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Teatro
Ricardo III tiene otros planes para la exhumación de Franco
La obra de teatro Ricardo III es un retrato de la política y la sociedad actual. Se representa en el teatro Pavón Kamikaze, en Madrid, hasta el 17 de noviembre.
Una de las cosas más llamativas de Ricardo III es que el espectador sale con la impresión de haber visto una temporada entera de cualquier serie de moda en las actuales plataformas virtuales. Israel Elejalde, con una impecable colocación de la voz, a pesar de las ayudas externas, protagoniza una apoteósica puesta en escena que poco tiene que ver con un Shakespeare tradicional. ¿Se puede juntar a Franco y a Ricardo III en un mismo proscenio? Manuel del Arco y Antonio Rojano, directores de esta obra teatral, lo han llegado a lograr. “No hay nada más salvaje que un dictador hablando de otro dictador”, cuenta Elejalde. “Siempre hay risas con el destino que hemos diseñado para Franco, porque simplemente es gracioso”.
Más que gracioso se podría decir que es el destino que mucha gente habría deseado para el dictador, más que el espectáculo del jueves en Cuelgamuros. “Espero que después de la exhumación Franco sea parte de nuestra historia y no de nuestras peleas políticas”, desea Elejalde. El actor cree que es “extraño” que la sociedad española tenga que seguir sufragando la tumba de Franco después de exhumado. “Aunque, por lo menos, lo hemos sacado de El Valle de los Caídos, que es un monumento a la ignominia”.
Cuando se piensa en un futuro para ese mausoleo, el abanico de posibilidades se abre ante la vista. “Decía Santos Juliá que ‘El Valle de los Caídos solo sería bello si estuviese en ruinas’, pero habría que cambiarle el uso e informar de lo que se hizo y cómo se hizo”. Elejalde, este neo Ricardo III, no duda en afirmar que “fue durante muchos años una representación de lo peor de España”.
Memoria histórica
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Otra de las actualizaciones de esta obra de William Shakespeare es cómo se muestran las fake news. “En la Inglaterra de entonces también se utilizaban. Lo llamativo es que ahora tenemos muchos medios a nuestro alcance pero no nos molestamos en comprobar si lo que leemos es mentira”. El enganche a los móviles ha hecho el resto. “Más del 80% de lo que consumimos con nuestros teléfonos es basura y lo sabemos: cotilleos, fotos de gente o banalidades”.
Elejalde habla de que la democratización de internet debería haber llegado de la mano de un “espíritu crítico que no se da”. ¿Ha supuesto esta intoxicación de fake news un aumento de ideologías de extrema derecha? “Hay algo en nosotros que tiende al esclavismo ideológico”. Sin embargo cuando se le pregunta por Vox, lo tiene muy claro. “Ese partido no tiene que ver con una cuestión ideológica, sino moral. Y esa gente es moralmente perversa”.
También lo era Ricardo III, al que su propio intérprete define como dictador, xenófobo y machista. La violencia es uno de los hilos argumentales de una obra que tiene tantos estadios como emociones diversas. “La violencia que estamos viendo actualmente en manifestaciones como Catalunya o los chalecos amarillos en Francia es diferente. Muestra una incapacidad institucional para dar repuestas a cosas que se plantean”.
Aunque admite que la democracia debe permitir “incluso el fascismo, por mucho que nos moleste”, piensa que hay una absoluta “falta de decoro” en la política actual debido a su bajo nivel. Defensor acérrimo de la libertad de expresión, incluso para tipos tan deleznables como Ricardo III, el más villano entre los villanos y conspirador para alcanzar el trono de Inglaterra, Israel Elejalde desvela que el modelo del teatro Pavón Kamikaze “es en sí mismo muy kamikaze, porque intentamos hacer una programación no basada en la rentabilidad económica, sino en lo que nos parece interesante”. Funcionan como si fuesen un teatro público, pero siendo un teatro privado. “Necesitamos más apoyo institucional”, reclama.
Por encima de traiciones, incestos, matrimonios fallidos y muertes fortuitas —siempre en la escena, claro—, hay una cosa que Israel tiene clara, la obra que representaría si el 10 de noviembre ganasen las elecciones las tres derechas y hubiese un radical cambio de gobierno. “Una obra que expresaría esa situación política, si se pactase con Vox, sería ‘Terror y miseria del Tercer Reich’ [Bertolt Brecht]”.