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Audiovisual
Convertir en protagonistas a quienes permanecen en la sombra
Nacido en Huesca y autodidacta, en 1982, cuando tenía 30 años, Eugenio Monesma decidió recuperar en cine súper-8 las tradiciones aragonesas que se estaban perdiendo, prosiguiendo el rescate de la cultura popular que hacía Garrido Palacios para Tve-2 en su serie Raíces. “Aunque prefiero no ser el protagonista como él, sino ceder el papel a los personajes”, matiza.
A partir de 1987 trabaja en vídeo, buscando un cine etnográfico “que documente los trabajos o los rituales festivos para su estudio y archivo, con el máximo de información posible. Y, no menos importante, que sea divulgativo y de interés para que el público general lo pueda aceptar y disfrutar… intento la recuperación audiovisual de los procesos productivos y rituales festivos”. Entre estos últimos, destacan reminiscencias medievales, como el Obispillo de Burgos, niño de la escolanía de la catedral que el día de los Inocentes viste como el obispo, interviene ante el altar y pronuncia un sermón desde el balcón del Ayuntamiento, heredera de las fiestas de locos; la rígida boda maragata; la danza de la muerte; las romerías penitenciales navarras y diversos rituales carnavalescos que consiguieron escapar a la persecución inquisitorial. A raíz de su recreación del oficio de navatero o almadiero (1983) que transporta troncos sobre balsas por el río, se creó en Laspuña la fiesta Descenso de Navatas por el río Cinca, que cada mayo reúne miles de personas.
“Para la selección de los temas a grabar he tenido en cuenta dos prioridades esenciales: el riesgo de desaparecer y caer en el olvido que corría ese oficio, ritual o personaje y la oportunidad que se me presentaba para recuperarlo gracias a la voluntad de sus protagonistas… A mendo había que reconstruir ese trabajo para grabarlo en su desarrollo completo, con un reducido equipo de trabajo (normalmente realizador-sonidista y cámara). El cine etnográfico, independiente y respetuoso, puede ser un producto de mercado y a la vez una herencia cultural de los pueblos… Estoy planteando un cine social, para que las nuevas generaciones sepan valorar, a través de este archivo, la vida de sus generaciones pasadas más cercanas”, dice.
Así montó la empresa Pyrene PV, que entre 1995-2004 llegó a tener 20 miembros: tres equipos de rodaje simultáneos, tres para montar y otros tres para documentación y guionizar, supervisados todos por él, comercializando series en DVD y emitiendo programas en varios canales de TV. Ahora trabaja solo, con una minicámara de vídeo digital 4K; y para estar presente en internet en 2021 abre un canal en YouTube para mostrar su obra: Documentales etnográficos que ya cuenta con más de 640.000 suscriptores y 160 millones de visionados de las 300 obras íntegras que va subiendo a un ritmo de dos semanales, planeando llegar a mil oficios desaparecidos, como son la fabricación de una flauta del hueso del ala de un buitre, la de la pez destilada de la trementina y la de los carros de madera de Mecerreyes; los hornos de cal o la búsqueda del agua subterránea por un zahorí. Valiosas informantes fueron “las mujeres de San Juan de Plan, con las que recogí más de 30 oficios”. Hace meses abrió otro canal en TikTok, @Eugenio_documentales, donde los ofrece resumidos en un par de minutos, contando ya con 144.000 jóvenes seguidores y unos 20 millones de visionados, todo un éxito para serias obras divulgativas.
Las ilusiones perdidas
Quizás el trabajo más laborioso de su carrera profesional sea el ciclo sobre la Guerra Civil, donde busca “dar voz a aquellos que no la tenían”. Fueron casi veinte años de arduo trabajo localizando a cientos de personas para entrevistar (con un método en el que jamás interviene el equipo de realización), fotos antiguas y documentos de archivo que corroborasen los testimonios; contando con el apoyo de la Diputación de Aragón.
Su inicio fue en 1989, rastreando la batalla de la Bolsa de Bielsa, último episodio bélico en el Frente aragonés, símbolo de una tenaz resistencia en terreno montañoso por parte de la 43 División del Ejército Popular de la República: durante 63 días, 7.000 soldados con 4 cañones, aguantaron el asedio de 14.000 hombres del bando nacional que contaban con apoyo aéreo y un número ocho veces mayor de piezas de artillería. En este episodio de guerra de guerrillas, los republicanos se fueron quedando sin municiones, hacinados en un terreno reducido tras la destrucción por parte de los franquistas de los puentes e infraestructuras que podrían haberles dado soporte. Cuando escaparon a Francia los soldados sobrevivientes, a mediados de junio 1938, los campos de refugiados estaban abarrotados de civiles huidos. La gran mayoría de miembros de la división volvieron a España por Cataluña, a la zona controlada por los republicanos para seguir combatiendo: “Muchos combatientes y guerrilleros nos hablaban de la posterior resistencia en Francia y del retorno”.
La segunda etapa de Las ilusiones perdidas se remonta a 1997 cuando Monesma conoció a los jóvenes historiadores Irene Abad y José Antonio Angulo, que investigaban sobre el maquis. “Puse a su disposición mis archivos, pero les sugerí que en su recogida de testimonios hubiese un equipo nuestro, que correría con los gastos”. Y de ahí se extendió a toda España la recopilación de testimonios de los protagonistas de esa guerra en la que los derrotados luego habían sido silenciados; y que al ser de mucha edad, estaban cerca de fallecer, por lo que era la última ocasión de conocer su versión de la Historia. Así, intervienen desde anarquistas y miembros del POUM hasta Santiago Carrillo (secretario del PCE); desde enlaces que ayudaban a los guerrilleros en los Pirineos hasta militares franceses y norteamericanos, y un jefe de policía franquista de Huesca.
Con estas grabaciones elaboró Las ilusiones perdidas (los maquis 1939-1953), una serie de doce capítulos y 16 horas de duración que ha sido emitida en TVE-2 y en el Canal Historia, narrando los recuerdos de aquellos españoles que lucharon con escasos medios contra los ejércitos fascistas, fueron encarcelados o partieron al exilio, participaron en la resistencia contra los alemanes, y muchos de ellos, convertidos en maquis o guerrilleros, cruzaron los Pirineos con la idea de devolver a España la república y la democracia, en lo que terminó siendo la ineficaz ocupación de Arán. Para Monesma, un momento clave en nuestra historia, “ya que una vez liberada Francia de los nazis, los resistentes españoles que habían colaborado activamente con los franceses, americanos e ingleses, esperaban contar con su ayuda para invadir España”. De hecho, el ejército francés estaba preparado para enviar paracaidistas a Madrid que cortaran las principales carreteras y dos flotas que atacaran por Euskadi y Cataluña, mientras 60.000 guerrilleros se infiltrarían para realizar sabotajes y preparar la gran invasión. En septiembre de 1944, por un lado el general De Gaulle da contraorden, ya que prefería un gobierno de Franco a otro con comunistas y manda que los resistentes españoles se integren en su ejército; y por otro, el PCE envía a Carrillo a controlar las agrupaciones guerrilleras, desembocando en la mal planificada invasión del valle de Arán por 4.000 guerrilleros, de los que unos 1.500 prosiguieron hacia diversas zonas, antes de fracasar el levantamiento popular previsto por el PCE del interior. En otros capítulos se aborda la vida en las cárceles, la lucha de los maquis dentro de España, la feroz represión y el papel de las mujeres, que “no fueron meras comparsas. Fueron protagonistas: enlaces, colaboradoras, activistas que no se arrugaban”.
Completan este ciclo de documentales políticos dos series: en 2007, La Guerra Civil en Extremadura (antecedentes y sublevación, toma de Badajoz, final de la guerra y guerrillas) de tres horas; y en 2008, la Reivindicación de la memoria (Brigadas Internacionales, exilio, represión y resistencia antifranquista, caravanas de la memoria), dos horas. Para más adelante es posible que suba a internet estos DVD.
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La verdad, ni tenía idea de la honorable labor de este director. Pienso entrar en sus videos para honrar la memoria de los combatientes antifranquistas que resistieron a la dictadura de Franco