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Actualidad árabe (y más)
Golpe en Sudán, violencia en Siria, y un boxeador de origen marroquí derrotando a uno nazi
Líbano no toca fondo y expertos de varios ámbitos aseguran que el pequeño país mediterráneo sufre las peores crisis del mundo en términos sanitarios y económicos. El nuevo gobierno hecho oficial esta semana podría desbloquear ayuda internacional, pero no la ilusión de los manifestantes libaneses, que saben que los nuevos ministros han sido elegidos, una vez más, por parte de los líderes tradicionales.
En la guerra olvidada que los sirios aún sufren al otro lado de las montañas, el régimen de Bashar al Asad aumenta la represión lanzando detenciones arbitrarias que dejan paso, según un informe de la ONU, a torturas, violaciones sexuales e incluso desapariciones forzadas y muerte. Al sur del levante mediterráneo, una encuesta revela que el 80% de los palestinos tanto de Cisjordania como de la Franja de Gaza rechazan el liderazgo de presidente Mahmoud Abbás, cuya popularidad se ve afectada por la muerte bajo custodia policial del reputado activista Nizar Banat y por la represión contra muchos de los que salieron a protestar por el fallecimiento de Banat.
En Sudán, las fuerzas armadas a las órdenes del Consejo de Transición aseguran haber frustrado un intento de golpe de estado a cargo de círculos cercanos al ex dictador Omar el Bashir, mientras que un boxeador italiano y antifascista nacido en Marruecos vence en la final de un campeonato estatal a un luchador con múltiples tatuajes de simbologia nazi.
Las peores crisis sanitaria y económica se sufren en Líbano
Las múltiples crisis que atraviesa Líbano son tan profundas que los periodistas son incapaces de contarlas todas a la vez y los expertos debaten cuál de ellas habría que priorizar ahora que el país tiene un nuevo gobierno y llegarán fondos extranjeros. El Banco Mundial aseguró meses atrás que Líbano sufría una de las peores crisis económicas desde mediados del siglo XIX, Bloomberg informó anteayer que el país del cedro padece la peor inflación en todo el planeta —superando a Venezuela y a Zimbabue— y la Organización Mundial de la Salud añade que ningún territorio en el globo tiene una crisis sanitaria como Líbano, que durante los últimos meses ha visto como el 40% de sus doctores y el 30% de sus enfermeros abandonaban el país, donde el estado es incapaz de garantizar más de dos horas de electricidad al día tanto a hospitales como a residencias.
El parlamento libanés ha otorgado su confianza esta semana al ejecutivo propuesto por el multimillonario Najib Mikati, rompiendo así con 13 meses de bloqueo político en los que el país ha echado en falta un ejecutivo con plenas capacidades que tomara decisiones
El parlamento libanés ha otorgado su confianza esta semana al ejecutivo propuesto por el multimillonario Najib Mikati, rompiendo así con 13 meses de bloqueo político en los que el país ha echado en falta un ejecutivo con plenas capacidades que tomara decisiones. En menos de dos años, el umbral de la pobreza ha pasado de afectar a poco más del 20% de la población a ahogar a más del 75%. Aunque la formación del ejecutivo desbloqueará ayuda internacional que contribuirá a aliviar la ardua crisis libanesa, el gobierno no ha suscitado la ilusión de los manifestantes ni de los grupos de oposición que mantienen a duras penas la llama de protesta iniciada en octubre de 2019. Aun cuando el ejecutivo está formado por varias personas de tendencia independiente, sus nombres han sido elegidos por los líderes tradicionales que acumulan el poder desde el final de la guerra civil, lo que hace que muchos sean escépticos ante la posibilidad de que se puedan adoptar medidas que hagan avanzar a la sociedad, puesto que afectarían los intereses de la clase política.
Mikati, el jefe de gobierno y primer ministro en dos ocasiones anteriores, es junto con su hermano el hombre más rico de Líbano después de que el grupo de ambos, M1, haya hecho fortuna operando en países controlados por régimen autoritarios. Myanmar es su última conquista empresarial. Telenor, el grupo noruego que se hacía cargo de las telecomunicaciones del territorio, decidió deshacerse del negocio tras el golpe de estado protagonizado por la actual junta militar del país, que limitó las operaciones telefónicas y internet. M1 compró la licencia a Telenor por solo 105 millones de dólares y recientemente 470 grupos civiles en Myanmar han mostrado su preocupación ante la adquisición del negocio por parte de M1, lo que aseguran que supone un riesgo para los derechos humanos. El temor por parte de activistas tanto de dentro como fuera del país es que el grupo ceda a las presiones de la junta militar y les permita el acceso a los datos privados de los consumidores, lo que conllevaría —afirman en el comunicado— la represión y la muerte de opositores al régimen.
Aumenta la violencia en Siria
Siria se ha convertido en la guerra olvidada, pero el conflicto sigue en pie y grandes potencias continúan embarradas en él mientras los civiles sufren las consecuencias. La Comisión de Investigación de la ONU sobre Siria alertó la semana pasada de un incremento en la violencia sufrida por la población siria: “Una década después, las partes del conflicto continúan perpetrando crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, infringiendo derechos humanos básicos de los sirios”, afirma Paulo Pinheiro, jefe de la Comisión.
La entidad denuncia la ausencia de intentos para trabajar por la reconciliación política del país. Afirma que ocurre lo contrario y acusa el régimen de Bashar al Asad de lanzar detenciones arbitrarias, seguidas a menudo de torturas, violencia sexual e incluso muertes y desapariciones: “No es el momento adecuado para que nadie piense que Siria es un país preparado para el retorno de refugiados”, advierte la Comisión.
En clara referencia a Estados Unidos y a Turquía, Putín criticó la presencia en Siria de las fuerzas extranjeras que no son bienvenidas por al Asad, alegando que suponen un obstáculo para que el gobierno “legítimo” impulse esfuerzos para mejorar el país
Mientras prácticamente la totalidad del país vive por debajo del umbral de la pobreza, Asad y su mayor aliado, Vladimir Putin, siguen conspirando para que el régimen del presidente sirio se haga con los territorios del país que escapan de su control —un 30% de Siria, aproximadamente. Por primera vez desde 2018, Putin recibió el lunes el a al Asad en Moscú. En clara referencia a Estados Unidos y a Turquía, el mandatario ruso criticó la presencia en Siria de las fuerzas extranjeras que no son bienvenidas por al Asad, alegando que suponen un obstáculo para que el gobierno “legítimo” de al Asad impulse esfuerzos para mejorar el país. Tras la reunión, Putin y al Asad anunciaron un acuerdo para “liberar los territorios ocupados”, en referencia al noroeste del país, controlado por milicias afines a Turquia, y el noreste, gestionado por los kurdos.
Frustrado un golpe de estado en Sudán
Unos tiroteos despertaron a algunos vecinos de Omdurman, ciudad anexa a la capital sudanesa Khartoum, la madrugada del martes 22 de septiembre. El movimiento de algunos tanques suscitó rumores. Un mensaje emitido horas después por la televisión estatal esclarecía lo ocurrido: las fuerzas del estado, afirmaba el comunicado, habían frustrado un intento de golpe. “Todo está bajo control; la revolución es victoriosa”, anunció en un escrito en Facebook Mohamed el Faki Suleiman, portavoz del Consejo de Transición que gobierna el país. Según el medio Ashraq News, los asaltantes también habrían intentado hacerse con el control de estaciones de televisión y de radio.Según prensa local, en el país ya corrían voces de que fuerzas cercanas al ex dictador Omar el Bashir intentarían descarrilar el llamado Consejo de Transición actual. Así lo dijo el primer ministro sudanés, Abdullah Hamdok, quien vinculó lo ocurrido a “un golpe de estado orquestado por grupos tanto dentro como fuera del ejército” por parte de personas conectadas “al anterior régimen, en un intento de abortar la transición democrática y civil”.
Las autoridades informaron que se habían practicado 21 detenciones, algunas de altos cargos del ejército.
El país protagoniza una débil transición desde que en 2019, tras meses de movilización popular, un golpe militar echara del poder a el Bashir, dictador durante varias décadas. Un consejo formado por el ejército y por civiles asumió la responsabilidad de pilotar el país hasta la celebración de elecciones generales, previstas para finales de 2022.
Palestina no quiere que Abbás sea su presidente
Mahmoud Abbás, el octogenario líder del partido palestino Fatah y de la Autoridad Palestina, que gobierna en Cisjordania, continúa perdiendo apoyo en la calle. Una encuesta hecha con ciudadanos tanto de Cisjordania como de la Franja de Gaza revela que el 80% de palestinos quisiera que Abbás abandonara el liderazgo de la AP. El mismo estudio, realizado por el Centro Palestino de Política y Encuestas, calcula que el 45% de los palestinos querrían que Hamás los liderara, mientras que solo el 19% desea lo mismo en referencia a Abbas.
La muerte el pasado junio del activista Nizar Banat, ferviente crítico de Fatah y de Abbás, ha pasado factura al presidente palestino. Un 63% de los palestinos creen que su fallecimiento, ocurrido bajo custodia policial, fue un asesinato a órdenes de la Autoridad Palestina, y no un error o un exceso involuntario. La creciente represión de la AP sobre múltiples activistas —muchos de ellos detenidos en protestas por la muerte de Banat—, a quienes se les acusa de “reunión ilegal” o de “difamación de personajes públicos”, también va a la contra de Abbás. Por lo contrario, la encuesta muestra el elevado apoyo del que goza Hamás, después de que su actuación durante la ofensiva israelí contra Gaza del pasado mayo le haya otorgado, a ojos de muchos, el papel de protector de Palestina.
La muerte el pasado junio del activista Nizar Banat, ferviente crítico de Fatah y de Abbás, ha pasado factura al presidente palestino. Un 63% de los palestinos creen que su fallecimiento, ocurrido bajo custodia policial, fue un asesinato a órdenes de la Autoridad Palestina
Khalil Shikaki, jefe del centro que realizó la encuesta, afirma que “Abbás nunca había estado en una posición tan mala como la actual”. Hace pocos meses, el mandatario ya canceló los que iban a ser los primeros comicios en 15 años ante la dura derrota que le auguraban todos los pronósticos. A pesar de eso, la Autoridad Palestina ha anunciado recientemente la convocatoria de elecciones municipales para el próximo 11 de diciembre.
Un boxeador antifascista nacido en Marruecos vence a un contrincante nazi
“No puedo negar que vencer a alguien que lleva semejantes tatuajes es una doble victoria”. Son palabras de Hassan Nourdine, boxeador italiano nacido en Marruecos, tras llevarse el campeonato de boxeo italiano en categoría superpluma el pasado domingo ante Michele Broili, luchador que luce en su cuerpo múltiples tatuajes de simbologia nazi. En su camino hacia el ring, Nourdine tuvo que soportar a los seguidores fascistas de su contrincante, que le dedicaron canciones con letras nazis además de saludos fascistas. Según prensa italiana, el propio Broili hizo el saludo fascista hacia su equipo antes de inciar el duelo.Nourdine, que llegó a Italia con 6 años de edad y que compagina el boxeo con el trabajo en una fábrica, afirmó tras el combate en declaraciones al diario italiano La Stampa el disgusto que le dio ver los tatuajes de Broili “glorificando el nazismo”. En un mensaje dirigido a la Federación Italiana de Boxeo, duramente criticada por haber permitido a Brioli formar parte de la competición, Nourdine afirmo que “se debería haber dado cuenta de que este boxeador tenía ciertas inclinaciones ideológicas, el incitamiento al odio está castigado por la ley”. Tras añadir que son creencias que “no tienen justificación”, Nourdine argumentó que “hay que hacer entender a la gente joven que esto mensajes son peligrosos. Hay que recordarles que estos símbolos han impulsado genocidios”.
Varios usuarios acudieron a las redes sociales para celebrar la victoria de Nourdine.