Coronavirus
Coronavirus, sociedad y solidaridad

Son tiempos de solidaridades entre las personas en nuestros pueblos y ciudades, pero recordemos que también lo deben de seguir siendo para la solidaridad hacia otros pueblos.

Paranesti campo refugiados grecia
Imagen del centro de detención de Paranesti, en la Tracia griega. Juan Zarza

Mugarik Gabe

19 mar 2020 12:06

De acuerdo, son días para mirarnos mucho el ombligo, para preocuparnos por nuestra gente más cercana, por nuestras familias. Pero también son días que no pueden borrar lo que hasta ayer ocurría de injusto en el mundo y que hoy sigue estando ahí, aunque la información constante y monotemática nos lleve a pensar que no hay nada más allá del coronavirus.

Son días en los que la solidaridad crece. A veces, ante la incomprensión o la tardanza de ciertas decisiones de estados y gobiernos, es la ciudadanía la que toma postura, la que toma decisiones, la que se ayuda y la que se protege. Es una actitud que demuestra no solo la solidaridad entre las personas, sino la sabiduría de nuestras sociedades. Incluso se retoman eslóganes un tanto olvidados como ese que corre por las redes sociales que recuerda que “solo el pueblo salva al pueblo”. Podemos discutir sobre su exactitud, pero no podemos negar el reflejo que supone de una sociedad viva, con claridad de ideas y sentimientos pese a la amalgama de informaciones y tristezas, y por ello resuelta a enfrentar crisis como la que vivimos.

No se puede borrar lo que hasta ayer ocurría de injusto en el mundo y que hoy sigue estando ahí, aunque la información constante y monotemática nos lleve a pensar que no hay nada más allá del coronavirus

Pero la frase anterior tiene también un cierto halo de crítica implícita hacia las élites políticas y económicas, hacia los gobiernos que fijan en su escala de preocupaciones primero a la economía, en vez de a la vida; precisamente es un grito por poner a la vida de nuevo en el centro de nuestras vidas, valga la redundancia.

Hemos visto, y sufrido, como el sistema en el que vivimos durante las últimas décadas ha puesto en ese centro a los mercados, a las privatizaciones, a la consecución de más y más beneficios económicos, aunque éstos queden en cada día menos manos. Sin preocuparle por contra a ese sistema la situación de las grandes mayorías, la violación de derechos humanos en muchas partes del mundo, ni incluso la posible destrucción paulatina del planeta por su modelo de desarrollo. Hemos visto cómo se hacía lo imposible por privatizar absolutamente todo, la vida misma y hoy comprobamos que solo sistemas de salud y de cobertura social públicos pueden ser eficaces para enfrentar una pandemia como la que recorre el mundo. Los mercados, la sanidad privada, los sistemas financieros preocupados solo por la ganancia, no sirven hoy en día.

Comprobamos el silencio de decenas de expertos y tertulianos neoliberales que ayer clamaban por la economía de mercado y hoy callan y acuden corriendo a hospitales públicos para que les traten al más leve síntoma

Así, comprobamos el silencio de decenas de expertos y tertulianos neoliberales que ayer clamaban por la economía de mercado y hoy callan y acuden corriendo a hospitales públicos para que les traten al más leve síntoma. En cierta forma, el coronavirus nos ha igualado un poco y hace justicia poética con el modelo de desarrollo dominante. Visibilizamos sus mentiras hace tiempo sobre el reparto de la riqueza entre todos y todas si dejábamos que los mercados crearan riqueza y ahora volvemos a comprobar esas mentiras sobre sus capacidades para responder a crisis de estas dimensiones.

Por el contrario, ahí están las miles de iniciativas populares que se dan día a día para fortalecer nuestra resistencia física y psicológica ante esta situación. Es iniciativa social el aplauso diario a quienes hoy están en la primera línea trabajando y jugándosela frente a la infección y el agotamiento. No solo el personal sanitario, sino también transportistas, trabajadoras de supermercados, taxistas, personal de cuidados en las residencias de mayores o servicios de limpieza en las calles, curiosamente esas profesiones nunca suficientemente valoradas, pues este sistema también establece la existencia de clases incluso entre profesiones. Son también iniciativas sociales en los barrios las de apoyo mutuo entre vecinos, especialmente aquellas que tratan de ayudar a las personas mayores, las que más riesgos corren de verse afectadas por el virus y las que lucharon durante toda su vida porque hoy estemos donde estamos como sociedad.

Asistimos en los últimos años al cierre de fronteras, al levantamiento de muros y vallas. Y no podemos obviar que esa situación trágica ahora se acrecienta con las decisiones que se toman para enfrentar el virus

Pero al principio decíamos que entendiendo el momento de mirarnos, es importante también no perder de vista todo aquello que no siendo pandemia sanitaria, si es desde hace mucho tiempo pandemia social y política y que ahora se verá agravada por la primera. Las violaciones a los derechos humanos se siguen produciendo, no han parado, no han quedado confinadas en las casas. Las violencias machistas no dejan de crecer (con mayor riesgo en este contexto de confinamiento) e incluso ahora, con la crisis son las mujeres las que, una vez más, sufren consecuencias negativas mayores, traducidas en despidos, más precarización y dobles o triples jornadas. Igualmente, miles de personas siguen teniendo que emigrar de sus tierras ante la falta de condiciones mínimas para una vida digna, sea por guerras, por explotación de sus recursos, o por la degradación ambiental provocada por la crisis climática.

Asistimos en los últimos años al cierre de fronteras para estas personas, al levantamiento de muros y vallas, a la toma de medidas de los gobiernos cada vez más restrictivas hacia ellas. Y no podemos obviar que esa situación trágica ahora se acrecienta con las decisiones que se toman para enfrentar el virus y que tratan de convertir nuevamente nuestras sociedades en auténticas fortalezas más altas e inexpugnables si cabe. Ellos y ellas se quedan fuera, donde a las nefastas condiciones para la supervivencia ahora se suma el virus.

En otros casos no podemos olvidar los más que precarios sistemas de salud de decenas de países en el mundo. En nuestro mundo nos hablan de la suspensión de no sé qué competición deportiva pero nos ocultan que la competición contra el coronavirus, si ya está siendo difícil en Europa, qué efectos podemos suponer si éste se extiende con igual virulencia por África o América Latina. Países donde los postulados neoliberales de privatización de la vida han impedido, por ejemplo, el desarrollo de sistemas sanitarios mínimos y de otros servicios sociales. Países donde la posibilidad de hacer teletrabajo en la casa y cuarentena es un imposible porque prima la más absoluta precariedad y explotación laboral o por el hecho de que diariamente toda la familia debe salir a las calles para ganarse la vida.

Son tiempos de solidaridades entre las personas en nuestros pueblos y ciudades, pero recordemos que también lo deben de seguir siendo para la solidaridad hacia otros pueblos. Tiempos para entender que si ahora descubrimos lo injusto de haber intentado precarizar la sanidad pública en nuestros países, qué pensar de lo que ocurrirá en aquellos en los que esa sanidad pública es simplemente una ilusión. Siempre es tiempo para ello, pero ahora más que nunca debemos afirmar y practicar el hecho de que la solidaridad es la ternura de los pueblos.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Comunidad de Madrid
Pandemia La Fiscalía abre diligencias por primera vez por muertes sin asistencia en domicilio durante la pandemia
Los padres de Francisco Rodríguez fallecieron en su domicilio de Madrid tras contagiarse de covid-19 y después de llamar de manera recurrente para conseguir asistencia médica que no consiguieron a tiempo.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Presentan la primera demanda por mayores muertos en domicilios sin traslado hospitalario durante el covid
Los padres de Francisco murieron sin recibir traslado hospitalario ni asistencia médica a tiempo cuando enfermaron por covid-19 en su domicilio de Madrid, entre mediados de marzo y principios de abril de 2020.
Sanidad
Investigación La exclusión hospitalaria de mayores durante el covid en Madrid precedió a la existencia de protocolos
El primer protocolo de la Consejería de Sanidad sobre derivación a hospitales de pacientes de covid residentes en centros de mayores es del 18 de marzo, pero la disminución de residentes derivados empezó el 7 de marzo, según una investigación.
#50542
20/3/2020 3:39

Las feministas con el 8-M y usando el contagio del Coronavirus ya llevan mas asesinatos en un dia que en casi 20 años de Violencia de Genero

6
6
#51428
22/3/2020 10:30

Este comentario no viene a cuento, simpático.

0
2
#51427
22/3/2020 10:28

Para cuando fue el 8-M aún no había saltado la alarma del Covid-19 (te recuerdo que aquí en España las restricciones por seguridad empezaron el dia 14 de marzo). Durante el 8-M el Covid-19 no se mostraba tan amenaza y aun era fruto de burla por parte de gran parte de la población gracias a la falta de información clara por parte del gobierno y el tomo de medidas implantadas tarde a mi parecer. Me parece gracioso tu forma de señalar el 8-M como atentado a la sanidad de forma particular, lo que demuestra que te da más rabia el evento como lucha social que como "asesinato" como dices. Seguramente durante el 8-M tú no estabas confinado en tu casa a modo solidario por el contagio y seguramente, hasta que no lo dictó el gobierno, tú seguirías tomándote tu cervecita con tus amiguitos en las terrazas y saliendo tranquilamente. PORQUE COMO EL RESTO DE PERSONAS DE LA SOCIEDAD NO CREEIAS SEGURO QUE ESTO IBA A PASAR ASÍ QUE NO INCRIMINES UN MOVIMIENTO SOCIAL COMO EL 8-M QUE AL MENOS TIENE ALGÚN VALOR PORQUE A TI TE JODA POR DENTRO ESA LUCHA.

2
0
Rap
Poetas Puestos “Tanto los medios como la política quieren que seas un tonto feliz”
Charly Efe y Teko, acompañados de una banda, publican el disco ‘Tontos felices’ donde mezlcan su carrera en el rap con ritmos rock para crear lo que han bautizado como rap‘n’roll.
Análisis
Análisis El PSOE intenta pescar en el río revuelto de la izquierda para acercarse al PP
Entre los votantes del PP solo hay dos cosas que produzcan ilusión: el rechazo a Sánchez y su Gobierno e Isabel Díaz Ayuso. Feijóo no es una de ellas.
Groenlandia
Análisis Por qué Groenlandia es clave en la carrera por las materias primas
El anuncio de Trump parece salido de una precuela de la película 'Don’t Look Up', en la que los intereses geopolíticos y económicos no nos dejan ver el colapso inminente.
Historia
Historia La segunda vida de Joaquín Maurín
Alberto Sabio reconstruye en ‘Excomunistas’ la vida y el pensamiento del fundador del POUM: desde su politización en el republicanismo hasta su giro socialdemócrata y anticomunista durante la Guerra Fría.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición El CIS vuelve a situar la vivienda como el principal problema de la población
Uno de cada dos votantes de las izquierdas sitúan la vivienda entre los tres grandes problemas que afronta el país. La encuesta del CIS muestra a los partidos de la izquierda en la misma situación de desinfle que el mes pasado.
Ocupación israelí
Expansionismo israelí El Golán sirio, radiografía de una joya natural diezmada por la ocupación israelí
Las actividades extractivistas del Estado israelí sobre los recursos hídricos o proyecto de parque eólico en las tierras colonizadas amenaza el sustento diario de las comunidades locales.

Últimas

China
Pulsos bajo el cielo Beijing rave: amor, unidad y respeto
Exploramos los entornos de la música electrónica underground en Beijing, donde los jóvenes siguen creando espacios y nuevas formas de relacionarse y entenderse
Galicia
Literatura Daniel Salgado reformula las claves de la poesía política en la contemporaneidad en 'Poemas realistas'
El discurso de este poemario convoca las dos ideas-fundamento que vertebran la poética de Salgado: la constatación de la ruina y la perseverancia en la posibilidad de un horizonte no clausurado.
Opinión
Derecho a la vivienda Cuando el cuñao eres tú: cinco bulos progresistas sobre la crisis de la vivienda
Ni la compraventa de vivienda la protagonizan los fondos ni las zonas tensionadas bajan los alquileres ni el PP es el único que no las aplica.
Entrevista La Poderío
Entrevista La Poderío Carmen Fernández Gálvez: “El origen de la creatividad está en la naturaleza”
Carmen Fernández Gálvez (1979) nace en Vélez Málaga. Como mujer inquieta y curiosa decide realizar estudios de psicología. Su pasión por la cosmética natural y los remedios vegetales comenzó años más tarde.

Recomendadas

Represión
Represión Cómo descubrir a un infiltrado, el manual
Un grupo de afectadas por el espionaje policial publica un texto colectivo como herramienta y reflexión sobre este fenómeno.
Violencia sexual
Violencia sexual El ocaso de Neil Gaiman, el maestro de la literatura fantástica acusado de violar a varias mujeres
Un reportaje revela los testimonios de ocho mujeres que sufrieron agresiones sexuales por parte del escritor Neil Gaiman, autor del cómic ‘Sandman’ y nombre clave en la ficción contemporánea. Dos de ellas han presentado denuncias por violación.
Brasil
Ana Carolina Lourenço y Fabiana Pinto “Organizar la imaginación es la lucha de nuestro tiempo”
En la vanguardia de los movimientos que plantaron cara a la extrema derecha bolsonarista, las mujeres negras cuentan con una largo recorrido en la disputa política brasileña. Un libro recoge su genealogía y sus miradas para el futuro.
Sareb
Derecho a la vivienda Civio lleva a la Justicia a la Sareb para que revele cómo malvendió 10.000 viviendas protegidas
La Fundación Civio presenta un recurso contra el ‘banco malo’ por negar el derecho al acceso a la información sobre los compradores y el precio al que fueron vendidas 9.400 viviendas de protección pública.