Derecho a la vivienda
Qué mala suerte

Pasar por cuatro casas diferentes en un año. Volver con tus padres. Buscar piso cada vez más lejos de tu entorno. Y, si tienes suerte, poder pagarlo.

Vivienda alquiler gentrificación
Los precios del alquiler ya han alcanzado en muchos barrios de Madrid y Barcelona niveles anteriores a 2008. Olmo Calvo
19 abr 2018 06:56

El año pasado viví en cuatro casas diferentes. Tres mudanzas en menos de diez meses. La primera vez saqué mis cosas de las cajas al llegar a la habitación nueva. Las dos últimas dejé de molestarme. Cada vez que me mudaba, alguien me decía que era una pena haber tenido tanta mala suerte de nuevo.

Yo creo que la mala suerte solo es algo que nos dicen a la gente de clase obrera para que no atemos demasiados cabos. Qué mala suerte que te hayan despedido justo ahora. Qué mala suerte que el casero quiera subirte el alquiler.

Había empezado el año en casa de mis padres. Me independicé pronto, a los 19 años, pero en todo este tiempo he tenido que volver varias veces a mi habitación de adolescente. La casa de mis padres es el lugar al que me arroja el sistema cada vez que no sabe qué hacer conmigo. Cada vez que me deja en el paro, cada vez que no puedo pagar el alquiler a pesar de estar trabajando, cada vez que el casero decide vender el piso porque ha encontrado una inversión más rentable.

Volver no es una derrota, pero tienes que repetírtelo muchas veces para creértelo, porque hay una parte de ti que se siente fracasada. La parte que ha interiorizado los valores de un sistema que te dice que solo vales mientras eres explotado.

Después vino Vallecas. Aquello no duró mucho. La habitación estaba bien y era barata, pero la convivencia se hizo cuesta arriba. Vivir con desconocidos es duro. Acomodarse a los ritmos y la forma de ver las cosas de alguien con quien no tienes nada en común es complicado.

Cuando vuelvan a subir los pisos, supongo que alguien me dirá que vaya mala suerte. Los pobres no tenemos mala suerte, tenemos capitalismo

Pasaba días enteros en mi cuarto, currando una cantidad infernal de horas en una especie de vorágine en la que los textos que tenía que traducir o corregir se mezclaban con los capítulos de Walking Dead que me ponía en los descansos. Dejé de poder dormir y todo se volvió un poco borroso, así que comprendí que tenía que irme.

El siguiente paso fue Hortaleza, al norte de la ciudad. Había empezado el año en Aluche, al suroeste, así que estaba a punto de completar la vuelta al extrarradio madrileño. Por aquel entonces, las jornadas interminables ya habían comenzado a deteriorar mi red y las mudanzas lo agravaron. Me resultaba imposible crear vínculos con el barrio, con los vecinos, con un proyecto político. Tampoco podía cuidar demasiado a mi familia y a mis amigos. En una ciudad tan monstruosa como Madrid, ir a ver a mis abuelos o quedar con alguien suponía casi tres horas en transporte público, sumando la ida y la vuelta.

Derecho a la vivienda
Vivir en las nubes

Decenas de organizaciones ciudadanas nacen por todo el Estado para hacer frente a la subida de los alquileres, un negocio especulativo impulsado por fondos de inversión y el auge de los arrendamientos turísticos.

A pesar de todo, mi red volvió a ayudarme cuando lo necesité. Una amiga me acogió en su casa mientras buscaba una solución más definitiva, que me sacase de aquella rueda que me llevaba a deambular de una habitación a otra.

Fue entonces cuando empecé a pensar en irme de Madrid. No tenía muchas más opciones. Los alquileres estaban subiendo mes a mes, los distritos de Latina y Puente de Vallecas, a los que pertenecían los barrios donde había vivido ese año, acumulaban incrementos del 33,2% y del 39,9% respectivamente desde 2014. La fecha no era casual. En 2013, la Ley de Arrendamientos Urbanos había sido modificada para reducir la duración de los contratos, facilitar la expulsión de los inquilinos y abrir la puerta del mercado del alquiler a los fondos de inversión.

Algunos amigos, los que tenían contratos fijos, empezaron a pensar en comprar. Tenía sentido, la letra mensual de la hipoteca era mucho menor que el alquiler. Lo malo es que esto nos suena demasiado a todos. Para mí no es una opción. Acumular un montón de altas y bajas en autónomos y varios contratos temporales no es el sueño de ningún director de sucursal, ni siquiera de ningún casero. Alquilar supone pedir favores, solicitar avales y hacer alguna que otra trampa, lo que te deja en una situación de vulnerabilidad aún mayor.

Ahora me mudo de nuevo, esta vez fuera de Madrid. El Gobierno anuncia una ayuda al alquiler para jóvenes. Esto también nos suena. La renta básica de emancipación de Zapatero, en 2007, ya dio esa misma cantidad —200 euros— para el alquiler. Mucha gente no pudo optar a ella, pero las subidas de los precios se produjeron igual. El traspaso de dinero del Gobierno a los jóvenes ni siquiera pasó por sus manos, fue directamente a los bolsillos de los propietarios. Nada hace pensar que ahora no vaya a suceder lo mismo.

Cuando vuelvan a subir los pisos, supongo que alguien me dirá que vaya mala suerte. Los pobres no tenemos mala suerte, tenemos capitalismo. Tampoco tenemos buena, tenemos familia, amigos, vecinos, asambleas y sindicatos. En este caso, tenemos grupos de vivienda, PAH, sindicatos de inquilinos. Esa es nuestra buena suerte.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Derecho a la vivienda
Elecciones catalanas El futuro de la regulación de los alquileres en Catalunya se juega el 12M
El decreto que regula los alquileres de temporada que lanzó el Govern era la pieza que faltaba para que funcionen los topes de los precios. Pero la norma debe ser revalidada con los votos socialistas y convergentes, que se han opuesto a la medida
1 de mayo
1 de mayo “Nuestro mundo, en el que cabemos todas, es la única alternativa”, reivindican desde el 1M Interseccional
Por cuarto año consecutivo marchan, de manera festiva y sin incidentes, colectivos del sindicalismo social de toda la región madrileña en el Día Internacional de las y los trabajadores.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda El Sindicato de Inquilinos denuncia por acoso a la empresa de desocupación DIO Express
La empresa DIO Express ofrece garantías de desalojo en 48 horas. Sus métodos: amenazas, cortes de luz, intentos de allanamiento y agresiones físicas, según denuncia el Sindicato de Inquilinos de Madrid.
#14708
23/4/2018 20:53

Muy bien por la articulista, hilvanando lo personal y político. La relación entre lo que somos y el mundo en que vivimos, y nuestro lugar en él.

3
2
#14363
19/4/2018 21:54

Querer independizarse con 19 añitos, sin dinero ahorrado y apenas nuevo en el mercado laboral es un poco arriesgado...La mayoria de mis amigos treintañeros estuvieron en casa de sus padres a la vez que curando muchisimos años. Y si, compartir casa con desconocidos al principio es un rollo pero al cabo de los dias ya no son desconocidos (lo digo por experiencia propia). Supongo que la diferencia esta en la actitud con la que afrontes la vida pero vamos, a no ser que seas millonario, todos los inicios son dificiles. Mucho animo y suerte!!!

2
30
#14707
23/4/2018 20:51

creo que no has entendido nada del artículo, ni siquiera que la autora no tiene 19 años. Tenemos un problema grande de comprensión lectora en este país, es lo más básico e importante, pero nada. Que nos cuesta. Leer todos los días ayuda, aunque sean 15 minutos.

4
2
Rural y de provincia
19/4/2018 12:58

Pues imagenselo cuando todo de donde proceso está a cientos de kilómetros. Y lo llevas haciendo desde que saliste a estudiar en bachillerato.
Los pobres rurales aún lo tienen peor.

9
0
#14275
19/4/2018 10:43

A PESAR DE QUE NOS SEPAREN KILÓMETROS LA SITUACIÓN ES LA MISMA. SOMOS EXPERT@S EN MUDANZAS Y REGRESOS A CASA DE LOS PADRES/MADRES. PODRÍAN PONERLO YA COMO OFICIO "¿DE QUE TRABAJAS?" DE AUTOMUDANZA

9
1
Catalunya
Catalunya Pere Aragonès, de presidente a segundo plato de Illa o Puigdemont
Las encuestas y el tirón de Pedro Sánchez acompañan a Salvador Illa, quien probablemente volverá a ganar las elecciones catalanas, como ya ocurrió en 2021. Esta vez, tiene más probabilidades de gobernar.
Migración
Migración Maternidades migrantes: criar entre la precariedad laboral y la ley de extranjería
Sin redes familiares en las que sostenerse y en un contexto laboral enfrentado con la conciliación, las madres migrantes se ven especialmente expuestas a la precariedad.
Pueblo gitano
Pueblo gitano Silvia Agüero y Nicolás Jiménez: “Hay que gitanizar a los anarquistas que se han burocratizado”
Son pareja en la vida, en la divulgación y en la tarea de gitanizar el mundo. Silvia Agüero y Nicolás Jiménez acaban de publicar '¿Anarquismo gitano?' para romper estereotipos y profundizar en la realidad de su pueblo.
República Democrática del Congo
República Democrática del Congo Chikuru quiere para la República Democrática del Congo esa paz que nunca ha conocido
La vida de Chikuru ha transcurrido en una República Democrática del Congo siempre en guerra, desde su organización FoBeWorld, aspira a ayudar a la infancia y juventud a construir un futuro mejor, frente al expolio que devora su presente.
Memoria histórica
Memoria Olvidadas por la historia: Las mujeres del Patronato
Durante más de cuarenta años, la libertad de miles de mujeres fue arrebatada por el Patronato de Protección a la Mujer. Siguen invisibilizadas por una Ley de Memoria Democrática
La vida y ya
La vida y ya Futuros laborales
Lo que está claro es que para mí pensar en mi futuro laboral tiene que ir acompañado de pensar qué puedo hacer para que el mundo sea un poco diferente.
Literatura
Literatura Mallorca, el refugi de Vicent Andrés Estellés
El poeta trobà a l’illa la serenitat necessària per enfrontar-se a l’entorn sempre tens de València, a la vegada que publicà diversos volums i travà sòlides amistats.

Últimas

Genocidio
Genocidio La ONU advierte de que un ataque sobre Rafah colapsaría la distribución de ayuda en Gaza
Turquía suspende todo el comercio con Israel. El fiscal del Tribunal Penal Internacional advierte de que no admitirá “amenazas” después de que trascendiera que imputará a Netanyahu y los suyos.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Religión
Opinión Semana Santa y Ramadán
En el Sindicato de Vivienda de la Red de Apoyo Mutuo se celebró un desayuno con motivo del Ramadán, lo cual generó un debate interno interesante por ser una organización laica
Palestina
Palestina Bicicletada contra el genocidio palestino en Alicante
El núcleo local del BDS País Valencià ha realizado un recorrido reivindicativo para exigir el fin del genocidio contra Palestina por las principales calles de las tres capitales valencianas.
Que no te lo cuenten
Que no te lo cuenten De estrategias y misiones incumplidas
VV.AA.
La no dimisión de Pedro Sánchez y la imposibilidad de la Flotilla de la Libertad de llevar ayuda a Gaza marcan unas semanas intensas.
Más noticias
Fútbol
Fútbol Vicente del Bosque como respuesta a las presiones de FIFA y UEFA
El nombramiento del exseleccionador como presidente de la Comisión de Normalización, Representación y Supervisión busca alejar los fantasmas de una intervención política de la RFEF.
Cine
Cine 'Civil War', estética geopolítica en tierra de nadie
La sensación es que Civil War se queda en algunas ocasiones en una peligrosa tierra de nadie, tanto en sus cambios de estilo como en su contenido.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: Una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Comunidad El Salto
Palestina La campaña de apoyo a Gaza de El Salto recauda más de diez mil euros para la UNRWA
El pasado 26 de febrero, tras más de cuatro meses de ofensiva militar de castigo por parte Israel sobre la Franja de Gaza, desde El Salto decidimos ir más allá del periodismo ante la gravedad de los hechos.

Recomendadas

Colombia
Colombia Sostener la vida en un ETCR
En la vereda colombiana La Plancha, la convivencia entre excombatientes y población civil es una realidad marcada por necesidades comunes.
Rap
Rap Viaje a los orígenes del hip hop en España: “Nadie esperaba ganar dinero con el rap”
El historiador Nicolás Buckley y el periodista Jaime Valero, exredactor jefe de HipHop Life, publican Maestro de ceremonias, un libro sobre la historia de la cultura hip hop en España.