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Cine
El legado de la cantante saharaui Mariem Hassan llega a la gran pantalla con ‘Mariem’

“Qué difícil es la despedida. ¡Qué le vamos a hacer!”, canta Mariem Hassan en la canción “Despedida” que se escucha en el corto documental Mariem. Las imágenes se grabaron en 2015, poco antes de su muerte, en los territorios liberados del Sáhara Occidental, pero el estreno del corto-documental será el jueves 20 de marzo dentro del Festival de Cine de Málaga.
Mariem Hassan fue una de las cantantes más representativas de la música del Sáhara Occidental. Nació en 1958 en Smara, ciudad ocupada entonces por España. Cuando tenía 18 años, la ocupación marroquí del Sáhara la obligó a exiliarse a los campamentos que, desde entonces, acogen a su pueblo en el desierto argelino. En 2013 le diagnosticaron un cáncer de huesos. Antes de morir quiso regresar a las tierras en las que había pasado su infancia, en los territorios liberados del Sáhara Occidental. Fue entonces cuando el director Javier Corcuera recibió una llamada y se trasladó con su equipo para grabar las imágenes que ahora ven la luz en el corto-documental.
“Para nosotros fue un momento muy especial, porque la situación era delicada y de alguna manera, éramos conscientes de que era su último testimonio y la última vez que iba a cantar”, recuerda Javier Corcuera
“Para nosotros fue un momento muy especial, porque la situación era delicada y de alguna manera, éramos conscientes de que era su último testimonio y la última vez que iba a cantar. Ahora, fue llegar a ese lugar y encontrarnos con la fortaleza, la sabiduría y el optimismo de una mujer increíble. Una persona que transmitía una energía y una fuerza muy grandes”, recuerda Corcuera en conversación con El Salto.
“Mi madre murió muy joven, con toda la vida por delante. No sabía cuánto tiempo le quedaba, ni si moriría en su tierra”, explica Agaila Labiad Hassan, hija de Mariem Hassan. “Para ella fue esencial decir: lo que me queda de fuerzas lo voy a emplear en pisar los territorios liberados; para pisar mi tierra antes de morir, conectar con ella y dejar un último mensaje, una última huella. Porque sabía que eso sí permanecería en el tiempo. Y tenía toda la razón, porque han pasado diez años y sigue dejando huella el último trabajo que hizo”.
Legado de resistencia, identidad y memoria
Javier Corcuera rodó aquellas imágenes durante los días que pasó con Mariem en el desierto, sin tener claro qué iba a hacer con ello. “Después de rodar guardé el material. En realidad sentía que había rodado un documento. Luego lo rescaté e intenté encontrar el camino de cómo contarlo. Llegué a la conclusión de que se podía hacer un cortometraje y fue a partir de conocer a Brandán y todo su equipo, que encuentro en la mezcla de documental y animación la forma de narrar la historia”, recuerda.
“La lucha de nuestro pueblo consiste en la resistencia y por eso es muy importante dejar una huella de identidad, una memoria histórica”, cuenta Agaila Labiad Hassan, hija de la cantante
El resultado es un viaje visual y sonoro, construido a partir de imágenes documentales y secuencias animadas que evocan la memoria de un pueblo desplazado. “Mi madre quería dejar una identidad, un legado, no solo para el pueblo saharaui. La lucha de nuestro pueblo consiste en la resistencia y por eso es muy importante dejar una huella de identidad, una memoria histórica”, cuenta Agaila.
Javier destaca el papel de Mariem como mujer y su implicación en la lucha de su pueblo. “Es inseparable su figura de la lucha del pueblo saharaui. Ella es un símbolo de la resistencia, de la lucha de las mujeres saharauis. Es, probablemente, el símbolo más importante del pueblo saharaui a nivel cultural”.
El de Mariem Hassan es el testimonio de una infancia y una tierra. “Sabían dónde había llovido cada año y sabían que, un tiempo después, allí empezaría a crecer vegetación, podrían llevar a las cabras y retirarse el invierno. Tenían un estudio de la tierra increíble. Por eso se llama a los saharauis hijos de las nubes”, cuenta Agaila. Es también el testimonio de una generación que se vio forzada a dejar su tierra, a luchar y a reinventarse. “Mariem ha sido refugiada, ha sido enfermera, ha sido cantante. Entregó su arte a la lucha por la libertad del pueblo saharaui”, comenta el director.
En el documental, Mariem también tiene palabras para los jóvenes que no han conocido su tierra y han nacido en los campamentos de refugiados. Una generación que ha heredado la lucha de todo un pueblo. “Yo podría haber seguido con mi vida aquí como si no pasara nada —explica Agaila—, pero hay una responsabilidad moral muy grande. No podría vivir tranquila, sin militar, sabiendo que mi familia sigue en un campo de refugiados y muchas generaciones están creciendo allí sin ninguna posibilidad de futuro. Creo que ningún saharaui podría cuando el conflicto sigue pasando, sigue vivo”.
Un pueblo traicionado
El corto-documental Mariem es un homenaje de la cantante a su pueblo, inmerso en una lucha de generaciones, muchas veces ignorada y a la que da voz una vez más. “Es la única manera para que el Sahara no caiga en el olvido, a pesar de que es el objetivo de muchos dirigentes”, dice Agaila, reflejando la realidad de un conflicto que se mantiene vivo, a pesar de las dificultades para entrar en la agenda política internacional. “Mi experiencia con el pueblo saharaui es que es un pueblo que no conoce la palabra derrota. Es un pueblo que está cada día en la batalla y eso se ha transmitido de generación en generación”, cuenta Corcuera.
“Esta película sale en un momento en el que el PSOE ha traicionado una vez más al pueblo saharaui”, comenta el cineasta. “Se ha posicionado fuera de la legalidad internacional, negando el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui y alineándose con las posiciones de Marruecos. Ahora castiga la inmigración saharaui no queriendo aprobar la posibilidad de adquirir la nacionalidad. Yo, como latinoamericano, necesito dos años para tener la nacionalidad. En el caso de los saharauis necesitan diez años. Conozco saharauis que tenían el DNI español y ahora están de manera ilegal en España”, explica.
Agaila extiende la crítica a los medios de comunicación. “Como saharaui, a veces es muy frustrante ver cómo los medios en general, no es que nos silencien, pero no participan en visibilizarnos. Para nosotros es muy importante la visibilidad de la causa saharaui y este cortometraje es un pedazo de trabajo de Corcuera que toca muchos de estos puntos”.
Javier dirige el corto-documental, aunque se trata de un trabajo que nació de la voluntad de la propia Mariem y al que han contribuido numerosas personas. “Ha sido un proyecto independiente y colectivo”, dice Javier. “Ha sido el esfuerzo de mucha gente, de muchas productoras que se han implicado y que han hecho posible que exista este cortometraje por estar cerca del pueblo saharaui”. Agaila subraya: “También es gracias al trabajo de gente como Nube Negra, que ficharon a mi madre y a amigos de mi madre, entre ellos a mi tío también y dijeron ‘os llevamos a Europa. Queremos llevar la causa saharaui por el mundo a través de la música’. Como medio puedes apostar por silenciar una causa o por darle visibilidad y lo que hizo Nube Negra fue darle visibilidad constantemente”.
Mariem es el último canto de su protagonista y la oportunidad de volver a hacer oír su voz. “Para mí, para mi familia, es como un pedazo de regalo increíble. No sabemos explicar que, todavía sin estar presente, diez años después, la sigan recordando, la sigan visibilizando“, se sincera Agaila.