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Coronavirus
Ayuso reduce jornadas de sanitarios y sanitarias en plena sexta ola
José —nombre ficticio— es neurólogo en un gran hospital de Madrid. Lleva como refuerzo covid, personal incorporado para reforzar las plantillas durante la pandemia, desde marzo de 2020. El pasado 31 de diciembre cumplía su último contrato. Y, antes de que la fecha final llegara, recibió tres promesas diferentes. Primero, que volvería al puesto que anteriormente estaba desarrollando, con una jornada al 50%. Luego que sería renovado tres meses. Finalmente, el 23 de diciembre le comunicaron que le irían renovando mes a mes hasta marzo. Pero él no es el que peor suerte ha tenido. En su equipo, compuesto por tres neurólogos, uno ha sido renovado tres meses pero otro ha pasado a media jornada.
“Yo no lo puedo entender. Ya he perdido toda esperanza. La medicina funciona por nuestra vocación, vas aguantando palos. Estos dos años he estado en planta covid seis meses, me obligaron a ir al Zendal con amenazas veladas de despido y después de todo esto me renuevan de mes a mes. Pierdes las ganas de trabajar”, asegura a El Salto. José, miembro del colectivo Médicos Precarios que aglutina a los refuerzos covid en lucha, pasa consultas externas y teme por el seguimiento de sus pacientes. “Los pacientes que veo, cuando me preguntan, les digo que a lo mejor no les vuelvo a ver. No hay ninguna longitudinalidad en la atención, ni puedes realizar ningún proyecto de investigación, te conviertes una máquina de ver pacientes. Mi actividad principal es consulta y soy un puesto estructural, sin ninguna duda”, expresa.
“Estos dos años he estado en planta covid seis meses, me obligaron a ir al Zendal con amenazas veladas de despido y después de todo esto me renuevan de mes a mes. Pierdes las ganas de trabajar”
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, prometía el pasado 17 de diciembre, en un acto en el Hospital de La Paz, que mantendría el 100% de los contratos de los 11.300 sanitarios y sanitarias incorporadas para luchar contra la pandemia. Sindicatos y trabajadores sanitarios desmienten a Ayuso y confirman a El Salto que esto no ha sido así.
A 31 de diciembre, cuando estos contratos tocaban a su fin, muchos de los sanitarios y sanitarias han sido despedidos como refuerzos covid y han vuelto a los puestos que desarrollaban antes de la pandemia en jornadas parciales. Desde CCOO Sanidad Madrid explican a El Salto que, antes del covid, unos 1.400 profesionales cubrían las reducciones de jornada que habían pedido otros trabajadores. Con la llegada del virus, pasaron a contratos al 100% de la jornada laboral. A muchas de estas personas el 31 de diciembre les devolvieron a la casilla de salida.
Desde el sindicato confirman que esto se traduce en una reducción de personal. “Como estaban racaneando con las renovaciones y se han visto obligados a renovar a una buena cantidad por la sexta ola, a estos les han devuelto a su situación inicial en la que hacían menos horas”, afirman. Por ello, desde este sindicato insisten en que nunca ha habido 11.300 contratos nuevos, ya que muchos trabajadores ya formaban parte de las plantillas.
“Hay reducciones de jornada y hay trabajadores que están teniendo que doblar. En hospitales y en atención primaria. Y pagado a un precio irrisorio. El doblaje en enfermeras se paga a 15 euros y en otras comunidades a 30”
En la misma línea, desde el sindicato de enfermería SATSE confirman la “jugada” de la administración madrileña. Ricardo Furió, secretario de Acción Sindical de este sindicato, habla de “incoherencia”. “Hay reducciones de jornada y hay trabajadores que están teniendo que doblar. En hospitales y en atención primaria. Y pagado a un precio irrisorio. El doblaje en enfermeras se paga a 15 euros y en otras comunidades a 30. La gente ya no quiere ni doblar”, asegura.
Coronavirus
Sanidad en precario Ayuso comienza a despedir a sanitarios con contratos covid mediante un SMS
Mientras, Furió recalca que la situación está “desbordada” en atención primaria y empieza a colapsar en hospitales. “Estamos aumentando la incidencia en UCI y hacen falta manos. Contratos eventuales que pueden estar al 100% deben de volver a esta jornada”. Y las cifras del Ministerio de Sanidad corroboran la tendencia. Hoy, el porcentaje de camas en hospitales ocupadas por enfermos covid, según el semáforo establecido por el Gobierno, se encuentran en riesgo muy alto, con un 18,45% de ocupación y el de UCI también se sitúa en esta calificación, con un 27,39%.
Turnos incompletos
La no renovación plena del 100% de los contratos covid ya se nota en las plantas de los hospitales, tal y como denuncia Elena—nombre ficticio— trabajadora con contrato covid en el Hospital Príncipe de Asturias. “Yo he renovado por tres meses pero tengo compañeros que han pasado a media jornada durante un año, gente que hacía jornadas completas. Hay unidades donde debiera haber tres enfermeras y tres Técnicas de Cuidados Auxiliares de Enfermería (TCAE) y solo hay dos de cada”, expresa Elena.
“Anoche en planta covid estábamos dos enfermeras y dos TCAES para 44 pacientes. Es imposible atender a 20 pacientes por persona en una noche”
“Anoche en planta covid estábamos dos enfermeras y dos TCAES para 44 pacientes. Es imposible atender a 20 pacientes por persona en una noche. Si un paciente se pone muy malo la mayor parte del equipo tiene que entrar y se queda una persona sola fuera pase lo que pase”, explica esta sanitaria.
Una reducción de personal que José ha visto en su propio equipo: “Éramos tres neurólogos, a uno le han despedido como contrato covid y le han pasado a media jornada, a otro le han renovado tres meses y a mí mes a mes”, explica mientras añade que en el departamento de medicina interna de su hospital han pasado a tres personas a jornada reducida.
Traslados al Zendal
Desde la plataforma Médicos Precarios avisan de que además de menos jornadas, la administración sigue detrayendo personal de los hospitales para que atiendan en el Enfermera Isabel Zendal, el hospital de pandemias que nació sin plantilla propia.
“El Zendal de nuevo está lleno y hay 10-12 pacientes críticos en lista de espera para llevarlos a otras UCI”
“Hay una disminución real de los efectivos y la sexta ola está apretando, en Madrid se ha notado mucho el desplazamiento de mucho personal hacia el Zendal. Es personal que antes de la sexta ola estaba haciendo trabajo habitual en hospitales públicos. Se están cancelando actividades en estos hospitales porque tienen que renunciar a este personal que se lleva al Zendal”, explican desde esta plataforma, quienes advierten de que, al mismo tiempo, estas instalaciones hospitalarias derivan a los pacientes en situación crítica a UCI de otros centros mejor preparados. “El Zendal de nuevo está lleno y hay 10-12 pacientes críticos en lista de espera para llevarlos a otras UCI”, aseguran.
Federico Ferrere es médico internista en el Hospital de Getafe. Cuenta con un contrato covid desde el principio de la pandemia. En este tiempo ha firmado tres, el último renovado hasta el 31 de marzo. Hoy ejerce en el Zendal, le han trasladado allí por segunda vez. Se siente “descorazonado” con las cláusulas “leoninas” de sus contratos. “Si la situación sanitaria cambia ellos se reservan el derecho de extinguir el contrato. El turno fijado es mañana, tarde o noche a voluntad del contratador… Y te dicen que no formas parte estructural del servicio que te está contratando, con la idea de que no podamos reclamar un contrato indefinido tras la concatenación de contratos”, explica Ferrere.
“El problema no es tanto venir al Zendal, puedo estar de acuerdo o no con la apuesta que supone este hospital. Lo descorazonador es que en contraposición a una disponibilidad total que nos piden el horizonte sea un contrato laboral de tres meses que es tristísimo. Es muy pobre y es lo que peor me parece”, afirma resignado.
Un futuro incierto que se torna cada vez más oscuro cuando se piensa en el 31 de marzo de 2022, fecha en el que espirarán todos los contratos covid. “El 31 de marzo la administración va a volver a querer echarlos”, avisa Ricardo Furió, del SASTE, para quien despedir a esta plantilla, que desempeña puestos estructurales, es una incoherencia. “Cuando acabe la pandemia vamos a encontrar a pacientes oncológicos con cánceres muy avanzados porque no les han podido ver antes. Y mientras, se prescinde de personal. Llevamos seis olas y la administración no ha aprendido nada”, concluye.