Derechos Humanos
Energía, el palco y los derechos humanos

Una reflexión sobre las violaciones de los derechos humanos protagonizados por procesos extractivistas. En esta ocasión, protagonizada por Florentino Pérez y sus actuaciones en Guatemala.
Florentino Pérez en San Mamés, el estadio del Athletic Club
Florentino Pérez en San Mamés, el estadio del Athletic Club.

Mugarik Gabe

4 oct 2022 06:00

Despuntaba el alba cuando la comunidad se disponía a enfrentar una nueva jornada en la que el objetivo, como todos los días, era simple, pero enormemente difícil: conseguir el sustento básico para dar continuidad a la vida. Sin embargo, este día esa vida se complicaría más aun pues con los primeros rayos del sol llegaron también excavadoras, camiones y trabajadores ajenos a la comunidad. Todos ellos, ante las miradas sorprendidas de la población que se desperezaba, atravesaron el pueblo y se dirigieron hacia el barranco y otras áreas cercanas al río. Ese que proveía de agua al pueblo, saciaba la sed del escaso ganado y, sobre todo, regaba las terrazas donde las gentes de la comunidad tenían sus pequeñas huertas.

Nadie antes había llegado a ese rincón del territorio informando sobre plan alguno; la autoridad competente no era conocida en esa parte del país, salvo por el hecho de que aparecía una vez al año para cobrar unos impuestos que nadie sabía para qué o para quién eran. Desde luego, lo cierto era que no repercutían en el bienestar de esta comunidad.

En los comentarios que se hacían en los corrillos de la plaza central alguien recordó que meses atrás habían estado allí dos hombres desconocidos que dijeron representar a una empresa preocupada también por el bienestar de la comunidad. Se habían reunido a solas con el alcalde y, según este último dijo después, hablaron sobre los posibles grandes beneficios del desarrollo y lo importante que era el crecimiento económico para el país. Ese país que nunca se había asomado por su comunidad; el mismo que les ignoraba cuando se llegaban a la cabecera municipal a pedir que se enviara alguna maestra y médico, o que se solucionara el problema del camino, intransitable cuando llovía.

Nadie les había consultado, nadie les había pedido permiso, pero allí estaban los camiones, excavadoras y trabajadores, dispuestos para obedecer al patrón, que ahora se llama Cobra S.A.

Ahora parecía que el país y el desarrollo, que seguían sordos a esas demandas, habían decidido que encerrar el río con una gran pared, embalsar tras ella el agua y generar electricidad para la lejana capital y no se sabe bien qué polos industriales, era urgente y necesario. Nadie les había consultado, nadie les había pedido permiso, pero allí estaban los camiones, excavadoras y trabajadores, dispuestos para obedecer al patrón, que ahora se llama Cobra S.A. y traía ingenieros y directivos extranjeros. Estos ni tan siquiera conocían el territorio más que por abundantes fotografías aéreas que les habían permitido ubicar el lugar más oportuno para construir la nueva represa y la consiguiente central hidroeléctrica, también por dónde abrirían la carretera de acceso y, sobre todo, cuántas tierras necesitaban apropiarse para todo ello. Por supuesto, tampoco sabían nada de los pueblos a los que se quitaría el acceso al agua y las tierras, de su cultura ancestral, de sus autoridades, de sus formas de vida.

Todo lo anterior no importaba, pues Cobra S.A. simplemente había llegado a un acuerdo con el gobierno del país, convenientemente incentivado, para construir la central y obtener los beneficios correspondientes por ello y por la energía eléctrica que luego allí se generaría. Esa central se conectaría a una amplia red que ya tenía en el resto del país y que, entre otras, vendía la electricidad, generada a costa de las comunidades que perdían el río y seguían en la oscuridad, a grandes mineras, complejos turísticos en la costa y agroindustrias que a velocidad de vértigo estaban en los últimos años ocupando y esquilmando los principales bienes naturales del país. Pero, insistían, todo era por el desarrollo y el crecimiento económico.

Así, en dos años de trabajos desde aquella mañana en la que aparecieron, la presa estaba construida y entraba en funcionamiento. Ahora se retiraban las excavadoras y camiones, y se hacía cargo otro personal de Cobra S.A. que había llegado hacía poco, también del exterior. Por cierto, en su sede central, decían que esta empresa tenía otro nombre. Allí se la conocía como ACS y cuentan que pertenecía a un señor muy importante, que tenía un palco aun más importante en su campo de futbol desde el que controlaba gran parte de sus negocios y de las decisiones políticas que se tomaban en ese país para alcanzar, allí también, el desarrollo y el crecimiento económico. Así, a costa de las comunidades que perdían tierras y aguas en muchos lugares del nuevo continente, este último país saldría de una crisis en la que algo de una burbuja inmobiliaria o de una guerra en la que se había enfrascado en los últimos meses la vieja Europa, no estaba claro, les había metido. Por otra parte, la comunidad sentía, tal y como contaban las abuelas y abuelos que, una vez más, se repetía la historia y eran ellos y ellas con sus bienes naturales quienes pagaban una crisis que desconocían, o quienes proveían el desarrollo, ahora sí, de países muy, muy lejanos.

A la comunidad le habían dicho que esta vez también allí el progreso iba a llegar y que habría trabajo, la cobertura eléctrica aumentaría, se abrirían tiendas y el mercado crecería pues llegarían personas de otras comunidades a vender allí sus productos. Sin embargo, nada de esto sucedió. Si contrataron temporalmente a unos pocos hombres, también dieron trabajo a alguna mujer como limpiadora de las oficinas de la compañía, pero cuando la obra acabó y la central se puso en marcha, el flujo eléctrico siguió sin llegar a la comunidad y del desarrollo prometido nunca más se supo. Una vez más las promesas de progreso habían sido mentira.

Cierto es que una parte de la asamblea comunitaria nunca se dejó engañar, dijeron que aquello no solo no traería el famoso desarrollo, sino que, incluso, empeoraría sus condiciones de vida al cerrarles el acceso al río y a muchas de sus tierras. Y ahora, consciente que lo que decían los “cuatro locos antiprogreso” era verdad, la comunidad se organizó, presentó propuestas, hizo demandas, pero el país, de nuevo, había desaparecido. Como en las décadas anteriores, eso que se llamaba a veces Estado, a veces la autoridad competente, no aparecía ni tan siquiera para escuchar las reclamaciones sociales. Se intentó también hablar con Cobra S.A. pero ese si que era otro mundo lejano, inaccesible, inalcanzable. Se le demandaba por no haber consultado a la comunidad, tal y como dicen los tratados internacionales, antes de construir la represa, pero, en vez de responder por ello, envió unas camisetas del equipo de futbol del que era presidente el dueño.

Por cierto, todo esto, que puede parecer un cuento, no es sino una historia muy real que ocurre en los últimos años en el territorio q’eqchi’, en Guatemala, y el proyecto hidroeléctrico se llama Renace

Esta historia podría haber ocurrido en el siglo XX y, de hecho, ocurrió mil veces en muchos puntos del planeta. Pero lo duro, es que en pleno siglo XXI seguía ocurriendo. Cobra S.A. seguía aumentando sus beneficios, las masas iban al futbol los domingos sin preguntarse qué se cocía en el palco, las crisis económicas en el mundo desarrollado se repetían periódicamente, el planeta perdía Vida y las comunidades seguían levantándose con el alba para enfrentar la nueva jornada y buscar su sustento, pero, cada día era más difícil, y la autoridad competente seguía sin aparecer por allí, salvo a castigar y encarcelar a quienes se atrevían a reclamar derechos para la naturaleza y para las personas y pueblos. A pesar de todo ello, la protesta crecía.

Por cierto, todo esto, que puede parecer un cuento, no es sino una historia muy real que ocurre en los últimos años en el territorio q’eqchi’, en Guatemala, y el proyecto hidroeléctrico se llama Renace. Qué poco apropiado un nombre así para un proyecto que solo trae violaciones de derechos para muchos y muchas e ingentes beneficios económicos para unos pocos.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Huelva
Derechos Humanos Fuego y Agua: Kullu Konay murió calcinado en un asentamiento inundado en Huelva
Al drama humano que es malvivir en los asentamientos de la provincia de Huelva se suman los efectos de las riadas y los incendios, sucesos que se suman a la larga lista de desastres que las administraciones son incapaces de solucionar.
México
Fronteras Tijuana concentra los estragos del cerrojazo de Trump
Frente a la aduana de Estados Unidos se acumulan los migrantes que se han quedado sin cita para su tramitación de asilo, cuya esperanza merma al ver los grupos de deportados que son devueltos a México.
Palestina
Palestina Las familias de Gaza aguardan la vuelta a casa y comienzan la búsqueda de cuerpos
A la felicidad inicial por el alto el fuego le ha seguido un sentimiento de duelo, en recuerdo por los fallecidos, y de precaución ante lo que advierten, puede ser un breve respiro antes de que vuelvan a llover bombas sobre Gaza
Salario mínimo
Pacto bipartito Trabajo y sindicatos acuerdan la subida del salario mínimo en 50 euros sin el apoyo de la patronal
Díaz anuncia un acuerdo con los sindicatos que llevará al Congreso de Ministros de forma “inminente” la propuesta del Ministerio de Trabajo. Los sindicatos proponían una subida de 66 euros y la patronal, de 34 euros.
Madrid
Justicia El fiscal general del Estado, en el alambre, declara como investigado ante el Supremo
Álvaro García Ortiz acude al alto tribunal a explicar su versión de las filtraciones denunciadas por el entorno de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Es la primera vez que un fiscal de su categoría declara como investigado.
Crímenes del franquismo
Víctimas de la dictadura Admitida a trámite otra querella por los crímenes del franquismo en Madrid
Carlos Serrano Suarez denuncia que fue sometido a torturas por parte de cinco policías de la Brigada Político Social. El juzgado número 41 ha decidido abrir el caso, algo que desde CEAQUA califican como “excepcional”.
Opinión
Opinión Monetizadores de la estupidez
Ser un chalado anticiencia puede llevar a pasearte por radios, televisiones y streamings porque eres rentable para gente sin un mínimo de ética periodística.
Dana
Tres meses de la dana “Aquí no llovió casi nada”
VV.AA.
Un vecino de Benetússer explica cómo la riada arrasó y cambió para siempre las vidas de miles de personas.
Opinión
Opinión Un monstruo camina sobre suelo urbanizable
El cojín socioeconómico y cultural que sostiene los sucesivos desfalcos del PP valenciano solo se entiende desglosando un ecosistema alimentado por la catalanofobia y las fiestas con toros.

Últimas

Sanidad
Sanidad privatizada Óscar López vuelve a ceder al chantaje de las aseguradoras y aumenta un 41% el dinero para Muface
El gobierno aprueba en el Consejo de Ministros un aumento de las primas para las aseguradoras privadas del 41,2%, superior al que en un primer momento estas empresas demandaban.
Euskal Herria
Justicia Aplazado el juicio contra los activistas por el paso de migrantes durante la Korrika
La vista se retrasa al 7 de octubre para que el tribunal pueda responder a las preguntas de los abogados. Los acusados han presentado más de 3500 autoinculpaciones recogidas con la campaña “J'accuse”
Madres protectoras
Justicia Colectivos feministas piden medidas para asegurar un juicio justo a una madre protectora acusada de secuestro
Las organizaciones piden que se tome en consideración la denuncia por abusos sexuales contra el progenitor, los intentos de la mujer por buscar medidas de protección en España y el arrancamiento de su hija.
Galicia
Galicia La Xunta maniobra para ampliar la balsa de lodos rojos de Alcoa pese a los riesgos medioambientales
La conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, garantizó al comité de empresa de la planta de Alcoa en San Cibrao, situada en Cervo (Lugo), que ampliará su capacidad a pesar del riesgo medioambiental.
Militarismo
Militarismo Reloj, no marques las horas que quedan hasta el apocalipsis (marca los segundos)
El Boletín de los científicos atómicos lanza su anual advertencia sobre la proximidad del fin del mundo. Se trata un instituto fundado en 1945 por Albert Einstein, J. Robert Oppenheimer y los científicos del Proyecto Manhattan.
Más noticias
Música
Música Apoteòsic Muguruza
Barcelona, Palau Sant Jordi. 24 de enero de 2025.
Cine
Cine ‘La ciudad es nuestra’, la película sobre las primeras asociaciones vecinales de Madrid, cumple medio siglo
‘La ciudad es nuestra’, de Tino Calabuig y Miguel Ángel Cóndor, continúa igual de vigente que cuando se filmó, convirtiéndose en una película de imprescindible visionado, tanto por su valor documental histórico como por el ejemplo que presenta.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición Sánchez resucita el decreto ómnibus con más ayudas a los propietarios
El Gobierno anuncia un acuerdo con Junts para reflotar el decreto que permite revalorizar las pensiones con nuevos avales estatales para caseros. El presidente se compromete a convocar una moción de confianza.

Recomendadas

Crímenes del franquismo
Isabel Alonso Dávila “El franquismo fue una máquina de fabricar miedo y dolor hasta el final”
Detenida en Granada en 1974 y 1975 por su vinculación con el movimiento estudiantil antifascista de la época ha presentado la primera querella en Andalucía por Crímenes contra la Humanidad en la dictadura franquista
Jaén
Andalucía Lopera no quiere que Greenalia especule con sus olivos
Decenas de pequeños olivareros de la Campiña Norte de Jaén podrían perder sus terrenos en beneficio de una empresa que quiere talar los árboles para instalar siete parques fotovoltaicos.
Redes sociales
Nuevas normas Meta abraza el discurso de odio y desafía la normativa anti discriminación
La plataforma de Mark Zuckerberg anunció cambios en sus normas: cuando empiecen a aplicarse, los comentarios misóginos y LGTBIAQ+fobos no violarán su política, pero existen herramientas para denunciar el discurso de odio.
Cómic
Cómic Cómo la gentrificación del webcómic explica el estado de internet y de la cultura actual
Las nuevas generaciones leen viñeta a viñeta en la pantalla del móvil y las plataformas rentabilizan la parte del león de las visitas e influyen en el tipo de historias y estilos que se leen o no.