de distintos Gobiernos en medidas destinadas a espacios educativos. El alcalde de Nueva York ha vuelto a cerrar hoy jueves las escuelas por un tiempo indefinido ante el aumento del 3% del índice de positivos en coronavirus en solo siete días. En el Reino Unido, gran parte de la comunidad educativa señala que “dejar colegios, institutos y universidades abiertas sembrará la semilla para un nuevo confinamiento el año que viene”, mientras que el sindicato mayoritario de profesorado inglés (NEU) declaró que las escuelas “son motores de transmisión del virus” y pidió al Gobierno inglés la reducción de las clases presenciales únicamente para los alumnos “vulnerables” y aquellos cuyos padres son trabajadores esenciales. En Grecia, los colegios y escuelas infantiles ya han cerrado; el Ministerio de Educación ha puesto en marcha un sistema dual de televisión educativa por las mañanas y educación en remoto entre las 14h y las 17h. El Gobierno de Austria estrenó un nuevo confinamiento social y comercial casi completo hasta el 6 de diciembre inclusive, con centros educativos cerrados. Mientras, el Gobierno italiano decretó que se limitase el 75 por ciento la presencia en los institutos de toda Italia y en las regiones clasificadas de alto riesgo como Lombardía, Piamonte, Valle de Aosta y Calabria las clases no son presenciales desde el segundo curso de la educación secundaria; además, la región de Campania ha cerrado por su cuenta todos sus colegios. En Francia, Alemania, Portugal y España los colegios e institutos siguen abiertos; en Andalucía y otras CC.AA, las universidades imparten las clases de forma telemática.
El consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía zanjó hace unos días cualquier posibilidad de que los colegios e institutos andaluces se vieran afectados por las nuevas medidas restrictivas para frenar los contagios por coronavirus en nuestra comunidad autónoma. Bendodo afirmó que “los colegios son, hoy en día, uno de los sitios más seguros” y señaló que “el 95% de los 7.099 centros educativos que hay en Andalucía están libre de Covid”. Los datos oficiales publicados lo confirman: el último informe, del 13 de noviembre, señala un cierre parcial de 57 aulas en Almería, 11 en Cádiz, 32 en Córdoba, 45 en Granada, 17 en Huelva, 37 en Jaén, 55 aulas en Málaga y 49 en Sevilla. Sin embargo, fuera de las escuelas, el número oficial de positivos en Andalucía se aproxima a 200.000.
Educación pública
La ratio en las escuelas andaluzas, clave en la contención del coronavirus
La reivindicación histórica de bajadas de ratios en la educación andaluza cobra protagonismo estos días de inicio de curso 2020-2021 y vertebra la convocatoria a huelga del 18 de septiembre.
La situación en las aulas para el profesorado y alumnado con enfermedades crónicas o patologías de riesgo —y para los convivientes con familiares con estos mismos perfiles frágiles— y en general, la posibilidad de mantener las aulas realmente libres de coronavirus es un asunto muy complejo.
Joan Carles March, médico especialista en salud pública
Joan Carles March es Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, y profesor en la Escuela Andaluza de Salud Pública. Contesta a nuestras preguntas sobre seguridad en las aulas con “la sensación de que en Andalucía, tanto en sanidad como en educación se proporciona información para demostrar que se está mejor que en otros lugares pero sin intentar poner encima de la mesa lo que realmente se está haciendo; tengo una sensación de oscurantismo”. Por esto cree que es muy importante suministrar al día información veraz y transparente porque “si no conocemos con exactitud el número de casos, es imposible implementar o poner en marcha una actividad preventiva clara”.
Joan Carles March: “Es fundamental que los profesores se sientan muy apoyados, que la relación con los centros de salud se refuerce, que la información sea pública y se incorporen medidores de CO2 en los centros”
Considera que, en primer lugar, los profesores tienen que tener la sensación de que lo que hacen tiene un sentido y que “no hay una protocolarización clara en cuanto a los interiores de los centros educativos. Estamos en una situación en que la gente se siente desconcertada con el cambio de protocolos, sin explicar las razones o los motivos de esos cambios”. March está convencido de que en los centros educativos lo hacen todo razonablemente bien, pero es difícil actuar en una situación en la que ‘tú te lo guisas, tú te lo comes’, “hay instrucciones de abrir ventanas, lavarse manos, conservar las distancias pero, ¿qué hacer cuando esto no es posible?”. Entiende que, en este sentido, la comunidad educativa está haciendo todo lo que puede, lo mejor que puede; tanto madres, padres, profesorado, gestores de la administración. Pero, en este contexto, “es fundamental que los profesores se sientan muy apoyados, que la relación con los centros de salud se refuerce, que la información sea pública y se incorporen medidores de CO2 en los centros”.
Respecto al profesorado de riesgo, entiende que son quienes tienen que practicar la enseñanza online, para March no tiene sentido que tengan que pedir la baja o sean obligados a asistir presencialmente sin adaptación de sus puestos de trabajo cuando su única dificultad es que no pueden correr el riesgo de encontrarse en espacios cerrados, “un enfermo crónico no es una persona que tenga que estar siempre de baja, son dos cosas diferentes”. Para Joan Carles, la clave de la enseñanza virtual es que la desarrollen aquellas personas para las que la presencialidad puede ser un hándicap o reto, debido al coronavirus, “el profesorado de riesgo por COVID debería ser el ADN de la enseñanza online, si no lo hacen creo que toman una actitud equivocada, discriminando al profesorado y desperdiciando recursos humanos muy valiosos”.
Equipos COVID en los centros educativos
Roberto Santiago es profesor y coordinador del equipo COVID del IES La Laguna de Padul (Granada). Nos comenta que su referente sanitaria, la enfermera asignada como enlace con su centro sanitario, les ha sido extremadamente útil porque “ha estado muy implicada, nos ha llamado a cualquier hora para atendernos y explicarnos todo”. Cree que la clave del éxito para manejar el virus reside en el distrito, “no es lo mismo hacer una PCR y que te den los resultados en 3 días, que los tengas en 10 días. El tiempo para rastrear y contener el virus lo cambia todo”. Afirma que la comunidad educativa no ha entendido los cambios de protocolo, que en un principio a los padres se les dijo que si había algún niño o niña infectado se iba a confinar a toda la clase, que si se daban más de tres casos se iba a cerrar el centro y luego la información ha ido cambiando con los distintos protocolos, “hemos llegado a tener picos muy grandes, ahora tenemos solo un positivo en el centro pero hemos llegado a detectar hasta dieciséis y hemos pasado unas semanas en octubre bastante regulares”.
Cuentan con dos casos de alumnado vulnerable que han solicitado la formación online y el centro se la ha facilitado “aunque no nos dotaron de equipamiento, ahora es cuando nos han llegado ordenadores de la Consejería de Educación; hasta ahora hemos trabajado con nuestros dispositivos personales”.
Patri Carrasco (coordinadora equipo Covid IES Cartima): “En nuestro entorno, en todos los centros educativos hemos tenido casos COVID y no se han cerrado ni aulas, ni los centros. Sí que se han practicado pruebas al alumnado más cercano y son los que se han confinado”
Patri Carrasco es coordinadora del equipo Covid del IES Cartima de Cártama (Málaga). Afirma que pusieron mucho esfuerzo en elaborar un protocolo anti-covid que no pudieron implementar porque los criterios institucionales fueron cambiando constantemente. Coincide con Roberto Santiago en que el cambio de criterio no ha sido comprendido. “En nuestro entorno, en todos los centros educativos hemos tenido casos COVID y no se han cerrado ni aulas, ni los centros. Sí que se han practicado pruebas al alumnado más cercano y son los que se han confinado”, sostiene Carrasco. En su caso, los centros sanitarios de enlace les pidieron, debido a la sobrecarga de trabajo, que fueran los propios centros educativos los que llamaran a las familias informando de los resultados de los tests COVID, a lo que se negaron porque entienden que no es su responsabilidad ejercer de rastreadores. “¿Cómo vamos a suministrar una información de la que no tenemos documentación ni competencia?”, advierte .
A pesar de todas las vicisitudes, se vanagloria de haber tenido mucha suerte y no haber tenido muchos casos COVID, y resalta el buen hacer de profesorado y alumnado, aunque en algunos casos le ha resultado exasperante ver “como hay algunos alumnos que se quitan la mascarilla al salir del instituto, es todo muy complicado”. Han analizado caso por caso la situación de las familias que han solicitado la formación telemática por encontrarse en contacto con familiares convivientes de riesgo, y a todos se les ha facilitado.
La dirección del IES La Sagra de Huéscar pidió el cierre del centro y, al no conseguirlo, ha mostrado su desacuerdo con una decisión que considera “no está velando por la seguridad y la salud de la comunidad educativa”
El IES La Sagra de Huéscar (Granada) no ha tenido tanta “suerte”. Su equipo directivo emitió un comunicado la semana pasada en el que mostraba su total desacuerdo con la decisión del servicio de epidemiología de que el centro permaneciera abierto, después de que se dieran 16 positivos entre el alumnado y que —con 5 profesores positivos y 7 profesores más esperando el resultado de las pruebas, varios con síntomas compatibles con el coronavirus — estos días trabajen con sólo un cuarto de la plantilla. La dirección estuvo en todo momento en contacto con la persona de enlace del distrito sanitario, el servicio de inspección y la unidad de prevención de riesgos laborales. Pidieron el cierre del centro y, al no conseguirlo, ha mostrado su desacuerdo con una decisión que considera “no está velando por la seguridad y la salud de la comunidad educativa”. Ayer miércoles, FAMPA Alhambra pidió una reunión urgente con el delegado de Salud de Granada, Indalecio Sánchez, y la delegada de Educación, Ana Berrocal, para tratar este caso, que está empezando a afectar a otros centros de la comarca y del que piden “información transparente”. La Federación Provincial de Asociaciones de Padres, Madres y Alumnado granadina celebrará hoy jueves una reunión de trabajo con las AMPA de la comarca de Huéscar y el equipo del IES La Sagra, y queda a la espera de contestación por parte de los delegados para abordar esta grave situación.
Profesores de riesgo en huelga indefinida
Jose Manuel Laffarga es profesor en un centro educativo en Huelva y padece hipertensión. En julio, antes de que comenzara el curso, fue catalogado por una Resolución de Riesgos laborales con un nivel NR2 en los niveles por riesgo de salud que van del 1 al 4. Considerado apto para incorporarse presencialmente al puesto de trabajo con las medidas preventivas COVID de distancia de seguridad, ventilación, lavado de manos y mascarillas protectoras, comprobó en septiembre que las clases seguían igual, con la ratio de 30 alumnos por aula “donde no se puede mantener la distancia de seguridad recomendada y no se podían cumplir algunas de las condiciones de las que hablaban”.
José Manuel Laffarga (profesor en huelga indefinida): “nos piden que nos protejamos pero te obligan a trabajar en un sitio cerrado donde no se pueden implementar las medidas anticovid”
José Manuel se quedó aturdido, pensó que podría impartir las clases online pero esto no fue así, investigó y escuchó la convocatoria de huelga indefinida del sindicato Docentes por la Pública y se puso en huelga indefinida: “No estoy dispuesto a participar en esta mentira”. Considera que la información que proporciona las autoridades es, por un lado, contradictoria cuando “nos piden que nos protejamos pero te obligan a trabajar en un sitio cerrado donde no se pueden implementar las medidas anticovid” y, por otro, la información no es completa, aludiendo a Cataluña, donde “se proporcionan los datos diarios no sólo de las aulas y los centros cerrados, también de la situación del día a día del alumnado, docentes/PAS/PAE y personal externo”. Todo esto le ha generado una falta de confianza absoluta en la gestión de la Administración, continuando la huelga indefinida y en contacto con otros compañeros que han puesto sus casos en manos de abogados para presentar una demanda colectiva a la que todavía están dando forma jurídica.
Los aerosoles como principales transmisores y la medición de CO2, fundamental
El último Informe científico sobre vías de transmisión SARS-CoV-2 para el Ministerio de Ciencia e Innovación de España demuestra que se trata de un virus de transmisión fundamentalmente respiratoria. Hay consenso en la comunidad científica en que “la transmisión está dominada por la suma de gotículas balísticas y aerosoles”.
Por otro lado, y basándose en esta evidencia científica, el Consejo General de la Ingeniería Técnica Industrial de España (COGITI) informó en agosto que el riesgo de transmisión por vía aérea de la Covid-19 en ambientes cerrados con mala ventilación es mayor que en ambientes exteriores. Señalaban entonces que la situación real en la mayoría de los centros de enseñanza existentes carecían de sistemas de VMC (sistemas mecánicos de renovación de aire interior o ventilación mecánica controlada) adecuados en las aulas, siendo la única opción para conseguir la renovación del aire en las mismas la ventilación natural mediante la apertura de ventanas.
Alertan de que la ventilación de las aulas mediante protocolos basados en tiempos de apertura de ventanas no es una opción suficiente para minimizar el riesgo de contagio por coronavirus en los centros educativos, y que es muy importante medir el CO2 en las aulas y vigilar la calidad del aire interior en los centros educativos para mitigar la propagación del coronavirus. Los medidores de concentración ambiental de CO2, además de controlar la calidad del aire interior, sirven como dispositivo “guía” para determinar cuándo es necesario ventilar el aula mediante la apertura de ventanas y puertas y cuándo la renovación ha resultado efectiva y se pueden volver a cerrar los elementos abiertos.