Personas refugiadas
Una semana sin noticias de Benhalima, el activista del Hirak que España entregó a Argelia

Después de que el 24 de marzo Interior facilitase la deportación del exmilitar ignorando el riesgo de que sufriera tortura y malos tratos una vez en su país, familiares y abogados desconocen su paradero.
Mohamed Benhalima
Mohamed Benhalima en un video realizado desde el CIE previo a su deportación a Argelia.
1 abr 2022 06:00

Hace una semana, el pasado 24 de marzo, la policía acudió al CIE de Zapadores en Valencia para llevarse a Mohamed Benhalima. Los dos procesos que había pendientes y de los que dependía su entrega a Argelia habían sido resueltos de urgencia: las alegaciones contra el expediente sancionador que tenía abierto, y su proceso de protección internacional. Tras notificárselo, los agentes le trasladaron al aeropuerto, y en poco tiempo ya estaba volando hacia Argel. Una semana después ni sus abogados ni su familia han conseguido hablar con él. La única señal de vida: un vídeo autoculpabilizador que retransmitieron varias emisoras del país el domingo 27 de marzo, algo que levantó sospechas de que el activista habría sido, como temía, torturado.

Adrían Vives pertenece a CIEs No, desde este colectivo han estado apoyando al activista del hirak de 2019 —un exmilitar que denunció la corrupción en el todopoderoso ejército argelino— en su pugna por escapar a la persecución y la tortura en su país. Desde Valencia, Vives lleva toda la semana conectado con activistas en Argelia para informarse de la suerte de Benhalima. Como señaló en redes sociales el pasado domingo, el vídeo en el que Benhalima da la razón al gobierno argelino, no hizo otra cosa que corroborar los temores de tortura: pocos días antes de su deportación, Benhalima había grabado otro vídeo en el que advertía que en caso de producirse una autoinculpación pública como la que se dio, esta solo se habría obtenido mediante tortura o extorsión.

“Como ya parecía en el momento y como hemos sabido a posteriori, había una orden política para expulsar a Benhalima a Argel y para hacerlo de la manera más rápida posible”

Vives cuenta cómo todo se aceleró tras el internamiento de Benhalima en el CIE, pocos días antes de su deportación: “como ya parecía en el momento y como hemos sabido a posteriori, había al parecer una orden política para hacer esto y para hacerlo de la manera más rápida posible”, frente a la velocidad de los acontecimientos se trabajó en varios frentes: incidencia política y mediática, protestas en la calle —como la manifestación ante el CIE que tuvo lugar el 18 de marzo— y el uso de las vías jurídicas, con abogados trabajando en el caso además de la implicación de Acnur o el Defensor del Pueblo.

Tras la expulsión de Benhalima, el pasado martes 29 de marzo Amnistía Internacional emitía una declaración pública firmada por organizaciones estatales, argelinas e internacional, en la que manifestaba su condena a la deportación. “Las autoridades habían sido advertidas, mediante recursos jurídicos y llamamientos de la sociedad civil, de que Mohamed Benhalima corre un riesgo elevado de tortura, detención arbitraria y juicio sin las debidas garantías en Argelia, donde este tipo de violaciones de derechos humanos son cada vez más habituales contra presos de opinión y activistas pacíficos”, se denunciaba en el texto. La misma organización había documentado que al menos otros cuatro activistas habrían sufrido tortura bajo custodia de las fuerzas de seguridad argelinas debido a su participación el las movilizaciones del 2019 en el país. Los motivos de alarma eran ineludibles.

Antecedentes

En 2020 el gobierno argelino publicó una instrucción en la que afirmaba que iban a ser detenidos algunos activistas que habían denunciado casos de corrupción en el seno del ejército. Ante el anuncio Benhalima salió del país y solicitó asilo en España, no vino solo, su compañero Mohamed Abdellah hizo lo mismo. Ambos obtuvieron la tarjeta roja que les documentaba como solicitantes de asilo. La enumeración de los antecedentes la realiza Alejandro Gámez, de Red Jurídica, uno de los abogados que intentó evitar hasta el último momento la deportación del ex militar.

Los precedentes, como ya alertaban en CIEs NO o Amnistía Internacional no podían ser más claros. Gámez recuerda cómo, en agosto de 2021, Abdellah  “fue a comisaría a notificar el cambio de domicilio, que es una obligación cuando eres solicitante de asilo, y en ese momento lo detuvieron. Menos de 10 días después estaba deportado en Argelia”. Ante esta situación, tras ser llamado tres días después de la detención de su amigo por la policía, Benhalima partió a Francia donde solicitó de nuevo asilo, y allí en aplicación del protolo de Dublín —que obliga a pedir asilo en el primer país comunitario de llegada— le dijeron que debía volver a España, una vez en el país fue detenido el pasado 14 de marzo. Las cartas para él ya estaban echadas. “En el momento de la detención se le abrió un expediente administrativo sancionador por infracción a la Ley de Extranjería, por suponer un peligro para la seguridad nacional española o para las relaciones de España con terceros países”, detalla Gámez.

No había información en el procedimiento sancionador que sostuviese las acusaciones, “simplemente mencionaban a varios grupos supuestamente o bien terroristas o extremistas de Argelia”, explica el abogado. Ni relación directa establecida con los grupos, ni indidios de que hubiese participado en ninguna acción peligrosa, y sobre todo, ninguna referencia al hecho de que Benhalima había denunciado corrupción y estaba siendo perseguido por ello en su país, señala Gámez respecto al expediente. Benhalima quedó internado en el CIE de Zapadores para evitar que se fugara mientras se tramitaba un expediente que se resolvería en un plazo récord. Una vez allí, el activista volvió a pedir asilo.

“El procedimiento de asilo y el procedimiento administrativo sancionador fueron resueltos al mismo tiempo. Es decir, hubo una coordinación por parte de las dos unidades del Ministerio del Interior para resolverlas al mismo tiempo y notificárselas a la vez”

“El procedimiento de asilo y el procedimiento administrativo sancionador fueron resueltos al mismo tiempo. Es decir, hubo una coordinación por parte de las dos unidades del Ministerio del Interior para resolverlas al mismo tiempo y notificárselas a la vez”, recrea el abogado, no eran las 5.30 de la tarde cuando a Benhalima se le notificó la resolución de ambos procedimientos. A CEAR, que estaba a cargo de la solicitud de protección internacional y a la Red Jurídica la notificación les llegaría una hora y media después, a las 19. Benhalima ya estaba en el aeropuerto. “Cuando pusimos las medidas cautelares ante el juzgado de instrucción para que ordenara la suspensión de la expulsión, ya era tarde porque ya estaba volando a Argelia”, lamenta Gámez: pudieron ver desde el juzgado los vídeos en los que Benhalima descendía en el aeropuerto de Argel. El propio activista tampoco pudo avisar a nadie, le habían confiscado el móvil en el CIE acusándole de estar grabando en el interior de las instalaciones. 

Los esfuerzos jurídicos que se habían hecho para detener este desenlace no fueron tenidos en cuenta: ni las alegaciones al expediente sancionador en el que los abogados señalaban la falta de información, requiriendo imformes que sustentasen las sospechas expresadas, ni el informe positivo de ACNUR, en el que se da fe a las alegaciones que apuntan a que Benhalima podría ser torturado una vez en Argelia, en base al caso de Abdellah.

“Lo que queda claro es que el Ministerio del Interior se organizó o se coordinó para lograr la deportación lo más rápido posible, porque un proceso sancionador nunca dura tan poco. Este duró menos de diez días”, reflexiona Gámez, sumando todos los hechos: imposiblitaron las alegaciones, le dejaron incomunicado, ignoraron la postura de Acnur, “se utilizaron todas las armas que tenía el poder administrativo para garantizar la deportación y que no pudiera ser supervisado por ningún órgano judicial”.

Vives recalca que los hechos se enmarcan en un contexto más amplio: el de la denegación sistemática de asilo de quienes son perseguidos por su participación en el Hirak. No solo en el caso de España las relaciones bilaterales con Argelia pesan más que los derechos humanos, lo mismo sucede con Francia. Inglaterra, a donde huyeron algunos de estos activistas, “es uno de los pocos países que sí que les concede la protección internacional pues tiene unas relaciones menos estrechas con Argelia”. Conceder asilo a estos activistas supondría para Francia y España reconocer las vulneraciones sistemáticas por parte de Argelia de sus derechos, considera el integrante de CIEs No: “esto además sucede en un momento como el de ahora, con todo esto que acaba de pasar con Marruecos y el Sahara, con Argelia y el gas”. Entregar a Benhalima haciendo uso de la ley de extranjería, en lugar de proceder a una extradición, mecanismo con mayores garantías, habría sido una forma de acelerar el proceso y satisfacer a Argel.

Realpolitik vs Derechos Humanos

Había gente en marcha, movilización social, organizaciones apoyando, y antecedentes inquívocos, y pese a todo esto, nadie pudo evitar que el gobierno español repatriara a quien puso su integridad en riesgo para denunciar corrupción en el ejército argelino y le enviara a un destino seguro de tortura y malos tratos. Por todas estas razones, este caso “nos ha caído como un jarrón de agua fría”, considera Vives.

Sin embargo, no cree que el camino acabe en el momento en el que Benhalima se halla ya en Argelia. “Lo primero es contactar con organizaciones que estén allí en Argelia, con la filial directamente de Amnistía Internacional, que allí puedan intentar obtener la mayor información posible de su estado, de su paradero o de cómo se encuentra, de qué se le acusa, qué se tiene previsto para él”.

“Una administración que no reconoce o que evita el control judicial de sus actuaciones, incurre en un comportamiento despótico o absolutista. Se ha primado la realpolitik antes que los derechos fundamentales”

En el apartado jurídico, Gámez se muestra menos optimista. “Queda poco que hacer. Lo estamos estudiando ahora porque por una parte ya tiene sus abogados en Argelia. Pero bueno, sabemos que siendo como es el régimen en Argelia, pues tampoco tenemos muchas garantías de que eso puede evitar que sea sometido a malos tratos”. El vídeo que se publicó el domingo corrobora para ambos estas sospechas. Por ahora han puesto una denuncia ante el Comité contra la Tortura de Naciones Unidas y “probablemente continuaremos el procedimiento contencioso administrativo contra la resolución de expulsión y contra la resolución de denegación de asilo”. Lo fundamental, considera, es que se reconociera que la administración incurrió en la ilegalidad cuando deportó a Benhalima conociendo el riesgo de tortura.

Por otro lado, se busca la implicación de los grupos políticos. “Ya hubo varios grupos que interpelaron a interior por varios canales, sabemos, pero no llegaron a obtener respuesta del Ministerio, explica Vives, en los últimos días Esquerra Republicana y Compromis han solicitado la comparecencia del Ministro de interior, Fernando Grande-Marlaska sin haber obtenido aún respuesta, ayer, 31 de marzo, fue Unidas Podemos quien interpuso algunas preguntas por escrito ante Interior.

Gámez considera que “una administración que no reconoce o que evita el control judicial de sus actuaciones, incurre en un comportamiento despótico o absolutista”. La entrega de Benhalima para quedar bien con Argelia, sería una muestra de cómo “se  ha primado la realpolitik antes que los derechos fundamentales”. “Te acabas dando cuenta que pueden hacer lo que les dé la gana con total impunidad”, reconoce Vives, quien tiene en su memoria demasiadas irregularidades respecto al trato a personas en el marco de los CIE, “pero sí que es verdad que yo algo tan rápido y tan bien cuadrado en cuanto a tiempos, y tan descarado, tratándose de algo que habíamos hecho público, no lo había visto nunca”.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Sáhara Occidental
Sahara Occidental Fisahara: 17 años rasgando el olvido
El Festival Internacional de Cine del Sahara Occidental se celebró un año más en los campamentos de refugiados saharauis. Cultura y política se abrazan en un evento marcado por la guerra y la alienación del gobierno español con la propuesta marroquí de autonomía.
Argelia
Entrevista a Lydia Saïdi El archivo que guarda la historia de las luchas de las mujeres en Argelia
La fotógrafa Lydia Saïdi es una de las fundadoras del Archivo de luchas de las mujeres en Argelia, un ambicioso proyecto que recupera una memoria que no aparece en la historia oficial argelina.
Periodismo
Periodismo Desinforma, que algo queda
En la fecha que se conmemora el Día de la Libertad de Prensa, hay que analizar sus dimensiones, la opacidad en el reparto de la publicidad institucional, la necesidad de la alfabetización mediática y qué medidas concretas pueden llevarse a cabo.
Educación pública
Educación a la madrileña Huelga de profesorado en Madrid o cómo organizar la protesta desde abajo
El profesorado madrileño convoca los próximos 8 y 21 de mayo dos jornadas de huelga para que se reviertan los recortes de la época Aguirre en una protesta que tuvo su génesis al margen de la mesa sectorial.
Rap
Rap Viaje a los orígenes del hip hop en España: “Nadie esperaba ganar dinero con el rap”
El historiador Nicolás Buckley y el periodista Jaime Valero, exredactor jefe de HipHop Life, publican Maestro de ceremonias, un libro sobre la historia de la cultura hip hop en España.
Análisis
Análisis No dejemos de hablar de Siria
La situación humanitaria en Siria se endurece en un contexto de inestabilidad regional, mientras que la ayuda internacional que el país recibe es muy inferior a la necesaria.
Represión
Represión La Policía detiene por segunda vez en 2024 al portavoz del SAT, Óscar Reina
La Policía Nacional ha detenido al Portavoz del Sindicato Andaluz de Trabajadores, Óscar Reina, durante la mañana del jueves en Navarra. El líder del SAT es uno de los sindicalistas que más detenciones acumula dentro del Estado español.
Sindicatos
1 de mayo Cargas policiales mandan a una persona de 70 años al hospital en el 1 de mayo de Castelló
Desde CGT Castelló anuncian que tomarán medidas legales por las provocaciones y agresiones sufridas por los diferentes cuerpos policiales que han actuado en las cargas.
Francia
1 de mayo La policía carga violentamente contra la manifestación de CGT en París y detiene a 45 personas
Las cargas policiales extremadamente violentas, de la unidad BRV-M, dejaron decenas de heridos. Según CGT en la manifestación participaron más de 50.000 personas.

Últimas

Comunidad El Salto
Palestina La campaña de apoyo a Gaza de El Salto recauda más de diez mil euros para la UNRWA
El pasado 26 de febrero, tras más de cuatro meses de ofensiva militar de castigo por parte Israel sobre la Franja de Gaza, desde El Salto decidimos ir más allá del periodismo ante la gravedad de los hechos.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Eventos
Evento Un Salto al periodismo del futuro: súmate a nuestro primer evento para estudiantes y jóvenes profesionales
El viernes 10 de mayo, El Salto organiza una jornada de periodismo joven para profundizar en temas clave, nuevos lenguajes y formatos, desde un enfoque eminentemente práctico.
Formación El Salto
Formación El Salto Fotoperiodismo y movimientos sociales: Una mirada a las luchas desde abajo a través de un objetivo
La Escuela de Periodismo Crítico de El Salto ofrece su primer curso presencial, en el que abordaremos, de la mano de nuestros fotógrafos, cómo plasmar a través de la imagen movilizaciones y resistencias.
Derecho a la vivienda
Elecciones catalanas El futuro de la regulación de los alquileres en Catalunya se juega el 12M
El decreto que regula los alquileres de temporada que lanzó el Govern era la pieza que faltaba para que funcionen los topes de los precios. Pero la norma debe ser revalidada con los votos socialistas y convergentes, que se han opuesto a la medida
Más noticias
Sidecar
Sidecar Las reglas del juego
Aunque es poco probable que el reciente intercambio de fuego entre Israel e Irán desemboque en una guerra total, este ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de Israel en un momento político decisivo.
PNV
CLIENTELISMO El Ayuntamiento de Bilbao coloca como interventor al cuñado de Josu Erkoreka por libre designación
Juan Mari Aburto explicó que Mikel Astorkiza, pareja de una hermana del vicelehendakari, “es el único candidato que cumple con los requisitos del puesto” para el control y fiscalización interna de la gestión económico-financiera.
Opinión
Opinión El debate europeo… contaminado
Hoy más que nunca necesitamos abrir un debate europeo que supere los lugares comunes y el regate corto porque es mucho lo que nos jugamos.
Reducción de jornada
Laboral Los convenios colectivos del País Vasco tienen la jornada anual más baja y los de Canarias, la más alta
La jornada anual varía muy lentamente desde que el Ministerio de Trabajo tiene una serie histórica, apenas 22 horas desde 2001. El País Vasco aventaja en 49 horas a esa media estatal en los convenios colectivos firmados.

Recomendadas

Arte contemporáneo
Artivismo Lara Ge: “A través de la práctica creativa nutrimos el espacio comunitario”
Ideadestronyingmuros desarrolla temas sobre feminismo, alternativas de vida al capitalismo y también sobre movimientos migratorios, con una fuerte posición transfronteriza.
En el margen
Francisco Godoy Vega “El ojo del blanco es como el ojo de Dios: es abstracto, es superior y puede verlo todo”
Doctor en Historia del Arte, Francisco Godoy Vega forma parte del colectivo de arte colaborativo Ayllu. Este activista antirracista aborda las consecuencias del supremacismo blanco. En 2023 publicó el libro ‘Usos y costumbres de los blancos’.
Laboral
Laboral Xavier Minguez: “Ni la rabia contra la empresa ni el orgullo de éxito de una huelga son solo tuyos”
Xavier Minguez es profesor de psicología social y análisis de resolución de conflictos en la UPV/EHU y ha realizado para el sindicato ELA la investigación ‘Un acercamiento psicosocial a la huelga’.