We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Ciberseguridad
La ciberseguridad de los vehículos de la Ertzaintza, en manos de la empresa del jeltzale que dirigió la SPRI
El Gobierno Vasco ha adjudicado, sin publicidad y por 6.269.794 euros, el “sistema de evaluación e implementación de medidas de ciberseguridad en los vehículos de la Ertzaintza”. La beneficiada es Eurocybcar, firma privada en la que figura Alexander Arriola, quien fuera Director General del Grupo SPRI (Agencia Vasca de Desarrollo Empresarial) entre 2013 y 2020. También fue presidente de la Junta Municipal del PNV de Eibar desde 2018 hasta 2020.
El mes de septiembre de ese mismo año, Arriola fue nombrado director de Desarrollo Corporativo de la empresa con sede en Gasteiz a la que ahora PNV y PSE-EE otorgan este millonario contrato.
El salto a Eurocybcar se produjo, según el comunicado publicado por la proveedora de servicios de ciberseguridad, solo tres días después de que se supiera que Alex Arriola, como es más conocido, había sido cesado de la SPRI.
Tras ser preguntada por Hordago-El Salto, la empresa no ha realizado declaraciones sobre el millonario contrato o por la posibilidad de que la presencia de Arriola tenga algo que ver en la adjudicación del contrato negociado sin publicidad.
Arriola saltó a esta empresa de ciberseguridad que recibió contratos de la SPRI mientras él era quien dirigía la agencia pública
Una nueva puerta giratoria entre el sector público y el privado que ha generado polémica. Aún a los mandos de la SPRI, la agencia pública para el desarrollo empresarial concedió contratos a la que luego sería la empresa de su director, Eurocybcar. Un ejemplo es la adjudicación en 2019 del servicio de “test de ciberseguridad de vehículos oficiales del Gobierno Vasco”, por más de 16.000 euros. En abril de 2020 se repetía la operación, en este caso por 18.000 euros y con el objeto de la “realización de test de ciberseguridad a vehículos de la flota del Departamento de Seguridad”.
Ascenso meteórico
Gracias a la puerta giratoria, Eurocybcar se ha consolidado como la empresa de seguridad de los coches oficiales en la que confían las instituciones vascas. No solo han confiado sus vehículos Gobierno Vasco, Ertzaintza y el Departamento de Seguridad, en su momento, según narra la CEO, también se interesó por ello, a título individual aunque con respecto a su coche oficial, Estíbaliz Hernáez, viceconsejera de Tecnología, Innovación y Transformación Digital del Gobierno Vasco.
Lo que vende Eurocybcar es un test “pionero” para evaluar la ciberseguridad de vehículos, avalado por la normativa europea UNECE/R155, que incluye la obligatoriedad de la ciberseguridad de los coches desde 2020 (entrando en vigor en 2021).
La empresa también ha recibido un préstamo participativo ENISA, como bien contaba la propia vicepresidenta y ministra de Economía, Nadia Calviño, en una especie de carta de alabanzas a Euskadi. Se trató de una concesión de 209.000 euros por parte de la empresa pública dedicada a la financiación de proyectos y a la propagación de startups.
“Vio que mi sueño era algo muy real y creyó en mí”, contaba la CEO de la empresa, Azucena Hernández, sobre el director del Centro Vasco de Ciberseguridad. En la misma entrevista, con el tono que caracteriza a los emprendedores, explicaba que había “abandonando la comodidad” a los 47 años y que había hecho el primer bosquejo de su idea en una servilleta.
Ya en una nota de 2018 publicada por la SPRI se informaba de que Eurocybcar se iba a asentar en el Parque Tecnológico de Álava (Miñano), por la presencia del Centro Vasco de Ciberseguridad-Basque Cybersecurity Centre (BCSC). Además, reconocía la SPRI, iban a dar todo su apoyo a la empresa, que se constituiría entonces “en forma de startup”. Poco después, ya en 2020, el BCSC publicaba su Libro Blanco de la Ciberseguridad en Euskadi recogiendo la ciberseguridad de los vehículos como apunte esencial. El BCSC ha apoyado a Eurocybcar desde el principio, como reconocía la CEO de la empresa en una entrevista en Gananzia.
Un polémico negociado sin publicidad
El último de los contratos, sin duda el más voluminoso (más de seis millones) fue adjudicado por el procedimiento “negociado sin publicidad”, figura contractual que ha sido reiterada y duramente criticada por el Tribunal de Cuentas. Y lo hizo con Alex Arriola a los mandos del Desarrollo Corporativo.
Se ha adjudicado por el procedimiento “negociado sin publicidad”, figura contractual que ha sido reiterada y duramente criticada por el Tribunal de Cuentas
En 2016 el Consejo de la Unión Europea alertaba del abuso de esta forma administrativa. Desde 2017 y hasta 2022, los informes de la CNMC y la AVC (Autoridad Vasca de la Competencia) alertan de que el “negociado sin publicidad” debe estar reservadas a muy contadas oportunidades, pues fomenta la contratación directa y, por tanto, no invitan a la transparencia.
Cabe destacar que Arriola es un convencido y marcado militante jeltzale desde bien joven. Ostentó el cargo de presidente de la Junta eibarresa del Partido Nacionalista Vasco y figuró en los equipos políticos de la localidad desde 2015, cuando fue sumado junto a 12 compañeros más con el objetivo de “renovar” esa instancia cuando la presidía Eduardo Zubiaurre, luego máximo dirigente de Confebask, histórico concejal de Eibar por el PNV.
Arriola es un ingeniero formado en Deusto. Fue responsable de Compras de Siemens Gamesa en China y Corea del Sur, y de CIE Automotive en el primer país. Actualmente es CEO de Alias Robotics, otra empresa de ciberseguridad. En su biografía en la web de esta empresa, se reconoce lo siguiente: “Su experiencia en las relaciones comerciales con el país asiático le valió la confianza de las autoridades regionales para gestionar la obtención de material sanitario crítico para el País Vasco, durante el inicio de la pandemia”.
Así fue, la SPRI, aún con Arriola al frente, medió en la que fue calificada, de forma heroica en esos oscuros tiempos, apenas hace tres años, como la “epopeya de las mascarillas”. Cuando las relaciones personales pesaron más que las necesidades humanas y el mundo se convirtió en un juego de quién da más.